jueves, 23 de julio de 2020

GESTIÓN DEL RIESGO: LAVADO DE DINERO

Apostar por la protección siempre resulta positivo, y por eso, las empresas de hoy disponen de sistemas de gestión, con los cuales poder identificar y clasificar los riesgos de la organización, tanto a nivel operativo como legal.

De esta manera, dispondrán de todos los mecanismos necesarios de prevención, control, reacción y gestión, para hacer frente a cualquier tipo de riesgo que pudiera afectarles.


En ese punto, es muy importante conocer las metodologías de gestión de riesgos o, al menos, de qué herramientas disponemos para poder ejecutar correctamente, en el caso del lavado de dinero, las organizaciones deberán realizar una gestión.


Una de las herramientas de más actualidad, es la norma ISO 37001 para sistemas de gestión antisoborno, ya que ayuda a controlar y gestionar una tipología de riesgos cada vez más frecuentes.

En relación a este estándar internacional, hemos elaborado un artículo muy inteersante titulado preguntas frecuentes sobre ISO 37001 para sistemas de gestión de Antisoborno, y seguro que podrá resolver más de una duda.

No obstante, en el artículo que presentamos en el día de hoy, les hablaremos acerca de que las matrices de riesgo y cómo pueden ayudarle en su organización en el lavado de dinero.

Pasos para la elaboración de una matriz de riesgo

Esta metodología, es utilizada dentro de un sistema como herramienta de control interna y de riesgos empresariales.

Para ello, se basa en una serie de criterios, tanto cualitativos como cuantitativos.

A continuación, se desarrollarán los pasos para realizar una matriz de riesgo, algo de vital importancia para las empresas.

Etapa 1. Identificación de riesgos

Antes de realizar cualquier tipo de matriz, es preciso haber realizado una evaluación de riesgos, para identificar los riesgos que han de tratarse y gestionarse mediante la matriz.

Para ello, se revisan todas las fuentes de información que puedan tener eventos de riesgo, considerando la naturaleza y características de los factores de riesgo existentes.

Estos riesgos, pueden ser identificados mediante la lluvia de ideas y asistida por los responsables de gestionar los procesos, por lo que se construye una perfecta base de datos de estos eventos, que más adelante, serán evaluados y calificados.

Etapa 2. Valoración de riesgos y calificación de resultados

Cuando los eventos de riesgo ya han sido identificados, se da paso a la valoración de los mismos en este punto, mientras se realiza la matriz de evaluación de riesgos.

En ella, deben considerarse una serie de variables que se comentan a continuación:
  • Determinación de megaproceso, proceso y subproceso.
  • Identificación de cualquier evento de riesgo o riesgo que pueda afectar a la consecución de los objetivos
  • Fijar un número secuencial para el factor riesgo
  • Descripción del riesgo
  • Factor de riesgo, que será aquel que pueda afectar al cumplimiento de los objetivos de la organización y del sistema de compliance. Para el lavado de dinero, deben tenerse en cuenta los factores de riesgos vinculados a personas, productos, jurisdicción y canales.
  • Probabilidad de ocurrencia
  • Impacto y su valoración
  • Valoración del impacto
  • Riesgo inherente
Probabilidad de ocurrencia

Al riesgo o evento en sí, se le asigna una probabilidad de que pueda ocurrir, para que pueda medirse en términos de frecuencia o factibilidad, considerando factores internos y externos que puedan dar lugar al riesgo.

Normalmente, se utiliza la siguiente escala:
  • Improbable
  • Probable
  • Muy probable
Impacto y su valoración

Aquí, se trata de asignarle al riesgo una consecuencia o magnitud de los efectos que pueda tener el posible riesgo, valoración cualitativa, para lo cual se suele utilizar la escala alto, medio y bajo.

Para valorar el impacto, es preciso tener conocimiento y experiencia en cuanto a la Información levantada, para, además, obtener el riesgo inherente.

Riesgo inherente

Este tipo de riesgos, son los propios o característicos de la actividad, principalmente, en ausencia de acciones por parte de los directivos.

Estos, también se clasifican en bajo, moderado y alto.

Mapa de riesgo

Es la manera más visual para de comprender y conocer las amenazas, por lo que mejora y facilita la toma de decisiones respecto a cómo actuar frente a la materialización de posibles riesgos.

En este punto, es necesario identificar los límites inferiores y superiores del nivel de riesgo.

Así, con la probabilidad y el impacto, se obtiene lo que se denomina mapa de calor. Esto es una representación gráfica con los objetivos estratégicos de la empresa y los riesgos de mayor interés respecto a la toma de decisiones.

Gracias a la matriz de riesgo, la gestión del sistema de compliance es más efectiva, ya que facilita el control sobre los riesgos, especialmente, sobre los de mayor criticidad para la organización.


Tomado de: https://www.isotools.org

¿ESTÁ TU EMPRESA LO SUFICIENTEMENTE PROTEGIDA?

Independientemente del sector al que pertenezcan, todas las empresas tienen un punto en común: necesitan proteger su actividad ante cualquier imprevisto. ¿El objetivo? Asegurarse de que el negocio no pare.

Lanzar tu empresa te ha costado un esfuerzo infinito. Has dedicado tiempo a analizar su viabilidad y a planificar estrategias; has tenido que sortear obstáculos y soportar noches de desvelos, pero por fin... parece que todo está en marcha. Ya solo queda que el negocio despegue como esperas y recoger los frutos. Pero, ¿y si surgiese algún imprevisto, una situación externa que te obligue a detener el funcionamiento de tu empresa? No dejes nada al azar. Ante cualquier circunstancia que afecte al desarrollo de tu actividad necesitas proteger tu Pyme con un seguro multirriesgo, que entienda las necesidades reales de tu negocio. Con el asesoramiento de Zurich, te contamos cómo lograrlo.

TU TRANQUILIDAD IMPORTA

Aunque cada empresa es diferente (no tienen las mismas necesidades un taller de automoción, una oficina de prensa, una explotación ganadera, un hostal...) todo emprendedor siente la necesidad de proteger su negocio ante cualquier incidencia que pueda surgir en el desarrollo de su actividad y que añada tranquilidad a su estilo de vida. Para ello están los seguros.

¿QUÉ NECESITAS?

Si te encuentras un poco perdido en este sector, te interesa saber que existen productos especializados en Pymes, que ofrecen amplias coberturas, asistencia 24 horas, precios ajustados y que puedes contratar online en apenas un minuto. A modo de ejemplo, a una empresa dedicada a la fabricación y manipulación de bienes le puede interesar un multirriesgo con amplias coberturas, que adelante el pago de las reparaciones, para que la empresa no pare, y que proteja negocio y patrimonio ante posibles reclamaciones por daños a terceros.

SOLUCIONES ESPECÍFICAS

Para el caso de una empresa centrada en la distribución de bienes puede resultar más oportuno un seguro específico para negocios y comercios. Que ofrezca protección para el empresario, para el local, para las ganancias y para las mercancías. Mejor si cuenta con asesoría jurídica y un respaldo financiero para afrontar una posible demanda de terceros.

POR TU RESPONSABILIDAD

En cuanto a la responsabilidad civil, tanto si tu empresa tiene empleados como si no, o si mantienes un contacto directo con clientes, conviene que cuentes con un seguro que incluya la mayor cobertura del mercado. Como responsabilidad de explotación (si la empresa se derrumba sobre un cliente), responsabilidad civil por accidente de trabajo (trabajadores que estén o no en plantilla) y responsabilidad civil de productos y/o trabajos acabados (por si algún producto de la empresa causa daño a clientes).

ASESÓRATE CON PROFESIONALES

La opción para proteger tu empresa ante cualquier circunstancia es un seguro para Pymes, que entienda tu negocio y te ofrezca una adaptación personalizada de soluciones y coberturas. Antes de nada, elige una compañía con un equipo especializado en siniestros de empresas y en prevención de riesgos. Mejor si cuenta con un equipo de mediadores en el área empresarial que realice un estudio previo de tu negocio y te asesore sobre lo que realmente necesitas. Y que puedas tener siempre en línea.

¿DÓNDE ACUDIR?

Si tu seguro actual, no está a la altura de lo que esperas, infórmate en Zurich. Una compañía en la que ya han confiado más de 100.ooo empresas y que dispone de un seguro para Pymes con más de 50 coberturas combinables (calcula tu precio y contrata online). 

Una de las diferencias reseñables de este producto estrella de Zurich es que te adelanta el pago para que tu empresa no pare su actividad ante imprevistos. Otra, sus coberturas: cuenta con protección frente a factores externos (inundación, incendio, derrumbe del edificio...), frente a accidentes (averías, daños materiales y paralización de la actividad por estas causas), seguro frente a robos (desperfectos, expoliación, reposición de llaves), la protección más amplia del mercado frente a responsabilidad civil y una novedosa protección frente a pérdidas de beneficios causadas por incendio o daños por agua. Mira aquí más coberturas.

Si parar tu actividad es un lujo que no te puedes permitir, la solución pasa por asegurar su continuidad con profesionales del sector.

Tomado de: https://www.emprendedores.es/

COVID-19 HA LANZADO A NUESTRO PLANETA UN SALVAVIDAS PARA LUCHAR CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO

La gente asiste a una marcha de protesta para llamar a la acción contra el cambio climático, mientras continúa la propagación de la enfermedad coronavirus (COVID-19), en Viena, Austria, el 26 de junio de 2020.

  • COVID-19 ha acercado más que nunca los imperativos climáticos y económicos.
  • Si el mundo aprovecha esta oportunidad, las generaciones futuras recordarán el año 2020 como el año en que la humanidad derrotó una pandemia y salvó el planeta.
La COVID-19 llevó a la muerte de más de 500 000 personas en el mundo, enfermó a millones y sigue causando estragos. Pero, como dice el refrán —y sin pretender minimizar esta tragedia humana de manera alguna— no hay mal que por bien no venga. Si tomamos las decisiones correctas a medida que los confinamientos se relajen, tal vez la pandemia le haya tendido una mano a la humanidad para lidiar con el desafío mucho mayor del cambio climático.

Antes de que el coronavirus nos golpeara, los activistas como yo habíamos prácticamente renunciado a la esperanza de que el mundo cumpliría la meta del pacto climático de París de limitar el calentamiento global a entre 1,5 y 2 °C sobre los niveles preindustriales, parecía que en lugar de eso el mundo se calentaría entre 3 y 4 °C.

Eso sería una catástrofe planetaria, perderíamos todos los arrecifes de coral del mundo y la mayoría de los bosques tropicales, al tiempo que el calor en muchas de las regiones más densamente pobladas se tornaría insoportable. La producción de alimentos se desplomaría, amenazando con hambrunas e inanición cuando las cosechas fracasaran en los principales graneros del mundo.


Ahora, sin embargo, nada de eso tiene que ocurrir, el coronavirus nos ha obligado a bloquear las economías en tal medida que las emisiones de dióxido de carbono cayeron en picado. Todos vimos la evidencia: cielos más azules, ciudades libres de esmog, y peatones y ciclistas que reemplazan a los automóviles contaminantes. Los científicos estiman que las emisiones mundiales de CO2 caerán hasta el 7 % este año y mantener ese nivel de reducción de las emisiones anuales pondría nuevamente al mundo camino a cumplir la meta de 1,5-2 °C. Eso a su vez salvaría los arrecifes de coral y los bosques tropicales, evitaría crisis mundiales de refugiados, limitaría el elevamiento del nivel del mar y mantendría la mayor parte del casquete glaciar ártico congelado.

Pero aunque la crisis de la COVID-19 nos dio una oportunidad inesperada para el clima, obviamente no podemos mantener los confinamientos para siempre. Millones de personas están desempleadas y un cierre económico prolongado tendría un efecto catastrófico sobre su sustento, con la carga más pesada principalmente sobre los hombros de los pobres.

Afortunadamente, la opción que enfrentamos no es entre el colapso económico y la crisis climática, gracias a una coincidencia extremadamente afortunada el mundo debe invertir con urgencia billones de dólares en descarbonización justo cuando la economía mundial necesita con urgencia un enorme estímulo para que la gente vuelva a trabajar.

Para contribuir al financiamiento de estas medidas, países como Estados Unidos y el Reino Unido debieran emitir bonos gubernamentales con vencimientos a 50 o incluso 100 años. Como las tasas de interés para la deuda gubernamental en algunas de las economías avanzadas es actualmente negativa, los tesoros nacionales podrían captar grandes cantidades de dinero con un costo muy bajo a corto plazo. Y debido a que la deflación es actualmente un riesgo mucho mayor que la inflación, crear dinero adicional a través de emisiones de bonos ayudaría a evitar una posible depresión económica mundial.

Hay quienes pueden objetar la moralidad de que los gobiernos se endeuden y sean nuestros hijos y nietos quienes deban pagarlo, pero emitir deuda pública a largo plazo para lidiar con un desafío que afecta a nuestra civilización dista de ser inaudito. El RU, por ejemplo, recién terminó de pagar la deuda pendiente por la Primera Guerra Mundial en 2014, y los ciudadanos de ese país son hoy cinco veces más ricos en términos per cápita que la generación que combatió en la guerra. Si suponemos que el crecimiento económico continuará durante el próximo siglo, nuestros descendientes estarán aún mejor, lo que aliviará la carga futura de los servicios de la deuda.

Greta Thunberg y millones de jóvenes huelguistas climáticos en todo el mundo han intentado correctamente la exhortación moral para persuadir a los líderes actuales a que consideren seriamente los intereses de las generaciones futuras, pero en este momento tenemos que hablar en efectivo contante y sonante.

Solucionar el cambio climático exige gigantescas inversiones de capital ahora. En primer lugar, garantizar un clima habitable durante la segunda mitad de este siglo requiere escalar lo suficiente las tecnologías de energías renovables —como la solar y la eólica— para reemplazar los combustibles fósiles como principales proveedores de energía primaria.

Además, tendremos que producir combustibles líquidos, probablemente amoníaco e hidrocarburos sintéticos, a una escala incluso mayor que la energía eléctrica para descarbonizar la navegación, la aviación y procesos industriales como la producción de acero. La nueva generación de tecnologías nucleares, como los reactores modulares avanzados (AMR, por su sigla en inglés), tendrá un papel fundamental en este esfuerzo.

Las grandes inversiones de infraestructura son por naturaleza proyectos de largo plazo y el costo del capital se debe reducir si queremos que las tecnologías limpias desplacen a los combustibles fósiles. Los gobiernos pueden pedir prestados los montos necesarios a tasas mucho menores que el sector privado y las inversiones resultantes generarán millones puestos de trabajo para reemplazar los que se perdieron en las industrias sucias y contribuir a reactivar la economía mundial después de la pandemia.

El gobierno del RU ya emitió bonos por 72 000 millones de GBP (90 000 millones de USD) con vencimientos a 50 años o más, que comenzarán en 2055. El RU y otros países podrían emitir 50 veces más deuda —entre 3 billones y 4 billones de GBP (de 3,7 billones a 5 billones de USD) rescatables a fines de este siglo para colaborar con el financiamiento de la inversión necesaria para superar el desafío climático.1

Esos bonos con vencimientos a largo plazo serían un activo seguro para los fondos de pensiones y otros inversores a largo plazo y además les ofrecerían una alternativa para liquidar permanentemente sus inversiones en combustibles fósiles. Después de todo, no habrá activos «seguros» en un mundo con creciente daño climático.

No sugiero que los gobiernos tengan que prestar apoyo financiero a las tecnologías limpias indefinidamente, sino que el desafío es reducir sus costos —como se logró exitosamente con la energía solar— a través de la investigación, el desarrollo y la implementación temprana a escala, hasta que las tecnologías limpias sean más baratas que los combustibles fósiles y la transición energética sea autosostenible.

La crisis de la COVID-19 alineó más que nunca los imperativos económicos y climáticos. Si aprovechamos esta oportunidad histórica, la generaciones futuras seguramente recordarán 2020 como el año en que la humanidad logró tanto derrotar a la pandemia como salvar al planeta.

Tomado de: https://es.weforum.org/

QUÉ ES CALIDAD Y COMO EVALUARLA EN TU ORGANIZACIÓN

Qué es calidad. Esa es una pregunta que muchas veces podemos hacernos todos en algún momento.

Hoy en día todas las empresas presumen de calidad y de que sus productos y servicios son de mejor calidad.

Pero al hacer esta afirmación se quedan solo en el término “calidad”. Y yo me pregunto, ¿que es calidad en tu negocio?

“Calidad” es un término que todo el mundo usa y como no la acompañes con un par de ejemplos para demostrarlo al final se queda en un concepto muy general que no transmite absolutamente nada porque es muy ambiguo.

Y como no trasmitas realmente el valor que aporta tu servicio o producto, al final el cliente se vaya por la vía más rápida: tu precio.

Y si además tu precio es más alto que el los otros porque tú tienes más “calidad” pero no sabes transmitirla, pues tu producto o servicio, se verá como un commodity. (Commodity es un término que viene del inglés que significa “producto básico”).

Cuando presentas tu producto/servicio y utilizas la palabra “calidad” pero no argumentas ese concepto es muy probable que te pase esto:


Pero en cambio cuando presentas tu producto / servicio y utilizas la palabra “calidad” argumentando ese concepto mira lo que pasa:


Entonces, ¿quieres saber cómo argumentar y trasmitir bien el concepto de calidad en tu negocio?

Pues lee este post porque eso es lo vamos a contar a continuación.

Definiciones de calidad

1.Según la RAE es:

2.Según ISO 9001:2015 es:


3.Según mi experiencia calidad es:

La capacidad que tiene tu producto o servicio para satisfacer las expectativas que se había hecho tu cliente antes de haber trabajado con tu organización.

Por lo tanto la calidad está directamente relacionada y alineada con tu oferta / presupuesto / cotización / catálogo de productos, etc y cómo eres capaz de cumplirlo.

Para ello tendrás que explicar qué producto o servicio vas a entregar, cómo vas a entregarlo, en qué plazo, qué garantías ofreces, etc.

Y justamente eso es lo que hará que “aterrices” el concepto de “calidad”. Te explico esto un poco más detallado a continuación.

Calidad en un servicio
En términos generales, cuando alguien contrata un servicio es porque tiene la necesidad de solucionar algún problema o un asunto a resolver.

Si tu organización entrega ese servicio deberás explicar antes de entregarlo:
  • Cómo vas a solucionar el problema o asunto a resolver.
  • Las características de tu forma de trabajar.
  • Qué aportas al servicio que sabes que tus clientes valorarán positivamente
  • En qué plazo vas a realizarlo.
  • Qué garantías ofrecen.
  • Cuál es el precio por ese servicio.

Si sabes describir y transmitir estos asuntos de forma correcta al cliente y después eres capaz de cumplirlo habrás entregado un servicio de “calidad” al mercado. Eso es calidad bajo mi punto de vista.

Por ejemplo, nosotros en IVE Consultores intentamos entregar un servicio “excelente” al cliente y para nosotros excelente es:
  • Desarrollar y alojar la documentación con la que trabajamos en una carpeta compartida en la nube con el cliente para evitar el envío de documentación por email con las muchas revisiones que se pueden hacer de un documento.
  • Realizar reuniones ágiles que tendrán un tiempo de duración de 2,5h.
  • Entregar un acta de reunión en la que registramos qué se ha trabajado y quién ha de encargarse de hacer lo acordado en cada reunión.
  • Realizar una planificación de las reuniones cada 7, 15 o 21 días que asegure una progresión continúa en el desarrollo y finalización del proyecto en plazo.
  • Elaborar un listado de tareas pendientes compartido con nuestros clientes en el que se podrá seguir la evolución del proyecto.
  • Obtener un resultado de auditoría externa muy bueno con no más de 2 no conformidades, siempre que podamos.

Calidad en un producto
Cuando hablamos de calidad de un producto estamos hablando de atributos, es decir, cualidades que tiene ese producto y sus servicios anexos hasta la entrega al cliente:
  • Materiales
  • Uso previsto
  • Vida útil
  • Entrega y plazos
  • Garantías / devolución
  • Precio

Dependerá de qué tipo de producto entregues pero en términos generales, si tu organización entrega un producto al mercado deberás:
  • Explicar su uso previsto (mediante instrucciones o similar)
  • Detallar características que incorporas al producto o sus servicios anexos y que sabes que tus clientes valorarán positivamente
  • Realizar confirmaciones de pedidos de tus clientes
  • Cumplir los plazos para la entrega
  • Ofrecer posibilidad de: garantías / reparaciones / devoluciones
  • Comunicar el precio de venta

Si sabes describir y transmitir estos asuntos de forma correcta al cliente y después eres capaz de cumplirlo habrás entregado un producto de “calidad” al mercado. Eso es calidad bajo mi punto de vista.

Cómo evaluar la calidad en un producto o servicio
Si tienes claro que es calidad para el producto o servicio que entregas, el evaluar la calidad del mismo no será difícil ya que lo que vas a valorar son los atributos y variables que tiene dicho producto.

Los atributos son cualidades que tienen los productos.

Por ejemplo para un producto un atributo puede ser: un color, una muesca realizada en el producto, una leyenda-casilla-sello en un impreso, un componente insertado en una pieza, etc.

Las variables son las cuantificaciones de las cualidades que tienen los productos.

Siguiendo con el ejemplo para un producto, las variables de éste podrían ser: el pantone de un color, el tamaño de la muesca realizada en el producto, el contenido de la leyenda, el tamaño de la casilla o del sello en un impreso, el tamaño del componente insertado en la pieza.

Para hacer esta medición de la calidad deberás realizar un control de calidad al producto antes de entregarlo al mercado y de esa forma determinar si cumple los estándares previamente fijados por la organización.

Bueno, pues hasta aquí lo que quería contarte en este artículo.

Y ahora cuéntame tú, ¿cómo comunicas y transmites la calidad de tu producto o servicio al mercado?

Tomado de: https://iveconsultores.com/