jueves, 23 de febrero de 2023

NORMAS ISO DE GESTIÓN DE RIESGOS. ¿CUÁLES SON Y POR QUÉ TENERLAS EN CUENTA?

En lo que se refiere a la Gestión de Riesgos, hay muchas normas ISO que los expertos del área deben estar al tanto. 

Estas normativas están encaminadas a establecer la gestión de las empresas en diferentes sectores y son expresadas por el Organismo Internacional de Estandarización (ISO). Su beneficio reside en que funcionan como un lenguaje común entre organizaciones. De este modo, la ejecución de una ISO permite a una organización evidenciar que cumple con unos requisitos de calidad que son registrados internacionalmente. 

No obstante, son diversas las normas de gestión de riesgos, si más, hay algunas cuya comprensión es indispensable para los profesionales del sector.

A continuación, nombraremos algunas de las normas relacionadas con la gestión de los riesgos.

ISO 31000 Gestión de Riesgos
Evidentemente, la norma más significativa en Gestión de Riesgos es la ISO 31000. Esta norma instaura las directrices y principios que debe cumplir un Sistema de Gestión de Riesgos. La actual versión actualizada de esta norma es del año 2018.

ISO 9001
Esta normativa ordena cómo debe ser un Sistema de Gestión de la Calidad en la organización. En su última versión, ISO 9001:2015, incluye el pensamiento basado en riesgos.

Norma ISO 55000 de Gestión de Activos
A lo referente a la ISO 55000 es conjunto de tres normas que aprueban establecer un Sistema de Gestión de Activos en las empresas. Se define como de una norma de Gestión de Riesgos principalmente beneficiosa en el ámbito económico. El estándar está encaminado a todo tipo de activos, incluyendo los intangibles.

ISO 27001 Seguridad de la Información
Otra norma que corresponde conocer es la ISO 27001. Este estándar internacional forma las claves para establecer un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información (SGSI). En otras palabras, ayuda a resguardar toda la información sensible que manejan las organizaciones, como por ejemplo pueden ser los datos de los clientes.

ISO 45001
Para aquellos expertos dedicados a la Salud Ocupacional y a la Gestión de Riesgos Laborales, la ISO 45001 es todo un referido. La norma contiene lecciones y comisiones para establecer un Sistema de Seguridad y Salud en el Trabajo. Su creación, consiente a las empresas evitar y prevenir daños y accidentes de sus trabajadores.

ISO 19011:2018
La normativa internacional ISO 19011:2018 es esencial para quienes intenten ser auditores internos o pretendan trabajar para casas certificadoras. Esta medida ofrece las claves para ejecutar una auditoría de sistemas de gestión, o sea se utiliza para evaluar si la empresa está cumpliendo o no con una determinada norma ISO. Así pues, de la misma manera es una norma esencial para la Gestión de Riesgos corporativos.

Gestión de Desastres Naturales y Emergencias ISO 22320
Esta es una norma de Gestión de Riesgos esencial en países que están propensos a desastres naturales y emergencias. Las empresas que siguen este estándar están capacitadas para facilitar una respuesta eficaz ante un incidente. Las emergencias pueden ir desde una inundación hasta un terremoto, además es una norma certificable.

ISO 19600
En lo relacionado con Cumplimiento Legal Corporativo o más conocida como Compliance sin duda es la norma ISO 19600, la cual establece los requisitos para poner en marcha un Sistema de Gestión de Compliance. Gracias a esto, las empresas impiden sanciones por infringir determinadas leyes.

ISO 37001 Para la prevención de los sobornos 
Así mismo como ISO 19600, la regulación más importante en Compliance es la ISO 37001. La última versión de esta norma es de 2016, accede a una empresa demostrar ante sus clientes viables que está involucrado con prácticas antisoborno. En el sector financiero, esta normativa antisoborno es esencial para la Gestión de Riesgo

Para abarcar nuestro siguiente punto es porque es tan vital tenerlas en cuenta dentro de nuestras organizaciones, además de implementar un sistema de gestión de riesgos.

  • Desarrollar la posibilidad de alcanzar los objetivos propuestos.
  • Formar un conocimiento sobre la necesidad de identificar y tratar los riesgos.
  • Identificar a tiempo los riesgos a los que está exhibida la organización.
  • Obedece los requisitos legales, normas internacionales y reglamentos convenientes.
  • Fomentar la gestión proactiva.
  • Mejora el gobierno corporativo.
  • Perfecciona la franqueza y dignidad de las partes implicadas.
  • Rebaja las pérdidas y resguarda los bienes de la empresa.
  • Ordena una base confiable para la planificación y la toma de decisiones.
  • Progresa la eficiencia operativa, la eficacia.
  • Aumenta el rendimiento de la salud y la seguridad, así también la gestión ambiental
  • Incrementa la gestión de incidentes en la organización.
  • Progresa el aprendizaje, la cultura organizacional, la permisividad.
  • Genera valor a la organización.
  • Adecuado manejo a la indecisión.
  • Amigable al cambio.
  • Instaura y resguarda los valores, logro de objetivos / mejora de desempeño.

Tomado de: https://www.isotools.org/

5 EJEMPLOS DE INDICADORES DE CALIDAD QUE NO PUEDEN FALTAR EN TU PLAN

El concepto de calidad suele estar asociado a la satisfacción que los productos generan en un público determinado. Y en cierta forma, es así.

¿Qué mejor que una necesidad cubierta de manera eficaz y oportuna? Sin embargo, a la hora de implementar un plan de gestión de calidad, es preciso mirar el término con más detenimiento y buscar indicadores de calidad que lo valoren.

Porque la calidad, digámoslo claro, no sólo se mide al final de los procesos. También es necesario evaluarla en las fases iniciales e intermedias, cada una de las cuales aporta un valor específico a la cadena de labores que integran un proceso.

Los indicadores de calidad cumplen esa función. Son instrumentos de medición que se emplean para evaluar la calidad de los procesos o productos. O dicho de otra manera, determinan el nivel de cumplimiento de los objetivos para los cuales se han desplegado una serie de actividades concretas.

Eso no quiere decir que cualquier herramienta sea un indicador de calidad. De hecho, para que un elemento adquiera tal función debe cumplir con ciertos requisitos. Entre los más significativos podemos mencionar los siguientes:

Fáciles de capturar y aplicar. De nada vale un plan de calidad bien fundamentado si sus indicadores son ilegibles o no proporcionan información clara.

Relevantes para la toma de decisiones. Es decir, que la información que aporten sirva para cumplir con los objetivos propuestos. No se trata de acumular herramientas y capturar cualquier tipo de datos.

Visibles y accesibles. Por ejemplo, que resulten fáciles de clasificar o de plasmar en gráficos, diagramas o cuadros conceptuales.

Cinco ejemplos de indicadores de calidad

Definidas sus características, a continuación presentamos algunos de los indicadores más empleados cuando se trata de medir la calidad de un producto:

1. Cobertura: Se define como la proporción entre el número de artículos disponibles en los mercados y las personas que demandan una necesidad que espera ser satisfecha. Este indicador es propio de proyectos que buscan penetrar de forma masiva entre los consumidores o que están pensados a largo plazo. Sin embargo, no siempre es así. A veces basta con que una empresa cubra los pocos frentes en los que suele desempeñarse para obtener un indicador positivo en términos de cobertura.

2. Eficacia: La eficacia no es otra cosa que la relación entre un producto disponible y la necesidad para la que ha sido creado. Cuando esta relación es positiva, la eficacia del producto es alta. Pero si la necesidad del cliente sigue sin ser atendida tras la adquisición de dicho producto, el indicador es negativo. Algo en el proceso ha fallado.

3. Valoración de ventas: El volumen de ventas es, sin duda, el elemento más empleado para medir la calidad de un producto. Vender mucho casi siempre es sinónimo de éxito: indica que el artículo ha tenido una buena acogida y que ha generado gran interés. No obstante, esta relación no supone en todos los casos un grado alto de calidad. Se puede vender mucho sin que el producto sea del todo bueno.

4. Satisfacción del cliente: De hecho, el siguiente paso tras la venta de un producto es la evaluación del grado de conformidad de quien lo ha adquirido. La venta no garantiza satisfacción. Numerosos ejemplos dan cuenta de ello. Al utilizar este indicador, las empresas deben desplegar varias vías de retroalimentación para poder evaluar con acierto lo que se conoce como la etapa de post-venta, que es crucial de cara a nuevas líneas de producción.

5. Competitividad: Hace referencia a la capacidad de las empresas para explotar aquellas cualidades que hacen distintos a sus productos. También tiene que ver con el nivel de adaptación a las dinámicas del mercado y a la capacidad de innovación y cambio. Un producto incapaz de competir es, por lo general, un producto de escasa calidad.

Tomado de: https://www.isotools.org/

viernes, 17 de febrero de 2023

CÓMO VERIFICAR EL SISTEMA DE GESTIÓN DE RIESGOS

Tercera etapa del ciclo PHVA hace referencia justamente a la verificación del sistema de gestión de riesgos. 

La idea de verificar la gestión de riesgos implica, primero que nada, constatar que se haya completado el proceso de gestión del riesgo.

Como ese proceso es transversal a la organización, es posible que no se haya completado el ciclo en la ejecución del proceso. De allí la importancia de verificar que cada etapa sea superada, desde identificar y analizar hasta evaluar y tratar los riesgos. 

¿Qué más debemos verificar? Que se usen los métodos adecuados para la ejecución de cada una de las fases mencionadas. Por ejemplo, en la identificación, ¿se están usando las fuentes adecuadas, o se omitió alguna? ¿la organización es lo suficientemente ágil para incluir los nuevos riesgos que surgen del contexto? También es menester revisar que los involucrados cuenten con las competencias pertinentes. 

 Hay que tomar en cuenta que dentro de las organizaciones ocurren muchos cambios: constantemente hay nuevas funciones, procesos, productos y personas. Si hay individuos que se van de la empresa o que se integran a ella, necesitamos verificar que los roles y responsabilidades son asignadas acertadamente a personas que cuenten con las competencias requeridas para cumplir con sus funciones y actividades. 

El análisis también es susceptible a la verificación. Si bien suelen estar en manos de comités especializados, existe la posibilidad de que se presenten fallas instrumentales o al emplear algún criterio. Por ejemplo, si utilizamos ofimática o alguna hoja en Excel hay que verificar que las fórmulas que permiten hacer los análisis no se hayan dañado. Si se usa una plataforma tecnológica, se verifica que se usen adecuadamente los principios de funcionamiento de las aplicaciones o de la tecnología que se ocupa para ello. El verificador, risk manager o control interno (además de auditores internos) tienen que conocer claramente cómo funcionan las herramientas para poder verificar que se usen correctamente.  

La verificación nos lleva a enfocarnos en la evaluación, hay que determinar si las evaluaciones están acordes a la política de gestión de riesgos de la organización, también si lo que se aceptó como riesgo está dentro del apetito por el riesgo. Hay que considerar si se aplicaron niveles de riesgo altos, medios o bajos, si se abordaron adecuadamente los que se consideran mayores a lo señalado en el apetito por el riesgo.

Además, se debe verificar que todos los elementos que fueron analizados en la evaluación de riesgos sean bien evaluados, puesto que podemos encontrar que hay niveles de análisis que probablemente den un resultado, pero si los comparamos con el mapa de calor, tal vez no haya coincidencias. Cuando se utiliza tecnología, estos errores son casi inexistentes, pero si se evalúa a mano, hay posibilidades de fallar. Por eso es importante verificar que esa clase de errores se haya evitado en la gestión de riesgos. 

Hay que considerar si existen riesgos que se aceptaron por el apetito por el riesgo, pero que no solo se consideren en cuanto al aspecto metodológico, sino que haya pasado por la formalidad de la declaración de aceptación el riesgo por parte de las autoridades correspondientes. Normalmente esto se hace por medio de un acta de aprobación o declaración en la que se indica que se reconoce la existencia de determinados riesgos y que fueron aceptados. 

Otro aspecto relevante a la hora de verificar es que se haya dado el adecuado tratamiento. Hay que considerar la asignación de responsabilidades y autoridades para poder ejecutar las actividades, que podríamos concebir como si se tratara de “miniproyectos”. Estos deben contar con recursos propios, los tiempos también tienen que ajustarse a los niveles de urgencia de los riesgos, también se verifica si se ha dejado evidencia de la ejecución del tratamiento de los riesgos. 

Esto nos lleva a un análisis importante que tiene que hacer la organización, que es la frecuencia con la que verificar, eso dependerá de la dinámica de cada organización. Algunas de ellas están dispuestas a asumir más riesgo que otras. Si nos encontramos en mercados altamente regulados, la exposición al riesgo suele ser más delicada y prioritaria que en un mercado más abierto.

Es importante definir la frecuencia de verificación por parte de cada uno de los actores (risk manager, auditor interno, control interno). Lo deseable es que la verificación sea la combinación de los esfuerzos de todos ellos y que la frecuencia pudiera ser trimestral, de manera de que se pueda abordar la verificación a lo largo de todo un año. También se debe ver si el tratamiento logró el efecto esperado.

Tomado de: https://www.isotools.org/

miércoles, 15 de febrero de 2023

ESTRATEGIAS PARA LA MITIGACIÓN DE LOS RIESGOS DE SEGURIDAD DE LA INFORMACIÓN

La gestión de riesgos se trata de identificar y proteger los activos valiosos de una organización. Los procedimientos de gestión de riesgos son procesos fundamentales para preparar a las organizaciones para un futuro ataque de ciberseguridad, para evaluar la resistencia de los productos y servicios a posibles ataques antes de comercializarlos y para prevenir el fraude en la cadena de suministro.

Los riesgos deben gestionarse porque las amenazas pueden tener consecuencias sustanciales para la organización o incluso amenazar su existencia. Pero ¿qué es el riesgo?

  • Es el efecto de la incertidumbre sobre los objetivos (ISO 31000:2018).
  • Efecto sobre la incertidumbre: Directivas ISO, Parte 1, Anexo SL, Apéndice 2]

La gestión de riesgos, por su parte, incluye actividades coordinadas para dirigir y controlar una organización con respecto al riesgo. Una parte fundamental de este proceso es la evaluación de riesgos, que es un proceso general de identificación de riesgos, análisis de riesgos y evaluación de riesgos. Los riesgos se pueden mitigar, transferir y aceptar.

La mitigación de riesgos es la respuesta que abordaremos para manejar los riesgos identificados. Los estándares de gestión de riesgos como ISO/IEC 27005 o EN 303 645 son ejemplos útiles y nos indican qué hacer.

Cuando una organización tiene la intención de lograr la conformidad con los requisitos de un estándar de sistema de gestión como en ISO/IEC 27001:2017, los requisitos que abordan la gestión de riesgos se pueden encontrar en estas cláusulas:

  • 6.1 Acciones para abordar riesgos y oportunidades
  • 8.2 Evaluación de riesgos de seguridad de la información
  • 8.3 Mitigación de riesgos de seguridad de la información.

Objetivos de la gestión de riesgos

El principal objetivo de la gestión de riesgos dentro de una organización es determinar las posibles incertidumbres o amenazas, proteger contra las consecuencias resultantes y permitir la consecución de los objetivos empresariales.

La gestión de riesgos puede abordar tipos individuales de riesgos, como el riesgo empresarial, el riesgo de mercado, el riesgo crediticio, el riesgo operativo, el riesgo de proyecto, el riesgo de desarrollo, el riesgo de la cadena de suministro, el riesgo de infraestructura, los riesgos de componentes o varios de los tipos de riesgo enumerados o todos ellos. Esta lista no es exhaustiva y, según el tipo de negocio que tenga una organización, pueden existir tipos de riesgos adicionales y ser relevantes.

3 estrategias clave para la mitigación de riesgos

  • Magerit: es una metodología muy completa que permite orientar los esfuerzos para la gestión de riesgos de seguridad de la información de forma estructurada. Viene preconfigurado dependiendo del tipo de activo y tecnología, además incluye los riesgos más típicos de cada activo. Es una ventaja importante porque permite inmediatamente reconocer las características del riesgo y, en consecuencia, la forma de cómo enfrentarlos.
  • ISO/IEC 27005: tiene una estructura que es muy coherente con la norma ISO 31000, también permite hacer una asociación entre amenazas y vulnerabilidades, que hace que la gestión sea más coherente en cuanto a que no se pueden evitar las amenazas, pero sí se pueden gestionar las vulnerabilidades. Las características que tiene la guía es que es muy generalista, pero a pesar de eso permite orientar para encontrar vulnerabilidades más precisas con apoyo de otras tecnologías o bases de datos, por ejemplo, las bases de datos de vulnerabilidades que se publican cada cierto tiempo o con el uso de sistemas como SIEM.
  • COBIT: es una de las estrategias más robustas, y esto lo hace muy bueno, pero requiere competencias muy específicas de las personas que lo ejecutan y de todo un despliegue de las buenas prácticas y enfoque COBIT para que sea efectivo. Si esto se hace, la organización tendrá una capacidad de respuesta de muy alto nivel y adecuado a las características cambiantes del entorno. De las 3 estrategias, esta es la más difícil de implementar, pero también una vez que una organización las logra implementar son de muy alto valor porque su capacidad de respuesta está muy adecuada a la dinámica del entorno actual.

¿Con cuál nos quedamos? Nosotros tenemos nuestras preferencias pero en cada organización se deberá seleccionar la que mejor se adapte a la cultura organizacional y la tecnología empleada para la gestión de riesgos.

Tomado de: https://www.isotools.org/

MOTIVOS POR LOS QUE FRACASAN LAS EMPRESAS EMERGENTES

Es posible que hayas escuchado este popular dato: «el 90 % de las empresas emergentes fracasan, y el 10 % en su primer año». 

Es posible que también hayas oído que la mejor manera de generar riqueza es abrir un negocio, en otras palabras, crear una empresa emergente. 

¿Qué es una empresa emergente y cómo puedes asegurarte de estar en ese afortunado 10 % de las empresas emergentes que llegan a tener éxito? En este artículo se explica por qué fracasan las start-ups y cómo crear la tuya de la manera correcta usando Wrike. 

¿Qué es una empresa emergente o start-up?

Las start-ups son empresas que se encuentran en su fase inicial de actividad. Las fundan emprendedores que han creado un producto que, según ellos, responde a una necesidad del mercado. No todas las start-ups obtienen ingresos de inmediato, por lo que necesitan atraer inversores en empresas emergentes e inversores de capital riesgo.

¿Por qué las empresas emergentes experimentan problemas?

Iniciar un negocio siempre es una experiencia emocionante, pero la mayoría de los emprendedores primerizos no son conscientes de los desafíos que tienen por delante. Crear un negocio requiere resiliencia, claridad en los objetivos, la capacidad de inspirar y persuadir a otros acerca de la visión propia, y ampliar el conocimiento en el ámbito en cuestión para mantenerse a la vanguardia de las tendencias e innovaciones del mercado. 

Las start-ups experimentan problemas por muchas razones. Podrían ser problemas de cultura de empresa, falta de adecuación entre el producto y el mercado o problemas específicos que enfrentan los empresarios en una región o sector en particular. 

El momento de mayor vulnerabilidad de una empresa es en sus inicios. Los fundadores de empresas emergentes en la etapa inicial deben poder combinar muchos equipos con determinados acuerdos y objetivos, al tiempo que mantienen contentos a los clientes, los inversores y otras partes interesadas. 

Los fundadores desorganizados o no preparados pueden encontrarse sin las herramientas necesarias para abordar todo esto. Para evitar tal situación, hemos hecho una lista de las diez razones más comunes por las que fracasan las start-ups.

Principales razones de fracaso de las empresas emergentes

Existen numerosas razones por las que fracasan las empresas emergentes. Los problemas más habituales de las empresas emergentes son: 

Ausencia de mercado

El hecho de que a un emprendedor le parezca interesante un problema no significa que el mercado necesite una solución. En una encuesta reciente, CB Insights analizó 110 start-ups fallidas y descubrió que la razón principal por la que la mayoría de las start-ups fracasan es que se dirigen a mercados pequeños o inexistentes.

Esto les suele suceder a los emprendedores que trabajan de forma aislada o que confían sólo en sus amigos y familiares para validar y vender sus productos. Para el éxito de una empresa emergente es fundamental llevar a cabo una investigación de mercado exhaustiva. Hay que asegurarse de que existe un mercado que respalde el nuevo negocio. 

Escasez de recursos

La mayoría de las empresas emergentes generalmente tienen fondos limitados para crear un equipo y ejecutar su visión. Los emprendedores que inician una start-up deben ser creativos a la hora de hacer cumplir sus objetivos, ya sea en la forma en que comercializan el producto, obtienen la atención de la prensa y el público o construyen una reputación de marca en el competitivo panorama empresarial actual.

Es fundamental aprender a asignar fondos a las actividades con el mayor retorno de la inversión. De ese modo, se ahorran recursos y el equipo se ve obligado a crear solo características y servicios que beneficien a los clientes. 

No dar con las personas adecuadas

Encontrar a las personas adecuadas desempeña un papel muy importante en el éxito de una empresa emergente. El equipo adecuado se compone no solo de emprendedores y empleados, sino también de inversores, asesores y socios de empresas emergentes.

El equipo adecuado aumenta las posibilidades de éxito de la start-up. Los empleados deben creer en la visión y la reputación de la empresa y preocuparse por ellas y, a su vez, los emprendedores y las empresas colaboradoras deben crear entornos de trabajo que saquen lo mejor de las personas. Deja ir a los empleados y miembros del equipo que no conecten con los valores de la empresa. La innovación, adaptación y ejecución verdaderas sólo pueden surgir cuando hay confianza y armonía en el equipo.

Al mismo tiempo, los fundadores y los gestores deben infundir confianza en los inversores y accionistas de la empresa. Los inversores en empresas emergentes deben percibir la pasión del equipo, ver el progreso y hacer seguimiento de los objetivos comerciales. 

El mercado es demasiado competitivo

La clave del capitalismo es la competencia. Ayuda a reducir los precios para los clientes y, al mismo tiempo, permite que los mejores productos lleguen a lo más alto del mercado. La competencia está presente en cualquier sector y en cualquier etapa del ciclo de vida de una empresa, pero es aún más aguda al principio.

Sin un factor de diferenciación claro, las start-ups pueden tener problemas para crecer, ya que el coste de adquisición de clientes puede volverse demasiado alto para que sea sostenible a largo plazo. Si bien obsesionarse con la competencia no es la mejor manera de trabajar, ignorar sus actividades tampoco lo es. Según una investigación de CB Insights, esta es la razón detrás del 20 % de los errores de las empresas emergentes.

Un modelo de precios defectuoso

Un modelo de precios defectuoso es uno de los problemas comunes de las start-ups. No saber cómo fijar los precios, especialmente al entrar a un nuevo mercado, puede destruir una empresa. Un precio demasiado bajo reduce el valor percibido del producto. Al mismo tiempo, es necesario un precio lo suficientemente bajo para que los clientes compren sin mucha incertidumbre financiera. 

Prueba diferentes estrategias de precios al iniciar la andadura de tu empresa emergente. Un precio lo bastante alto es necesario para poder cubrir los costes operativos y proporcionar un beneficio saludable. Un margen de beneficio bajo para aumentar las compras de los clientes y ganar cuota de mercado puede ser una buena idea a corto plazo, pero no a largo plazo, ya que las operaciones aumentan pero también los costes asociados.

Escasa investigación

La investigación de CB Insights también pone de manifiesto que un producto defectuoso es otra causa frecuente de problemas y errores de una empresa emergente. 

Si bien invertir grandes cantidades en investigación no suele ser una prioridad inicial, lo cierto es que muchos beneficios provienen de reservar recursos para comprender qué quieren o necesitan los clientes realmente. Si tu producto no ofrece suficiente valor a tus clientes previstos, gastar mucho en marketing no servirá para reforzar su fidelidad. 

A través de investigación y de participación intencional del cliente, puedes crear un producto lo suficientemente útil como para que los compradores sientan que lo necesitan, en lugar de intentar convencerlos de comprarlo.

Falta un plan de negocio sólido

Un buen plan de negocio te ayuda a calcular si el valor financiero de la fidelidad del cliente es mayor que el coste de adquisición de un nuevo cliente. Está bien conseguir los primeros clientes, pero lo que importa es si el dinero gastado en adquirir clientes es menor que el coste. Si no es así, tu empresa emergente aún no está bien diseñada para lograr el éxito y la rentabilidad a largo plazo.

Un buen plan de negocio de una empresa emergente requiere una investigación de mercado adecuada; esto es lo que atrae a los inversores de start-ups. Si tu investigación demuestra que el coste de adquisición de clientes es demasiado alto, es probable que la empresa emergente fracase. Las partes interesadas deben saber que puedes adaptarte. Crea un modelo de negocio sólido en el que tanto tú como los inversores podáis confiar conforme vas creciendo.

Los esfuerzos de marketing fracasan

El marketing es la base de cualquier empresa. Muestra los valores de tu empresa, cómo opera y cómo busca y trata a los clientes. El crecimiento y la rentabilidad de tu empresa dependen en gran medida de la capacidad de tu equipo para comercializar tus servicios al consumidor adecuado. De nada sirve tener un producto innovador en un mercado sin explotar si nadie lo sabe.

Un marketing fallido de una empresa emergente se produce cuando estas malinterpretan la investigación de mercado, invierten en características que nadie quiere y enfatizan los beneficios incorrectos en sus mensajes de marketing. 

Los fundadores y los empleados de las start-ups a menudo quedan atrapados en una burbuja con sus nuevos y brillantes productos, lo que conlleva esfuerzos de marketing deficientes y fallidos. Para mejorar el marketing, presta atención a los comentarios y el comportamiento de los clientes, y enfatiza las características más utilizadas de tu producto. 

Programación del tiempo inadecuada

Puedes tener el mejor equipo, un plan de negocio sólido y encontrar un mercado que necesite tu producto, pero si no aciertas en el momento oportuno, nada de esto servirá.

Un ejemplo de programación del tiempo fallida es cuando creas un producto anticipándote a una tendencia creciente, pero no puedes lanzarlo con la suficiente antelación para satisfacer la demanda del mercado debido a retrasos en la producción. Ahora el mercado está sobresaturado por la competencia, y debes encontrar una forma completamente nueva de cambiar la marca y posicionar tu start-up. 

En otras ocasiones, es posible que sea demasiado pronto. Lanzas el producto cuando aún nadie sabe de su existencia. El momento, según el conferenciante de TED Talk, Bill Gross, es la razón más importante por la que las empresas emergentes fracasan o tienen éxito. 

Un nombre de empresa irrelevante

La marca lo es todo en el mundo digital actual. El nombre y la reputación de tu empresa ejercen una influencia tremenda en el éxito de tu start-up. Un nombre no es solo una palabra; tiene muchas más connotaciones. 

Los clientes deben poder establecer paralelismos entre el nombre, el producto y los valores de tu empresa. Piensa en Apple. En el momento en que alguien menciona el nombre de la empresa, la gente piensa en diseño, lujo e innovación.

Un nombre de empresa irrelevante no añade valor al negocio. Incluso puede dejar una mala primera impresión en clientes potenciales, clientes existentes o inversores, lo que implica que perderás oportunidades de venta. 

Cómo acertar en la creación de una empresa emergente

Hay muchas formas de crear una start-up correctamente. Descubrir qué se te da bien y crear una experiencia de cliente positiva y memorable es una receta perfecta para el éxito a largo plazo. 

Ten en cuenta a tus clientes en todo momento y maximiza la eficiencia, la empatía y la productividad para crear funciones que los ayuden a resolver problemas y tener mayores resultados. Para crear una empresa emergente de forma acertada también puedes:

Tratar de generar un impacto social positivo, no solo un logro financiero

En un libro titulado «Building Companies To Last», Jim Collins escribió que de todas las empresas visionarias que han tenido éxito en los últimos cincuenta años, ninguna dijo que maximizar las ganancias y el crecimiento fuera su motivación fundamental.

Esto no quiere decir que debas ignorar el aspecto económico, sino que al crear una empresa que se preocupa por las personas, estás aumentando las probabilidades de durar y ganar a la competencia. Puedes preocuparte por los resultados y, al mismo tiempo, desarrollar un negocio que crea valor añadido para tus clientes.

Crear un equipo sólido

Si hay un equipo sólido, las decisiones que al principio tomaron los fundadores pueden transformarse en el motor de un grupo de liderazgo sólido que ve más allá de una sola perspectiva. La mayoría de las empresas exitosas no dependen de una sola persona para tomar todas las decisiones críticas. Cuanto más creces, más difícil es tomar decisiones uno mismo. 

Debes aprender a delegar responsabilidades a los miembros del equipo y a los gestores, aprovechando sus puntos fuertes y sus visiones genuinas. Delegar genera confianza en las organizaciones y libera tiempo para que los gestores trabajen en tareas estratégicas. También permite a los miembros del equipo trabajar con autonomía y crecer profesionalmente. 

Obtener una validación real de tu concepto de start-up

Encuentra la validación para tu solución antes de ir más allá con un producto mínimo viable. A medida que creces y obtienes resultados, debes hacer los cambios necesarios para ponerte al nivel de los resultados de tu investigación de mercado y responder a tus interacciones. 

Crear la solución adecuada para tus clientes proporciona valor real a tu start-up. Dedica tiempo a descubrir cómo tu producto llena un vacío en el mercado y si hay necesidad real de que tu solución se convierta en un producto como tal.

Usar un gestor de proyectos para gestionar tu empresa emergente

Trabajar en una empresa emergente a menudo significa ejercer muchas funciones diferentes más allá de tus responsabilidades habituales. Pero incluso en estos entornos ad-hoc, es importante que la responsabilidad y la organización se integren en la cultura y los flujos de trabajo desde el primer día. 

El software seguro y fiable, permite gestionar y ejecutar sin problemas todos tus proyectos. Te ayuda a automatizar flujos de trabajo, activar notificaciones de tareas, proporcionar visibilidad en tiempo real y presentar a las partes interesadas informes de proyectos según un cronograma.

El software gestor de proyectos proporciona una ubicación centralizada y segura para compartir y gestionar recursos en toda la empresa mientras haces un seguimiento del progreso de proyectos y equipos individuales. Con él tus posibilidades de éxito aumentan, ya que puedes comunicar una visión clara de la organización, además de planes, asignaciones y fechas de entrega claras.

Tomado de: https://www.wrike.com/

viernes, 10 de febrero de 2023

CÓMO MEJORAR LA PRESENCIA DE TU MARCA ONLINE CON DISEÑO WEB?

Un diseño responsive o tener una buena arquitectura son algunas de las mejoras que agencias expertas en diseño web aportarán para aumentar el posicionamiento de tu web.

Uno de los primeros pasos para mejorar la presencia online y cuidar así la imagen de marca es contar con una web que dé visibilidad a tu negocio, pero que al mismo tiempo sea estética, funcional y que se mantenga actualizada.

 Conseguir aunar todos estos detalles requiere de un gran trabajo y esfuerzo que muchas veces las empresas no tienen tiempo de desarrollar, por lo que para conseguir el efecto deseado lo mejor siempre es ponerse en manos de profesionales, líder en soluciones tecnológicas de digitalización para pymes y autónomos en España, que dará una cobertura personalizada para la creación o rediseño de una web.

Ponte en manos de especialistas en diseño web

Contar con una buena web es esencial para ganar presencia en internet, ya que se trata del principal escaparate que tiene una marca. Para conseguir más visibilidad, uno de los puntos clave es ganar posiciones en los principales buscadores, sobre todo en Google. Contar con la experiencia de una agencia de diseño web permitirá realizar un trabajo mucho más especializado. Este tipo de consultoras estudiarán la situación de la empresa, si cuenta o no con una web, y los posibles cambios necesarios para que se posicione mejor en los buscadores.

Una buena arquitectura web, esencial para el posicionamiento en Google

Uno de los puntos menos conocidos, a pesar de ser de gran importancia, en la creación de una web es su arquitectura. Las páginas web no solo deben ser estéticas y funcionales, sino que deben tener una estructura que Google, como principal buscador a nivel mundial, pueda leer e identificar con facilidad. Construir una web desde cero para que todas las urls se guíen por los estándares de Google requiere de un conocimiento especializado que ofrecen las agencias de marketing digital. Y si se habla de depurar una web ya existente se complica aún más… Aun así, el rendimiento que se obtiene de una buena arquitectura web compensa con creces la inversión que se realiza.

Diseño personalizado en función de las necesidades

Además, contratar el desarrollo de una web con una consultora experta en la materia permite una gran flexibilidad a la hora de poner en marcha el proyecto. Las posibilidades de construir una nueva página web son muy extensas y totalmente adaptables a las necesidades que tenga la empresa. Es por ello que gana especial importancia contar con un equipo que pueda desarrollar funcionalidades específicas y que tenga un mantenimiento personalizado.

Mejora al máximo la experiencia de usuario

La experiencia de usuario se ha convertido en uno de los pilares fundamentales a la hora de crear una página web. Si el posible cliente no está cómodo navegando por ella o no está bien ajustada a los parámetros del dispositivo, es muy posible que se vaya antes de poder retenerle. Estas son algunas de las fórmulas para mejorar la experiencia de usuario.

Diseño responsive: Una de las funcionalidades más valoradas en los últimos tiempos es que la web sea adaptable o responsive. La era digital se vive a través de los smartphones y Google castiga el posicionamiento de las webs que no están adaptadas a las pantallas de móvil. Las agencias especializadas en diseño web se encargan de ajustar diversos parámetros para mejorar los resultados de los buscadores.

Usabilidad: El diseño responsive deriva, directamente, en una mejor usabilidad de la web por parte del usuario. Si este se siente cómodo, pasará más tiempo en la página y navegará hasta llegar a lo que necesita para conseguir el servicio o realizar la compra.

 Por todo, el diseño web debería ser uno de los pilares fundamentales en tu estrategia de marketing digital.

Tomado de: https://www.blogger.com/

 

miércoles, 8 de febrero de 2023

CÓMO AYUDA LA MATRIZ DE EISENHOWER EN LA GESTIÓN DE RIESGOS

En la gestión de riesgos, un aspecto al que se le debe dedicar especial atención, es a la priorización de tareas.

No priorizar las tareas vinculadas con la gestión de riesgos suele ser uno de los principales fallos que cometen las organizaciones y que puede desencadenar graves consecuencias.

Para lograr mejorar las habilidades relacionadas con la priorización de tareas, las organizaciones pueden seleccionar a diferentes herramientas, como, por ejemplo, la matriz de Eisenhower.

Con la matriz de Eisenhower, las organizaciones podrán gestionar las tareas y de esta manera, se podrá priorizar las tareas de gestión de riesgos en función de la urgencia e importancia.

El primero en usar esta matriz fue Dwight D. Eisenhower, de ahí que se le llame matriz de Eisenhower. También se la conoce como caja de Eisenhower o matriz urgente/importante.

Nos gustaría resaltar, que esta matriz de Eisenhower podría ser utilizada tanto por organizaciones como por personas individuales.

¿Cómo ayuda la Matriz de Eisenhower a la gestión de riesgos en la organización?

Durante la gestión de riesgos, dentro de las organizaciones se desencadenan numerosas tareas que hay que realizar por los diferentes miembros del equipo. Por este motivo, hablaremos de cómo ayuda la matriz de Eisenhower en la gestión de riesgos.

En función del cuadrante que sitúes la tarea, podrás identificar cuáles de ellas son urgentes o importantes y establecer una manera de cómo poder abordarlas.

A continuación, explicaremos cada uno de los cuadrantes:

Primer cuadrante Aquí encontraremos aquellas tareas que son urgentes e importantes, son las tareas que se deberían de “realizar primero” ya que son consideradas fundamentales y es necesario que se inicien con prontitud. Suelen tratarse de tareas que aparecen en el último momento como consecuencia de circunstancias imprevisibles. Lo habitual es que estas tareas deban llevarse a cabo de forma inmediata. Por ejemplo, si un miembro del equipo está indispuesto por una situación médica y es necesario abordar sus tareas.

Segundo cuadrante En este cuadrante situaremos las tareas importantes, pero que no tengan carácter de urgencia. Se tratan de tareas cuya realización está programada para largo plazo pero que tienen gran importancia. Un ejemplo claro puede ser la consecución de un objetivo comercial a largo plazo.

Tercer cuadrante Este cuadrante sitúa a las tareas que son urgentes, pero que carecen de importancia. Encontraremos tareas que tienen la necesidad de ejecutarse de forma inmediata, pero no tienen que necesitar que se desarrollen por una persona específica, llegado el momento, se puede delegar entre otros miembros del equipo en función de su carga de trabajo. Como ejemplo destacaremos aquellas tareas que son rutinarias, como pueden ser incluso la atención de una llamada prolongada que además no tiene un objetivo adecuadamente establecido.

Cuarto cuadrante Son aquellas tareas que no se las puede catalogar como urgentes y tampoco como importantes. En la mayoría de los casos, lo que se puede hacer con este tipo de tarea es ignorar o incluso cancelarlas. Por ejemplo, se puede evitar realizar actividades sociales o pausas muy largas.

Gracias a la matriz de Eisenhower, podrás analizar de forma visual las tareas en función de su importancia y urgencia. De este modo, es más fácil asegurara que las tareas más importantes estén priorizadas y se puedan completar lo antes posible.

Al tener claro cómo priorizar tareas de un modo eficaz, es posible lograr mejoras en la eficiencia laboral, suprimiendo tareas que solo consiguen que nos alejemos de una adecuada gestión de riesgos y las consecuencias que esto supone.

La matriz de Eisenhower se convierte en una herramienta excelente durante la gestión de riesgos y es posible automatizar la gestión de tareas, así se puede designar tareas relacionadas con la gestión de riesgos a los miembros del equipo y además tener controlados los plazos.

Tomado de: https://www.isotools.org/

viernes, 3 de febrero de 2023

LAS 11 MEJORES PRÁCTICAS DE PROTECCIÓN EN SEGURIDAD DE LA INFORMACIÓN

Los riesgos de seguridad de la información son numerosos y muy reales, dice Dejan Kosutic, experto en ciberseguridad. 

Por eso proteger nuestros activos es un deber y un derecho que requiere una dirección y un compromiso claros desde arriba, la asignación de recursos adecuados, arreglos para promover buenas prácticas de seguridad de la información en toda la organización y el establecimiento de un entorno seguro. 

Pero ¿cuáles deben ser esas prácticas que garantizaran la preservación de la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información en la organización? Hicimos un compendio y te contamos todo sobre las 11 más importantes.

  • Investigar sobre la legislación y demás requisitos aplicables y cumplirlos: Antes de que la seguridad de la información fuese una preocupación tuya, en tu país seguramente hicieron algunas gestiones para lograr la protección, mediante leyes y reglamentos que abarcan desde la constitución nacional, el código penal y leyes de protección de datos. Por lo tanto, podrías empezar por consultar cuáles son esas leyes, cuáles de ellas aplican a tu negocio y a qué sanciones te enfrentas en caso de incumplir. No solo el Estado tiene requisitos, muchos proveedores, clientes y partes interesadas también cuentan con políticas que debes atender. En este sentido, también es necesario revisar las obligaciones contractuales, códigos, licencias, cláusulas, reglas de control de acceso, acuerdos de confidencialidad, derechos de autor, entre otros.
  • Definir los beneficios de la SI para conseguir el apoyo de la alta gerencia: aunque seamos muy bienintencionados, nuestros planes no prosperarán sin el compromiso ni los recursos emanados por la alta gerencia. A ellos les compete tomar las mejores decisiones para la empresa y cuidar todo lo concerniente a la organización. Y esto puede lograrse si los directivos están bien informados y protegen la información al implementar controles eficaces. Si aún la gerencia no está convencida, puedes argumentar que si la organización se involucra en un proyecto de seguridad de la información (SI). Podrán cumplir con las leyes y requisitos en materia de SI y así evitarán multas y sanciones. Además, proteger la información es una ventaja competitiva capaz de generar confianza en clientes actuales y potenciales. ¿Aún no los has convencido? Cuéntales que los incidentes de SI son costosísimos a nivel económico, reputacional, financiero, administrativo y operativo. Un proyecto de SI puede salvarlos de la debacle gracias a controles preventivos y a la optimización de los procesos.
  • Establecer los objetivos para la ciberseguridad: Sabemos que tu meta es la seguridad de la información, pero esto es demasiado amplio como para llevarlo a cabo de forma ordenada y medible. Cuando plantees tus objetivos deberías establecer qué se va a hacer, qué recursos se requerirán, quién será responsable, cuándo se finalizará y cómo se evaluarán los resultados, incluidos los indicadores de seguimiento de los avances. Estos podrían ser algunos ejemplos: Mitigar los riesgos en al menos 10% para finales del año 2022 o mejorar el desempeño de los controles en al menos 5% para finales del año 2022.
  • Asignar responsabilidades y responsables: ¿Quién se encargará de qué? Parece sencillo, pero muchas veces el personal no tiene claro cuáles son sus obligaciones en materia de SI. Por eso debemos encargarnos de que no haya lugar a dudas. ¿Cómo empezamos? Una buena forma sería informar que todos los trabajadores de la organización deben involucrarse y todos tienen responsabilidades en cuanto a SI. Y todos deben ceñirse a la política de SI. Un documento que establece cuál es la posición de la empresa e identifica las funciones y responsabilidades de todos los empleados. Los proveedores, personal externo y terceros también deben cumplir con la política y procedimientos de la empresa. Lo adecuado sería proporcionar una estructura de gestión de arriba hacia abajo y un mecanismo práctico para coordinar los esfuerzos relacionados con la SI.
  • ¿Cuál será el marco referencial para alcanzar la SI?: Existen diferentes métodos para implementar proyectos de seguridad de la información. Algunos de ellos son particularmente eficaces, como la norma ISO/IEC 27001. El estándar ofrece controles (solo debemos escoger los aplicables al negocio), ayuda a tratar riesgos e identificar oportunidades, entre otros. Podemos optar por otros marcos de referencia, todo dependerá de nuestros objetivos de SI, beneficios que deseemos obtener, obligaciones legales y contractuales.
  • Hacer que la SI sea rentable: Vale la pena ser precavidos y eficientes, pero no es válido. Implementar controles innecesarios, que malbaratarán los recursos. Necesitamos crear controles para atender riesgos reales y significativos.
  • Entender que la SI va más allá de la seguridad informática: una seguridad de la información eficaz requiere un enfoque integral y considerar todas las áreas de la empresa. Debe ir más allá del alcance estrecho de TI y abordar los problemas de la organización. Si los controles de seguridad fallan, la totalidad de la compañía puede verse comprometida para seguir laborando, por ejemplo. Y eso atentaría contra la continuidad del negocio.
  • Organizar la implementación: No te queremos engañar, un proyecto de SI es complejo y hay que estructurarlo de manera ordenada. Para eso te pediremos que concretes: qué quieres lograr, quién será el responsable del proyecto, qué persona de la alta gerencia se involucrará, cuáles serán los pasos a seguir y en qué tiempo deberán lograrse los objetivos y cuáles serán estos. También será fundamental determinar qué recursos se necesitarán. Si se requerirán servicios de consultores externos o se formará al personal existente, decidir si se implementará un sistema de gestión y se certificará este y qué equipos de tecnología debemos adquirir.
  • Implementar las medidas de protección, evaluación y mitigación de riesgos: parte de un proyecto de SI es saber cuáles son los riesgos que acechan a la organización y cuáles son las formas más directas, económicas y efectivas para mitigarlos. Con esa base estableceremos controles, medidas y un plan de acción.
  • Capacitación y concienciación: Asegurar la protección de la información es difícil. Hay que conducirse con mayor cuidado, memorizar contraseñas largas que hay que cambiar cada cierto tiempo, prestar mayor atención a leyes y reglas, aprender… Esto hace que haya que explicar a los empleados por qué es importante preservar la SI, por qué estos esfuerzos valen la pena, qué ganan con la protección de datos y cómo podemos lograr nuestros objetivos. Las inducciones, videos explicativos, charlas y entrega de material didáctico nunca estarán de más.
  • Esto nunca termina: La seguridad de la información debe reevaluarse periódicamente. Como ocurre con todo, las necesidades, obligaciones, procesos, empleados, objetivos y leyes cambian. Un buen programa de seguridad de la información debe ser reevaluado al menos una vez al año. Las revisiones por la dirección y auditorías pueden ser de gran ayuda para revisar los resultados de mediciones, de auditorías internas, qué incidentes se han presentado, nuevas amenazas identificadas, inversiones necesarias, propuestas de cambio en la política, entre otros.

Tomado de: https://www.isotools.org/