jueves, 2 de julio de 2020

CARACTERÍSTICAS, HERRAMIENTAS E INDICADORES DE CALIDAD EN LOS SERVICIOS DE SALUD

En los últimos años, el usuario de los servicios de salud de países en creciente desarrollo como Colombia, México, Chile o Perú ha sufrido una gran evolución, tornándose mucho más exigente e informado de sus derechos y opciones de tratamiento. 

Este nuevo contexto está provocando un creciente interés por adaptar herramientas para mejorar la gestión sanitaria, como los modelos de acreditación.

En este sentido, los modelos de gestión pueden ser de gran ayuda como referencia y base metodológica a la hora de aplicar acciones de gestión de calidad en los distintos centros de salud públicos y privados: hospitales, clínicas, centros de atención primaria, etc.
Herramientas de gestión en salud

Para poder ofrecer servicios de calidad, que no defrauden las actuales expectativas de los usuarios, los centros de salud deben mejorar su gestión, tratando de conseguir la calidad total mediante sistemas de mejora continua que ayuden a alcanzar la excelencia.

Una de las principales herramientas metodológicas para optimizar la gestión sanitaria son los Modelos de Excelencia (Modelo de Acreditación en Salud, Modelo JCAHO o Modelo EFQM, entre otros). Estos modelos tienen tres utilidades principales:
  • Sirven como mecanismo de detección de problemas y errores.
  • Facilitan la implantación de áreas de mejora.
  • Permiten la autoevaluación, a través del la comprobación de los resultados obtenidos mediante la selección de los indicadores adecuados.
Indicadores de calidad asistencial

Entre los profesionales del ámbito sanitario y los pacientes se está produciendo una reflexión en relación a la gestión de la calidad y, sobre todo, cómo medirla y valorarla, existiendo visiones distintas, y también algunos desacuerdos, sobre la forma ideal de evaluar y enfocar dicha calidad.

Pese a todo, es posible distinguir una serie de indicadores aceptados por la mayoría como válidos para valorar la gestión sanitaria.

Satisfacción del cliente

El principal indicador de la calidad sanitaria o asistencial es la satisfacción del cliente, en esto no se diferencia a ningún otro servicio. Pero se ha de ser consciente de que la satisfacción al cliente en salud es más difícil de conseguir que en otros ámbitos o servicios.

La salud es un tema muy sensible, donde a veces no se presenta una segunda oportunidad para solucionar un mal servicio inicial. La primera impresión es la que cuenta, y a veces la única. Por ese motivo, en salud cobra una gran importancia el logro de la máxima calidad a la primera, superando además dificultades de todo tipo, como puede ser la imposibilidad de realizar la prueba diagnóstica más adecuada por falta de tiempo o medios en un momento determinado.

Accesibilidad

Nivel de facilidad con que los pacientes pueden obtener distintos cuidados médicos, con independencia de barreras geográficas, de horarios o cualquier otra circunstancia.

En este tema es muy importante, a la par que complejo, alcanzar un equilibrio en la organización que permite el acceso al máximo número de servicios posibles a toda la población, aunque siempre ciñéndose a las infraestructuras, medios técnicos, recursos humanos y presupuestos disponibles.
Los Modelos de Excelencia son herramientas metodológicas para optimizar la gestión sanitaria.
Disponibilidad

Es un indicador ligado al anterior que hace referencia al estado operativo de los servicios sanitarios de cualquier especialidad o naturaleza.

La meta ideal es que todos los ciudadanos puedan disponer de cualquier tipo de terapia o cirugía de manera inmediata y en el momento en que lo precisen.
Competencia profesional

La salud debe contar con los profesionales mejor formados, tanto a nivel asistencial como organizativo para, entre todos, conformar un sistema efectivo, eficiente y seguro.

Por lo tanto, para poder ofrecer servicios de calidad, a la altura de las actuales expectativas de los usuarios, los centros de salud deben reunir las siguientes características: ser eficaces, eficientes, seguros y ofrecer un servicio adecuado a la demanda con el máximo nivel de disponibilidad y una óptima accesibilidad.

Tomado de: https://www.isotools.org/

ADIÓS A LOS JEFES, BIENVENIDO LOS LÍDERES

La estructura de trabajo ha cambiado. Empresas menos jerárquicas, rígidas y burocráticas dan paso a una cultura organizacional más cercana, ágil, y que busca mejorar la calidad de vida de sus colaboradores.

n 47% de las empresas a nivel mundial se esfuerzan en desarrollar líderes efectivos, según datos de la última encuesta sobre el Futuro de Recursos Humanos de Gartner 2019. La búsqueda de profesionales con habilidades de liderazgo, que integre e impulse equipos, se ha convertido en un verdadero desafío para las empresas.

Para la directora ejecutiva y fundadora de HK Human Capital – empresa consultora de executive search-, Leslie Cooper, los nuevos jefes ya no responden a factores de verticalidad, sino más bien las empresas buscan a profesionales que sepan comunicar, trabajar en equipo y gestionen un liderazgo constructivo. “Los líderes de hoy en día son más flexibles, cuentan con una capacidad de motivar, de involucrar, de hacer crecer a sus subalternos. Al mismo tiempo, poseen una capacidad de escucha activa y de valorar lo que la organización tiene que aportar”.

En el mundo de los recursos humanos, se suele distinguir los conceptos de jefes y líderes, aunque ambos poseen rangos de autoridad y están orientados al logro de metas y objetivos. Un líder será una persona que encabeza y dirige grupos, mientras que el jefe es quien posee un rol de autoridad para dirigir su trabajo o actividades.

Otro aspecto que los diferencia es el tipo de comunicación, siendo más cercana y directa en los líderes; el rango de influencia, motivación y compromiso que el líder pueda ejercer en sus colaboradores será vital para el cumplimiento de metas, ya que ven la ruta al éxito como un esfuerzo grupal en lugar de personal. Por ello, buscan compartir conocimiento y ser promotores de cambios.

“El rol del líder es de sacar lo mejor de cada integrante del equipo. Representa el desafío de lograr potenciar los distintos talentos y hacer que todos ellos apunten a los objetivos estratégicos de la organización”, agrega Cooper.
Actualmente las empresas saben que contar con líderes inspiradores, cercanos y que motiven a los equipos puede garantizarles el éxito y mejorar la productividad en la organización. Esto dado que hoy las generaciones más jóvenes requieren contar con liderazgos que les entreguen objetivos claros, que los inspiren y entreguen constante conocimiento. Por tanto, el desafío de las compañías está en retener este talento e involucrarlo en su quehacer.

“Hoy en día las empresas no sólo tienen la tarea de unicamente atraer talento, sino también involucrarlo y encontrar la manera de retenerlos en las compañías. Antes si bien era el candidato quien tenía que mostrar lo que ofrecía a la empresa, hoy las empresas también tienen que mostrar los beneficios que les traería a los candidatos trabajar con ellos", asegura Cooper.

También, detalla la directora ejecutiva de HK Human Capital, que las competencias que se miden hoy en día son bien distintas a las que se medían hace veinte años. "Las empresas buscan ser respetadas, y las personas desean trabajar en instituciones en las que se sientan orgullosos de ellas, con las cuales se pueda identificar, lo cual significa que ésta vaya de acuerdo con sus valores, cuestión que antes no estaba en la ecuación".

Se estima que al 2020, un 41% de los puestos de trabajo serán ocupados por profesionales de la generación, según datos de agencias especializadas en gestión de recursos humanos. Por tanto su arribo a las compañías ha generado importantes cambios en la estructura laboral en Chile y el mundo.

Los millenials son colaboradores, muy comprometidos en la medida que la empresa cuadre con lo que ellos andan buscando para su desafío laboral. Por lo tanto, aportan mucho a la innovación y se comprometen cuando se les ha dado una oportunidad. Están muy cercanos a las nuevas tecnologías, a valorar más a la persona, por lo tanto pueden ser un gran aporte en estos ámbitos. Por otro lado, ellos más que horas de trabajo, valoran los resultados y buscan medir satisfacción laboral en esta medida”, puntualiza la fundadora de HK Human Capital.

Tomado de: https://mba.americaeconomia.com/

LA HISTORIA Y EL FUTURO DE LA SERIE DE NORMAS ISO 9000

El número de empresas certificadas en alguna de la serie de normas ISO 9000 en el mundo ya pasan del millón. 

Se trata de organizaciones que han invertido en la implementación de sistemas de gestión de la calidad, algunas de ellas desde la aparición de la primera versión de las normas en 1987.

Hoy, 32 años después, la serie de normas ISO 9000 se convierte en el estándar de calidad más utilizado en el mundo. Conocer y comprender su origen, así como su proyección hacia el futuro, puede ser un aliciente más que allane el camino hacia la certificación.

Un poco de historia de la serie de normas ISO 9000

Corría el año de 1946, en un Londres que apenas empezaba a recuperarse de los horrores de la segunda guerra mundial. Allí, 65 delegados de 25 países se reunieron para consolidar el futuro de la estandarización internacional.

Como fruto de ese esfuerzo, un año después, en 1947, nace oficialmente ISO, contando en un inicio con 6 comités técnicos, cada uno de ellos especializado en una cuestión específica. Dos años después, ISO establece su sede principal en Ginebra; y para el inicio de la década de los 50, la Secretaría Central tenía 5 miembros.

En 1951 aparece la primera norma de ISO: ISO/R1:1951, sobre la temperatura de referencia estándar de las medidas industriales de longitud, que desencadenaría la que hoy conocemos como ISO 1:2002.

La primera edición de un estándar de calidad, de la serie de normas ISO 9000, aparece en 1987. Esta norma, desarrollada por el Subcomité 2 del Comité Técnico No. 176, presentó los requisitos para que las organizaciones pudieran satisfacer las necesidades de sus clientes y entregar productos o servicios conforme a sus expectativas.

En el año 2000, la serie de normas ISO 9000 se somete a una revisión destinada a simplificar su aplicación y orientarla hacia el principio de gestión de procesos. Es la primera vez que ese término aparece en la norma. Asimismo, aparece ISO 8402 para la Gestión de la Calidad y Control de Calidad como complemento a la serie 9000; y ese vocabulario también se incorpora en ISO 9000:2000.

Con aquella revisión, además, las iniciales ISO 9001, 9002 y 9003 son sustituidas por ISO 9001:2000. A su vez, ISO 9004-1, ISO 9004-2, ISO 9004-3 e ISO 9004-4 son reemplazadas por ISO 9004:2000. Posteriormente, en el año 2008, se revisa de nuevo ISO 9001, lo que vuelve a ocurrir en 2015, siendo este el estándar vigente hasta la fecha.

¿Cómo fue recibida por el mundo la serie de normas ISO 9000?

Quizás pocos de nuestros lectores recuerden los estándares de calidad inflexibles y rígidos, como MIL-Q-9858, y MIL-I-4208. Pues, los que los vivieron recibieron con alegría la aparición de la serie de normas ISO 9000, que consideraron revolucionaria y ajustada a las necesidades en materia de calidad de las organizaciones.

Desde un comienzo se hizo popular el lema “escriba lo que hace, haga lo que escriba y asegúrese de hacerlo bien.” Con esta frase se podría resumir el espíritu de la norma y su filosofía de funcionamiento.

La serie de normas ISO 9000, en su conjunto, han contribuido a internacionalizar el concepto de calidad y a crear una cultura que trasciende las fronteras y se instala en los rincones más apartados del planeta. Así, todas las organizaciones hablan el mismo idioma: el idioma de la calidad propuesto por la serie de normas ISO 9000.

El futuro de la serie de normas ISO 9000

Para garantizar la efectividad de la serie de normas ISO 9000, los estándares se mejoran continuamente, incorporando nuevas iniciativas para la gestión de la calidad. Una nueva revisión de las normas está en curso. Esta revisión conducirá a la publicación, a finales de 2021, de los nuevos estándares básicos.

Estas revisiones pretenden, entre otros, los siguientes objetivos:
  • Satisfacer las necesidades de los clientes en todos los niveles de la organización.
  • Lograr la compatibilidad ascendente con las versiones actuales de las normas y con otros estándares de ISO.
  • La adaptación a todos los tamaños de las organizaciones.
  • La consistencia de los enfoques de control de calidad y gestión de la calidad.
En la tercera década del siglo XXI, solo ISO 9001 e ISO 9004 sobrevivirán. E ISO 9004 continuará siendo una norma de recomendaciones, que no se puede utilizar en un contexto contractual, pero sí puede servir de base para la autoevaluación.

Tomado de: https://www.escuelaeuropeaexcelencia.com