viernes, 12 de octubre de 2018

¿LA EXCELENCIA EMPRESARIAL ES UN GRAN RETO PARA LAS ORGANIZACIONES?

La excelencia empresarial es un conjunto de diferentes conceptos y metas que se encuentran destinadas a conseguir la máxima eficacia en la gestión para obtener los mejores resultados. 
La excelencia exige nuevos conocimientos y habilidades. Es necesario que las personas tengan la mente abierta a nuevas formas de pensar y relacionarse.

Las organizaciones que tengan un mayor control operativo son las más propensas a conseguir el reto que ofrece la excelencia empresarial. Las empresas que se encuentran en posición de incrementar sus capacidades para optimizar y diseñar sus procesos de negocio, serán cada día más eficientes.

La fórmula de la calidad total se fundamenta en los siguientes puntos básicos:
  • Orientación al cliente y orientación a resultados.
  • Liderazgo e implicación de las personas.
  • Aprender, innovar y mejorar de forma continua los procesos.
  • Generar alianzas estratégicas y la responsabilidad social.
El primer paso para alcanzar la excelencia empresarial es conocer cómo se realizan las cosas. Esto supone ofrecer visibilidad a todos los procesos de la organización, además de medir el desempeño de los recursos que han sido destinados a cada uno de ellos. Esto nos ofrece el conocimiento necesario para saber cuáles son las diferentes pautas y las decisiones estratégicas para comenzar a trabajar con confianza.

¿Cómo se debe implementar la cultura de la excelencia empresarial?

El diseño de la excelencia empresarial parte de la formulación de un nuevo modelo de gestión que ha sido destinado a integrar los elementos clave de las organizaciones:
  • Empresa
  • Procesos
  • Productos y servicios
  • Tecnología
Esto se puede conseguir gracias al liderazgo que impulse la mejora continua, la implicación de las personas, establecimiento de alianzas estratégicas y optimización de los diferentes recursos que se encuentran disponibles.

Hasta que los cambios producidos no tengan la suficiente madurez para que sean incluidos en las áreas de negocio, los primeros objetivos serán los de centrarse en los resultados más relevantes. Por este motivo destacan las organizaciones excelentes en cuanto a la orientación al cliente realizando una atención de mejor calidad.

¿Es el modelo EFQM una referencia?

El modelo más reconocido a la hora de fomentar la excelencia en las organizaciones es el European Foundation for Quality Management (EFQM). Esta fundación formula un modelo común en cuanto a la excelencia en Europa.

El modelo EFQM se encuentra basado en dos principios fundamentales, que son:
  • El análisis detallado del funcionamiento del sistema de gestión en la organización
  • La evaluación de cada una de las áreas según ciertos parámetros muy concretos
Propone nueve criterios de excelencia empresarial y diferentes reglas que permiten realizar la evaluación del comportamiento de la empresa con cada criterio. De los nueve criterios, cinco se denominan “agentes”:
  • Liderazgo
  • Política y estrategia
  • Personas
  • Alianzas y recursos
  • Procesos
Los cuatro restantes se denominan “resultados”:
  • Resultados en los clientes
  • Resultados en las personas
  • Resultados en la sociedad
  • Resultados clave

Los agentes son los responsables de los resultados, es decir, para cada criterio la organización deberá identificar todos los puntos fuertes y los puntos en los que se debe mejorar.

¿Cuáles son las claves en cuanto a la excelencia empresarial?

Conseguir la excelencia es un proceso largo y complicado. Será necesario contar con una gran motivación y perseverancia, además de tener un pensamiento crítico para reconocer cuales son los puntos débiles. El camino adecuado será concentrarse en las áreas de mejora, en los eslabones más débiles del sistema.

Los primero que se debe comprender es cómo se actúa en cada momento, es decir, recopilar toda la información sobre el funcionamiento que tiene cada procedimiento. Una vez realizado esto, ya se puede realizar el primer paso que sería definir los indicadores de control en cada área apoyando a la norma en cuanto a las decisiones de los colaboradores cuando detectan diferentes desviaciones.

Cuando se ha realizado el análisis de los procesos se pueden establecer las directrices para los cambios hacia una mejora continua, por ejemplo:
  • Evitar las sobrecargas de tareas que impidan el funcionamiento eficaz de alguna actividad.
  • Detectar todas las prácticas que resultan mucho más eficientes para implementarlas en otros procesos.
  • Promover la interacción del proceso para conseguir sinergias.
  • Optimizar la tecnología para elevar la eficiencia de todos los recursos.
  • Diseñar las iniciativas para buscar elementos que permitan crear valores diferenciados o ventajas competitivas.
La excelencia sólo se construye haciendo cosas, es decir, es necesario buscar las mejores soluciones para cada procedimiento e implementando un enfoque de mejora continua que optimice todos los recursos que se encuentran disponibles. Es necesario generar nuevas capacidades y habilidades, tanto tecnológicas como personales.

Debería ser una práctica constante, que permita mejorar cada día. No sólo en lo que se denomina sino para ampliar conocimientos e ideas. Las organizaciones que dominen sus procesos y tengan una motivación continua de mejora serán las que consigan las metas.


Tomado de: https://www.isotools.org/

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