lunes, 16 de julio de 2018

NORTON Y KAPLAN: DOS REFERENTES PARA UN MODELO ÚNICO EN LA GESTIÓN DE LA ESTRATEGIA


Cuando hablamos de estrategia empresarial, es común que nos vengan a la mente diferentes conceptos y acepciones que están muy ligadas a herramientas, modelos y autores. 

Trabajamos con ideas como KPIs (key Performance Indicators), mapa estratégico, Peter Drucker, línea estratégica, visión, misión, Alfred Chandler, valores, liderazgo, CMI o BSC de Norton y Kaplan, las 5 fuerzas de Porter, planeamiento estratégico, y muchas otras más.


Balanced Scorecard


En este artículo nos vamos a centrar en el surgimiento de un modelo de gestión como es el Cuadro de Mando Integral o Balanced Scorecard a través de la historia de las personas que lo han desarrollado: Norton y Kaplan.

Norton y Kaplan, ambos de origen americano, son una referencia en el mundo de la estrategia y la gestión de la misma a través de la contribución que realizaron al mundo empresarial con su modelo implementación de la estrategia. En 2007 fueron considerados votados en el puesto número 12 del racking de pensadores más influyentes del mundo del Sun Top Media’s “Thinkers 50”.


David P. Norton obtuvo, a comienzos de los años 60, su licenciatura en Ingeniería Eléctrica en el Instituto Politécnico de Worcester. Posteriormente, continuó sus estudios en la Florida obteniendo una Maestría en Investigación de Operaciones en el Instituto de Tecnología y un MBA (Maestría en Administración de Empresas) en la Universidad Estatal. Finalmente, obtuvo su Doctorado en Administración de Empresas en la Harward University, una de las instituciones educativas más reputadas y referente y pionera en el campo de la estrategia empresarial.

La carrera profesional de David Norton ha estado ligada de forma muy estrecha al mundo de la consultoría. Cofundador con Richard Nolan de la firma Nolan, Norton & Co en 1975 (adquirida en 1992 por KPMG Peat Marwick). Cofundador y Presidente de Renaissance Solutions, Inc. Cofundador, Presidente del Consejo Asesor y Director del Grupo Palladium.

Entre sus diferentes trabajos obtenemos conceptos y frases destacadas como “Una característica distintiva del sistema de gestión integral es su vínculo explícito entre la estrategia a largo plazo y las operaciones diarias”, que nos muestra su visión como consultor de la conjunción de diferentes límites temporales en la ejecución de la estrategia.

Robert Samuel Kaplan comparte con Norton sus inicios en el mundo de la Ingeniería Eléctrica, hecho muy importante que les llevó a trabajar en la consultoría para ese sector. Obtuvo su licenciatura en esta materia en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) donde también obtuvo la Maestría en Ingeniería Eléctrica. En la Universidad de Cornell obtuvo el Doctorado en Investigación de Operaciones además de atesorar diversos Doctorados Honorarios en las universidades de Stuttgart (Alemania), Lodz (Polonia) y Waterloo (Bélgica).

En contraposición a su coautor del Balanced Scorecard, Kaplan ha desarrollado su labor profesional en un ámbito más academicista. Fue decano de la Carnegie-Mellon University desde 1977 hasta 1983, momento en el cual se trasladó a la Harward Business School en la que fue nombrado Profesor de Desarrollo de Liderazgo. Suya es la frase “Sin un fuerte y visionario liderazgo, ninguna estrategia será ejecutada con eficacia.”

Ha recibido diferentes reconocimientos, la mayoría de ellos ligados a la contabilidad de gestión, a través de diversas organizaciones de reputado nombre.

De la conjunción de las dos mentes de Norton y Kaplan surgió el concepto de Balanced Scorecard o Cuadro de Mando Integral, que fue seleccionado por los editores de la revista Harward Business Review como uno de las ideas más influyentes en el campo de la gestión de los últimos 75 años y que es el modelo utilizado por el 60% de las organizaciones de todo el mundo para poner en marcha su estrategia.

El sistema gerencial de Norton y Kaplan de 1992 tiene su origen en la percepción que obtienen ambos autores al realizar labores de consultoría en una empresa del sector eléctrico al realizar evaluaciones del desempeño. La conclusión a la que llegan es que la valoración de los logros de la organización va más allá de los números financieros que normalmente solo visualizan los gerentes para conocer el estado en el que se encuentra su empresa.

Desde esta afirmación, se dan cuenta de que se están perdiendo de vista muchos intangibles que forman parte de la organización, que contribuyen a su éxito y al establecimiento de ventajas competitivas frente a otras empresas, y que se gestionan e invierten en ellos en el día a día para la consecución de los objetivos a corto, medio y largo plazo.

Desgranan su modelo de gestión en cuatro perspectivas interrelacionadas entre sí: Financiera, de Clientes, de Procesos y de Aprendizaje e Innovación. El BSC permite observar cómo desde algo tan intangible como las capacidades, habilidades, conocimientos o formas de trabajar, se puede impulsar que los clientes vean satisfechas sus necesidades y expectativas y los resultados financieros acaben llegando.

Cada perspectiva cuenta con sus objetivos específicos interrelacionados entre sí por relaciones causa-efecto que son “medidos” dentro de las posibilidades de la intangibilidad de las materias a evaluar a través de indicadores o KPIs. Por ello, el BSC surge como una herramienta por y para la consecución de la estrategia.

De este modo, Norton y Kaplan hacen un planteamiento con el que sitúan a la gerencia desde un punto de visualización más global, con un foco principal en el largo plazo, en la visión de la organización, pero no olvidando que ese resultado es fruto del trabajo del día a día. Así, surge un modelo o herramienta revolucionaria en el campo de la estrategia, ya que ayuda a las organizaciones a conocerse mejor, a canalizar sus energías en lo importante y a poner en marcha de forma real su plan estratégico.

El trabajo de Norton y Kaplan no se ha quedado en el modelo expuesto en 1992. Desde entonces son numerosos los artículos y obras escritas en coautoría en las que han reflexionado sobre la estrategia y su puesta en marcha. Destaca su obra de 2008, The Execution Premium en la que abordan la difícil labor de la implementación de la estrategia.


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Tomado de: https://www.isotools.org/

ISO 19011, AUDITORIA PARA LOS SISTEMAS DE GESTIÓN, POR FIN ACTUALIZADA

Como sabemos, los sistemas de gestión ayudan a las empresas u organizaciones a alcanzar sus objetivos (energéticos, calidad, medioambiente…), por lo tanto, disponer de la norma ISO 19011, que es la encargada de auditarlos, puede resultar beneficioso para que su organización mejore.
Además de disponer de una norma que ayude a auditar los sistemas de gestión, en muchos casos es necesaria la figura del compliance officer para que se cumpla toda la normativa.

Este estándar internacional para auditar los sistemas de gestión se acaba de actualizar y, ahora, proporciona más indicaciones que nunca.

Los sistemas de gestión cada vez son más populares debido a que las organizaciones se dan cuenta de que se pueden utilizar para gestionar procesos que están relacionados con los objetivos que las empresas quieren alcanzar.

La lista de normas dirigidas a ayudar a las organizaciones a establecer sistemas de gestión efectivos es cada vez más larga. Entre ellos, podemos encontrar desde los sistemas de gestión de calidad o energía hasta la seguridad alimentaria o vial.

¿Por qué es necesaria ISO 19011?

La organización ISO ha publicado unas 70 normas sobre sistemas de gestión por sí misma. Estos estándares se han publicado aprovechando la experiencia internacional de la organización y para ayudar a las empresas a que actúen de una mejor forma que les permita ahorrar dinero y crear una ventaja competitiva.

Es decir, aunque estas normas son de carácter voluntario, proporcionan grandes beneficios, por lo que muchas organizaciones querrán disponer de alguna de esas normas, y, la norma ISO 19011 es necesaria para auditar estos sistemas de gestión.

Para conseguir los mejores resultados de un sistema de gestión y asegurar la mejora continua es necesario que se realicen auditorías (teniendo en cuenta lo establecido por ISO 19011). Y esto, no es una tarea sencilla, ya que la mayoría de las organizaciones disponen de varios sistemas de gestión implementados.

Estamos hablando mucho sobre normas ISO y quizá debamos hacer un inciso para nuestros lectores que no sepan con exactitud qué son las normas ISO y para qué sirven.

¿Qué hace ISO 19011?

Sin embargo, la norma ISO 19011, que da Directrices para la auditoría de sistemas de gestión, ofrece un enfoque uniforme y armonizado que permite una auditoría eficaz en múltiples sistemas al mismo tiempo.

Denise Robitaille, presidenta del comité del proyecto de ISO que revisó el estándar, dijo que la norma ISO 19011 se actualizó para asegurar que siguiesen proporcionando directrices efectivas para abordar los cambios en el mercado, la evolución de las tecnologías y sobre los nuevos estándares publicados o revisados recientemente.

Opiniones de Denise Robitaille

Otro de los cambios principales de la versión de 2018 de la norma ISO 19011 incluye la adición de un enfoque basado en riesgos sobre los principios de auditoría para demostrar la mejora de los sistemas de gestión con ese enfoque de riesgo.

Hay consejos sobre la auditoría de riesgos y oportunidades, así como información sobre la aplicación de pensamiento basado en riesgos para el proceso de auditoría.

Además, Denise Robitaille también indica que la orientación se ha ampliado en varias áreas, como la gestión de un programa de auditoría y la realización de una auditoría.

Tomado de: https://www.isotools.or