jueves, 7 de abril de 2016

Los ODS ya son una realidad... ¿Y ahora qué?

Uno de los mayores desafíos será asegurarnos que los más pobres
y los más vulnerables se beneficien de estos nuevos tipos de
financiamientos para el desarrollo. Foto: PNUD Ecuador
Por  | Helen Clark*
Tenemos ante nosotros la tarea de conseguir que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se hagan realidad en un mundo que afronta diferentes tipos de crisis. 

Cabe preguntarse cuál es el propósito de los ODS en los países donde las familias han dejado sus hogares para huir del conflicto, donde el aumento del nivel del mar pone en riesgo vidas, medios de vida e infraestructura, y donde las economías se ven seriamente afectadas por los efectos de las epidemias o del terrorismo.

Sin duda, las repercusiones de estos fenómenos no se limitan a los países en los que se originan, ya que pueden extenderse a países vecinos o incluso más lejanos, arrastrando consecuencias regionales y mundiales que ahora constituyen obstáculos para muchos países, tanto del norte como del sur.

El carácter vinculante y exhaustivo de los ODS pone a prueba nuestra capacidad para identificar puntos de partida en diversos contextos, y para ocuparnos de los graves obstáculos que deben eliminarse si queremos que nadie se quede atrás.

Hay cuatro aspectos fundamentales para lograr los ODS:

1. Un fuerte sentido de la propiedad nacional y del liderazgo: dar cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) demostró que los determinantes del progreso más importantes incluyen un sólido liderazgo, comprometido con los objetivos mundiales y con las instituciones de gobernanza proactivas y competentes a niveles nacional y local, para garantizar que el programa mundial se traduzca en estrategias nacionales, presupuestos y acciones. Más que nunca, tenemos que colaborar estrechamente para ayudar a fortalecer las capacidades, independientemente del contexto nacional.

2. Coaliciones activas e intercambio de conocimientos: la Agenda 2030 deberá recurrir a soluciones y experiencias de los países, grupos y sectores interesados. El mundo actual ofrece nuevos y diversos recursos y tecnologías.

3. Recursos fiables: la Agenda de Acción de Addis Abeba 2015 destaca que la financiación para el desarrollo requiere mucho más que la ayuda tradicional para el desarrollo. Los países necesitarán obtener todo tipo de financiación, ya sea pública y privada, nacional o internacional, o relacionada al medio ambiente y al desarrollo. Una tarea de suma importancia será velar por los más pobres y vulnerables y que la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) se utilice de manera catalítica para recabar financiación nacional complementaria.

4. Seguimiento y evaluación firmes: la Agenda 2030 desafía a cada país a lograr el progreso. Los mecanismos de rendición de cuentas sólidos e información transparente están entre los requerimientos mínimos para diseñar, monitorear y evaluar los avances logrados para hacer realidad los ODS.  

La Agenda 2030 fue aprobada por 193 gobiernos, pero estos no pueden promoverla por sí solos, pues se requiere liderazgo del sistema multilateral. El PNUD, en colaboración con el Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo, pone en práctica un enfoque para la aplicación de los ODS, que llamamos MAPS (estrategia de integración, aceleración y apoyo a las políticas). El resultado esperado es que el sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo trabaje en los países para:

• aplicar la agenda a niveles nacional y local (integración);

• utilizar los recursos para eliminar los obstáculos del desarrollo sostenible (aceleración);

• lograr que los conocimientos especializados de las Naciones Unidas estén disponibles de manera efectiva y coherente (apoyo a las políticas).

El PNUD, en calidad de organización de las Naciones Unidas especializada en el desarrollo, está en posición de realizar su labor para apoyar a gobiernos con el fin de impulsar los ODS, promover el compromiso de los ciudadanos y establecer alianzas amplias necesarias para el logro de los ODS. Asimismo, apoyaremos los procesos de evaluación a nivel mundial, así como la implementación de informes relativos a los ODS a nivel nacional. 

Tomado  de:  http://www.latinamerica.undp.org

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