lunes, 28 de enero de 2019

IMPLANTACIÓN DE LA ISO 9001 EN EL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN


El estándar ISO 9001 se utiliza en las empresas del sector de la construcción para que éstas lleguen a ser más competitivas y puedan aumentar su mercado.

La mayoría de los directores creen que la ISO-9001 solo se puede implantar en el sector manufacturero y que no se puede asociar al sector de la construcción. Esta idea no es así, debido a que el sector de la construcción es un sector el cual posee el mayor número de empresas certificadas.

La norma ISO9001 es una herramienta que facilita la integración de la parte técnica, administrativa y humana asociada con la construcción a través de la adopción de un sistema de gestión de la calidad.

Las empresas que forman parte del sector de la construcción llevan a cabo un Sistema de Gestión de la Calidad que incluye una serie de directrices operacionales.

El Plan de Calidad es un documento que incluye el Sistema de Gestión de la Calidad de una obra y/o proyecto.

ISO 9001: Cómo dirigir a procesos el sistema de gestión de la calidad



Debemos saber cómo se realiza el enfoque fundamentado en procesos en la nueva norma ISO 9001-20015.


En primer lugar, lo que debemos hacer es reconocer los procesos que tienen que presentarse en la estructura de procesos del sistema. Para reconocer dichos procesos, contamos con factores que nos ayudan a seleccionarlos e identificarlos debido a que no todos los procesos son aptos para formar parte de la estructura de procesos.

Los factores a los que nos referimos son los siguientes:
  • Cumplimiento de reglamentos y requisitos legales.
  • Empleo intenso de recurso.
  • La influencia en la satisfacción del cliente, en los Factores Clave de Éxito y en la misión y estrategia.
  • Insatisfacción.
  • Consecuencias en la calidad del servicio o del producto.
En segundo lugar, una vez que tenemos claro cuáles son los procesos que tienen que presentarse en la estructura de procesos del sistema, debemos definir y plasmar esta estructura para que ayude a concretar e interpretar las interrelaciones que hay entre los mismos. Para ello vamos a utilizar un mapa de procesos que es una representación gráfica de la estructura que constituye el sistema de gestión.

El modelo que podemos utilizar debido a que está alineado con la ISO 9001 es:
  • Procesos de planificación: se encuentran armonizados con el capítulo 5 del borrador de la norma ISO9001-2015 y unido al ámbito de las responsabilidades de la dirección.
  • Procesos de gestión de recursos: estos se encuentran en concordancia con el capítulo 7 de la norma ISO 9001: 20015 y además ayudan a decidir, proporcionar y conservar los recursos que sean necesarios.
  • Procesos de realización del producto: se encuentran alineados con el capítulo 8 de la misma norma indicada con anterioridad y estos hacen que se pueda realizar la prestación del servicio o producción.
  • Procesos de medición, análisis y mejora: están relacionados con el capítulo 9 del borrador que es la evaluación del desempeño. Con estos procesos podemos llevar a cabo una evaluación de los procesos, así como implantar acciones de mejora.
Se realizará de manera correcta las uniones entre los procesos siempre y cuando se reflexiones sobre:
  • Salidas que da lugar cada proceso y quien los recibe.
  • Entradas que requiere el proceso y de donde vienen.
  • Recursos que consume el proceso y donde llegan.
Considerando el tamaño que tenga la organización y de cómo de complejas sean sus actividades así serán los mapas del proceso, por lo que cuanta mayor complejidad posea la organización mayor detalle existirá en los mapas de procesos.


Tomado de: https://www.isotools.org

CONTEXTO DE LA ORGANIZACIÓN EN ISO 9001:2015


Hace ya 3 años que se publicó la nueva ISO 9001:2015. 
Las empresas ya certificadas en la versión anterior deberían haber iniciado el proceso de transición para estar acorde a los nuevos requisitos de la norma. Pero, ¿cuáles son las novedades de la nueva versión?

Una de las novedades de la norma es el requisito de conocer, analizar o determinar el contexto de la organización, ya que esto forma parte de la estrategia de gestión de calidad en una organización.

Quizá le interese este artículo que explica cómo aplicar el contexto.

Es necesario determinar ciertos aspectos dentro del contexto de la empresa como, por ejemplo:
  • Definir los procesos más importantes de la empresa con un diagrama que aclare los procesos del flujo de la información a todos los trabajadores.
  • Establecer los objetivos y metas no solo del contexto de la organización, sino todos los de la organización.
  • Evaluar y entender el mercado, así como los clientes y partes interesadas en nuestra empresa.
  • Determinar los riesgos y oportunidades.
Como podemos ver, todos estos elementos pueden afectar de manera directa o indirecta a la empresa, por ello, es necesario tener en cuenta el contexto de la organización.

¿Cómo podemos hacerlo?

Lo primero que debemos hacer para establecer el contexto de la organización es reciclar el trabajo. Es decir, si la empresa ya tenía implementado un Sistema de gestión ISO 9001 con la versión anterior ISO 9001:2008, tendremos la oportunidad de reutilizar la información que trate sobre el alcance del sistema de gestión y a la estructura de procesos.

El objetivo de esto consiste en definir claramente tanto los procesos de la organización como el alcance que el sistema de gestión anterior tenía. Una vez hecho esto, se procede a identificar los problemas tanto internos como externos que pueden afectar a la empresa. Es decir, a definir el contexto de la organización.

Manual de calidad

En la versión anterior de la norma era necesario crear un manual de calidad que en muchas ocasiones era poco práctico y demasiado extenso. Sin embargo, la nueva versión indica que no es necesario redactarlo.

Hay que decir que, un buen manual sí resultaba de ayuda en determinadas ocasiones, por lo que la solución en lugar de eliminarlo podría ser simplificarlo. Una sugerencia de los puntos que debería contener podrían ser los siguientes.
  • Quiénes somos (se puede explicar la visión empresarial).
  • A qué nos dedicamos (información resumida sobre productos y servicios).
  • Productos/Servicios. En este apartado se deben describir brevemente dentro del alcance del sistema de gestión.
  • Cláusulas o requisitos del sistema de gestión no aplicables (como por ejemplo el diseño).
  • Descripción resumida del contexto de la organización interno y externo, así como de las actividades de la empresa.

El análisis DAFO y PESTEL son buenas herramientas para analizar el contexto de la organización

Asuntos internos y externos del contexto de la organización

El siguiente paso que debemos seguir consiste en identificar los asuntos internos y externos del contexto de la organización. Consiste en describir los elementos que podrían afectar, o estar relacionados con el objetivo de satisfacer a un cliente a la hora de prestar un servicio o entregar un producto.

Los elementos internos a tener en cuenta para identificar el contexto son:
  • Elementos que influyan en el desarrollo de la actividad de la empresa.
  • Estructura y organización empresarial y procedimientos de toma de decisiones.
  • Los intereses de los accionistas, socios, trabajadores y dirigentes.
  • La relación con los clientes.
  • Elementos operativos: capacidad de producción, número de trabajadores…
  • Sistemas de seguimiento de la calidad.
Los elementos externos a tener en cuenta son:
  • Entorno legal: legislación, requisitos administrativos…
  • Competencia.
  • Entorno económico: situación del mercado, situación económica, tipo de cambio, inflación, acuerdos comerciales…
  • Seguridad del país.
  • Entorno tecnológico: desarrollo y cambios en la tecnología.
¿Cómo documentar los asuntos internos y externos?

Para que todo funcione correctamente, lo más apropiado es recopilar toda la información que se recoja en un solo documento. Probablemente el auditor que realice la auditoría nos lo exija. Por ello, es muy recomendable disponer de un software que le permita automatizar procesos y eliminar los documentos físicos para llevar una gestión más sencilla y evitar duplicidad de documentos.

Debemos recordar que, sí ya disponíamos de la certificación ISO 9001:2008, se podrá aprovechar la información del manual de calidad que se refiera al alcance del sistema de gestión.

Una opción para documentar estos asuntos podría ser incluir el análisis contextual del anterior manual de calidad del que ya se disponía con la versión de 2008 de la norma ISO 9001 (para las empresas que la tuvieran). Esto simplificará tanto el sistema como su revisión. Sin embargo, también se pueden incluir herramientas para analizar el contexto de la organización como, por ejemplo:

El análisis PESTEL, que tiene en cuenta aspectos Políticos, Económicos, Sociales, Tecnológicos, Ecológicos y Legales.

O el análisis DAFO, que tiene en cuenta las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades.


Tomado de: https://www.nueva-iso-9001-2015.com

ISO 50001: LA IMPORTANCIA DE GESTIONAR LA EFICIENCIA ENERGÉTICA EN EL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN


El sector de la construcción está sufriendo mayores exigencias a la hora de cumplir los requerimientos ambientales, ya que los estándares son cada vez más elevados.
La necesidad de crear nuevas infraestructuras como aeropuertos, polígonos industriales, zonas comerciales, oficinas, áreas residenciales, puertos marítimos… se debe al incremento de la población y la urbanización.

La sociedad cada día demanda más confort, para mejorar su calidad de vida por ello exige soluciones energéticas que les proporcione las soluciones más adecuadas.

Con la norma ISO 50001, las organizaciones del sector de la construcción pueden realizar un uso eficiente de los diferentes tipos de energía que emplee la organización. Por ello en el sector de la construcciones importante contemplar que tipo de construcciones realizan sus empresas, por ejemplo pueden estar especializadas en un tipo de construcción o por el contrario se encargan de la construcción de edificios, carreteras, túneles, etc.

La gestión de la eficiencia energética implica ciertas ventajas como:

– Certificación ISO 50001.

– Cultura energética en la empresa.

– Utilización de mejoras energéticas en obras de nueva y vieja construcción.

Pero no podemos olvidar que pueden presentarse importantes dificultades, a las que la organización debe de hacerle frente:

– Control de los equipos de medición empleados.

– Necesidad de indicadores y objetivos para la mejora de tipos de obra o fases.

– Periódica actualización de los balances de materia y energía.

En el sector de la construcción, el estándar internacional ISO-50001 puede integrarse con los sistemas de gestión de la calidad y medio ambiente regulados por la ISO 9001 e ISO 14001 respectivamente.

Durante las distintas fases de obra se hace necesario realizar auditorías energéticas de un modo continuo.


Tomado de: https://www.isotools.org

CÓMO LOGRAR QUE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS NO ATENTEN CONTRA LA HUMANIDAD

El uso malintencionado de las nuevas tecnologías plantea serios desafíos a la estabilidad global. ¿Cómo garantizar que sean un apoyo y no una amenaza para la humanidad?
Por Robert Muggah y Camino Kavanagh

La mayoría de las tecnologías tienen doble uso: tomemos el caso de las tecnologías digitales que están mejorando profundamente la gobernabilidad, los mercados y el desarrollo. Sin embargo, el uso malintencionado de estas mismas tecnologías también plantea serios desafíos a la estabilidad global.

En el clima internacional actual, la posibilidad de error de cálculo y desestabilización es real. La delincuencia en línea ya le está costando a la economía mundial cientos de miles de millones de dólares al año y parece agravarse cada vez más. Mientras tanto, se está trabajando para controlar y en algunos casos militarizar las tecnologías de vanguardia, incluida la inteligencia artificial (IA), con consecuencias que, sin duda, darán forma a la dirección futura de la humanidad. Puede ser increíblemente difícil encontrar maneras de maximizar los beneficios y reducir al mínimo los daños de estas nuevas herramientas.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, toma en serio esta dualidad. Considera que las nuevas tecnologías pueden generar un cambio positivo aunque también pueden desatar un daño grave. Al menos esto es lo que afirmará su estrategia sobre las nuevas tecnologías, próxima a ser lanzada.

Consciente de que el mundo depende cada vez más de una amplia gama de nuevas tecnologías (a menudo descrita como la “cuarta revolución industrial”), la ONU se está preparando para hacer lo que mejor hace: emitir nuevos informes y crear comités para reflexionar sobre el tema.

La estrategia del secretario general exige ampliar la base de conocimientos de la organización sobre las nuevas tecnologías, especialmente en lo que se refiere a sus áreas centrales de trabajo: paz y seguridad internacional, desarrollo y derechos humanos.

También recomienda que la ONU intensifique los esfuerzos de innovación, designe defensores expertos en tecnología, convoque a un panel de líderes de los sectores privado, público y sin fines de lucro, y acelere el aprendizaje entre los Estados miembros de la ONU. El jefe de la ONU ya notificó a las agencias y les solicitó que amplíen la innovación.

Todas estas son buenas noticias, siempre, claro, suponiendo que la ONU y su secretario general tengan los recursos y la capacidad de ejecución.

Guterres ya está aportando un enfoque urgente dentro de la organización. Ha reconocido algunas de las “incógnitas conocidas”: que todavía hay relativamente poca conciencia y comprensión de la tecnología, tanto antigua como nueva, en todo el sistema de la ONU.

La primera orden de su oficina, entonces, es expandir la alfabetización digital en toda la organización. Y al tiempo que expresa humildad, la nueva estrategia también es ambiciosa. Entre otras cosas, tiene la intención de utilizar nuevas tecnologías para acelerar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030. También busca fortalecer la capacidad de los Estados miembros para interpretar las oportunidades y los riesgos de las nuevas tecnologías, al fomentar la cooperación sobre principios, valores y normas.

La estrategia ofrece una serie de principios generales para enmarcar cómo las Naciones Unidas (y sus Estados miembros) podrían pensar en nuevas tecnologías. Estos principios están firmemente arraigados en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y están destinados a ayudar a moldear de manera positiva el debate actual y futuro sobre las nuevas tecnologías.

Guterres insiste en que estos debates deben ser integradores y transparentes. Considera asimismo que el diseño y la implementación de nuevas tecnologías deberían estar orientados a promover la paz, el desarrollo sostenible y los derechos humanos. La ONU hace tiempo que suscribió el principio de precaución: evitar hacer daño no intencionado.

Entonces, ¿qué puede hacer la organización a continuación? El secretario general de la ONU no necesita convencerse: ya ha hecho que el compromiso con las nuevas tecnologías sea uno de los principales pilares de su mandato.

Además, ya se ha experimentado de manera considerable dentro de la ONU, especialmente entre organismos humanitarios y de derechos humanos, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, ONU Mujeres y el Programa Mundial de Alimentos, entre otros. Aún así, se puede hacer mucho más.

Aquí presentamos seis “impulsos”, algunos de ellos ya delineados en la próxima estrategia, para que las cosas avancen aún más rápido.


1. Aumentar la exposición de las Naciones Unidas y la comprensión de las nuevas tecnologías
La ONU no es una organización innovadora, ni debe tratar de imitar a los actores privados y no gubernamentales que trabajan con las nuevas tecnologías. Eso no significa que no debe ayudar a crear conciencia. Algunos organismos de las Naciones Unidas, incluida la Oficina de Asuntos de Desarme, el Instituto de Investigación sobre Desarme (UNIDIR), la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, la Oficina contra la Droga y el Delito y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), han adquirido experiencia real.

Sin embargo, son necesarias nuevas formas de trabajo, que incluyen pensar en procesos más ágiles que puedan mantener el ritmo del cambio tecnológico. La nueva estrategia fomenta la creación de un laboratorio de innovación, probablemente para complementar la iniciativa Global Pulse junto con un representante de tecnología, para promover una mejor comprensión, una mejor colaboración y nuevos modelos de asociación con los Estados miembros y otros actores.

2. Llevar la discusión sobre la innovación y las nuevas tecnologías a todos los Estados miembros de la ONU
Existen interpretaciones y capacidades muy diferentes entre los países para aprovechar las nuevas tecnologías. Mientras algunos están construyendo grandes ciudades inteligentes, otros todavía están trabajando para ofrecer los servicios más elementales. Los organismos de las Naciones Unidas, en asociación con colaboradores privados y sin fines de lucro, pueden ayudar a acelerar la transferencia de conocimientos sobre “lo que funciona” a través del intercambio de información, la sensibilización y la difusión de buenas ideas con una trayectoria demostrada.

Los recientemente establecidos bancos de tecnología para el logro de los ODS y la asociación con IBM del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo para aplicar la inteligencia artificial a fin de evaluar los planes nacionales de desarrollo son un buen comienzo. Un número de equipos nacionales de la ONU ya está incorporando las ideas más recientes sobre nuevas tecnologías en la financiación del desarrollo y los planes de acción de desarrollo.

3. Evaluar los procesos normativos, regulatorios y de cooperación vigentes y emergentes para aprovechar las oportunidades y disminuir los riesgos que plantean las nuevas tecnologías.
Los organismos normativos de la ONU no pueden, y probablemente no deberían, tomar la iniciativa en el establecimiento de normas, reglas y estándares en todas las agendas tecnológicas. En general, ya se están llevando a cabo importantes trabajos fuera de la ONU: desde el papel principal de la comunidad tecnológica en la elaboración de estándares y protocolos de Internet hasta campañas dirigidas por la sociedad civil contra los llamados “robots asesinos”, así como principios y códigos de conducta voluntarios desarrollados por ingenieros de biotecnología y otros actores.

La ONU debe encontrar la manera de apoyar y permitir procesos prometedores, y al mismo tiempo hacer realidad aquellos que están atascados pero que aún pueden ser relevantes. Se espera que un panel que se presentará en breve, copresidido por un empresario de renombre mundial y un importante filántropo, ayude a fomentar estos objetivos, particularmente en lo que se refiere a los nuevos desafíos asociados con los avances en la tecnología.

4. Apoyar a los Estados miembros para hacer frente a las amenazas más inmediatas que plantea el uso malintencionado de las TIC y las nuevas tecnologías para la paz y la seguridad internacionales
Desde la década de 1990, la Asamblea General de la ONU ha servido como plataforma para que los estados debatan estos temas. Por ejemplo, una serie de grupos de expertos gubernamentales acordó la aplicabilidad del derecho internacional al ciberespacio, recomendó normas sobre el uso estatal de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y ayudó a construir confianza y medidas de cooperación para reducir el riesgo de conflicto derivado de su uso indebido. A pesar de enfrentar contratiempos, estos procesos generaron resultados importantes y pueden servir como un marco para la estabilidad mundial.

Mientras tanto, es necesario redoblar los esfuerzos para abordar los desafíos planteados por las armas letales autónomas y los riesgos emergentes asociados con los avances en biotecnología. Ciertamente, los cálculos geoestratégicos enmarcarán las decisiones de los estados sobre si cooperar o competir.

Después de todo, estas tecnologías están dando forma a una gran estrategia: el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que “quien gane en inteligencia artificial gobernará el mundo“, mientras que China ha publicado un plan nacional de “liderazgo en inteligencia artificial” para 2025 y “dominio” para 2030, y Estados Unidos y la Unión Europea están siguiendo su ejemplo. La realidad es que la ONU y su secretario general deben ser especialmente cuidadosos al abordar muchos de estos temas.

5. Profundizar en la comprensión de los efectos de las nuevas tecnologías en el desarrollo sostenible y los derechos humanos
Muchas nuevas tecnologías ofrecen la posibilidad de acelerar y aumentar las oportunidades, el crecimiento y el bienestar. Sin embargo, también pueden alterar negativamente los mercados y los puestos de trabajo, socavar la privacidad y las libertades digitales, y ser utilizadas con malas intenciones.

Tomemos el caso de las redes sociales, que pueden conectar a las personas pero también incitar al odio, facilitar la explotación sexual infantil y socavar los procesos democráticos. O consideremos la automatización masiva y la robótica, que pueden crear mayores economías de escala al tiempo que contribuyen a un desempleo significativo.

La ONU puede colaborar al ayudar a los estados y las sociedades a anticipar y mitigar los efectos negativos de las nuevas tecnologías. Un buen ejemplo de esto fueron las cumbres AI for Good (Inteligencia Artificial para el bien) de la UIT en 2017 y 2018.

6. Desarrollar un compromiso más sofisticado con el sector privado
Las nuevas tecnologías de punta generalmente no están diseñadas ni desarrolladas por los Estados nación. Son el sector tecnológico y las comunidades de investigación —no los gobiernos— los que marcan el ritmo, incluso cuando se trata de establecer las bases para una regulación formal o autorregulada.

Sea testigo de los principios de Asilomar, los nuevos principios de la inteligencia artificial de Google o los estándares IEEE, entre otras directrices voluntarias. Un número reducido de entidades privadas está tomando las decisiones éticas clave con repercusiones trascendentales para la humanidad.

Ahora bien, las empresas de tecnología tienen gran interés en interactuar con la ONU. Comprenden que es fundamental la igualdad de condiciones a nivel mundial para no ser excluidos ni rehenes de estados poderosos. Al ofrecer sus servicios para convocar a los protagonistas y crear consenso, la ONU tendrá que intensificar su juego. Para ello, será necesario un importante cambio organizacional y cultural, y más del tipo de eventos que el UNIDIR, la Universidad de las Naciones Unidas y el Instituto Internacional de la Paz ya han celebrado.

En conjunto, estos seis pasos equivalen a un plan de acción conservador. Esto no resulta sorprendente: el deseo por las nuevas agendas prioritarias es relativamente limitado entre los Estados miembros de la ONU, y la organización tendrá que luchar para afianzarse en muchos frentes. Algunos de los principales contribuyentes de la organización se están retirando, aunque un puñado de estados más pequeños y más avanzados tecnológicamente muestra más entusiasmo.

La nueva estrategia del secretario general no cambiará radicalmente el juego. No obstante, Guterres habla seriamente acerca de reunir a personas relacionadas con el diseño, el desarrollo y la implementación de nuevas tecnologías para ayudar a promover la misión principal de la ONU y evitar el bloqueo de la desigualdad y los desequilibrios de poder. Entiende que ello requerirá formas nuevas y creativas de trabajar con personas externas. Si bien muchos actores del sector privado están dispuestos a colaborar con la ONU, se resisten a enredarse en procesos burocráticos. Es esencial apoyar los esfuerzos para poner a prueba las nuevas tecnologías y experimentar con nuevas respuestas regulatorias.

El secretario general de la ONU puede desempeñar un papel fundamental en la defensa del desarrollo basado en principios y la aplicación de nuevas tecnologías. Puede fomentar el conocimiento y promover el cumplimiento de las normas y principios vigentes y emergentes. Puede abogar por estándares de ética básicos en el diseño, el desarrollo y la implementación de nuevas tecnologías. Puede gestionar asociaciones dentro y fuera del sistema para fortalecer el diálogo y una mayor cooperación en torno a las oportunidades y los riesgos de nuestra creciente dependencia digital. Además, la ONU puede —y ya lo está haciendo— crear alianzas en todo el sector de tecnología para abogar por soluciones más ágiles y aumentar las inversiones de impacto.

El camino por recorrer será difícil. Existen obstáculos estructurales, en especial en la manera en que el sistema de las Naciones Unidas está organizado jerárquicamente. Es mérito del secretario general que estos temas sean una prioridad: tiene un plan de trabajo y el trabajo está en marcha. Necesitará toda la ayuda que pueda reunir.

Este texto fue publicado originalmente en World Economic Forum, con quien Alto Nivel tiene una alianza de intercambio de contenidos.

* Robert Muggah es cofundador del Instituto Igarapé y Grupo SecDev.

* Dra. Camino Kavanagh, del Departamento de Estudios de Guerra, King's College London, King’s College London.

Tomado de: https://www.altonivel.com.mx