lunes, 15 de junio de 2015

CÓMO SELECCIONAR LA FIRMA CONSULTORA PARA SU SISTEMA DE GESTIÓN? Aquí le damos algunos parámetros...


En la actualidad existen en el mercado múltiples opciones relacionadas con la consultoría y asesoría para la implantación y/o mantenimiento de un Sistema de Gestión de la Calidad en las organizaciones.  No obstante, en la mayor de las veces resulta engorroso su contacto y contratación, pues no son claros los parámetros para su contratación.  

Les presentamos algunas orientaciones básicas que le pueden ser útiles, las cuales tienen sustento en la Norma Internacional ISO 10019, Directrices para la selección de consultores de Sistemas de Gestión de la Calidad y para el uso de sus serviciosDesde IDEA CONSULTORES & ASESORES y basados en la experiencia de nuestra actividad por más de 15 años, consideramos ético fomentar y divulgar algunos principios para este efecto.

Lo primero que hay que hacer es realizar algunas preguntas que conllevan a una correcta toma de decisiones:
  1. Cómo podemos encontrar un buen consultor y cómo saber si es competente o no lo es?
  2. Cómo redactar el contrato de consultoría para evitar decepciones y sorpresas?
  3. Cuál es el proceso de implantación de un Sistema de Gestión de la Calidad - SGC, y cuáles las labores propias del consultor y cuáles las de los colaboradores de la empresa?
Para muchas organizaciones, una vez conocen de las evidentes ventajas de un Sistema de Gestión de la Calidad -SGC, éste constituye su primer contacto con el mundo de la calidad, lo que los hace un tanto vulnerables a la hora de contratar la consultoría.

Aclaremos. Las herramientas que proporciona el mismo SGC son diversas y ayudan a la correcta toma de decisiones, al progreso y mejoramiento del desempeño organizacional y a un conveniente entendimiento con sus clientes y el mercado en general. El éxito de un SGC depende fundamentalmente de la participación y compromiso de la Alta Dirección y no sólo de la consultoría. 

Igualmente, es trascendental que los colaboradores participen en todas la etapas para lograr integrar el sistema y hacerlo funcional. La consultoría debe interactuar constantemente y con plena libertas y confianza con los colaboradores en todos los niveles y ámbitos y conocer de primera mano el quehacer corporativo. El SGC resultante no debe convertirse en un engorroso e intrincado mecanismo con documentos y costos innecesarios. Los servicios de la consultoría deben ser totalmente compatibles con la cultura corporativa y el mismo SGC.


En otras palabras, no se contratan firmas consultoras solamente con base en el menor precio o en la seguridad de una certificación, que será solo una etiqueta más. Cuenta mucho la capacidad de la consultoría para la implantación de un SGC que verdaderamente agregue valor a la organización e incremente su competitividad.

La Norma Internacional ISO 10019, en resumen, se ocupa de dos temas muy importantes: En primer lugar, la selección y evaluación de la consultoría con base en criterios de competencia y de ética. Y en segundo lugar, la definición de lo que deben hacer y lo que no las firmas consultores y cómo debería redactarse el contrato.


Según las directrices arriba mencionadas, la consultoría competente debe reunir ciertas características que la harán única para asumir su rol en la organización: ética, perspicaz, versátil, decidida, comunicativa, realista, responsable y eficaz; además de conocer y dominar las normas y los procesos de certificación pertinentes y contar con las destrezas, principios, metodologías y técnicas generales de Gestión de la Calidad. Además, una buena consultoría debe poseer amplio conocimiento de los requisitos legales y reglamentarios del sector en el que se desempeña la organización, de sus productos y de sus procesos.



El propósito de la CONSULTORÍA durante las diversas fases de implantación del SGC, es enfocarse y concentrarse principalmente en: 1) Ilustrar a su cliente sobre los conceptos relativos a la Gestión de la Calidad asegurándose que quedan suficientemente comprendidos y apropiados por sus colaboradores, al tiempo que el diseño es apto al tamaño, sector y cultura organizacional. 2) Involucrar y conformar los equipos pertinentes y apoyar, orientar y acompañar la identificación de los requerimientos del SGC dentro de la organización. 3) Animar permanentemente a la organización a encontrar el enfoque adecuado, a evaluar la eficacia y eficiencia del SGC y a encontrar las oportunidades de mejora de la organización con argumentos debidamente soportados. 4) Ayudarle a identificar las necesidades de formación para la conformación del equipo auditor interno y los líderes del SGC para su conveniente mantenimiento. y 5) Ayudarle a la organización a identificar la relación entre el SGC y cualquier otro sistema de gestión existente.

En lo que corresponde al comportamiento ético, la CONSULTORÍA debe evitar cualquier clase de conflicto de intereses, mantener la confidencialidad y salvaguarda de la información a la que accede, no aceptar contratar actividades para las que no es competente, mantener su independencia a cerca de los organismos certificadores y proporcionar coherente y racionalmente una propuesta realista sobre los costos y duración de ejecución de la misma.

En conclusión, la contratación de una CONSULTORÍA para la implantación del SGC en su organización, requiere de una labor de gestión en la que lo principal no es el consto sino la capacidad, seriedad y experiencia de la firma.  Es muy importante el punto de vista ético y el nivel de compromiso. Los temas contractuales deben incluir las competencias y fases del trabajo; siempre con la certeza que que el SGC es una herramienta cierta para agregar valor y mejorar continuamente la organización.



Adaptado de:

COLFERAI Giancarlo. Consultores de gestión de la calidad: instrucciones de uso. Publicado en Aenornet. Extraido de ISO Management Systems. Sep-Oct 2004. Editado por Aenor.
SABORÍO V: Milena. Selección de consultores en sistemas de gestión de la calidad. Publicado en CEGESTI Éxito empresarial No. 216, 2012 www.cegesti.org