jueves, 23 de agosto de 2018

SEIS MANERAS DE GARANTIZAR QUE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS ESTÉN A FAVOR DE LA HUMANIDAD Y NO EN SU CONTRA

La mayoría de las tecnologías tienen doble uso: tomemos el caso de las tecnologías digitales que están mejorando profundamente la gobernabilidad, los mercados y el desarrollo. 
Por: Robert Muggah y Camino Kavanagh *

Sin embargo, el uso malintencionado de estas mismas tecnologías también plantea serios desafíos a la estabilidad global. En el clima internacional actual, la posibilidad de error de cálculo y desestabilización es real. La delincuencia en línea ya le está costando a la economía mundial cientos de miles de millones de dólares al año y parece agravarse cada vez más. Mientras tanto, se está trabajando para controlar y en algunos casos militarizar las tecnologías de vanguardia, incluida la inteligencia artificial (IA), con consecuencias que, sin duda, darán forma a la dirección futura de la humanidad. Puede ser increíblemente difícil encontrar maneras de maximizar los beneficios y reducir al mínimo los daños de estas nuevas herramientas.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, toma en serio esta dualidad. Considera que las nuevas tecnologías pueden generar un cambio positivo aunque también pueden desatar un daño grave. Al menos esto es lo que afirmará su estrategia sobre las nuevas tecnologías, próxima a ser lanzada. Consciente de que el mundo depende cada vez más de una amplia gama de nuevas tecnologías (a menudo descrita como la “cuarta revolución industrial”), la ONU se está preparando para hacer lo que mejor hace: emitir nuevos informes y crear comités para reflexionar sobre el tema. La estrategia del secretario general exige ampliar la base de conocimientos de la organización sobre las nuevas tecnologías, especialmente en lo que se refiere a sus áreas centrales de trabajo: paz y seguridad internacional, desarrollo y derechos humanos. También recomienda que la ONU intensifique los esfuerzos de innovación, designe defensores expertos en tecnología, convoque a un panel de líderes de los sectores privado, público y sin fines de lucro, y acelere el aprendizaje entre los Estados miembros de la ONU. El jefe de la ONU ya notificó a las agencias y les solicitó que amplíen la innovación.

Todas estas son buenas noticias, siempre, claro, suponiendo que la ONU y su secretario general tengan los recursos y la capacidad de ejecución.

Guterres ya está aportando un enfoque urgente dentro de la organización. Ha reconocido algunas de las "incógnitas conocidas": que todavía hay relativamente poca conciencia y comprensión de la tecnología, tanto antigua como nueva, en todo el sistema de la ONU. La primera orden de su oficina, entonces, es expandir la alfabetización digital en toda la organización. Y al tiempo que expresa humildad, la nueva estrategia también es ambiciosa. Entre otras cosas, tiene la intención de utilizar nuevas tecnologías para acelerar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030. También busca fortalecer la capacidad de los Estados miembros para interpretar las oportunidades y los riesgos de las nuevas tecnologías, al fomentar la cooperación sobre principios, valores y normas.

La estrategia ofrece una serie de principios generales para enmarcar cómo las Naciones Unidas (y sus Estados miembros) podrían pensar en nuevas tecnologías. Estos principios están firmemente arraigados en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y están destinados a ayudar a moldear de manera positiva el debate actual y futuro sobre las nuevas tecnologías. Guterres insiste en que estos debates deben ser integradores y transparentes. Considera asimismo que el diseño y la implementación de nuevas tecnologías deberían estar orientados a promover la paz, el desarrollo sostenible y los derechos humanos. La ONU hace tiempo que suscribió el principio de precaución: evitar hacer daño no intencionado.

Entonces, ¿qué puede hacer la organización a continuación? El secretario general de la ONU no necesita convencerse: ya ha hecho que el compromiso con las nuevas tecnologías sea uno de los principales pilares de su mandato. Además, ya se ha experimentado de manera considerable dentro de la ONU, especialmente entre organismos humanitarios y de derechos humanos, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, ONU Mujeres y el Programa Mundial de Alimentos, entre otros. Aún así, se puede hacer mucho más.

Aquí presentamos seis "impulsos", algunos de ellos ya delineados en la próxima estrategia, para que las cosas avancen aún más rápido.

1. Aumentar la exposición de las Naciones Unidas y la comprensión de las nuevas tecnologías
La ONU no es una organización innovadora, ni debe tratar de imitar a los actores privados y no gubernamentales que trabajan con las nuevas tecnologías. Eso no significa que no debe ayudar a crear conciencia. Algunos organismos de las Naciones Unidas, incluida la Oficina de Asuntos de Desarme, el Instituto de Investigación sobre Desarme (UNIDIR), la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, la Oficina contra la Droga y el Delito y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), han adquirido experiencia real. Sin embargo, son necesarias nuevas formas de trabajo, que incluyen pensar en procesos más ágiles que puedan mantener el ritmo del cambio tecnológico. La nueva estrategia fomenta la creación de un laboratorio de innovación, probablemente para complementar la iniciativa Global Pulse junto con un representante de tecnología, para promover una mejor comprensión, una mejor colaboración y nuevos modelos de asociación con los Estados miembros y otros actores.

2. Llevar la discusión sobre la innovación y las nuevas tecnologías a todos los Estados miembros de la ONU
Existen interpretaciones y capacidades muy diferentes entre los países para aprovechar las nuevas tecnologías. Mientras algunos están construyendo grandes ciudades inteligentes, otros todavía están trabajando para ofrecer los servicios más elementales. Los organismos de las Naciones Unidas, en asociación con colaboradores privados y sin fines de lucro, pueden ayudar a acelerar la transferencia de conocimientos sobre "lo que funciona" a través del intercambio de información, la sensibilización y la difusión de buenas ideas con una trayectoria demostrada. Los recientemente establecidos bancos de tecnología para el logro de los ODS y la asociación con IBM del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo para aplicar la inteligencia artificial a fin de evaluar los planes nacionales de desarrollo son un buen comienzo. Un número de equipos nacionales de la ONU ya está incorporando las ideas más recientes sobre nuevas tecnologías en la financiación del desarrollo y los planes de acción de desarrollo.

3. Evaluar los procesos normativos, regulatorios y de cooperación vigentes y emergentes para aprovechar las oportunidades y disminuir los riesgos que plantean las nuevas tecnologías.
Los organismos normativos de la ONU no pueden, y probablemente no deberían, tomar la iniciativa en el establecimiento de normas, reglas y estándares en todas las agendas tecnológicas. En general, ya se están llevando a cabo importantes trabajos fuera de la ONU: desde el papel principal de la comunidad tecnológica en la elaboración de estándares y protocolos de Internet hasta campañas dirigidas por la sociedad civil contra los llamados "robots asesinos", así como principios y códigos de conducta voluntarios desarrollados por ingenieros de biotecnología y otros actores. La ONU debe encontrar la manera de apoyar y permitir procesos prometedores, y al mismo tiempo hacer realidad aquellos que están atascados pero que aún pueden ser relevantes. Se espera que un panel que se presentará en breve, copresidido por un empresario de renombre mundial y un importante filántropo, ayude a fomentar estos objetivos, particularmente en lo que se refiere a los nuevos desafíos asociados con los avances en la tecnología.

4. Apoyar a los Estados miembros para hacer frente a las amenazas más inmediatas que plantea el uso malintencionado de las TIC y las nuevas tecnologías para la paz y la seguridad internacionales
Desde la década de 1990, la Asamblea General de la ONU ha servido como plataforma para que los estados debatan estos temas. Por ejemplo, una serie de grupos de expertos gubernamentales acordó la aplicabilidad del derecho internacional al ciberespacio, recomendó normas sobre el uso estatal de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y ayudó a construir confianza y medidas de cooperación para reducir el riesgo de conflicto derivado de su uso indebido. A pesar de enfrentar contratiempos, estos procesos generaron resultados importantes y pueden servir como un marco para la estabilidad mundial. Mientras tanto, es necesario redoblar los esfuerzos para abordar los desafíos planteados por las armas letales autónomas y los riesgos emergentes asociados con los avances en biotecnología. Ciertamente, los cálculos geoestratégicos enmarcarán las decisiones de los estados sobre si cooperar o competir. Después de todo, estas tecnologías están dando forma a una gran estrategia: el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que "quien gane en inteligencia artificial gobernará el mundo", mientras que China ha publicado un plan nacional de "liderazgo en inteligencia artificial" para 2025 y "dominio" para 2030, y Estados Unidos y la Unión Europea están siguiendo su ejemplo. La realidad es que la ONU y su secretario general deben ser especialmente cuidadosos al abordar muchos de estos temas.

5. Profundizar en la comprensión de los efectos de las nuevas tecnologías en el desarrollo sostenible y los derechos humanos
Muchas nuevas tecnologías ofrecen la posibilidad de acelerar y aumentar las oportunidades, el crecimiento y el bienestar. Sin embargo, también pueden alterar negativamente los mercados y los puestos de trabajo, socavar la privacidad y las libertades digitales, y ser utilizadas con malas intenciones. Tomemos el caso de las redes sociales, que pueden conectar a las personas pero también incitar al odio, facilitar la explotación sexual infantil y socavar los procesos democráticos. O consideremos la automatización masiva y la robótica, que pueden crear mayores economías de escala al tiempo que contribuyen a un desempleo significativo. La ONU puede colaborar al ayudar a los estados y las sociedades a anticipar y mitigar los efectos negativos de las nuevas tecnologías. Un buen ejemplo de esto fueron las cumbres AI for Good (Inteligencia Artificial para el bien) de la UIT en 2017 y 2018.

6. Desarrollar un compromiso más sofisticado con el sector privado
Las nuevas tecnologías de punta generalmente no están diseñadas ni desarrolladas por los Estados nación. Son el sector tecnológico y las comunidades de investigación —no los gobiernos— los que marcan el ritmo, incluso cuando se trata de establecer las bases para una regulación formal o autorregulada. Sea testigo de los principios de Asilomar, los nuevos principios de la inteligencia artificial de Google o los estándares IEEE, entre otras directrices voluntarias. Un número reducido de entidades privadas está tomando las decisiones éticas clave con repercusiones trascendentales para la humanidad. Ahora bien, las empresas de tecnología tienen gran interés en interactuar con la ONU. Comprenden que es fundamental la igualdad de condiciones a nivel mundial para no ser excluidos ni rehenes de estados poderosos. Al ofrecer sus servicios para convocar a los protagonistas y crear consenso, la ONU tendrá que intensificar su juego. Para ello, será necesario un importante cambio organizacional y cultural, y más del tipo de eventos que el UNIDIR, la Universidad de las Naciones Unidas y el Instituto Internacional de la Paz ya han celebrado.

En conjunto, estos seis pasos equivalen a un plan de acción conservador. Esto no resulta sorprendente: el deseo por las nuevas agendas prioritarias es relativamente limitado entre los Estados miembros de la ONU, y la organización tendrá que luchar para afianzarse en muchos frentes. Algunos de los principales contribuyentes de la organización se están retirando, aunque un puñado de estados más pequeños y más avanzados tecnológicamente muestra más entusiasmo. La nueva estrategia del secretario general no cambiará radicalmente el juego. No obstante, Guterres habla seriamente acerca de reunir a personas relacionadas con el diseño, el desarrollo y la implementación de nuevas tecnologías para ayudar a promover la misión principal de la ONU y evitar el bloqueo de la desigualdad y los desequilibrios de poder. Entiende que ello requerirá formas nuevas y creativas de trabajar con personas externas. Si bien muchos actores del sector privado están dispuestos a colaborar con la ONU, se resisten a enredarse en procesos burocráticos. Es esencial apoyar los esfuerzos para poner a prueba las nuevas tecnologías y experimentar con nuevas respuestas regulatorias.

El secretario general de la ONU puede desempeñar un papel fundamental en la defensa del desarrollo basado en principios y la aplicación de nuevas tecnologías. Puede fomentar el conocimiento y promover el cumplimiento de las normas y principios vigentes y emergentes. Puede abogar por estándares de ética básicos en el diseño, el desarrollo y la implementación de nuevas tecnologías. Puede gestionar asociaciones dentro y fuera del sistema para fortalecer el diálogo y una mayor cooperación en torno a las oportunidades y los riesgos de nuestra creciente dependencia digital. Además, la ONU puede —y ya lo está haciendo— crear alianzas en todo el sector de tecnología para abogar por soluciones más ágiles y aumentar las inversiones de impacto. El camino por recorrer será difícil. Existen obstáculos estructurales, en especial en la manera en que el sistema de las Naciones Unidas está organizado jerárquicamente. Es mérito del secretario general que estos temas sean una prioridad: tiene un plan de trabajo y el trabajo está en marcha. Necesitará toda la ayuda que pueda reunir.

* Robert Muggah es cofundador del Instituto Igarapé y Grupo SecDev.
* Camino Kavanagh, del Departamento de Estudios de Guerra, King's College London, King’s College London.

Tomado de: https://es.weforum.org

NUEVA ISO 19434 PARA LA CLASIFICACIÓN DE LOS ACCIDENTES DE MINAS


La minería es uno de los sectores económicos de mayor incidencia de accidentes, siendo sus consecuencias graves o mortales, y sus causas de diversa índole, desde polvo explosivo o gases tóxicos (sulfuro de hidrógeno principalmente), hasta el colapso de los pozos mineros o errores mecánicos debidos al mal uso o a equipos deficientes u obsoletos. 

Se producen, por tanto, miles de muertes cada año, y de ahí la elaboración de la nueva ISO 19434, sobre la clasificación de los accidentes de las minas.

La seguridad minera ha ido incrementando durante los últimos años, especialmente gracias a la influencia de otras normas, como el estándar ISO 45001 de seguridad y salud en el trabajo o la ISO 14001 de medioambiente. Pero las normas ISO relacionados con la minería publicadas hasta el momento, se refieren fundamentalmente a la seguridad para maquinaria, mientras que la ISO 19343 se centra en los accidentes en sí, asignando a cada accidente un código que establece sus causas y consecuencias.



Es más. Tal es la circunstancia normativa que envuelve a este sector económico, que por ejemplo, en agosto de este año 2017, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) de Perú, emitió una serie de normas con el objetivo de establecer la prevención de accidentes en las operaciones mineras, y proteger así, la seguridad y salud de los trabajadores.

Para ello, modificaron el Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería, que fue aprobado por el Decreto Supremo Nº 024-2016-EM, y de esta forma, crear una cultura preventiva respecto a los riesgos laborales asociados a las operaciones mineras.

Concretamente, las modificaciones se focalizaron en los accidentes de trabajo y enfermedades laborales, en vez de aplicar medidas de protección una vez ya han ocurrido. Además, con el nuevo reglamento, se asignan responsabilidades a empresarios y trabajadores mineros, se capacita a los trabajadores en materia de seguridad y salud en el trabajo y se fortalece la labor de los Comités de Seguridad, además de fomentar la participación de todo el personal en materia preventiva y el cumplimiento normativo de aplicación.

A pesar de toda esta reglamentación, la ISO 19434 especifica aún más, realizando una clasificación de accidentes de minas y promoviendo la uniformidad y comparabilidad de las estadísticas de los accidentes, de manera que los datos puedan analizarse y utilizarse para prevenir los accidentes.



En un principio, la ISO 19434 se centraba en la minería del carbón y subterránea, pero fue ampliada para abarcar todo tipo de entornos mineros. Así, la ISO 19434 proporciona una herramienta clave para obtener información acerca de la causalidad de los accidentes mineros y los resultados probables, gracias a la aplicación de métodos estadísticos. Aunque no considera las inspecciones en terreno, ni los problemas que puede originar este aspecto.

En el estándar ISO 19434, se establece una clasificación de los accidentes de minas según origen o causas, tipo de accidente y pos sus resultados o consecuencias en las personas. Cada una de estas categorías están definidas brevemente y asociadas a un código de 3 dígitos, los cuales pueden combinarse para asignar un código único de 15 dígitos a cada tipo de accidente.

De esta manera es como con la aplicación del estándar ISO 19434 se pueden obtener datos para realizar análisis estadísticos; y al contrario, conociendo el código, se puede saber a qué categorías de causas, tipo de accidente y consecuencias resulta que pertenece el accidente.

Aunque se puedan realizar otras clasificaciones como, por ejemplo, en base a daños financieros, género, edad, habilidades profesionales, términos de servicio y grado académico del personal, área del sitio, etc. éstas sólo serán útiles para que los ejecutivos de salud y seguridad tomen ciertas decisiones, pero no se consideran en la ISO 19434.

Por tanto, aplicando la ISO 19434 se consigue un esquema de clasificación estandarizado con el que se puede analizar una tipología amplia de accidentes mineros, sirviendo para todos aquellos que lo utilicen, como medio para detectar patrones de desarrollo de accidentes mineros y establecer las medidas correspondientes.

Este sistema unificado y estandarizado, definitivamente ayuda a mejorar la seguridad de las operaciones y de los empleados, lo que aporta claras ventajas a este sector. Utilizando la ISO 19434 se puede identificar el origen de los accidentes, tanto si han ocurrido debido a un error humano, como a otra gran diversidad de causas. Esto proporciona una comprensión mayor sobre cuestiones clave como:
  • La naturaleza de las lesiones que se han producido.
  • Su ubicació
  • La medida en la cual el personal ha sido afectado.
La publicación de la ISO 19434, ha abordado una necesidad recurrente durante largos años en el sector de la minería, a través de un sistema integral de clasificación de accidentes mineros asociados a todos los factores posibles que los ocasionan. Algo que, dada la especificidad del sector, no se puede abordar con el estándar ISO 45001, ambas sobre seguridad y salud en el trabajo.

La clasificación de accidentes de la ISO 19434 permitirá un análisis completo gracias a la aplicación de sistemas de software e incluso evaluación manual, al presentar un lenguaje común y comprensible que facilitará la comunicación entre todas las partes involucradas en cuestiones de seguridad y salud y medioambiente en las minas.


Tomado de: https://www.isotools.org

HERRAMIENTAS DE DIAGNÓSTICO PARA LA GESTIÓN DE LOS PROCESOS


Los procesos se constituyen como un mecanismo de gestión que se utiliza para generar bienes y servicios. 
De la integración, coherencia y articulación entre las actividades depende que se logre la eficiencia, la eficacia y la efectividad en términos alcance, coste y tiempo.

A continuación vamos a analizar algunas de las herramientas de diagnóstico, las cuales se puedan usar como instrumento de gestión estratégica organizacional para incrementar la eficiencia y optimizar el rendimiento de la organización.



Estas herramientas son aplicables a los procesos que realizan las organizaciones sin importar si son procesos de manufactura, procesos de servicios o procesos administrativos. Lo que se debe hacer es adaptar las técnicas a las necesidades específicas de cada organización.

Si deseas conocer más sobre la gestión de procesos o concretamente sobre como ISOTools puede ayudarte con su diseño, puedes visitar nuestro artículo “Cómo diseñar procesos con la App Modelador de ISOTools Excellence” haciendo clic sobre él.

Diagrama SIPOC

El Diagrama SIPOC, por sus siglas en inglés (Supplier-Inputs-Process-Outputs-Customers), es la representación gráfica de un proceso de gestión. Esta herramienta permite visualizar el proceso de manera sencilla, identificando a las partes implicadas en el mismo:
  • Proveedor (supplier). Persona que aporta recursos al proceso.
  • Recursos (inputs). Todo lo que se requiere para llevar a cabo el proceso. Se considera recursos a la información, materiales e incluso personas.
  • Proceso (process). Conjunto de actividades que transforman las entradas en salidas, dándoles un valor añadido.
  • Cliente (customer). La persona que recibe el resultado del proceso. El objetivo es obtener la satisfacción de este cliente.
De manera resumida los pasos a realizar para elaborar un Diagrama SIPOC pueden ser:
  • Identificar los procesos.
  • Establecer las entradas del proceso, los recursos necesarios.
  • Establecer los proveedores de estas entradas al proceso.
  • Definir el proceso en sí.
  • Establecer quién es el cliente de cada una de las salidas obtenidas.

Flujograma departamentalizado


Se trata de un diagrama en el cual se representan gráficamente, los departamentos o las áreas que intervienen para determinar el recorrido y diligenciamiento de información que apoyan un proceso. Cada paso del proceso es representado por un símbolo diferente que contiene una breve descripción de la etapa de proceso. Los símbolos gráficos del flujo del proceso están unidos entre sí con flechas que indican la dirección de flujo del proceso.

Elaboración del flujograma departamentalizado:
  • El diagrama de proceso debe ser realizado por un equipo de trabajo en el que las distintas personas aporten, en conjunto, una perspectiva completa del flujo de departamentos. Por ello, con frecuencia este equipo será multifuncional y multijerárquico.
  • Determinar el área para definir el flujo de la información.
  • Definir el grado de detalle. El diagrama de flujo del proceso puede mostrar a grandes rasgos la información sobre el flujo general de actividades principales. O, por otro lado, ser desarrollado de modo que se incluyan todas las actividades y los puntos de decisión. Este diagrama dará la oportunidad de llevar un análisis más exhaustivo del proceso.
  • Identificar la secuencia de pasos por departamentos. Situándolos en el orden en que son llevados a cabo.
  • Construir el diagrama. Para ello se utilizan determinados símbolos. Cada organización puede definir su propio grupo de símbolos. Respecto a la figura “Conector de proceso” es frecuentemente utilizado un círculo como símbolo. Para la elaboración de un diagrama de flujo, los símbolos estándar han sido normalizados, entro otros, el American National Standars Institute (ANSI).
  • Revisar el diagrama del proceso.
Diagrama causa efecto

Los diagramas de causa y efecto, también conocidos como diagramas de Ishikawa o diagramas de espina de pescado, ilustran la manera en que diversos factores pueden estar vinculados con un problema o efecto potencial. Una causa posible puede descubrirse preguntando continuamente “por qué?” o “Cómo?” a lo largo de una de sus líneas.

Diagrama de pareto

Un diagrama de Pareto es un tipo específico de histograma, ordenado por frecuencia de ocurrencia. Los diagramas de Pareto están relacionados conceptualmente con la ley de Pareto, que establece que un número relativamente pequeño de causas provocará generalmente la mayoría de los problemas o defectos. Esto se denomina comúnmente principio 80/20, donde el 80% de los problemas se debe al 20% de las causas. Los diagramas de Pareto también se pueden usar para resumir diversos tipos de datos y analizarlos según el principio 80/20.

Para tabular los datos en el diagrama de Pareto, es necesario clasificarlos de acuerdo a las siguientes categorías:
  • Frecuencia absoluta. Es el número de veces que se presenta un determinado dato o valor en los diferentes elementos.
  • Frecuencia relativa. Se obtiene dividiendo la frecuencia absoluta de un determinado dato o valor, entre la suma total de todas las frecuencias absolutas.
  • Frecuencia absoluta acumulada. La frecuencia absoluta acumulada de un dato es igual a la frecuencia absoluta de ese dato más la suma de las frecuencias absolutas acumuladas de los datos anteriores.
  • Frecuencia relativa acumulada. Es igual a la suma de las frecuencias relativas de todos los datos menores o iguales a dicho valor.

Tomado de: https://www.isotools.org/

¿CÓMO IMPLEMENTA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EL ESTÁNDAR ISO 26000?


El estándar ISO 26000 es una norma internacional que proporciona a las empresas unas instrucciones sobre las materias principales y los principios de Responsabilidad Social. 
Estos principios le van a otorgar un comportamiento responsable social a las organizaciones independientemente de su tamaño, o de que pertenezcan al sector privado o público.

En este artículo nos vamos a centrar en la implementación de la norma ISO-26000 en las administraciones.

Las administraciones cada día son más conscientes de la necesidad de poseer un comportamiento que sea socialmente responsable.



La ISO26000 se apoyo en siete materias de Responsabilidad Social:
  • Derechos humanos.
  • Prácticas.
  • Gobernanza corporativa.
  • Prácticas justas de negocio.
  • Desarrollo de la comunidad.
  • Medio Ambiente.
  • Asuntos de los consumidores.
Las administraciones deben de tener en cuenta los siete principios más vitales de la Responsabilidad Social, los cuales son:
  • Transparencia. Las organizaciones deben de tener en cuenta que las actividades que llevan a cabo pueden tener impacto en el medioambiente o en la sociedad. Por estos motivos, deben de ser transparentes cuando realizan las actividades o la toma de las decisiones.
  • Entrega de cuentas. Las actuaciones deben ser facilitadas a las autoridades cualificadas para evitar los impactos previstos.
  • Consideración de los intereses de las personas implicadas. Las organizaciones deberían siempre valorar y respetar los intereses de las personas implicadas.
  • Comportamiento ético. Todas las organizaciones deberían de poseer valores como la honestidad, equidad e integridad debido a que estos dan lugar a respetar el medioambiente o a la sociedad, entre otros.
  • Respeto al principio de legalidad. Las organizaciones no deben olvidar que ningún trabajador está por encima de la ley y que todos estamos sujetos a ella.
  • Respeto al precepto internacional de comportamiento. Las empresas no pueden olvidar la normativa internacional de comportamiento.
  • Respeto a los derechos humanos. Las organizaciones deben de respetar, fomentar y reconocer los derechos humanos.

Tomado de: https://www.isotools.org