sábado, 25 de julio de 2020

MANUAL PARA IDENTIFICAR (Y SOBREVIVIR) A JEFES Y EMPLEADOS INCOMPETENTES

Rara vez se les ve venir. Suelen ser simpáticos, consiguen que sintamos pena de ellos y que, al final, asumamos su trabajo y sus responsabilidades.

Si ya lo dice el refrán: “Señor, líbrame de los tontos que de los listos ya me cuido yo”. Y es que la sabiduría popular esconde verdades como puños. Porque, no nos engañemos, ¿quién no se ha topado alguna vez con ese incompetente que, no sólo sobrevive a todos los vaivenes de la organización, sino que, incluso, ante nuestro asombro, es promocionado por encima de empleados de mayor valía? ¿Qué estrategias emplean para retener sus puestos de trabajo? Y, sobre todo, ¿qué estrategias podemos utilizar nosotros para defendernos de ellos?

Hay cuatro estrategias básicas:

Son espectadores. Siempre se mantienen al margen, no se involucran en nada y nunca son responsables de ningún desastre. Eso les permite mantenerse a flote en cualquier circunstancia.


Dejan pasar el tiempo. Intentan siempre que sea el tiempo el que resuelva todos sus problemas. Por eso, una de sus máximas es intentar que éste eche un tupido velo sobre los temas, aunque sean candentes.

Se rodean de inútiles. Si se trata de un jefe incompetente, busca inútiles bajo su cargo que no le hagan sombra. Si son empleados, hacen piña con otros que sean como ellos para hacerse fuertes.

Buscan la benevolencia del jefe. Suplen sus carencias con una actitud servil con sus superiores, recurriendo incluso a favores fuera de la oficina. Además de inútiles, entrarían en la definición de trepas. Por eso es por lo que muchas veces tenemos la sensación de que se promociona al inútil, cuando en realidad lo que se está reconociendo es su labor de peloteo.

A estas cuatro tácticas de supervivencia, les podemos añadir otras dos:

Estrategas del disimulo. No saben hacer su tarea pero han desarrollado unas habilidades para disfrazar ese desconocimiento y que no se note. La necesidad agudiza su astucia, pero no la inteligencia.

Actúan como vampiros. Consiguen trasladar la responsabilidad y la carga de las tareas a los demás, y que éstos las asuman como propias para poder entregar en plazos, para hacerlo correctamente, etc

EL COLMO DE LA INCOMPETENCIA

Lawrence J. Peter, en su archifamoso libro El principio de Peter, sostenía: “Con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones ... y el trabajo es realizado por aquellos empleados que no han alcanzado todavía su nivel de incompetencia”.

Sin dejarnos abatir por argumentos tan fatalistas, los expertos consultados recomiendan para enfrentarnos a ellos:

Dialogar. Es cierto que en algunas tipologías de ineficaces, puede tratarse de individuos con los que hablar sirva de muy poco, porque no están dispuestos a reconocer lo que se les dice, son impermeables a las críticas. Sin embargo, en otros casos, una conversación puede resultar de lo más esclarecedora porque a menudo no son conscientes de que el problema radica exclusivamente en ellos, porque los tiempos han cambiado y no han sabido adaptarse, porque están asumiendo competencias para las que no están preparados o porque, simplemente, están atravesando un mal momento.

No colaborar. Se trata de no reforzar el vampirismo de los ineficaces. Hay que ser fuertes y, aunque nos den lástima, no asumir como propias responsabilidades ni tareas de los ineficaces. Es como el niño pequeño que coge una perreta y consigue lo que quiere. Si el inútil, con su actitud, obtiene la meta buscada, siempre va a recurrir a la estrategia que tan bien le ha ido.

Personaliza. Antes de emprender una cruzada contra él conviene saber a qué razón responde su ineficacia. Si es ineficaz porque no sabe, ofrécele formación. Si es ineficaz porque no puede, búscale un hueco donde pueda desarrollar mejor sus habilidades. Si es ineficaz porque no quiere, hay que ser capaces de analizar si el error está en nuestra organización y, en función de ello, poner remedio.

Darle protagonismo. Si tienes un incompetente en tu organización, trata de darle protagonismo en una determinada área para que se sienta importante. A menudo, detrás de esa actitud de ineficiencia se esconde un resentimiento o una desmotivación que es necesario atajar antes de que el individuo pase a la categoría de cínico y empiece a enrarecer el ambiente. Si consigues involucrarle en algunos procesos en los que una mala gestión no tenga consecuencias excesivamente negativas, puedes descubrirle una faceta desconocida incluso para él.

Ignórale. Esta estaría justo en el extremo contrario. Se trataría de hacer justo lo opuesto de lo que proponemos en el paso anterior: vaciar su puesto de contenido, bien porque desplazamos a los empleados a otro departamento, bien porque creamos un nuevo puesto con unas funciones meramente representativas.

EL EMPRESARIO CON INCOMPETENTES A SU CARGO

Algunas estrategias efectivas que puede seguir el empresario son:

Patada hacia arriba. Técnica que consiste en desplazar al incompetente hacia un puesto de nula responsabilidad ejecutiva. Se consigue con ello evitar que su actitud pueda provocar errores de fatales consecuencias. Es
 el principio de Dilbert: las compañías tienden a situar en los puestos más altos a sus directivos más incompetentes para minimizar el daño que pueden hacer. Otros expertos piensan que esto es desplazar el problema.

Profesionaliza los altos cargos. Cuando se trata de una empresa familiar, una situación frecuente es admitir parientes de cuya valía dudamos pero cuya aceptación vemos forzada por condicionamientos personales. En este caso, una buena estrategia es la profesionalización: Lo ideal es establecer unos protocolos que impidan la entrada en altos puestos a quien no esté preparado.

Auditores externos. A menudo resulta violento expresarle a ese viejo colaborador que no es válido para la nueva estrategia. En ese caso lo mejor es recurrir a profesionales externos, como auditores, que puedan dar una visión más imparcial del problema. Y si tienes que plantear finalmente el problema, trata de hacerlo a través de amigos del afectado, para suavizar el impacto.

EL JEFE CON EMPLEADOS INCOMPETENTES

Si es intencionado y no podemos prescindir de él porque es un enchufado de nuestro superior o porque resultaría muy caro despedirle, sería bueno, buscar su alianza para que aporte valor. Habla con él y muéstrate dialogante. 
Si no consigues sacar provecho de él, destínalo a tareas que no perjudiquen a la marcha de la empresa. Pero no olvides algo: Los jefes inútiles son aquellos que no saben sacar lo mejor de su gente.

El ultimátum. Siempre después de haber descartado que en su actitud haya componentes característicos de una organización laboral deficiente: carga excesiva de trabajo, salarios insuficientes... Todo ello conduce a un desánimo generalizado. La técnica de positivo-negativo-positivo. Arthur H. Bell y Dayle M. Smith, en Aprenda a tratar con personas difíciles, proponían afrontar la cuestión directamente: “Me gustaría empezar por las áreas en las que has progresado, después comentar los aspectos más problemáticos y por último establecer algunas alternativas”.

Es el proceso completo: Primero hay que hablar claro para conseguir unfeedbackcon el afectado. Luego, darle la oportunidad de que cambie. Proponle un plan de acción con fecha de caducidad. Y si, llegados a este punto, persiste en su actitud, hay que recurrir al conocido cementerio de elefantes.

Reubícale. Retomando la opción inicial del diálogo, nunca está de más tratar de averiguar por qué esa persona no cumple los objetivos previstos y buscar dónde puede encajar mejor. A todas las personas nos gustan las responsabilidades, así que a lo mejor se trata de encontrar ese sitio perfecto para tu trabajador porque, como reconocen los expertos, en España rara vez se trabaja en lo que nos gusta o en lo que nos hemos preparado sino en lo
 que nos toca hacer. A menudo, si cambiamos de posición, podemos encontrar aquella que mejor encaje con las cualidades de nuestro trabajador.

CUANDO TU JEFE ES INCOMPETENTE

Aquí, por desgracia hay una premisa básica y es que normalmente el jefe inútil tiende a rodearse de subordinados inútiles que no le hagan sombra. Y es que, la gente se marcha de sus jefes no de sus compañías. Algunas estrategias:

Intenta ganarte a tu jefe. Hazle ver que no eres una amenaza para él. Realiza tu labor y, siempre que puedas, involucra a terceras personas bien por medio de la fórmula
 de enviar correos con copia bien pidiendo consejo “inocente” a otros jefes, de manera que quede claro quién está haciendo el trabajo.

Supervivencia. Si nada de lo anterior es suficiente lo único 
que te queda es recurrir a lo que se denomina “efecto funcionario”: limitarse a sobrevivir 
en espera de que lleguen tiempos mejores en los que pueda producirse un relevo.

Puentea a tu jefe. Esta fórmula sólo es válida en casos desesperados, porque es una estrategia difícil y peligrosa que normalmente no está bien vista dentro de las organizaciones, pero es cierto que, si es la única baza que nos queda, no pasa nada por intentarla antes de renunciar a nuestro puesto.

CUANDO TU COMPAÑERO ES UN INCOMPETENTE

En el nivel horizontal, los incompetentes más habituales son el autómata, el que no da más de sí y el enchufado y, para nuestra desgracia, a menudo asistimos aterrados a la promoción del primero y del último. ¿Por qué? El secreto no radica tanto en la estrategia del empleado como en la naturaleza del jefe: el autómata progresa con un jefe que, ya ha llegado a su máximo grado de incompetencia y que no está orientado al resultado sino al trámite. El enchufado triunfa porque no tiene más méritos que ser amigo del jefe, que también es incompetente y que, como hemos visto, prefiere rodearse de una camarilla como 
él antes que enfrentarse a un súpercompetente. ¿Cuáles son las estrategias en este caso?

No colaborar. Por más pena que nos den, en este caso sería frente al tipo del que no da más de sí, no podemos cometer el error de caer en su trampa de víctima porque entonces entramos en una ruleta continua. Niégate con suavidad pero con firmeza y busca excusas para no hacer su trabajo. La culpa al final es del que hace el trabajo del otro.

Divide las tareas. Si estás obligado a trabajar en equipo, defiéndete del inútil, tanto porque no sabe como porque no puede o porque no quiere, dividiendo la tarea en dos partes bien definidas, de manera que de alguna forma le otorgues responsabilidades sobre su parte y que no interfiera en tu trabajo. Además, proponle dejarlo claro en el informe o ante tu jefe para que cualquier retraso en su tarea no repercuta en tu propia valoración.

Acércate a él. Trata de conocerlo y de empatizar con él. La gente trabaja más y mejor por cariño que por imposición, si consigues atraer a tu causa al ineficaz es más fácil que termine realizando su trabajo en lugar de escaquearse.

Blindaje emocional. Evitar al máximo la relación, evitar los compromisos y los marrones, no implicarse, no ser amable no hacerse cargo de la situación del otro y nunca recomendarle.

¿Conoces a estos ineptos?

La tipología de inútiles en la empresa es realmente amplia y variada:

El cínico. Es el inútil porque no puede y no quiere, pero además está tan quemado y tan desmotivado que le encanta crear malestar en la organización. Tiende a hacer política de pasillos porque, por un lado, está ocioso y, por otro, se siente mejor cuando comparte sus penas con otros.

El que no da más de sí. Este sería el inútil aptitudinal, el que no está preparado para desarrollar competentemente su labor, bien porque ha seguido el principio de Peter, de ascender hasta donde se encuentra su grado máximo de incompetencia, bien porque ha habido un proceso erróneo de selección y se ha escogido para un cargo a alguien que no estaba preparado. Este caso puede tener fácil solución, bien reubicándole en un puesto más acorde bien dotándole de las herramientas y la formación necesarias para desarrollar su labor.

El enchufado. El amiguismo en España sigue estando muy vigente, hasta el punto de que no es raro encontrar incompetentes cuyo principal mérito es ser el pago de un favor que le han hecho al jefe. A menudo reúne las dos características anteriores: no tiene aptitudes pero, además, no tiene actitud.

El heredero. Es ese trabajador que en algún momento de la empresa ha realizado un importante papel y ahora se limita a sobrevivir, el tiempo ha corrido más rápido que él y no ha sabido adaptarse a las nuevas circunstancias. Aquí, al igual que en el segundo caso, podemos reciclarlo dándole la formación que le falta o tratar de hablar con él para que acepte un puesto más acorde.

El niño de papá. Este sería el heredero de la empresa familiar. En algunos casos los empresarios originarios les organizan un plan de carrera que incluye el pasar por los diferentes puestos de la compañía para que vaya haciéndose poco a poco con la responsabilidad. Pero, cuando se les coloca directamente en los altos puestos nos topamos a menudo con inútiles por ignorancia. En este caso, lo que interesa es darles formación y, si eres subordinado, convertirte en imprescindible para él para tomar decisiones.

El autómata. Es perfecto en cumplir con todos los trámites, como resume Peter. Triunfan porque habitualmente están a las órdenes de jefes que adoran precisamente esa diligencia en rellenar los formularios, en ordenar los archivos, en cumplir con las prescripciones de la empresa. Son tremendamente legalistas y presumen de que no les pagan para pensar. El problema es que hay muchos jefes a los que les gustan.

Tomado de: https://www.emprendedores.es

EL VALOR DE LA AUDITORIA DE SISTEMAS DE GESTIÓN

Además de cubrir los requisitos de normas para sistemas de gestión, tanto de calidad, como de medio ambiente y de salud y seguridad ocupacional, la auditoría genera su valor —quizás incluso su legitimidad— a partir de la calidad de sus procesos, del enfoque investigador, independiente y escéptico que deben asumir los auditores, y de la fiabilidad de sus resultados.

El concepto de “Auditoría con valor agregado”

Podría asociarse la palabra “valor” con la palabra “útil”, de modo que algo que “agrega valor” podría considerarse que es “más útil”. Aquí hay un reto para las organizaciones, que consiste en mantener a lo largo del tiempo la utilidad del sistema de gestión y que el proceso de auditoría siga siendo una herramienta de gestión destinada a mejorar, innovar y reinventarse continuamente. Un enfoque correcto le ayuda a la empresa a plantearse las preguntas correctas para planificar los procesos de manera correcta.

Algunas organizaciones han utilizado la serie de normas ISO 9000 para desarrollar sistemas de gestión de la calidad que están integrados en su manera de hacer negocios, y son útiles en ayudarlos a lograr sus objetivos estratégicos de negocio – en otras palabras éstos agregan valor a la organización. Por el contrario otras organizaciones simplemente han creado una serie de
procedimientos y registros burocráticos que no reflejan la realidad de la manera como la organización trabaja realmente, y simplemente agregan costo, sin ser útiles. En otras palabras, éstos
no “agregan valor”.
Es cuestión de enfoque:

Un enfoque que no agrega valor pregunta: “¿Qué procedimientos tenemos que escribir para obtener la certificación ISO 9000?”
Un enfoque que agrega valor pregunta: “¿Cómo podemos usar nuestro sistema de gestión de la calidad basado en ISO 9001 para que nos ayude a mejorar nuestro negocio?”
Un enfoque de auditoría que no agrega valor está encaminada sólo a detectar deficiencias o errores del sistema de gestión, producto de una inspección de papeles silente, solitaria y suspicaz. Así, un informe detallado de fallas e inconsistencias se constituye en su único y primordial propósito.


EL ENFOQUE SISTÉMICO EN AUDITORÍAS DE SISTEMAS DE GESTIÓN
Para desarrollar las etapas generales del marco global de una auditoría que agrega valor, es necesario contemplar estas grandes etapas de planear, ejecutar, evaluar y realizar acciones de mejoramiento, bajo el enfoque sistémico.

Planear con enfoque sistémico
Para diseñar el programa de auditoría con enfoque sistémico, se debe pensar en forma holística, es decir, observar la organización en su totalidad, en su conjunto, en su complejidad, en sus interacciones y en sus procesos. La observación sistémica no concibe la posibilidad de explicar un elemento si no es precisamente en su relación con el todo.

Con esta concepción, es posible definir los procesos prioritarios que deben ser objeto del programa de auditoría para su Mejoramiento. Posteriormente hay que detallar los cómo, o sea los instrumentos con los cuales se va a evaluar el qué, se debe orientar a instrumentos con evidencia comprobable, validados y técnicamente construidos. Igualmente se debe documentar las metodologías utilizadas, como insumo para la verificación externa.

Ejecutar con enfoque sistémico
En lugar de analizar en los procesos prioritarios objeto de auditoría el cumplimiento o no de las actividades según las normas o estándares establecidos, debe analizarse el propósito e identidad de ella en el marco del proceso y sistema del que hacen parte, para establecer si en efecto cumple con los objetivos para los cuales fue creado. Para esto, debe recoger además información utilizando los informes estadísticos, realizar entrevistas, propiciar el diálogo, y la comunicación para obtener un conocimiento más amplio de la organización y obtener herramientas de medición de efectividad.

En el abordaje de una situación utilizando el pensamiento sistémico, se requiere ver las interrelaciones en vez de las concatenaciones lineales de causa-efecto y ver procesos de cambio en vez de “instantáneas”, porque su foco es intentar articular las fallas encontradas con un conocimiento integral de la organización para hacer un aporte a su efectividad.

No suficiente el análisis de indicadores, hay que ir más a la interpretación, identificando los factores de riesgo (eventos adversos) que son lo más relevante en el logro de los objetivos, determinando además cómo se deben manejar esos riesgos. Los resultados es importante consignarlos, anotando también las conclusiones y recomendaciones.

Evaluar con enfoque sistémico
La evaluación realizada utilizando la dinámica del pensamiento sistémico comienza con la comprensión de un concepto simple llamado feedback o “realimentación”, que muestra cómo los actos pueden reforzarse o contrarrestarse entre sí.

Los hallazgos de la Auditoría deben permitir realimentar o retroalimentar a la empresa, para que se siga fortaleciendo la cultura del autocontrol, para favorecer el mejoramiento de los procesos.

Los resultados de la auditoría deben retroalimentar los procesos y a la vez la capacidad de aprendizaje distribuida en el conjunto de la organización para permitir nuevos acuerdos, nuevas posibilidades de entendimiento entre las partes. Tales acuerdos se construyen en las conversaciones sobre el modelo observado, y llevan a generar compromisos de mejoramiento continuo.

Hacer seguimiento con enfoque sistémico
A la implementación de las mejoras hay que verificarle su cumplimiento y se pueden estimar los efectos favorables tales como disminución franca de la ocurrencia del evento adverso, para medir el efecto en el mejoramiento continuo de la calidad.

Desde el enfoque sistémico, debe darse con las mejoras efectivas, un aprendizaje organizacional e individual, elemento principal del mejoramiento continuo.

EL CICLO PDCA EN EL PROCESO DE AUDITORÍA

Una Auditoría que agrega valor puede desarrollarse en forma operativa siguiendo el Ciclo PDCA, considerando:

Etapa P (Plan – Planificar)
  • Pensar en forma holística y observar la organización en su totalidad
  • Seleccionar procesos por mejorar
  • Priorizar procesos de obligatorio monitoreo y procesos con fallas de gestión de factores críticos de éxito
  • Definir la calidad esperada de los procesos priorizados (guías, normas, manuales, etc.)
  • Determinar las técnicas de auditoría que deben aplicarse para obtener la información necesaria para monitorear los resultados
  • Definir al equipo de auditoría (auditor líder, acompañante, observadores, etc), y cómo se aplicarán las técnicas de auditoría seleccionadas
Etapa D (Do – Hacer lo planificado)
  • Diseñar el Plan de Acción de la Auditoría, sus objetivos y alcances. (Qué, quién, dónde, cuándo, cómo, por qué)
  • Diseñar los papeles de trabajo, los formatos de registros que se requieren para consignar la información que se pretende obtener, las conclusiones, análisis y recomendaciones
  • Hacer cronograma para controlar la ejecución de la Auditoría
  • Definir criterios que garanticen la evaluación por pares
  • Asignar los recursos para la ejecución de la auditoría
  • Formular los indicadores de medición
  • Entrenar al equipo de Auditoría



Etapa C (Check – Verificar)
  • Aplicar las técnicas de Auditoría seleccionadas y obtener la información que se requiere (informes estadísticos, indicadores, voz del usuario, etc.)
  • Registrar en los papeles de trabajo la información obtenida
  • Determinar la necesidad de adquirir información adicional
  • Verificar la claridad y calidad de la información producto de la aplicación de cada una de las técnicas de Auditoría utilizadas
  • Registrar la nueva información y las observaciones relativas al procedimiento
  • Evaluar las diferentes fuentes
  • Identificar y analizar los factores de riesgo (eventos adversos)
  • Determinar cómo se deben manejar esos riesgos para que impacten el sistema de gestion
  • Elaborar el Informe de Auditoría que consigne resultados, conclusiones y recomendaciones que lleven a los resultados esperados
Etapa A (Act – Actuar)
  • Comunicar los resultados de la Auditoría, los procesos que deben generar Plan de Mejora y los recursos
  • Acompañar al equipo en la aplicación de métodos de análisis y solución de problemas
  • Soportar al equipo en la formulación del Plan de Mejoramiento
  • Hacer seguimiento al cumplimiento del Plan de Mejora
  • Monitorear a través de los indicadores definidos con este fin, si el Plan de Mejora es efectivo
  • Monitorear el aprendizaje organizacional y la estandarización de procesos prioritarios, una vez logrados los resultados esperados

CÓMO DISEÑAR Y EJECUTAR EL PROCEDIMIENTO DE AUDITORÍA
La auditoría se concibe como una herramienta de evaluación sistemática, cuyo propósito fundamental es contribuir al mejoramiento y mantenimiento del sistema de gestión. Cada vez es más evidente la necesidad de disponer de hechos y datos objetivos para la toma de decisiones por parte de quienes definen políticas y asignan recursos, de quienes dirigen una organización y de quienes prestan un servicio o elaboran un producto.

Dicha Evaluación debe ser planeada, basada en criterios explícitos predeterminados, aplicarse con un enfoque sistémico, con unidad de propósito y cohesión, y llevarse a cabo con una periodicidad establecida.
En este sentido, la Auditoría es una función de toda la organización y debe ser congruente con la búsqueda de los mayores beneficios para el usuario y con la reducción de los riesgos, dados unos recursos.


En la gráfica anterior se presenta la relación existente entre los procedimientos de auditoría y el programa de auditoría, de igual forma los formatos que se presentan pueden ser utilizados para planear los procedimientos y el programa de auditoría.

Para la ejecución del procedimiento de auditoría, se considera conveniente cumplir las siguientes etapas:

Primera Etapa: Planear el procedimiento de Auditoría
La planeación es el eje principal del trabajo de auditoría sobre los procesos prioritarios de la organización, ya que de su adecuada formulación dependerá el logro de los resultados que satisfagan los objetivos propuestos; esto implica el desarrollo de estrategias que permitan la toma de decisiones apropiadas acerca de la naturaleza, oportunidad y alcance del trabajo de auditoría asignando los recursos apropiados, identificando los objetivos por desarrollar, quién, cómo y cuándo los ejecutará, así como también los pasos por seguir antes, durante y después del trabajo, de los procedimientos y técnicas que deben aplicarse para obtener la información necesaria, el diseño de los formatos que se requieren para consignar la información obtenida, entre otros.

En esta etapa se deberían contemplar los siguientes aspectos:
  • Los objetivos del procedimiento de auditoría.
  • El alcance del procedimiento de auditoría, que toma en cuenta el universo que concibe como campo de acción de la investigación o, para el caso, de la auditoría por realizar. La muestra es la parte del universo, de tamaño suficiente como para que la observación que sobre ella se efectúe sea confiable, en la que están representados, en la misma proporción en que se encuentran en
  • el propio universo, todos los elementos que lo conforman.
  • Las técnicas de apoyo por utilizar: la elección de las técnicas o instrumentos de análisis está en relación con la factibilidad de su aplicación y la pertinencia sobre los procesos por auditar. Se debe utilizar aquellas que permitan obtener la información necesaria y tener pruebas y evidencias de los hechos y circunstancias inherentes con lo auditado. El trabajo de auditoría se enmarca dentro del enfoque sistémico, por lo tanto en su desarrollo se presentan procesos, procedimientos y técnicas los cuales se reflejan en los papeles de trabajo y/o formatos de registro. Se hace necesario tener claras las diferentes técnicas utilizadas, haciendo la aclaración de que en la mayoría de los casos, hay necesidad de emplearlas todas por cuanto
  • el uso de una especial conduce a la utilización de la otra.
  • Entre las técnicas más utilizadas en auditoría están la observación, inspección, confirmación, análisis, cálculo, muestreo estadístico, flujogramas.
  • La identificación de las fuentes de información, indicadores de medición, formato de registro: Como es regularmente conocido, son dos los tipos de fuentes de información: primarias y secundarias, según si el dato, desde el origen, lo toma el investigador. Si bien las fuentes primarias son más confiables, el acudir a ellas para obtener la información requerida representa, generalmente, un aumento importante de los costos de los procesos de investigación o de evaluación. Para la ejecución de los proyectos de auditoría de la calidad, debe establecerse
  • el beneficio, en relación con el costo, derivado de consultar, en un momento o en otro, un determinado tipo de fuente de información. La realización de procedimientos de auditoría de la calidad, requiere el diseño de instrumentos para la captura, el registro y la consolidación de la información, que se conocen regularmente como formatos de registro.
  • El diseño apropiado de formatos de registro implica la realización de pruebas piloto de dichos formatos, de manera tal que se permita evaluar la adecuación de ellos a las necesidades del proceso de obtención de información y realizar los ajustes requeridos.
  • El equipo ejecutor de la auditoría: Es importante programar el equipo que estará a cargo de la realización del procedimiento y del informe final de los hallazgos de la auditoría, identificar a quienes participarán por parte de los procesos objeto de la auditoría y de los procesos relacionados con ellos, con el propósito de tener en cuenta no solo las partes del sistema sino las relaciones existentes.
  • Cronograma de auditoría y demás aspectos administrativos que se requieran para su desarrollo.
  • Un punto importante para considerar como fase preliminar a la ejecución del trabajo propiamente dicho es el conocimiento previo y amplio de los procesos por ser examinados y de sus relaciones con otros procesos, de esta manera es válida la asignación del personal idóneo, con la experiencia requerida y desde luego su relación y participación con los ejecutores de los procesos.
Segunda Etapa: Ejecutar el procedimiento de auditoría
La realización del procedimiento de auditoría significa la construcción conjunta (auditado-auditor) de una investigación basada en el método científico del proceso por evaluar, definir en forma clara el proceso (foco u objeto de auditoría), identificar los posibles desvíos, recolectar la información (evidencia) necesaria para identificar las que tienen mayor peso y así poder
formular planes de mejoramiento.

El dominio de conocimiento de quien tiene la responsabilidad de auditar es un factor determinante en la ejecución del procedimiento de auditoría, la forma de realizar las preguntas, de realizar el proceso de análisis, de búsqueda de fuentes de información adicionales, la visión integral del proceso, de sus relaciones y de la organización en general tiene impacto directo en el resultado de la auditoría y la presentación de los hallazgos definitivos.

El resultado de la ejecución del procedimiento de auditoría es el informe de la auditoría, que contiene los hallazgos encontrados de la calidad esperada frente a la calidad observada, no solo a nivel cuantitativo, sino de la realización de los procesos, las relaciones con los otros procesos, esperándose que los hallazgos reflejen la visión sistémica del análisis.

Tercera Etapa: Seguimiento de auditoría
Frente al cumplimiento de los objetivos de los procedimientos que conforman el programa de auditoría sobre los procesos prioritarios, de los resultados esperados en la implementación del programa y del mejoramiento de los resultados de los procesos objeto de mejoramiento debe proponerse un mecanismo para hacer el seguimiento al programa, monitoreo que es responsabilidad del nivel gerencial de la organización.

TERCERIZACIÓN DE LA AUDITORIA INTERNA
Dado el alto grado de competencia actual en los mercados resulta fundamental poder realizar las auditorías internas de la mejor manera posible y con el mejor uso de los recursos, sobre todo considerando que estas actividades no poseen valor agregado para el cliente externo.

Para ello debe concentrarse la utilización de los recursos de la forma más eficiente posible y mejorando de manera continua los niveles de performance. Los controles deben centrarse en cuestiones o elementos significativos y que tengan un creciente impacto en la organización.

Por todo lo expuesto hasta aquí, toda organización puede considerar como una forma segura de realizar auditorías eficaces que cumplan con todos los requisitos y principios ya mencionados, con mayores niveles de productividad, mejores niveles de calidad y con menores costos, a la contratación de servicios tercerizados de auditoría interna.

De este modo se obtienen las siguientes ventajas:
  • Se evitan costos fijos (sueldos, espacio físico, computadoras, gastos de teléfono, etc.).
  • Facilidad para cambiar de proveedor si los servicios no son adecuados.
  • Auditorías realizadas por auditores con mayor nivel de experiencia.
  • La capacitación de los auditores no corre por cuenta de la empresa sino por parte del prestador del servicio.
  • Posibilidad de recibir servicios con alto nivel de especialización, pues el prestador del servicio puede contar con especialistas para auditar sistemas de gestión de la calidad, gestión ambiental, de salud y seguridad ocupacional, de inocuidad y seguridad alimentaria, de buenas prácticas de manufactura, de gestión de la energía, etc.
Nuestro servicio de Auditorías Internas
Con cada auditoría, nuestros clientes consiguen progresivamente mejorar la eficacia de sus sistemas de gestión, lo que influye favorablemente en la gestión global de la empresa.

En IDEA CONSULTORES & ASESORES S.A.S. podemos ocuparnos de llevar a cabo las auditorías internas que su empresa necesite, para evidenciar la conformidad de su sistema con los requisitos de normas internacionales de gestión.

Conozca más sobre nuestro servicio de auditorías internas

Bibliografía:

Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), (2002): Directrices para la auditoría de los sistemas de gestión de la calidad y/o ambiental, ISO 19011:2002. Madrid
Mills, David (2003): Manual de Auditoría de la Calidad. Barcelona.
Sloose, Carlos A. (1991): Auditoría un nuevo enfoque empresarial. Buenos Aires
Whittington O. Ray, et. al. (2004): Principios de Auditoría. México: McGrawHill
Measuring QMS effectiveness and improvements, ISO 9001 Auditing Practices Group, (2003)
Aligning the QMS with the achievement of organizational and business success, ISO 9001 Auditing Practices Group, (2003)
Ministerio de la Protección Social (2007), Guías Básicas para la Implementación de las Pautas de Auditoría para el Mejoramiento de la Calidad de la Atención en Salud, Bogotá.

Tomado de: https://calidadgestion.wordpress.com/