miércoles, 26 de octubre de 2016

¿QUÉ LÍDERES QUIERE EL PAÍS?

Los colombianos quieren tener líderes eficientes, pero no autoritarios, que les presten más atención a las soluciones de los problemas urgentes que a las políticas de largo plazo. 
Esa es una de las principales conclusiones a las que llega el primer estudio sobre liderazgo en el país, recién finalizado por el Centro de Liderazgo Público (CLP) de la Universidad de los Andes, con el apoyo de la Fundación Liderazgo y Democracia.

La investigación, que se apoya en una compleja encuesta realizada por Cifras y Conceptos a 1.101 habitantes de Bogotá, Medellín y Barranquilla, llega a conclusiones que trascienden el lugar común según el cual los colombianos están cansados de los políticos. Estas son las ocho principales.

1. No hay consenso sobre los problemas del país

Según la investigación, los colombianos no han logrado ponerse de acuerdo sobre cuáles son los principales asuntos que los angustian. Si bien la inseguridad es el problema que más mencionan, representa menos de una cuarta parte de las preocupaciones de las personas consultadas. El desempleo y la salud ocupan el tercer y cuarto puestos, mientras que la educación, la corrupción y los problemas de movilidad preocupan por igual a los colombianos. Para Maite Careaga, directora del CLP, que ni siquiera la mitad de los habitantes coincida en cuál es el principal reto nacional, pone en evidencia que “no hay prioridades claras en los temas en que se debe trabajar, lo cual dificulta la toma de decisiones públicas. Si no coincidimos en cuáles son nuestros problemas, difícilmente coincidiremos en definir a dónde vamos como país”.

2. La gente quiere menos caudillos y más demócratas

Contrario a lo que podría pensarse, los colombianos rechazan el autoritarismo y prefieren actores políticos que planteen discusiones, busquen consensos, consulten las decisiones y planteen la búsqueda consensuada de soluciones a los problemas. En otras palabras, no están de acuerdo con que quienes gobiernan tomen medidas unilaterales sin deliberar con la ciudadanía o sus representantes. “No es cierto que los caudillos tengan un espacio garantizado”, dice Álvaro Forero, director de la Fundación Liderazgo y Democracia.

Pero la evidencia más delicada que arroja la medición, tiene que ver con que a tres de cada cuatro personas no les gusta el tipo de liderazgo que se ejerce en Colombia y lo consideran autoritario. Paradójicamente, en un país de alianzas y acuerdos, solo el 22 por ciento de los encuestados creen que sus líderes están dispuestos a lograr consensos.

3. Los colombianos prefieren atender lo urgente a solucionar lo importante

Para la mitad de los encuestados, los mejores líderes tienen la capacidad de solucionar el día a día, más que visionar el largo plazo. A manera de ejemplo, les preocupa más donde vivirán los guerrilleros desmovilizados, que construir una paz de largo plazo; o atender a los indigentes del Bronx en Bogotá, que diseñar una política eficiente para tratar a los habitantes de calle. Según expertos como Antanas Mockus, Claudia López y Carlos Caballero, quienes participaron en una de las etapas del estudio, “en el país se concibe el liderazgo político como una estación de bomberos, que solo apaga incendios”.

Adicionalmente, los colombianos esperan que el líder solucione los problemas y, aunque rechazan el autoritarismo, prefieren delegar las soluciones a participar de ellas. “En el ejemplo de la movilidad de las ciudades, por ejemplo, esta respuesta es delicada. Los ciudadanos sienten que el alcalde debe solucionar los trancones, y que ellos no tienen nada que ver con el problema”, dice Careaga.

4. Los líderes no nacen, se hacen

Que siete de cada diez encuestados consideren que los líderes se deben más a su trayectoria que a su cuna de origen, permite pensar que los colombianos están agotados con los ‘delfinazgos’. Esta hipótesis se corrobora por el hecho de que la mayoría de los encuestados cree que son más importantes las acciones que realiza un líder, que su carisma o carácter.

5. El Congreso y los políticos importan más que los actores

En contraste con los bajos niveles de credibilidad del Congreso, sorprende que el 45 por ciento de los encuestados considere que en el Congreso se ejerce liderazgo. Y a pesar de que la academia insiste en que la sociedad civil colombiana aún es débil, uno de cada dos colombianos cree que las fundaciones y ONG son las que más liderazgo tienen en el país, seguidas por los medios de comunicación.

El escepticismo con la política no es suficiente como para que la gente deje de valorar la importancia del Poder Legislativo. Así, el 98 por ciento de las personas que respondieron la encuesta, creen que el Congreso debe seguir funcionando. Eso sí, con mejores líderes.

La otra sorpresa en este tema es que los colombianos prefieren seguir a un líder político que a un cantante, un deportista o una actriz. Así, por cada diez encuestados que siguen las actividades de un dirigente y se inspiran en su actuar, sólo hay uno que dice seguir a un actor.

6. Lo nacional importa más que lo local

Las teorías sobre cómo la globalización transforma la política, que dicen que con el paso del tiempo a la gente le importa más el futuro de su ciudad que el de su país, quedan reevaluadas con esta conclusión. Así, los encuestados identifican con mayor facilidad problemas nacionales y le ponen más atención al gobierno del país que a los alcaldes.

7. Primero yo, segundo yo y tercero yo

A pesar de que los colombianos consideran que el liderazgo es importante, reconocen que ellos mismos no ejercen liderazgo en sus comunidades, y que en el último año no han hecho nada para que otros cumplan las normas. No han convocado a otros a asumir responsabilidades y no han denunciado hechos de corrupción a pesar de sospechar que existen. Esto tiene que ver con que ocho de cada diez personas afirman ser líderes en ámbitos de la vida privada como la familia, el círculo de amigos y el trabajo, y ejercer poco liderazgo en el barrio, la localidad o la ciudad.

8. Confianza en algunos temas

Los colombianos consideran que los líderes políticos funcionan mejor en unos temas que en otros. Así, uno de cada cinco colombianos confía en el liderazgo ejercido en temas de educación, y poco más del 10 por ciento confía en las decisiones que toman los gobernantes en medioambiente, primera infancia y salud. A pesar de que esas cifras son bajas, no lo son tanto como las que reflejan la desconfianza que existe en el manejo de la pobreza, el desempleo, la inseguridad, el conflicto armado, la inseguridad y la corrupción.

Tomado de: http://www.semana.com/

No hay comentarios.: