miércoles, 23 de mayo de 2018

“ESCÚCHAME CUANDO TE HABLO.” BIG DATA PARA GOBIERNOS MÁS ABIERTOS

Hoy abundan las noticias sobre el lado oscuro de la asociación entre el gobierno y las redes sociales: la generación y consolidación de las burbujas ideológicas; la pérdida de privacidad; la rápida propagación de noticias falsas, reforzada por algoritmos que reducen la diversidad de los mensajes que recibe cada usuario.
Por * Sebastián Acevedo


En un esfuerzo por revisar las luces de aquella relación, esta nota describe una de las formas en que la democratización de la voz pública que ha sido habilitada por las redes sociales puede ser aprovechada para construir gobiernos más abiertos y políticas más participativas.

América Latina: líder en redes sociales

Ya hace años que América Latina es la región más activa del mundo en redes sociales. En 2016, Facebook fue el segundo sitio web más visitado de la región, medido por visitantes únicos. Un año antes, Comscore ya reportaba que los latinoamericanos dedicamos a las redes sociales más tiempo que a cualquier otra actividad de internet.

Mientras tanto, los ciudadanos de la región continúan insatisfechos con sus instituciones representativas. Datos preliminares del Latinobarómetro muestran que la satisfacción con la democracia cayó al 34% en 2016, desde un promedio de 38% en 2015; mientras que la confianza en el gobierno cayó desde un promedio regional del 33% al 28%. Como si esto fuera poco, el 73% de los encuestados en 2016 tienen la percepción de que unos pocos grupos poderosos gobiernan para su propio beneficio.

En consecuencia, el desafío de transformación que enfrentan los gobiernos es inmenso, aunque probablemente no tanto como las nuevas oportunidades que hay en sus manos. La transición de las actividades socioeconómicas al mundo digital trae consigo niveles sin precedentes de generación de información sobre los ciudadanos. El análisis de su comportamiento en redes sociales hace posible conocer sus inquietudes en mayor detalle que en el pasado, a menores costos y en tiempo real.

Así lo refleja un piloto del BID en la temática de género. Con él, quisimos conocer los sub-temas sobre los que más se expresan los ciudadanos en cada país y los actores más influyentes en cada “conversación”. Los datos gratuitos de Twitter y Facebook fueron descargados a través de sus interfaces de programación de aplicaciones (API, por sus siglas en inglés) con la herramienta v-tracker, diseñada por una compañía brasileña. 

Usando softwares de análisis y visualización de redes como Uberlink y Gephi, se hizo claro que no es lo mismo construir una agenda para políticas de género en un país como Argentina, donde la discusión preponderante en las redes es sobre violencia, que en México, donde el tema más discutido es el acceso igualitario a posiciones de poder. De la misma forma, profundizar el análisis sobre las discusiones de equidad de género en Colombia permite identificar que, a diferencia de México, estas se centran menos en el acceso a cargos políticos y más en la brecha salarial.

Las organizaciones incluso pueden identificar qué actores de la sociedad civil (individuales o colectivos) son interlocutores indispensables para el proceso de diseño e implementación de las políticas, por su influencia sobre el debate digital, su credibilidad pública en un área específica o su condición de referentes para miles y miles de ciudadanos.

Así, la división de Capacidad Institucional del Estado del BID y el centro de investigación británico Demos han comenzado a analizar los tweets sobre transparencia y anticorrupción para identificar activistas de alto nivel en los 24 países miembros del BID, así como los temas que dominan el diálogo orgánico en comunidades más amplias. Los tweets asociados a transparencia y anticorrupción son identificados y visualizados con un algoritmo llamado Method52, desarrollado por el Centro para el Análisis de Medios Sociales. Con técnicas de procesamiento de lenguaje natural y aprendizaje automático (machine learning), el algoritmo facilita el análisis de datos basados en texto que, por sus dimensiones, sería imposible analizar manualmente. 

Una vez concluido, el estudio permitirá conocer las preocupaciones principales de los ciudadanos en temas de transparencia, los actores más influyentes en twitter y sus reacciones ante eventos relevantes.

Gobiernos que escuchan (un poco) más

Con estas herramientas, las instituciones representativas pueden mejorar sus capacidades de escucha activa a los ciudadanos y nutrir sus procesos de diseño de políticas públicas con más información sobre las inquietudes y necesidades de aquellos a quienes buscan servir. Este tipo de análisis, aplicado de manera transversal, puede operar como barómetro en tiempo real de las demandas -diversas y dinámicas- de los ciudadanos, sus actores más influyentes en cada tema y sus reacciones a las políticas públicas.

¿Esto implica dejar todo en manos de las redes sociales y “entregar” el poder público a los referentes de cada tema en Twitter? Por supuesto que no, fundamentalmente porque los desafíos metodológicos y de representatividad todavía son altos. Pero, al día de hoy, los ciudadanos somos muchos y las agendas de política son construidas por pocos. Y esos pocos podrían usar información cada vez más extensa y detallada sobre lo que opinan otros muchos.

Las redes sociales han comenzado, progresivamente, a distribuir la voz pública. Quizás es momento de que las instituciones representativas construyan capacidades para escucharla en sus nuevas vertientes. Generar conocimiento accionable a partir de ese océano de información es central a la construcción de gobiernos más inteligentes y más abiertos, especialmente cuando esos datos se tratan sobre la gente para la que trabajan.

Foto crédito: Grandhean, Martin (2014) “La connaissance est un réseau”. Les Cahiers du Numérique 10 (3): 37-54″ 

* Sebastián Acevedo es consultor en datos masivos e innovación. Ha trabajado en la División de Capacidad Institucional del Estado del BID, en proyectos de innovación en gobiernos, gobierno abierto y uso de datos masivos en el sector público. Fue miembro de GobAPP, el laboratorio de ideas del BID. Antes de incorporarse a la división, trabajó en el área de Monitoreo y Evaluación de la Iniciativa de Bienes Públicos Regionales del BID y realizó investigación sobre políticas de ciencia, tecnología e innovación, política industrial y relaciones Estado-empresarios. Es licenciado en Ciencias Políticas y Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella. Sigue a Sebastián en Twitter @sebasacv2

Tomado de: https://blogs.iadb.org


CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN: PALABRAS FEMENINAS, PROTAGONISMO MASCULINO

Ciencia, tecnología e innovación son tres palabras femeninas en el idioma español. Pero hoy en día son también tres áreas clave en las cuales las mujeres latinoamericanas siguen enfrentando numerosos obstáculos para su plena participación. 
Por VLADIMIR LÓPEZ-BASSOLS*

Aunque la situación ha ido mejorando en la región, siguen existiendo muchas brechas de género en las áreas científicas y tecnológicas, tanto en el acceso de las mujeres a estas profesiones, así como en el progreso a lo largo de sus carreras. ¿Pero, cuáles son y cuán son grandes estas brechas?

Desafortunadamente son pocos los datos e indicadores disponibles para responder a estas preguntas y como todos sabemos, lo que no se puede medir no se puede cambiar. En un blog anterior les contábamos de un estudio del BID que incluía una recolección piloto de indicadores para medir varias dimensiones de la brecha de género en ciencia, tecnología e innovación (CTI). Este artículo presenta algunos de los principales resultados de esta recolección de indicadores armonizados realizada en varios países de América Latina y el Caribe (Chile, Colombia, México y Panamá), lo que nos permite empezar a ofrecer algunas respuestas.

Brechas de género en ciencia: baja presencia y obstáculos para crecer

Por un lado, la situación puede parecer alentadora: la tasa de participación femenina en estudios universitarios en los campos STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) sigue progresando, en particular a nivel de posgrados. Hoy día, las mujeres constituyen alrededor del 30% de las matrículas universitarias a nivel terciario y alrededor del 40% a nivel de doctorado en los países considerados.

Sin embargo, si profundizamos el análisis, el cuadro no parece tan positivo, ya que la presencia femenina está concentrada en algunas disciplinas, tales como las ciencias naturales. En otras disciplinas como informática, la participación baja drásticamente. En Chile, menos del 15% de los matriculados en doctorados de ciencias informáticas son mujeres.  En Colombia, las mujeres son mayoría en la investigación relacionada a medicina y salud, pero claramente minoría (menos de un tercio) en áreas como ingeniería y tecnología, ciencias exactas y naturales, y ciencias agrícolas.

Además, cuando seguimos la trayectoria profesional de estas mujeres, encontramos clara evidencia de las dificultades encontradas por las mujeres en alcanzar los puestos de jerarquía (techo de cristal) en el ámbito académico. Por ejemplo, datos de Chile muestran que por cada docente universitaria mujer son tres los docentes varones, lo cual refuerza los estereotipos sobre la “masculinización” de ciertas disciplinas. 

Estos desequilibrios se observan también en los puestos de liderazgo de las instituciones universitarias, como los de rector, presidente o canciller. En Panamá sólo 30% de tales puestos son ocupados por mujeres, y en Chile menos del 5%.  Si estos datos demuestran la existencia de cuellos de botellas en el ámbito universitario, la situación de las mujeres investigadoras en las empresas aparece aun peor.


América Latina: pocas investigadoras en empresas, pocas inventoras

Si bien más del 40% del total de los investigadores en América Latina son mujeres (proporción más alta que en casi todas las regiones del mundo), en el sector empresarial este porcentaje es sensiblemente menor. Considerando los países participantes en la recolección piloto del BID, observamos que en el sector empresarial el porcentaje de mujeres investigadoras varía entre el 18% y el 28%, mientras que en los otros sectores (gobierno, universidades, ONG) este porcentaje está entre el 33% y el 40%.

En particular, se puede notar que las mujeres a menudo terminan estudios en ciencia y tecnología, pero que no siempre logran continuar su trayectoria profesional en esta área, o avanzar al mismo ritmo y a los mismos niveles de jerarquía que los hombres. Por ejemplo, datos de México muestran que, considerando las ocupaciones laborales relacionadas a ciencias e ingeniería, solo el 17% de los puestos de nivel alto y el 6% de los de nivel medio son ocupados por mujeres, aunque el porcentaje de mujeres en la matrícula universitaria de estas disciplinas alcanza casi el 30% en el país. 

Además, la brecha salarial es claramente visible: en Chile los sueldos promedios de los hombres en ocupaciones de ciencia y tecnología son casi 50% mayores que los de las mujeres. Es importante notar que esta cifra es incluso más alta que la brecha salarial total, que es de un 46%.

Estas brechas se reflejan también en la medición de los resultados de innovación. Si consideramos las publicaciones académicas, coherentemente con la cuota de investigadoras, en Chile, Colombia y México alrededor del 40% de los autores de revistas científicas son mujeres. Este porcentaje es similar al de Estados Unidos y la Unión Europea. Sin embargo, si pasamos a medir las patentes registradas en la Organizaación Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), las mujeres representan solo el 20% de los inventores de la región, y dos de cada tres patentes no incluyen a ninguna mujer entre los inventores. 

De hecho, solo entre el 20 y el 30% de las patentes solicitadas en los países incluidos en el estudio, son el resultado del esfuerzo de equipos donde participaron científicos de ambos sexos.


Teniendo en cuenta que hay amplia evidencia de las ventajas de la diversidad en el desempeño de grupos en las empresas y en los resultados científicos, se puede decir que estamos perdiendo una gran ocasión. De hecho, datos recolectados de Colombia muestran que aquellas empresas con un alto nivel de paridad de género tienen tasas de innovación cinco veces más altas que las demás.

Este estudio sirvió para generar nueva evidencia de la persistencia de las brechas de género en CTI en América Latina, pero también para demostrar la factibilidad de llevar a cabo recolecciones de indicadores de manera armonizada. Aunque las formas más directas de discriminación hacia las mujeres en CTI han ido disminuyendo, se mantienen barreras tanto en la participación de mujeres en sectores específicos (en particular ingenierías e informática) como en la progresión de carrera. Descarga el estudio y lee sus resultados en detalle.

Producir datos e indicadores confiables y comparables es un paso imprescindible, y en conjunto con el fortalecimiento de la perspectiva de género en el diseño de políticas de CTI, pueden hacer que estas brechas se cierren más rápidamente.

No aprovechar plenamente el talento científico y tecnológico de las mujeres latinoamericanas tiene sus costos. Un mayor protagonismo femenino significa mejores resultados científicos y más innovación para contribuir al desarrollo de la región.

* POR VLADIMIR LÓPEZ-BASSOLS es consultor independiente especializado en temas relacionados a la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI), incluyendo el análisis de políticas y el uso de estadísticas e indicadores. Actualmente es consultor técnico para el proyecto del BID sobre “Brechas de Género en CTI en América Latina y el Caribe”. Posee experiencia llevando a cabo estudios para organizaciones internacionales tales como el Banco Mundial y la UNESCO, relacionados a la medición de las actividades de CTI y sus impactos. Anteriormente trabajo en esta temática durante 19 años en la OCDE. Vladimir tiene una maestría en estadística de Rice University (Estados Unidos) y en literatura francesa de la Universidad de París (Francia).

Tomado de: https://blogs.iadb.org/

ISO 9001 Y LA GESTIÓN DE RIESGOS


Las empresas y organizaciones que llevan a cabo una gestión de los riesgos de manera eficaz cuentan con más posibilidades a la hora de protegerse de estos y lograr el éxito en el crecimiento de sus negocios.
Para toda organización, el reto consiste en lograr integrar buenas prácticas en sus actividades diarias y aplicarlas al mayor número de operaciones de la empresa.

Como ya conocemos, uno de los nuevos conceptos de la nueva ISO 9001:2015 es la gestión de riesgos. Esta nueva versión de la norma define riesgo como “efecto de la incertidumbre”. Debido a esto, todos los riesgos relacionados con la calidad, seguridad, comercial o el medio ambiente son tratados bajo un solo aspecto “multidisciplinario” del sistema de gestión.



Para planificar el sistema de gestión de calidad, la organización debe:
  • Identificar los riesgos y oportunidades para así alcanzar los requisitos exigidos para garantizar que el sistema de gestión de calidad pueda obtener el resultado fijado. A través de la evaluación de riesgos también se pretende prevenir, o disminuir al menos, los efectos no deseados, y conseguir una mejora continua.
  • Planificar, integrar y ejecutar las acciones en sus procesos del sistema para enfrentar estos riesgos y oportunidades, y evaluar la eficacia de estas acciones.
  • Las medidas adoptadas para enfrentar los riesgos y las oportunidades serán proporcionales a los efectos potenciales.
Perspectiva de la gestión de riesgos según la ISO 9001

Ahora bien, debemos preguntarnos cómo tiene la ISO 9001 la intención de afrontar el tema del riesgo y el pensamiento basado en el riesgo. El riesgo es un concepto que siempre ha estado presente, incluso de forma implícita la versión 2008 de la propia ISO 9001. Los nuevos requisitos basados en el riesgo ayudarán a dar prioridad a esta cuestión, al igual que los nuevos requisitos pasarán a formar parte del marco del sistema de gestión de calidad.

La gran parte de las organizaciones adoptan de manera intuitiva un enfoque basado en el riesgo para identificar, analizar y dar prioridad a los riesgos y las oportunidades percibidas, puesto que este proceso forma una parte esencial de la rutina de la acción preventiva. En este momento hay seis cláusulas de la ISO 9001 2015 que requieren una organización para considerar el riesgo:
  • Cláusula 4. Determinar los riesgos que pueden afectar su capacidad para lograr estos objetivos.
  • Cláusula 5. La alta dirección tiene la obligación de comprometerse a asegurar la Cláusula 4.
  • Cláusula 6. Tomar medidas para enfrentar los riesgos y oportunidades.
  • Cláusula 8. Implementar procesos que establezcan el riesgo y la dirección en sus operaciones.
  • Cláusula 9. Monitorear, medir, analizar y evaluar los riesgos y oportunidades.
  • Cláusula 10. Mejorar respondiendo a cambios en el riesgo.

El cumplimiento de la ISO 9001 requiere evidencia objetiva de que las determinadas cláusulas se cumplen. Con el tiempo, la adopción del pensamiento basado en el riesgo mejora la confianza de los clientes y la satisfacción al garantizar la consistencia de la calidad de los bienes y servicios debido al establecimiento de una cultura proactiva de prevención y mejora.


La revisión de manera continua es primordial para asegurar que los procesos de gestión de riesgos continúan siendo eficaces. Los factores que afectan a la probabilidad y las consecuencias de un evento pueden variar, de igual forma que puede cambiar los factores que afectan a la idoneidad de las opciones de tratamiento. El control de procesos debe facilitar información acerca de la eficacia del proceso de gestión de riesgos.

Se debe llevar a cabo un procedimiento concreto ajeno al manual donde se expliquen y se concreten los criterios y conceptos de la evaluación de riesgos que se aplicarán en el Sistema de Gestión de Calidad.

ISO 31000 para la Gestión de Riesgos

Concretamente, la ISO 31000 es la norma internacional para la Gestión de Riesgos, la cual ayuda a las empresas y organizaciones en los análisis y las evaluaciones de riesgos. Cualquier organización puede beneficiarse de la norma ISO 31000, independientemente de que se dedique al sector público o al privado, ya que se aplica a la mayoría de las actividades empresariales. No obstante, todas las empresas u organizaciones gestionan de algún modo los riesgos, pero las recomendaciones de esta norma se desarrollaron para mejorar las técnicas de gestión y asegurar la seguridad en los puestos de trabajo.

A través de la implantación de los principios y la Guía de la norma ISO 31000 en la empresa se podrá mejorar la eficacia operativa, la gobernanza y la confianza de las partes interesadas, así como minimizar cualquier pérdida.

Las ventajas que tiene la implantación de esta norma son:
  • Mejorar de manera proactiva la eficacia operativa y la gobernanza
  • Crear confianza entre las partes interesadas a través de técnicas de riesgos
  • Aplicar controles de sistemas de gestión para analizar riesgos y disminuir posibles pérdidas
  • Mejorar el desempeño y la resiliencia de los sistemas de gestión
  • Responder a los cambios de manera eficaz y proteger la organización durante su crecimiento

Si lo desea, IDEA CONSULTORES & ASESORES S.A.S. puede ayudarle en el proceso de transición o en la implementación, control, medición, mejora  y todos los temas de su Sistema de Gestión (ISO 9001:2015, ISO 14001:2015, ISO 45001, ISO 31000 y otras normas). Contáctenos, uno de nuestros profesionales lo visitará.

Tomado de: https://www.isotools.org

LA NUEVA ISO 31022, UN NUEVO ESTÁNDAR PARA LA GESTIÓN DE RIESGOS LEGALES


La nueva ISO 31000 2018 sobre Gestión de Riesgos, ha sido publicada. La norma ha sido simplificada y permite que las organizaciones vuelvan a evaluar las metodologías de gestión sobre cualquier tipo de riesgo.
La norma se encuentra centrada de manera exhaustiva, en la atención de la gestión de riesgo, como una herramienta para minimizar, de manera anticipada, las posibles inseguridades que pueden producirse. La norma ISO 31000 se actualiza para ofrecer respuesta, con eficiencia y seguridad, a los riesgos y peligros actuales a los que se enfrentan las empresas durante su día a día.

Será el primer estándar que establece la gestión de riesgos sociales y ambientales, se desarrollan nuevos estándares, como puede ser la norma ISO 31022, y procedimiento para prevenir los posibles riegos. El liderazgo, el compromiso y la integración de las amenazas dentro de la estructura de una organización tienen especial relevancia en la nueva versión.

Las empresas que gestionan los riesgos de forma eficiente tienen muchas más posibilidades de protegerse y tener éxito en el crecimiento de los negocios. El desafío para cualquier organización es integrar las buenas prácticas en las operaciones diarias y aplicarlas al máximo número de aspectos de la organización.

La norma ISO 31000 proporciona principios y guía exhaustivos, la norma ayuda a las empresas en los análisis y evaluaciones de riesgos. Ya sea que se trabaje en una organización pública, privada o comunitaria, se puede beneficiar de la norma ISO 31000, ya que se aplica a la mayoría de las actividades. Todas las empresas gestionan los riesgos de alguna forma, las recomendaciones de mejores prácticas de la norma se desarrollan para mejorar las técnicas de gestión y garantizar la seguridad en el lugar de trabajo de alguna forma.

Gracias a la implantación de los principios y guía de la norma ISO 31000 en su empresa, se puede mejorar la eficacia operativa, la gobernanza y la confianza de las partes interesadas, al mismo tiempo que se minimiza la posible pérdida. La norma ayuda a fomentar el desempeño de seguridad y salud, establece base sólida para la toma de decisiones y fomenta la gestión proactiva de todas las áreas.


Las ventajas que presenta la norma ISO 31000 son:

  • Mejorar de forma proactiva la eficacia operativa y la gobernanza
  • Generar confianza entre las partes interesadas con el uso de técnicas de riesgos
  • Aplicar controles de sistemas de gestión para analizar riesgos y minimizar posibles pérdidas
  • Mejorar el desempeño y resiliencia de los sistemas de gestión
  • Responder a los cambios de forma eficaz y proteger su empresa mientras crece
El comité ISO/TC 262 se encuentra en fase de desarrollo de una nueva norma ISO, en este caso para la gestión de los riesgos legales en las empresas, todo parece indicar que bajo la denominación de ISO 31022, Guía para la gestión de riesgos legales.

Después de la buena acogida y expectación que está tendiendo la norma ISO 37001 para la gestión de riesgos de soborno, estaba muy claro que se quedaba corta para ofrecer un enfoque mucho más global de tipo de riesgos legales a los que se enfrentan las empresas en la actualidad.

Por lo que, disponemos de la nueva revisión de la norma de gestión de riesgos ISO 31000 2018, así como de la ISO 19600 para la gestión del Compliance, las dos normas tienen un enfoque muy amplio y quizás poco concreto en materia de gestión y operación específica que sin duda requiere de riesgos y retos legales tan amplios y complejos para abordar muchas entidades.

En diferentes países han optado por realizar normas nacionales, como puede ser la UNE 19601 2017, que con una clara inspiración en ISO 37001, amplían de forma considerable el tipo de riesgo legal a abordar, aunque si bien se sigue manteniendo en la zona de riesgo penales, dejando fuera otro tipo de riesgos relevantes para una empresa y que de igual forma puede tener consecuencias catastróficas para la misma.

El estado actual de la nueva norma es en fase de creación. Si todo va bien, puede estar en circulación en el año 2019. En cualquier caso, parece una buena noticia dada la buena acogida que ha tenido este tipo de normas para las empresas, sin duda suponen un valor incuestionable e incrementan la seguridad para accionistas, usuarios y sociedad en general, a estas alturas ya nadie debe cuestionar el hecho de que un incidente legal grave pueda costar la desaparición de una empresa con los innumerables daños colaterales que conlleva.

Tomado de: https://www.isotools.org/

LENGUAJE CIUDADANO: UNA APUESTA PARA ASEGURAR EL ACCESO A LA INFORMACIÓN

Es interesante proponer una reflexión sobre la forma en que las entidades se relacionan con la ciudadanía, las ciudades crecen, las culturas se mezclan en un collage de hábitos, lenguajes y visiones diferentes de la realidad, y las instituciones públicas se esfuerzan por suplir las necesidades de los ciudadanos, adoptando estrategias para el goce de derechos y el cumplimiento de deberes.
Por: Jaime Torres-Melo *

En los últimos años, ha sido evidente que la información institucional publicada no es tan comprensible para los ciudadanos. La investigadora Sandra Fisher-Martins llama la necesidad de cerrar esta brecha informativa “el derecho de entender.” Las entidades públicas utilizan un lenguaje técnico, administrativo y legalista. Esto genera una brecha, inicialmente comunicacional, entre el Estado y los ciudadanos, que compromete la confianza y el ejercicio de derechos, como el de acceso a la información.

En este contexto, la Veeduría Distrital de Bogotá desarrolló la estrategia Comunicación para la gente inspirada en el trabajo realizado por el Departamento Nacional de Planeación de Colombia DNP, que en el 2015 elaboró la Guía de lenguaje claro para servidores públicos de Colombia. La estrategia se constituye en una iniciativa dirigida a las entidades distritales, que inicialmente centró sus esfuerzos en la traducción de documentos técnicos a un lenguaje accesible y sencillo y que posteriormente se enfocó en generar competencias en las entidades para que puedan elaborar y transformar sus documentos de forma autónoma, teniendo siempre presente el lenguaje claro.


A continuación, algunos puntos claves que permiten generar contenidos en lenguaje sencillo y accesible para la ciudadanía:

1. Identificar los problemas más recurrentes en la comunicación con los ciudadanos

Asegurarse de conocer cuáles son los problemas en la comunicación escrita con los ciudadanos.  Para esto, se puede llevar a cabo un grupo focal con ciudadanos para identificar los documentos o formatos que más les cuesta entender; así como revisar las solicitudes de aclaración realizadas por la ciudadanía en los diferentes canales de atención de las entidades.

2. Fortalecer las competencias comunicacionales de los servidores

Al mejorar las competencias comunicacionales, se podrán mejorar los documentos o formatos que han identificado como aquellos que los ciudadanos no comprenden, no utilizan o que hacen uso equivocado. Estas piezas se convierten en el elemento de trabajo de los talleres de simplicidad, que son un ejercicio de análisis participativo en el que se revisan aspectos de forma y fondo de los documentos y se aprende haciendo.

Algunos elementos para considerar en este punto son: densidad del texto, es decir, considerar los espacios en blanco, párrafos extensos, distribución del texto y el orden en las ideas; inclusión de herramientas visuales como imágenes, gráficos, viñetas; coherencia entre el formato de títulos, subtítulos, viñetas, enumeración; traducción de siglas y abreviaciones; entre otros.


3. Asegurar que la comunicación sea para la gente

Una vez se elabore el documento, es necesario verificar que sea comprensible para las personas a quienes está dirigido. Solo así puede producirse masivamente.

En Bogotá, Colombia, se aplicó esta metodología durante el 2017 en 16 talleres con 12 entidades públicas del Distrito Capital. Gracias a ello, se han fortalecido las competencias comunicacionales de 232 servidores y contratistas, y se han traducido a lenguaje ciudadano 37 documentos y formatos.

Las competencias impartidas se deben evidenciar en la estructura de futuros documentos y formatos, reflejando una intención clara en el sentido, los contextos y fines de la comunicación, lo que redundará en la construcción de confianza en lo público, la transparencia de los trámites y servicios, y la optimización de los recursos.

Por Jaime Torres-MeloVeedor Distrital de Bogotá

Tomado de: https://blogs.iadb.org/