martes, 24 de enero de 2017

LA TRANSICIÓN HACIA LA NUEVA VERSIÓN DEL SISTEMA DE GESTIÓN

A la hora de llevar a cabo la transición hacia las nuevas versiones de los sistemas de gestión revisadas, seguir los pasos de forma correcta es clave para alcanzar el objetivo.
Cuando hablamos de la revisión de los sistemas de gestión, como la norma ISO 9001, Sistema de Gestión de la Calidad, o la norma ISO 14001, Sistema de Gestión Ambiental, nos centramos en los aspectos relevantes de estos cambios y cómo van a afectar a las empresas que ya lo tienen implantado, sin embargo hay otro aspecto clave del que no debemos olvidarnos y que representa una tarea de gran relevancia para todas estas empresas: la transición de la anterior versión a la nueva.

En este artículo voy a tratar de este punto, explicando los pasos que a partir de ahora las empresas que tengan implantado un sistema de gestión deben comenzar a dar para adaptarse a las novedades.

Comprender la transición.
La realidad es que hasta septiembre del 2018 tenemos en el mercado conviviendo las dos versiones de la Norma ISO 14001, es decir, la versión del 2004 y la actual del 2015, siendo ambas igualmente válidas.
 Como en todo proceso de cambio, la transición es uno de los procesos clave y, sobre todo, complejo. Llevarla a cabo de forma correcta precisa tener un amplio conocimiento de los cambios a los que se enfrenta, las herramientas con las que se cuenta y los pasos a realizar, así como del objetivo final que se persigue.

En el caso de, por ejemplo el Sistema de Gestión Ambiental, Norma ISO 14001, la norma se publicó en septiembre del 2015, sin embargo este hecho no significa que obligatoriamente las empresas que disponen y certifican este sistema tengan que cambiar en la siguiente auditoría externa hacia la nueva versión. La realidad es que hasta septiembre del 2018 tenemos en el mercado conviviendo las dos versiones, es decir, la versión del 2004 y la actual del 2015, siendo ambas igualmente válidas.

Estos tres años hasta que, en el caso del sistema de gestión ambiental de forma definitiva la versión 2004 pase a la historia de la normalización, es el periodo que las empresas disponen para adaptarse, para realizar todas las pruebas necesarias para determinar cuál es el camino correcto a seguir, para corregir los errores que se produzcan así como sus desviaciones, y afianzar los aciertos. Un periodo esencial y de gran valor, a mi entender, que debe ser aprovechado.

Pasos de la transición.
Al igual que un puente, la transición tiene que partir de unos cimientos fuertes para llegar a alcanzar el objetivo marcado.
Ante todo, para realizar una correcta transición de la versión anterior de un sistema de gestión a la nueva es necesario planificar de forma concienzuda los pasos a realizar y comprender la importancia de realizar este proceso de la forma programada. Además, es muy recomendable comenzar lo más pronto posible la adaptación del sistema de gestión que tengan implantado a los requisitos especificados en la norma revisada.

Los pasos recomendados para llevar a buen término la transición se centran en cinco etapas claves que a continuación voy a indicar:

  1. Ante todo, y como paso previo, se debe estudiar e identificar las “lagunas” que la organización pueda tener para así comenzar a abordar la tarea de adaptar los nuevos requisitos. Tenemos que pensar que si no conocemos los puntos débiles de nuestro sistema de gestión nos será imposible establecer las medidas a realizar para alcanzar nuestro objetivo final: la nueva versión de la norma o sistema de gestión.
  2. Teniendo identificadas estas “lagunas” o puntos débiles y conociendo de forma exhaustiva los cambios que expone la nueva versión, se debe proceder a crear un plan de implantación en la que se incluyan los recursos necesarios para llevar a cabo la implementación de estos nuevos requisitos, de la misma forma que se debe estructurar e identificar aquellos cambios que son prioritarios y aquellos que se pueden llevar a cabo posteriormente y como complemento. Es decir, diseñar en papel todos los pasos que debemos realizar, que herramientas vamos a emplear, como va a afectar cada cambio que realicemos a la estructura total del sistema y cuáles son los pasos principales para realizar los cambios relevantes que derivarán y provocarán los cambios secundarios.
  3. Sensibilizar adecuadamente a todos los miembros de la empresa que tengan una parte activa en la transición y que puedan influir de forma directa y significativa en la eficacia del sistema de gestión implantado es un apartado clave. Al fin y al cabo, son la base sobre la que nuestra planificación en papel va a tomar forma, crecer y avanzar en el tiempo, por lo que se deben establecer una serie de actividades formativas que garanticen la correcta realización de los cambios previstos.
  4. Una vez tenemos realizados los puntos anteriores, pasamos a la acción y comenzamos a actualizar el sistema de gestión implantado para cumplir con los nuevos requisitos.
  5. Después de comprobar la eficacia del plan de implantación y de corregir las veces que sea necesario las etapas planificadas, se procede a entrar en la última etapa de la transición en la que, hablando con la entidad certificadora, se establece la fecha y el programa de la auditoría de certificación según la última versión de la norma implantada.

Tomado de: http://www.sbqconsultores.es/

No hay comentarios.: