El mapa estratégico es una herramienta cuya creación y desarrollo corresponde a David P. Norton y Robert Kaplan, padres del modelo Balanced Scorecard.
El objeto de este modelo es, principalmente, proporcionar a las organizaciones un sistema que les permita medir y controlar su desempeño. El papel del mapa estratégico en este modelo es mostrar una visión general de la estrategia.
Tener un mapa estratégico equivale a tener una ruta a seguir. Podría decirse que es el GPS de los directivos. Se trata de una herramienta fundamental para seleccionar las métricas de desempeño.
En artículos anteriores hemos explicado los pasos para desarrollar la estrategia, es decir, el punto de partida hacia la ejecución. La meta en esta fase es reafirmar la visión y la misión de la organización, junto a los valores sobre los que se sustentará todo. Por otra parte, identificar los atributos tanto internos como externos que van a marcar el plan de acción que pondremos en marcha para alcanzar dicha visión: debilidades y fortalezas, y amenazas y oportunidades.
Las líneas de la estrategia dentro del mapa estratégico
Dentro del mapa existen varios elementos, hoy haremos mención a las líneas estratégicas.
Suelen ser combinaciones verticales de objetivos cuyo origen se sitúa en los procesos internos, perspectiva en la que se ejecuta la estrategia. Desde este punto, un objetivo puede conectarse con otro ascendiendo hacia la perspectiva de cliente o la financiera, o descendiendo hacia la de aprendizaje. No obstante, las líneas estratégicas también pueden trazarse horizontalmente, dentro de una perspectiva concreta.
La función de las líneas estratégicas es dividir la estrategia en procesos que aporten un valor concreto. Obviamente, el diseño de estas líneas va a depender de la propuesta de valor de cada organización para con sus clientes.
Valor a corto, medio y largo plazo
Las líneas dentro del mapa estratégico, generalmente redundan en beneficios en distintos horizontes temporales. Por ejemplo:
- La reducción de costes desde la mejora de los procesos operativos, desemboca en beneficios casi inmediatos, pongamos entre medio año y un año completo.
- Un cambio en la propuesta de valor, podría generar beneficios a medio plazo, entre uno y tres años.
- Las líneas relacionadas con innovación podrían demorarse algo más en aportar beneficios, quizá entre tres y cinco años.
Un buen mapa estratégico genera valor en diferentes periodos de tiempo
- Una estrategia que obvie la innovación en su planteamiento con el fin de obtener resultados a corto plazo, terminará por abocar a la organización al fracaso. Evidentemente, no es sostenible.
- Por otra parte, una organización que no apueste por la relación con el cliente no está siendo inteligente.
- Por último, pongamos el caso de una compañía que descuide las mejoras operacionales en el corto plazo. Inevitablemente, se producirá una incapacidad para responder a los compromisos con el cliente, con el producto y las finanzas.
Por suerte, un buen planteamiento de las líneas estratégicas dentro del mapa, permite la gestión paralela de los diferentes procesos de creación de valor a corto, medio y largo plazo.
Este sistema permite a los ejecutivos planificar de forma independiente cada uno de los aspectos clave de la estrategia. Si el grupo de líneas está bien diseñado, esto no impedirá que el conjunto se desarrolle de una manera coherente.
Ejemplo de línea estratégica: Crecimiento de los beneficios mediante la innovación
Veamos el ejemplo del mapa superior. Encontramos una línea llamada Crecimiento de los beneficios mediante la innovación, marcada de color naranja. Esta organización oferta a sus clientes productos innovadores. La compañía espera que, con este hecho, aumente la lealtad de los clientes y esto acabe derivando en un crecimiento de los beneficios. El proceso interno que llevan a cabo para generar este valor es sobresalir en la reducción del ciclo de desarrollo de producto. De la misma manera, existe una relación directa con el objetivo reflejado en la perspectiva de innovación y crecimiento. La empresa considera fundamental conservar la capacidad de crear este valor. Por tanto, debe retener al personal técnico clave.
Una vez la organización tiene definida la línea con todos los objetivos, los siguientes pasos serán:
- Traducir dichos objetivos a un bsc de indicadores
- Establecer metas que expresen expectativas claras para cada indicador
- Poner en marcha iniciativas estratégicas. Definir planes de acción y los recursos necesarios para alcanzar el desempeño.
Tomado de: https://www.isotools.org