domingo, 22 de octubre de 2017

ESTAS SON LAS MARCAS MÁS PODEROSAS DEL MUNDO SEGÚN SU VALORIZACIÓN

El ranking anual de las 100 marcas más valiosas del mundo fue liderado por el gigante tecnológico Apple con US$184,154 millones, situándose por encima de competidores de la industria como Huawei con US$6,676 (casilla 70).
La compañía de Cupertino (California) no solo se destacó por su valorización sino también por su influencia en rede sociales. Según cálculos de Interbrand, Apple contabiliza  964.549 personas hablando sobre ella en Facebook y además tiene 1.377.158 seguidores en Twitter.

De otro lado, Google ocupó la segunda posición con una valorización de US$141,703 millones, lo que equivale a un crecimiento anual del 6%. Mientras que Microsoft sorprendió con un crecimiento anual del 10% y se sitúo en la tercera casilla con precio de US$79,999 millones.

Más abajo aparece una de las compañías que podrían encasillarse en el sector tradicional: Coca-Cola, cuya valorización cayó en un 5% al situarse en US$69,733.

Ya en la quinta casilla aparece Amazon, la compañía que está revolucionando el negocio de compras por internet con una valorización de US$64,796, 29% más que en la edición anterior del estudio.

Con un crecimiento más moderado (9%), la surcoreana Samsung ocupó la casilla número seis, valorizándose US$56,249. Los voceros de la compañía señalaron que este indicador es el resultado de “constantes avances en innovación y calidad de sus productos y servicios”.

“Samsung se ha clasificado como una de las 10 principales marcas en el ranking de Interbrand desde el año de 2012 hasta 2017, demostrando así el crecimiento constante en el valor de la marca”, afirmaron.

De acuerdo al análisis de la marca, el logro de este año es significativo, considerando algunos de los desafíos que Samsung enfrentó y superó en el último año.

Por ejemplo, Interbrand mencionó entre varios factores, la recuperación de Samsung de la crisis del Galaxy Note7 el año pasado, los lanzamientos con éxito de los productos buque insignia de la empresa y su desempeño financiero consistente.

A pesar de que su valor cayó en un 6% y se ubicó en US$50,291millones, el fabricante de vehículos Toyota pudo mantenerse en el top diez de la clasificación global de marcas.

Sin embargo, uno de los crecimientos más acelerados fue el de la red social Facebook, que ha diversificado sus negocios en la industria tecnológica y ahora le apunta a ser número uno en distintas categorías.

Durante su conferencia anual para desarrolladores ‘F8’ que se realizó en el mes de abril en San José, California (EE. UU.), la compañía dio pistas con respecto a sus planes futuros en materia de investigación en torno a la realidad aumentada, la conectividad y los sistemas autónomos.

Justamente, los voceros de Facebook anunciaron que están desarrollando un ‘sistema de voz silenciosa’ capaz de escribir 100 palabras por minuto directamente desde el cerebro humano.

El crecimiento anual del valor de Facebook fue de 48%. De esta manera, su valorización llegó a US$48,188.

Otro de los fabricantes de vehículos que lograron escalar en lo más alto de la clasificación fue el alemán Mercedes Benz con una valorización de US$47,829 y un crecimiento anual de 10%.

El top de las diez marcas más valiosas la cerró la estadounidense IBM, que afrontó una caída anual de 11% y alcanzó los US$46.829.



Tomado de: http://www.dinero.com/

LAS 5 ENFERMEDADES MÁS COMUNES EN UN SISTEMA DE GESTIÓN DE CALIDAD

Hace algún tiempo, analizábamos junto con   varios colegas de Latinoamérica,  sobre lo que para cada uno, eran las enfermedades más comunes  de un Sistema de Gestión de la  Calidad (SGC), fue sorprendente ver que  los resultados de país a país eran los mismos.
Aclaro, uso enfáticamente la palabra “enfermedad”  porque las enfermedades  son alteraciones en el estado de salud  que únicamente afectan a  los “seres vivos”  y para poder comprender  los problemas de una organización, tenemos que empezar a verla como un ente viviente.

1) Falta de Compromiso de la Alta Dirección:

Cuando la Alta Dirección decide implementar un SGC únicamente como un requisito más que  pide su Casa Matriz o porque los competidores también tienen una certificación ISO, nos enfrentamos a un duro problema.

Bajo este principio  la tarea real” del  Gerente de Calidad no será hacer su trabajo, sino,  levantar y mantener un  SGC  de papel, es decir, un Sistema que servirá única y exclusivamente para pasar la Auditoria  Externa,  pero sin intención real en  que funcione.

Si este es tu caso, la única opción que tienes es entrevistarte con la Alta Gerencia e intentar convencerlos de los beneficios en la productividad cuando se implementa  un SGC real. Si no lo logras, lo mejor será buscar una nueva organización  realmente  interesada en mejorar.

2) Enfocar el SGC  en los procesos y no en la satisfacción del cliente.

Algo que todos los que dirigimos un SGC siempre debemos tener presente, es que si el cliente está satisfecho con los nuestros productos y servicios nuestro sistema funciona, si el cliente no está satisfecho, el sistema no funciona  aunque pasemos  la Auditoria Externa con cero no conformidades, el sistema realmente no funciona.

Esto se debe, a que en ocasiones olvidamos que   “el SGC es el medio, no el fin”, es decir, aunque los  procesos son importantes pero  sino están   enfocados en la satisfacción del cliente,   dejaran  de ser una ayuda convirtiéndose en burocráticos y estorbosos.

Para corregir este problema,  tenemos una gran herramienta que nos permitirá enderezar el barco.  Esta es, “La Encuesta de Satisfacción del Cliente”,  ella nos aportará mucha información sobre la percepción que los clientes  tienen de nuestro  negocio, productos  y servicios.

Siempre,  debemos tener en cuenta que la encuesta funciona únicamente si la hace un tercero, es decir, las encuestas realizadas por nuestra propia empresa únicamente no sirven para nada, no se puede ser juez y parte al mismo tiempo.

3) Cuando el proceso no funciona, enfocarse en la gente y no en los procesos

Si pudiéramos ver el SGC ideal desde fuera, este se asemejaría  a  un gigantesco reloj de precisión, donde  cada engranaje y polea se mueve por reacción de la anterior para luego hacer funcionar  la siguiente.

Cuando detectamos que en un departamento  hay una o varias personas que nunca cumplen con los procedimientos, no llevan los registros o peor aún, las quejas de los clientes internos y externos se centran  sobre ellos,    no debemos  enfocarnos en solicitar   “se clave sus cabezas en una pica para exhibirla públicamente por toda la empresa  y  todo el mundo sepa que le pasa al que  se atreve a contradecir el sistema.”

Los procesos no son perfectos, no nos enfoquemos en castigar a los colaboradores, primero analicemos si sencillamente estamos frente a un “cuello de botella”, si el procedimiento es obsoleto, verificar si el problema es una “consecuencia no una causa”  o si está mal balanceada la distribución de la carga de trabajo. Apoyarnos  en la Ingeniería de Métodos  es la mejor opción para  descubrir y corregir el problema.

Solo agotadas las anteriores instancias,  se puede  pedir la pica a  R.R.H.H. y clavar cabezas, pero siempre debemos recordar, que solo se debe hacer esto, cuando estamos  totalmente seguros  que el problema es la gente y no el proceso.

4) Permitir que las auditorias internas se conviertan en  batallas entre auditores.

Siempre debemos de mantener el control sobre las auditorias, de tal manera de no permitir que se conviertan en  sistemas  de pesos y contrapesos donde el auditor  castigue al área que lo auditó  según las “no conformidades” que le hayan  levantado antes.

Esto se resuelve  escogiendo   a los auditores no solo por su conocimiento de la norma sino también por su madurez. Además,  se debe evitar al máximo,  que se permita    auditar  a quien antes lo auditó antes.

5) Generar demasiada Documentación

Si un procedimiento no es necesario, no pida que lo hagan.

Los procedimientos deben ser claros, sencillos, reales y directos, no permita que se conviertan en grandes documentos inútiles que nadie consulta, más que para la Auditoria.

La norma exige registros, pero no quiere decir que se  registre hasta lo innecesario, siempre se debe registrar lo realmente importante.

De lo contrario, su mayor legado   a la organización, será convertir a sus colaboradores  en un equipo de gente que ocupa la mitad de su tiempo en trabajar y la otra en llenar registros.

Tomado de: http://www.5consultores.com/

LA IMPORTANCIA DE ESTABLECER UNA CORRECTA ESTRATEGIA EN LA EMPRESA

Entre las múltiples estrategias empresariales que se encuentran al alcance de las empresas, la implantación de la Norma ISO 9001, la Norma ISO 27001, la Norma ISO 22000 o la Norma ISO 14001 son algunas opciones muy acertadas que les ayudarán a alcanzar los objetivos marcados.
Establecer una correcta estrategia empresarial es esencial para que el negocio pueda adaptarse a los cambios constantes del mercado, a las necesidades de los clientes y alcance las metas marcadas.


Entre muchas de las medidas que están al alcance de las empresas para establecer una eficaz estrategia empresarial podemos destacar la implantación de un Sistema de Gestión de la Calidad según la Norma ISO 9001 para establecer una mejora continua y una eficacia en todos los procesos de la empresa o la implantación de un Sistema de Gestión Ambiental según la Norma ISO 14001 que le permitirá establecer una correcta relación con el entorno natural que las rodea.

En este artículo vamos a hablar de la importancia de las estrategia empresariales y de algunos requisitos imprescindibles para que sea eficaz y alcance los objetivos para los que fue creada.

La importancia de las estrategias empresariales.
La comprensión de lo que significa la estrategia competitiva y su correcta utilización va a suponer que nuestro negocio avance hacia un futuro prometedor o se quede en el camino.
Todas las empresas utilizan en todos los momentos de su vida formulas estratégicas empresariales para alcanzar unos objetivos marcados, que normalmente suponen un aumento, en un periodo definido de tiempo, de los ingresos, una mejora de la eficacia o una mejor posición en el mercado frente a la competencia, gracias a unos esfuerzos y cambios ejercidos por toda la organización.

Para definir lo que significa la estrategia para la empresa vamos a usar las palabras de K. R. ANDREWS, un destacado economista internacional y uno de los autores más importantes en los estudios de la estrategia empresarial:
La estrategia se puede definir como el patrón de los principales objetivos, propósitos o metas y las políticas y los planes esenciales para conseguirlos, establecidos de manera que definan en qué clase de negocio la empresa está o quiere estar, y qué clase de empresa es o quiere ser.
De esta forma, podemos definir que la estrategia es una herramienta por la cual las empresas pueden definir sus objetivos, adaptando su organización y sus productos a la sociedad en continuo cambio, con el objetivo de conseguir una ventaja competitiva frente a las otras empresas de su entorno.

Como ya hemos visto, la estrategia supone una herramienta de gran importancia y utilidad para todas las empresas. Tanto las organizaciones como la estrategia permanecen condicionadas por el entorno y por los recursos de los que tenga disposición la empresa.

Por esta razón, se formulan las estrategias con el objetivo de conseguir superar competitivamente a otras empresas de forma sostenible en el tiempo y también para satisfacer las exigencias de un mercado cada vez más competitivo y cambiante. Para conseguir esto, las organizaciones deben valerse de todos los recursos de que disponen e implantar unos planes de actuación que persigan desarrollar, crecer y competir en el mercado.


Requisitos imprescindibles para establecer una eficaz estrategia en el empresa.
Cuando una empresa parte de un estudio objetivo de la misma, tanto interna como externamente, puede comprender exactamente en qué posición se sitúa con respecto a la competencia y establecer una serie de estrategias competitivas efectivas para mejorar en el mercado.
Inicialmente, establecer una estrategia  empresarial puede parecer sencillo, pero para que de verdad sea efectiva debe partir de unos completos y objetivos análisis interno y externo que implican aspectos como la cadena de valor, el análisis estructural de las cinco fuerzas competitivas y el importante análisis DAFO. Todos estos objetos han de ser estudiados por personal competente y externo de la empresa. Estas dos recomendaciones no son obligatorias pero si interesantes de cumplir.

Para entenderlo claramente, debemos pensar que para analizar en qué posición se sitúa nuestra empresa con respecto a la competencia y que puntos son fuertes y débiles, debemos ver en profundidad a toda nuestra organización y determinar cuáles son los fallos, innovaciones, mejoras con respecto a otras empresas del sector, etc. Normalmente se suele pensar que podemos hacerlo, pero principalmente a la hora de determinar que fallos se han cometido hace falta una objetividad tan profunda que no siempre se tiene.

A la hora de determinar en que se falla se tienen a obviar determinados errores. Por ejemplo, a la hora de determinar los fallos del departamento de facturación, se suele tender a favorecer a determinados empleados frente a otros. Aunque intentemos no establecer ningún favoritismo siempre va a existir una leve tendencia a interceder a favor de un empleado frente a otro a la hora de valorar el trabajo realizado, percibir las faltas cometidas, reconocer el trabajo bien hecho, etc. Instintivamente lo hacemos sin darnos cuenta y esto hace que sea difícil valorar objetivamente nuestra organización.

De la misma forma, de manera global para toda la empresa, cuando se estudian los puntos fuertes y los puntos débiles, si lo realiza la propia dirección tiende a favorecer sin darse cuenta unos productos o servicios, ya que se ven desde un prisma muy diferente del que debería verse. Esta visión deformada de la realidad no ayuda a que se comprenda la organización, sino que solo valoraremos esta desde una visión muy subjetiva y separada de la realidad.

Algunas medidas estratégicas de utilidad para las empresas.

Una de las medidas estratégicas que puede decidir adoptar la empresa y que pueden ayudarle a mejorar competitivamente frente a las otras organizaciones del sector, puede ser la implantación de un Sistema de Gestión de la Calidad según la ISO 9001 para mejorar la eficacia de la organización, un Sistema de Gestión Ambiental según la ISO 14001 para mejorar la concepción de protección medioambiental de su empresa con el entorno, un Sistema de Seguridad de la Información según la ISO 27001 para transmitir una clara seguridad a sus clientes y proveedores con respecto al uso adecuado de la información que posee, un Sistema de Seguridad Alimentaria según la ISO 22000 para cumplir con la legislación existente así como adaptarse a las exigencias de los clientes en materia alimentaria o un Sistema de Gestión de la Excelencia que llevará a su organización a la búsqueda de una efectividad y de una visión de sus clientes desde sus perceptivas y necesidades.

Tomado de: https://www.sbqconsultores.es/