Solemos creer que los profesionales no cometen errores de gestión de la calidad, ya que son ellos, precisamente, los que se encargan de identificar los procesos o las personas que originan los fallos en un SGC.
Lo cierto es que los profesionales del área, también pueden cometer errores de gestión de calidad, que resultan mucho más traumáticos si se tiene en cuenta que sobre ellos – los profesionales en gestión de la calidad -, recae la presión de la Alta Dirección y de su equipo de trabajo.
Pero ¿Cuáles son esos errores de gestión de calidad que tanto pueden afectar el trabajo de los profesionales en este campo? Conozcamos los 5 principales:
5 errores de gestión de calidad que todo profesional debe evitar
El papel de profesional implica liderazgo. Es el ejemplo a seguir, y por ello, cualquier error que cometa resulta mucho más evidente y produce un impacto mucho mayor.
1-) Utilizar el temor como una herramienta: a corto plazo, el temor puede parecer una herramienta eficaz. Sin embargo, si un profesional en gestión de la calidad, desea contar con el apoyo y la participación activa de los empleados, este puede que no sea el mejor camino. El temor no puede corregir errores derivados de la falta de conocimiento, problemas en el grupo de trabajo, deficiencia de recursos…
La solución: abrir líneas de comunicación amigables. Establecer la causa raíz de la no conformidad, antes de intimidar con cartas de advertencia.
2-) Centrarse en buscar culpables en lugar de implementar medidas preventivas: usualmente, el papel del profesional lo lleva a atender emergencias, apagando incendios por doquier, y estableciendo culpables en lugar de implementar medidas preventivas. Esto convierte el trabajo del profesional en una acción casi judicial que solo persigue mostrar un culpable y “eliminarlo”, para así conjurar el peligro de repetición, sin verificar si en verdad es la persona el origen del riesgo.
Solución: siempre enfocarse en la acción preventiva. Aún, cuando el empleado sea el generador de riesgo, la solución no es simplemente reemplazarlo. Es necesario encontrar empleados competentes y que posean las competencias necesarias para desempeñar el rol que se les asigne en la organización.
3-) No ver el bosque, por estar viendo los árboles: lo más fácil es suponer que una no conformidad se origina en un fallo de un trabajador. Ello por supuesto, prescindiendo de una investigación exhaustiva o de resultados sólidos producto de una auditoría. Los resultados de investigaciones o de auditorías nos ofrecen un panorama integral que nos permite tomar mejores decisiones.
Solución: las investigaciones, los datos, los informes de auditoría, siempre deben ser revisados antes de tomar cualquier decisión.
4-) Tratar de cambiar todo a la vez: el rol del profesional de calidad, por naturaleza es dinámico y propicio al cambio. Exagerar y tratar de cambiar todo en la organización en una sola semana, no solo es uno de los mayores errores de gestión de calidad, sino que puede tener un impacto negativo de gran peso en la organización.
Solución: iniciar por pequeños proyectos en una determinada área. Una vez se compruebe su efectividad y se establezcan protocolos para su implementación, proceder con otras áreas, pero, aún así, de una en una.
5-) Desestimar el valor de la formación: el profesional de la calidad puede, en un momento dado, creer que lo sabe todo y que su paso por las aulas es una etapa ya concluida. Gestión de Calidad y normas ISO son temas en los que es preciso aprender a diario.
Solución: cursos de certificación de calidad, como herramienta excelente para cumplir con el papel de profesional de la calidad con excelencia.
Tomado de: https://www.escuelaeuropeaexcelencia.com