jueves, 24 de enero de 2019

REINVENTAR LAS FUENTES PARA ACABAR CON EL DESPILFARRO DE BOTELLAS DE PLÁSTICO

Hace un año The Guardian anticipó un mundo inabarcable de plástico desechado. 
Por Esteban Ordóñez Chillarón en colaboración con Yorokobu.

Cada minuto, explicaban, el mundo compra un millón de botellas, y para 2021 la predicción auguraba que consumiremos al año medio billón. Las cifras superan la cantidad de residuos que podemos gestionar.

El diario incluyó una imagen que manifiesta la inmensidad del despilfarro. Si las botellas empleadas en 2016 se colocaran en fila, se extenderían a «más de la mitad del camino al sol». Los activistas están alarmados y comparan la situación, en gravedad, con el cambio climático.

Dimitri Nassisi, graduado de la suiza Escuela Cantonal de Arte de Lausane, ha ideado un sistema para ayudar a disminuir la desaforada compra de agua embotellada. Es una pequeña contribución que pone el foco en la necesidad de reutilizar recipientes y de cambiar las costumbres. Para ello, Nassisi se ha servido del diseño.

Nassisi propone un nuevo modelo de fuente. Todas las ciudades disponen de fuentes públicas, pero es común que su gestión sea desastrosa. La mayoría son pequeñas construcciones escasas, inactivas, deterioradas, feas y poco fiables.

Debe ser un mal común: «En Suiza puedes encontrar algunas fuentes para beber, pero no creo que haya suficientes. El problema que vi a menudo es que eran discretas y la gente no sabía dónde encontrarlas», explica en el dosier de su proyecto.

A esto se suma que, de algún modo, los urbanitas han llegado a la conclusión de que las fuentes (esquivas y escondidas en los parques como animales enfermos) no les interpelan o no les convienen.

Nassisi quiere cambiar esta circunstancia con su Drinking Hydrant. Por un lado, aboga por multiplicar los bebederos y, por otro, por hacerlos bellos y apetecibles. «Proporcionar más agua en las ciudades sería una manera de incitar a las personas a una manera más inteligente de consumo».

Paseando por la ciudad, el diseñador encontró una oportunidad en una infraestructura ya establecida: las bocas de incendio. «Están relacionadas con tuberías de agua limpia, toda la infraestructura tiene un tratamiento interno para garantizar la potabilidad y, además, podemos encontrar una boca de incendios en cada esquina».

La solución reduce el nivel de inversión que requeriría instalar toda una hornada de fuentes nuevas. La nueva estructura provee una salida para las mangueras de emergencias y, arriba, un sistema doble: un botón que pulsado hacia la derecha permite rellenar una botella y, hacia la izquierda, beber directamente.

El agua sobrante cae a un recipiente situado al pie de la fuente para que los perros puedan aprovecharla. Un sistema de válvulas regula la presión en cada caso para que el consumo sea lo más eficiente posible.

El gesto de agacharse a una fuente para beber (y más el de tener sed y buscarla) suenan a pasado. Incluso, si diseccionamos las connotaciones que nos suscita la imagen, descubrimos que nos parece algo poco civilizado.

La botella de agua embotellada es un ejemplo más de la gama de procederes de una sociedad cada vez más individualista. Uno lleva encima su propio medio de hidratación; uno no se agacha para recibir algo que está disponible para cualquiera en el espacio público; uno abre la mochila, desenrosca el tapón y se sirve a sí mismo.

Esa costumbre es difícil de alterar. Los tiempos de abastecerse del pozo del barrio pasaron; sin embargo, con este instrumento específico para llenar botellas, Nassidi trata de recuperarlo de algún modo.

A los pozos comunitarios se acudía por costumbre y porque la necesidad obligaba: no había agua en las casas y aquella era gratis. Ahora, la necesidad no es tal: uno puede adquirir botellas en cualquier establecimiento, y aunque alguien prefiriera no comprar, es más difícil encontrar un bar o un quiosco que una fuente que funcione.

La presencia y la visibilidad es uno de los desafíos que Nassisi quiso resolver. «En las calles, miles de objetos, formas y colores cohabitan», explica en su proyecto, «incluso las bocas de incendio que son de un rojo muy notable se vuelven invisibles». «Quería crear un producto que destacara, la intención de la fuente de agua potable es seducir y que la gente desee beber en ella».

«No quería que pareciera una fuente común para beber ni una gran boca de incendios», pero, aun así, para que funcione, el público, al mirarla, debe identificarla como lo que es. En ese limbo entre la novedad, lo sorprendente y lo funcional se mueve este proyecto.

Tras muchas pruebas y dudas encontró un diseño sencillo, limpio y que ofrece una imagen de salubridad. De algún modo, recuerda a los termos de agua o cantimploras que usan los deportistas.

Nassisi ha contactado con las administraciones locales y con empresas que se dedican a las bocas de incendios para ofrecer su proyecto. La instalación en la ciudad de este tipo de elementos, junto a las campañas de concienciación y el trabajo de las organizaciones medioambientales, pueden, poco a poco, ir cambiando costumbres de consumo que son tan fáciles de ejercer como fatídicas para el futuro.

Imagen: Libro Blanco de la Economía del Agua/FundaciónAquae.org

*Esteban Ordóñez Chillarón en colaboración con Yorokobu.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no del Foro Económico Mundial.

Tomado de: https://es.weforum.org

¿POR QUÉ IMPULSAR LA INNOVACIÓN ORIENTADA POR MISIONES?

La idea de que el crecimiento económico no solo tiene una tasa sino una dirección, y que la innovación orientada por misiones debe estar al centro de las estrategias de crecimiento, está dando la vuelta al mundo, con la economista Mariana Mazzucato como una de sus principales promotoras.
POR: JOCELYN OLIVARI Y VANDERLEIA RADAELLI *
Los países de América Latina y el Caribe (ALC) enfrentan el desafío de encontrar nuevos motores de crecimiento que les permitan alcanzar y sostener en el largo plazo altos niveles de desarrollo económico y social. Esto último implica que el objetivo no es crecer por crecer, sino lograr un cierto tipo de crecimiento que vaya en una dirección determinada, que asegure mejoras en el estándar y en la calidad de vida de las personas. En este contexto, las políticas orientadas por misión pueden ser clave para dirigir las inversiones en innovación hacia la resolución de los principales desafíos que los países enfrentan.
¿De qué se trata este enfoque de políticas de innovación orientadas por misiones? En una reciente charla en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mariana Mazzucato, directora del Institute for Innovation and Public Purpose (University College London), investigadora y autora de El Estado Emprendedor, nos presentó los principales conceptos detrás de este enfoque y por qué es tan relevante para los países de ALC.

La dirección del crecimiento: sustentable, inclusivo e inteligente
Mariana enfatiza que los países, tanto desarrollados como en desarrollo, enfrentan hoy el desafío de lograr un crecimiento que sea sustentable, inclusivo e inteligente: Un crecimiento sustentable, que sea cada vez más verde; un crecimiento inclusivo que llegue a todos y que revierta los vergonzosos incrementos en desigualdad que se han hecho evidentes durante los últimos años; y un crecimiento inteligente, que ponga a la ciencia, tecnología e innovación al servicio de la solución de los más grandes desafíos que enfrentan las sociedades hoy.

Por ejemplo, el cambio climático es un desafío que ha logrado generar el compromiso de muchos países para combatirlo. Y compromiso no solo significa reconocer que hay un problema, sino poner metas, definir un plan de acción y destinar una cantidad de recursos que sea consistente con lo que se quiere lograr. China, por ejemplo, se ha puesto la misión de abordar los problemas del cambio climático mediante la inversión de 1.7 trillones de dólares en un plan de 5 años para crear 5 sectores verdes que permitan que un 20% de la producción de energía provenga de fuentes renovables en el año 2020. Pero los países de la región también están haciendo lo suyo: México firmó en el año 2012 una ley que le compromete a obtener un 35% de su energía de fuentes renovables para el año 2024. Por su parte, Uruguay, luego de la implementación de un programa de energías renovables en el año 2008, ha logrado que un 86% de la oferta de energía provenga de fuentes renovables.

Alcanzar estas metas implica el desarrollo de nuevas tecnologías e innovaciones que involucran a muchos sectores de la economía, potenciando simultáneamente la actividad económica en todos ellos: esto es crecimiento con dirección, no solo verde sino también inteligente.

Rol activo del Estado: más allá de resolver fallas de mercado
América Latina y el Caribe enfrenta muchos desafíos que pueden enfrentarse de una manera “inteligente” mediante el desarrollo y aplicación de tecnologías e innovaciones.

En este sentido, las políticas de innovación de la región debieran estar orientadas a abordar desafíos sociales concretos, si lo que se quiere es alcanzar el desarrollo económico y social en el largo plazo. Esto requiere de un rol activo del Estado, que según Mariana Mazzucato va más allá de resolver fallas de mercado. Porque para atacar estos desafíos se deben definir misiones, y para abordar estas misiones se deben tomar decisiones, crear incentivos y asignar recursos de tal manera de dar una señal a los mercados y a las empresas de la dirección en la que se necesita avanzar.

Este enfoque de políticas orientadas por misión es tan relevante para ALC como lo es para países desarrollados. Porque la innovación no es solo un hobby de país rico. La innovación debe estar al centro de las estrategias de crecimiento de la región, lo que según Mariana no significa darle la espalda los recursos naturales, sino avanzar en la incorporación de nuevas tecnologías para que su explotación y producción sea más “inteligente” y, de esta manera, posicionarse como verdaderas plataformas de desarrollo.

Colaboración público-privada y aprendizaje
En su entrevista Mariana también nos dice que este enfoque requiere de una colaboración activa entre el sector público y el sector privado, e involucra a la sociedad en su conjunto. Además, implica un compromiso de largo plazo, donde los responsables de que las misiones se cumplan sean inmunes a los ciclos políticos y económicos; porque para lograr objetivos de largo plazo es evidente que se deben realizar esfuerzos continuos.

Pero inherente al esfuerzo continuo está el aprendizaje: al lidiar con problemas complejos y con tecnología e innovación nos enfrentamos a la incertidumbre, y con ella es natural que se cometan errores, porque es parte del proceso de aprendizaje. El ensayo y error, y las lecciones aprendidas se convierten en activos fundamentales para retroalimentar y afinar las estrategias para llegar alcanzar estas misiones.

Dada la situación económica de América Latina y el Caribe (ALC) y los múltiples desafíos que enfrenta, el enfoque de políticas orientadas por misión se vuelve muy relevante. Este tipo de enfoque va, sin duda, más allá de una sola agencia o ministerio de innovación. Lograr las metas requerirá de la participación de muchos sectores de la economía, y por lo tanto debiera involucrar a diversos ministerios e instituciones, partiendo por el propio ministerio de hacienda o de finanzas.

En el BID estamos desarrollando un estudio junto a Mariana Mazzucato para entender las condiciones bajo las cuales los países latinoamericanos pueden avanzar en la implementación de este enfoque. Esto implica evaluar cómo las capacidades institucionales existentes en la región pueden ser fortalecidas para avanzar hacia la consolidación de este tipo de políticas.

Actualmente nos encontramos estudiando los casos de Colombia, Chile y México junto a destacados investigadores de la región. Iván Hernández (Universidad de Ibagué) se encuentra estudiando el caso de Colombia, Mario Cimoli (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL) el de Chile, y Gabriela Dutrenit (Universidad Autónoma Metropolitana, UNAM) el de México. Aunque abarque solo estos paises, los aprendizajes derivados de este estudio resultarán también útiles para muchos otros países de ALC, una región donde hay grandes desafíos esperando ser abordados.

Jocelyn Olivari es economista de la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo y Doctora en Economía y Política de Innovación de la Universidad de las Naciones Unidas y la Universidad de Maastricht (UNU-MERIT). Sus intereses de investigación abarcan la economía de la innovación, el emprendimiento y las políticas públicas vinculadas a estos temas. Previo a sus estudios de doctorado lideró el área de Innovación del Centro de Investigación en Innovación y Emprendimiento INTELIS del Departamento de Economía de la Universidad de Chile. Anteriormente formó parte de la Secretaría Ejecutiva del Consejo de Innovación para la Competitividad y de la División de Innovación del Ministerio de Economía en Chile. Jocelyn cuenta con una Maestría en Economía de la Universidad de Chile y el título de Ingeniero Comercial de la misma universidad.

* Vanderleia Radaelli es Especialista Senior en la División Competitividad, Tecnología e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). De nacionalidad brasileña, Vanderleia es economista y posee una maestría y un doctorado en política científica y tecnológica por la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp). En su posición actual lidera el diálogo sectorial y la agenda de conocimiento del BID en temas vinculados a políticas industriales, políticas de innovación y de emprendimiento dinámico en Brasil y en la región.

Tomado de: https://blogs.iadb.org

ISO 14001 ¿QUÉ DEBEN HACER LOS CENTROS EDUCATIVOS PARA IMPLANTARLA?


ISO 14001 es la norma internacional en la que quedan establecidos los requisitos para la certificación de un Sistema de Gestión Ambiental en cualquier tipo de organización. 
Este estándar internacional se puede integrar con otros sistemas debido a que comparte principios comunes por ejemplo con la norma ISO 9001.

Los centros educativos son organizaciones que muestran interés en certificarse bajo la norma ISO-14001, lo cual demuestra que tienen interés por alcanzar el equilibrio entre mantener la rentabilidad económica y minimizar los impactos negativos sobre el medio ambiente.

Los centros educativos que decidan implantar un sistema de gestión integrado según las normas ISO 9001 e ISO 14001 deberán fomentar la participación de todo el personal de la organización, además de concienciarles de las consecuencias que generan sus actividades y comprometerse con el mantenimiento de la calidad.

En los centros educativos se debe tomar conciencia de la importancia del uso sostenible de los recursos naturales, al igual que del ahorro energético que se obtiene a través de la optimización de las materias primas.

Las revisiones de los objetivos serán periódicas, de esta manera se pretende alcanzar una mayor conservación de los recursos naturales, de la protección ambiental y la sensibilización en la prevención de la contaminación.

Este trabajo exige la capacitación de alumnos, profesores y personal administrativo de la organización. Los alumnos recibirán talleres para que la actividad de los centros educativos se desarrolle bajo una cultura ambiental.

Los centros educativos que deseen implantar un Sistema de Gestión Ambiental basado en la norma ISO14001 deberán:
  • Reducir la utilización de recursos, de este modo se mejorara el comportamiento ambiental de los centros educativos.
  • Realizar medidas que prevengan la contaminación y adquieran un compromiso de mejora continua. Es necesario estudiar los procedimientos llevados a cabo para reducir el impacto ambiental que genera sus actividades.
  • Cumplir con los requisitos legales y reglamentarios vigentes.
  • Fomentar la concienciación y sensibilización de todos los miembros de la comunidad educativa del centro.
  • Mejorar la imagen de la organización en temas ambientales con respecto a otras organizaciones y a la sociedad.
  • Simplificar el contacto entre organizaciones y entidades que actualizan la información ambiental del centro educativo para mejorar su situación.
  • Impulsar la participación de toda la comunidad educativa en los temas de mejora ambiental.


Tomado de: https://www.isotools.org