sábado, 12 de noviembre de 2016

IMPORTANCIA DE LA GESTIÓN DEL CAMBIO

Llevar a cabo una correcta gestión del cambio puede ayudar a que este cambio, renovación o innovación sea un éxito.

A menudo hablamos de la necesidad de que las empresas mejoren y se adapten a las características del mercado, expectativas de los clientes, proveedores y personal interesado, así como que flexibilicen la organización, innoven de forma constante, etc., pero no ponemos la adecuada relevancia en el factor que se encuentra intimimamente relacionado: la gestión del cambio.

Debemos considerar esta gestión del cambio como un aspecto esencial que va a intervenir activamente en la manera en la que las empresas afrontan los cambios, renovaciones e innovaciones.

En este post vamos a exponer la relevancia que tiene la gestión del cambio, así como los pasos que se podrían llevar a cabo a la hora de introducir los cambios para que la resistencia sea mínima.

La importancia de la gestión del cambio.
No solo se debe de tener en cuenta la necesidad de cambio sino que se deben realizar los pasos correctos para garantizar el éxito.
El cambio, si seguimos una definición muy general, se puede considerar como una alteración de la estrategia o diseño organizativo de la empresa con el objetivo de que los miembros de esta cambien su forma de realizar una actividad, relacionarse con sus compañeros y superiores, etc.

A la hora de verlo desde la teoría es fácil comprender la importancia del cambio y de su correcta gestión, pero en el momento de trasladarlo a la vida diaria de las organizaciones la cosa cambia. La realidad es que, a pesar de que muchas empresas comprenden y llevan a cabo numerosas actividades de cambio, innovación o mejora, una gran parte de ellas no le dan importancia a la gestión de este cambio y la necesidad de llevar a cabo una gestión eficaz para favorecer la flexibilidad y la capacidad de respuesta rápida a nuevas situaciones cuando sea preciso.

Es habitual que los directivos de una empresa tengan muy claro que se debe llevar a cabo cambios en la organización pero fallan a la hora de realizarlos. Y es que no solo es necesario tener claro que hay que hacer cambios en aspectos como, por ejemplo, la estrategia, diseño organizativo y tecnología para mejorar, adaptarse o anticiparse a las necesidades o situaciones externas de la empresa, sino que se tiene que tener claro que proceso hay que llevar a cabo, estar planificado, ser comunicado a todos los que participan y van a verse afectados por este, etc.

Si no se realizar correctamente esta gestión podemos encontrarnos con una situación en la que un cambio bien visualizado y que supone una gran ayuda a la empresa en variados campos, por lo que es altamente necesario, fracase al verse reducidas drásticamente sus probabilidades de éxito.

El factor de la resistencia al cambio.
La resistencia al cambio es inherente a este ya que cualquier cambio va a provocar una resistencia mayor o menor dependiendo de las medidas adoptadas.
 Cuando hablamos de la gestión del cambio tenemos que hacer referencia a otro factor que va a ser relevante para alcanzar las metas marcadas: la resistencia al cambio. Y es que cualquier factor de cambio va a provocar una resistencia por parte de aquellas personas que tienen que llevarlo a cabo ya que obliga a salir de la zona de confort en la que se encuentran.

En muchas ocasiones esta resistencia viene originada por los miembros de la organización que perciben el cambio como un factor que va a reducir sus oportunidades profesionales, eliminar una posición que el empleado disfrutaba o aspiraba, reducir su poder de decisión y su relevancia en las actividades de la empresa, etc.

Es por esta razón que las empresas deben de tener muy claro que a la hora de realizar algún cambio se debe gestionar adecuadamente este para reducir la resistencia que se produce y no caer en diversos factores que dificultarán enormemente el éxito, como pueden ser los siguientes:

  • Falta de planificación estratégica y definición de objetivos a llevar a cabo con el cambio.
  • Mala comunicación interna.
  • Aparición de numerosos rumores sobre el cambio que generan nervios y dudas.
  • Disminución del rendimiento de los trabajadores.
  • Etc.
Es muy necesario realizar una estrategia y tener establecidos una serie de pasos que permitirán garantizar que el cambio es llevado a cabo de la forma más eficaz posible.

Pasos para llevar a cabo la gestión del cambio.
Una buena comunicación es esencial para que el cambio sea gestionado de forma eficaz.
 Debemos partir de la base de que para llevar a cabo una adecuada gestión del cambio se deben establecer unos buenos cimientos con la comunicación ya que esta permitirá que el cambio sea visto como necesario y transmitirá las razones por las cuales se va a llevar a cabo este.

Una correcta comunicación en la que se aporte la información adecuada sobre la situación y los objetivos que la empresa plantea y por los que hay que realizar el cambio resulta esencial y es donde muchas empresa fallan al cometer graves errores al transmitir excesiva información o muy poca provocando, en muchos casos, incertidumbre, desconfianza, rumores negativos, etc., que no solo no van a favorecer el cambio sino que van a afectar negativamente a toda la organización en todos sus factores, campos, procesos, proyección externa, etc.

Los pasos generales para introducir un cambio y gestionar este podrían ser los siguientes, aunque serán ampliados para algunas empresas o casos particulares y también se puede emplear la técnica de Empowerment:
  1. Concienciar sobre la necesidad del cambio.
  2. Llevar a cabo un diagnóstico sobre la situación que propicia la necesidad de ese cambio.
  3. Comunicar el cambio. En este punto es interesante realizar un plan de comunicación que permita difundir la visión, resultados esperados y objetivos del proyecto de cambio tanto a nivel interno como externo.
  4. Supervisar el cambio.
  5. Realizar los ajustes necesarios.
A lo largo de todo el proceso de cambio es necesario que se informe del estado de este a toda la organización, sobre todo a los afectados, así como a personas interesadas, de la misma forma que se debe dar un tiempo, que variará de una empresa a otra, para se acepte el cambio y este no debe ser concebido como una imposición sino que todas las personas deben integrarse en su necesidad y sus objetivos.

Debemos tener en cuenta, ya para finalizar, que una correcta gestión del cambio es esencial para que las decisiones que toma la organización den frutos y no se vean abocadas al fracaso.

Tomado de: http://www.sbqconsultores.es/

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