jueves, 21 de abril de 2022

LA REPERCUSIÓN DE LA ISO 17025 EN EL SECTOR TURISMO

El estándar ISO 17025 proporciona los requisitos que los laboratorios de ensayo y calibración deben de llevar a cabo para demostrar que están altamente cualificados.
Hay numerosos países que son muy atractivos turísticamente, como es el caso de Perú. Este país ha recibido un alto número de extranjeros turísticos, los motivos se deben a que es un país muy atractivo en cuanto a riqueza cultura, biológica o natural. El turismo ha llegado a ser un pilar de la economía de este país.

Debido a la cantidad de extranjeros que visitan el país, muchas de las empresas han llevado a cabo la implantación de la norma ISO-17025, para ser más competitivas y satisfacer las exigencias de los consumidores frente a sus productos y/o servicios.

Los laboratorios pertenecientes al sector turístico de Perú que han optado por la implantación de la ISO17025 han disfrutado de los siguientes beneficios:
  • Fomento el resultado de los problemas.
  • Servir de soporte para los sistemas de calidad enlazados con los laboratorios.
  • Eliminar o aminorar reensayos.
  • Programas de entrenamiento.
  • El personal se encuentra más motivado y satisfecho.
  • La calidad realiza un incremento de la precisión y de la exactitud.
  • Programas de selección de los trabajadores.
  • Mejora de la imagen del laboratorio.
  • Eliminación de las competencias que no sean positivas.
  • Programas de adquisición de bienes y servicios que son especializados.
  • Reducción de costos por gestión de proveedores o de reactivos.
Los laboratorios cuya actividad este regida adecuadamente por las pautas del estándar ISO-17025 serán más competentes que los que no lleven a cabo esta norma.

Tomado de: https://www.isotools.org/

LOS MODELOS DE GESTIÓN Y EL ENFOQUE BASADO EN PROCESOS

La globalización y competitividad que caracterizan a los mercados actuales, han favorecido que la calidad se convierta en un factor clave para el éxito empresarial, añadiendo valor a la empresa. 

Esta nueva situación plantea la necesidad de abandonar los modelos tradicionales de gestión y adoptar un sistema de gestión por procesos que favorezca la mejora continua y la consecución de los nuevos objetivos empresariales.

La calidad es un principio cada vez más valorado, que permite a las empresas diferenciarse de las demás, ser más competitivas y obtener mejores resultados. Esta calidad favorece el crecimiento y desarrollo empresarial.

No obstante, para obtener estos resultados positivos, es necesario que las entidades implementen sistemas de gestión en su organización e incorporen metodologías, técnicas y herramientas eficaces, que les ayude a alcanzar los objetivos propuestos. 

A lo largo de las últimas décadas, la preocupación por la calidad ha promovido la creación de diferentes modelos de gestión. Estos modelos, que surgieron como premios para fomentar y promover la gestión de la Calidad Total, se han ido enriqueciendo a lo largo de los años, gracias a las nuevas aportaciones de los expertos y a su exitosa implementación en las empresas.

Modelos de gestión de calidad

Los modelos de gestión de calidad señalan una serie de pautas para llevar a cabo una gestión eficaz. Estos modelos tienen como fin promover la mejora continua de la organización. Para ello, los modelos de gestión se estructuran en una serie de criterios, cuyo propósito es guiar la práctica y asegurar que se cumplen los principios básicos de excelencia. Además, sirven como herramienta de autoevaluación.

Entre los principales modelos de Gestión de la Calidad Total, se encuentran:
  • El modelo Deming Prize, creado con el fin de mejorar la competitividad de las empresas japonesas en la década de los 50.
  • El modelo Malcolm Baldrige. Este modelo americano fue impulsado en la década de los 80 con el objeto de mejorar la economía de EEUU.
  • El modelo EFQM (“European Foundation for Quality Management”).
  • El modelo Iberoamericano de Excelencia en la Gestión, implantado en 1999 por la Fundación Iberoamericana para la Gestión de Calidad (FUNDIBEQ).
Estos cuatro modelos tienen características comunes, especialmente el modelo EFQM y el Iberoamericano, ya que el segundo se basa en el primero. También el modelo Baldrige comparte similitudes con estos dos modelos, pues los tres han sido creados para la gestión de empresas.

Por otro lado, el modelo que más difiere es el Deming, debido a que su diseño inicial iba dirigido a científicos e ingenieros, no a empresas, no obstante comparte algunos principios y criterios con el resto de modelos.

Todos los métodos tienen como fin la satisfacción de los clientes, en especial, pero también al resto de personas o entidades que puedan verse afectadas por las actividades de la empresa, aquellas partes interesadas o “stakeholders”, como proveedores, inversores o incluso los propios empleados.

Otra característica que comparten, es que los cuatro modelos le conceden gran importancia al liderazgo, que debe participar activamente en todo el proceso. La implementación de cualquier modelo de calidad o herramienta que pretenda servir a la mejora de los procesos en cualquier tipo de empresa, precisa del compromiso de los directivos y gestores y de su capacidad de liderazgo, para involucrar al resto de trabajadores en este camino.

El enfoque basado en procesos

Estos modelos de gestión de la calidad total no son exclusivos. Todos ellos se pueden complementar y enriquecer con otros modelos y herramientas, como la normativa ISO 9001 de Sistema de Gestión de la Calidad, y con otros certificados similares que acreditan la calidad en los procesos.

Este tipo de normas se basan en Sistemas de Gestión de la Calidad que adoptan un enfoque basado en procesos. Enfoque que se caracteriza por tener presente el vínculo existente entre todas las actividades que intervienen en los diversos procedimientos que se llevan a cabo. Los recursos y actividades se gestionan teniendo en cuenta sus relaciones, como un todo, favoreciendo resultados más eficientes.

Según esta concepción, el proceso se compone de diversas actividades que se encuentran relacionadas, influyendo unas sobre otras, de tal forma que el final de una se convierte en el principio de la siguiente.

Este proceso debe transformar las actividades en resultados. Resultados que son analizados y controlados por la organización, lo que permite guiar los procesos para alcanzar los objetivos deseados. Su fin consiste, al igual que el de los modelos de gestión, en garantizar la mejora de la eficiencia empresarial y la satisfacción del cliente.

Tomado de: https://www.isotools.org/