lunes, 21 de marzo de 2016

Cinco aspectos básicos para valorar los costos de la No-calidad en las organizaciones

Muchas organizaciones se enfocan en la cuestión del rediseño (producto o servicio); existen las que optan por dirigir la estrategia hacia los aspectos relacionados con los costos, sin embargo, muy pocas son las que se centran en la calidad como el eje para elevar su competitividad y lograr mayores niveles de crecimiento.
Actualmente existen datos que indican que los costos de la No-calidad representan una proporción aproximada de entre el 5 y el 45 % sobre las ventas anuales de las organizaciones, lo que sin duda plantea un importante reto. Bajo esta perspectiva, resulta relevante considerar que la calidad debe verse como un proyecto de largo plazo y como un agente de cambio en las organizaciones, debido a que cada vez se vuelve más relevante como factor que determina las posibilidades de realizar negocios, tanto en el mercado local como a nivel internacional.

Al establecer prácticas y estándares de operación similares, es posible tener una mayor integración de las cadenas de producción. Es importante analizar de qué manera la organización va a obtener una mejora, un beneficio, y qué procesos serán mucho más eficientes, es decir, se disminuyen los errores, se controlan y se mejoran.

Adicionalmente, existe mayor comunicación entre los diferentes niveles de la organización debido a que hay claridad respecto a los objetivos que se deben alcanzar; en consecuencia, se genera un servicio al cliente mucho más eficiente. Una organización que opera bajo sistemas de gestión de calidad, más allá de cumplir con alguna norma o lineamiento, se vuelve mucho más atractiva en el mercado.

¿Pero qué se requiere para valorar la conveniencia de un sistema de calidad?
Si bien es cierto que aún persiste la idea de que contar con un sistema de gestión de calidad es un gasto más que una inversión, también debe valorarse cuáles son los costos de la “no calidad”.
Para iniciar, hay pensar si se desea contar con una empresa altamente competitiva; en segundo término, preguntar de qué manera va a potenciar las capacidades y resultados de la empresa con el apoyo de un sistema de gestión de calidad; finalmente, analizar de qué manera debe transformarse la organización cuando empiece a operar bajo un sistema de esta naturaleza.

A partir de ese momento, la compañía dejará de atender este tipo de situaciones sólo por un mero tema de cumplimiento y se convertirá en parte de la cultura organizacional de la compañía, la cual deberá permear a empleados, clientes, e incluso, socios del negocio y a otras partes interesadas.

Operar bajo un sistema de calidad, más allá de los beneficios económicos que le genera a la organización, se traduce en mayor confianza y seguridad por parte del cliente hacia la empresa, debido a que éste tiene la certeza de que es una organización que trabaja bajo una perspectiva de mejora continua. Por su parte, la compañía cuenta con los elementos necesarios para documentar procesos relacionados con la calidad.

Si se tiene claro el punto de partida de la organización, va a ser posible dar seguimiento a los beneficios puntuales que se obtienen después de implementar un sistema de gestión.

Es determinante cuantificar los costos de la No-calidad, y el sistema de gestión de la calidad otorga las herramientas para hacerlo, con el ánimo de comparar y resolver la conveniencia de gestionar la calidad en una organización, frente a no contar con los principios que la rigen.

En términos prácticos, existen cinco aspectos clave en los que las organizaciones pueden observar las ventajas que les brinda operar bajo un sistema de gestión de la calidad y obtener información cierta a cerca de los costos de la No-calidad:
  1. Relación con clientes: reducción de quejas y, en consecuencia, incremento de la rentabilidad de la empresa y de sus productos y servicios.
  2. Cadena productiva: optimización de procesos y eficiencia de tiempo.
  3. Proveedores o socios estratégicos: reducción de costos por mal desempeño de materia prima.
  4. Empleados: reducción de costos por rotación de personal y por accidentes.
  5. Control y medición: A los procesos estratégicos y a las salidas que éstos entregan al siguiente proceso o al cliente final.
Tomado de: http://www.grandespymes.com.ar/2014/07/06/los-costes-de-la-no-calidad/