lunes, 19 de octubre de 2020

¿CÓMO HACER PARA QUE NO TE ROBEN TU IDEA DE NEGOCIO?

¿Crees que tienes la idea del siglo? ¿Te da miedo compartirla con los demás porque piensas que te la pueden copiar? ¿Estás buscando alguna forma de proteger tu idea para que no te la roben? Has llegado al artículo adecuado. 

Vamos a reflexionar juntos sobre el miedo a que copien tu negocio y los pasos que deberías seguir.

Un miedo muy extendido
Como consultor para emprendedores, trabajo a diario con personas que tienen una idea de negocio, que están muy ilusionadas con el proyecto, y que en muchas ocasiones tienen algunos reparos en compartir información conmigo. Sucede particularmente cuando se trata de una idea de negocio original e innovadora. Creo que ocurre lo siguiente:
  • El emprendedor tiene una “revelación” acerca de una posible idea de negocio.
  • Tras unas primeras averiguaciones, se convence de que su idea tiene potencial.
  • Se ilusiona con la idea, y decide ponerla en marcha, pensando que va a ser muy rentable.
  • Ya convencido de que tiene una buena idea en manos, le entra el miedo de que alguien la descubra y se le adelante, arrebatándole los beneficios esperados.
¿Te suena de algo? Si estás leyendo este artículo, es muy posible que hayas pasado por un proceso muy similar al que estoy describiendo.

Este miedo lo he visto muchas veces en compañeros emprendedores, o en clientes míos. Y les suelo tranquilizar explicándoles lo mismo que haré a continuación en el artículo. Sin embargo, el miedo es una emoción, y por mucho que apele a la razón, en algunos casos ciertas personas lo siguen arrastrando pese a todos mis argumentos.

¿Se puede evitar que te roben la idea?
  • A diferencia de un producto o un programa informático, una idea de negocio no se puede patentar. Algo, que, por otro lado, tiene bastante sentido. Una idea es un concepto muy general. No puedes restringir los derechos de “vender cosas por Internet” o “montar un local de comida rápida” a la primera persona a quien se le haya ocurrido. Así que, olvídate de patentes, salvo que hayas diseñado algo muy específico que se pueda proteger legalmente.
  • Con los profesionales con quien trabajes, quiero decir, asesores como yo, puedes firmar acuerdos de confidencialidad. Lo cierto es que suelo hacerlo con mis clientes, pero al mismo tiempo les digo la realidad: no tengo ninguna intención de montar por mi cuenta ninguno de los negocios que me presentan porque no me interesa. Mi objetivo es ayudarles a poner todas las opciones de su lado para que funcione, no copiarlos.
  • Y una vez que hayas iniciado tu proyecto, una vez que esté en el mercado, no puedes evitar que otros emprendedores se inspiren de tu idea y lancen proyectos competidores. Pero, curiosamente, eso último no suele preocupar mucho a los promotores. De alguna manera, piensan que si son los primeros a desarrollar la idea, tendrán la ventaja suficiente para triunfar antes de la competencia.
¿Qué les digo a mis clientes y a cualquier emprendedor que muestra este miedo?
Suelo empezar explicando que una idea no vale nada. Sí, lo has leído bien. Esa idea tan chula a la que le tienes tanto cariño, esa idea que piensas que puede hacerte millonario, no vale nada. No digo que no sea buena, no digo que pueda tener potencial. Pero por sí sola no vale absolutamente nada. Porque lo que realmente importa es la implementación, y esa última depende totalmente del equipo promotor.

¿Sigues por aquí? Bien, continuemos. Otra cosa muy importante que tienes que saber es que ser el primero en lanzar un nuevo concepto de negocio es una ventaja muy relativa. Es cierto que en algunos casos las empresas pioneras han tenido mucho éxito, pero yo me atrevería a afirmar que es bastante más habitual que triunfen empresas que han llegado después, con una versión mejorada de la misma idea. Airbnb no fue la primera plataforma que propuso alquiler de habitaciones entre particulares, pero fue la que consiguió desarrollar el mercado. De las que intentaron hacer lo mismo antes, no se sabe casi nada porque no tuvieron éxito, pero no significa que no lo hayan intentado.

¿Entonces? ¿Qué puedes hacer?
Un ejercicio de honestidad y humildad
Empieza por hacerte las preguntas correctas. No sigas obsesionado con la idea, más bien pregúntate si tú eres la persona más adecuada para llevarla a cabo. Y tienes que ser muy honesto contigo mismo, reconozco que no es fácil. Quizás sea más sencillo analizarlo si empiezas por imaginar cual sería el perfil ideal para llevar a cabo la idea de negocio.

Déjame poner un ejemplo. Imagina que tu idea consiste en crear una plataforma online con un servicio equis destinado a los particulares. Tras analizar la idea te das cuenta que lo más estratégico será el diseño funcional del portal y el posicionamiento web del mismo. De allí que una persona experta en desarrollo web y en seo probablemente sería la más adecuada para llevar el proyecto. No solo ahorraría mucho dinero al evitarse contratar a profesionales externos, sino que tendría más flexibilidad y tomaría mejores decisiones al entender tanto el propósito de la plataforma como los aspectos técnicos.

No digo que tengas que tener el perfil perfecto para emprender tu idea, pero sí que tienes que ser consciente de que cuanto más alejado sea tu perfil de los requisitos del negocio, menos probable es que tengas éxito.

La realidad sobre riesgo e innovación
Otro aspecto fundamental  es que aceptes una gran verdad. Los negocios más innovadores y originales son los que tienen un mayor porcentaje de fracaso. Tu idea puede ser genial, pero por un motivo u otro, la gente no quiere comprarla. Porque no es fácil convencer al cliente de que cambie sus costumbres. Si montas un enésimo bar o restaurante, quizás no sea muy original, pero con tomar algunas buenas decisiones y hacerlo bien prácticamente te aseguras el éxito. Si lo que propones es rompedor, es otra cosa.

Además, tienes que entender que si parece que nadie ha pensado antes que tú en esa idea de negocio puede ser porque no hay mercado. Quizás otros lo hayan intentado sin éxito, y no sabes de ellos precisamente porque no han tenido éxito.

Enfocado al éxito
Ahora seamos un poco más optimistas. Pensemos en la posibilidad de que tu proyecto triunfe. El éxito es lo que atrae a las copias. Dicho de otra manera, si en algún momento empiezan a “robarte la idea” es buena señal, significa que hay negocio. Por eso tienes que centrarte en tu proyecto, hacerlo lo mejor que puedas, y olvidarte de aquel miedo. Si lanzas tu negocio y funciona, entonces tendrás que seguir innovando para seguir consiguiendo éxitos. Y tendrás que luchar con otras empresas, porque competir y emprender siempre van de la mano.

No tengas miedo a compartir tu idea. Cuanto más información tengas de otras personas, mejor para tu idea. Puedes usar esa información para reforzar tu proyecto. Mientras tu idea no se haya convertido en ingresos de efectivo, no te preocupes por los ladrones de ideas. Ellos no copian conceptos que no han demostrado nada. Ya, una vez tengas éxito, por supuesto tendrás que tener una prudencia razonable respecto a algunos aspectos claves de tu negocio, pero ya es otra historia.

Olvídate de paranoias. Puede que tengas una idea muy buena, pero lo cierto es que es tan difícil lograr triunfar con una idea muy innovadora que nadie te va a copiar, y si lo hacen, reza para que tengan éxito porque entonces tú también lo podrás conseguir. El reto no es tener que competir, sino conseguir vender a un número suficiente de clientes para que tu negocio sea rentable. No te equivoques de pelea. Hazlo lo mejor que puedas.

Tomado de: https://crearmiempresa.es

COVID-19 NOS OFRECE UNA GRAN OPORTUNIDAD PARA REFORMAR EL CAPITALISMO

Una nueva perspectiva del multilateralismo y el capitalismo y la necesidad de centrarse en la paz y la prosperidad compartida.

Mientras el mundo lucha por superar la crisis de COVID-19, la reforma del capitalismo se ha convertido en una tarea crucial.

Las organizaciones e instituciones necesitan poner al planeta y a su gente en primer lugar, en lugar de perseguir ciegamente mayores márgenes de beneficio, escriben tres economistas.

Se necesitan nuevos enfoques para que las empresas puedan resolver los principales problemas sociales y ambientales.
El multilateralismo está en peligro y, con él, también lo está el capitalismo financiero. Los movimientos políticos populistas y la catástrofe económica global inducida por la pandemia han demostrado que ambos, en lugar de ser los pilares de la estabilidad, son palancas de poder político y económico.

En tanto el mundo lucha por reponerse de la crisis del COVID-19, reestructurar el multilateralismo y reformar el capitalismo se han convertido en tareas cruciales. Ambos necesitan transformarse en fuerzas multiplicadoras en un nuevo sistema de creación de valor dinámico. Pero antes habrá que redefinir el propósito fundamental y los principios subyacentes de cada uno.

El multilateralismo de hoy, concebido por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, estuvo dirigido a impedir conflictos globales (a través de las Naciones Unidas), organizar una defensa colectiva (a través de la OTAN, y el ahora difunto Pacto de Varsovia, por ejemplo) y respaldar la reconstrucción y el desarrollo económicos (a través del Plan Marshall, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial). A nivel global, estableció reglas de juego económicas comunes.

Pero esta forma de capitalismo limitado y regulado pronto pasó a ser blanco de ataques, especialmente de parte de los economistas de la escuela de Chicago que abrazaban una agenda de libre mercado favorable al capitalismo financiero. Empresas y educadores por igual abrazaron la nueva ortodoxia, que para los años 1970 había llegado a dominar los escalones más altos de la economía global. Uno de sus pilares centrales –la gobernanza corporativa basada exclusivamente en una “maximización del valor para los accionistas”- se convirtió en una hipótesis incuestionada.

Pero resultó que el multilateralismo de posguerra y el capitalismo financiero se reforzaron mutuamente, porque ambos estaban basados en relaciones que normalmente resultan en situaciones en las que “el ganador se lleva todo”, o que de lo contrario exhiben un sesgo sistémico a favor de quienes tienen más poder. Sin duda, este multilateralismo impulsado por el poder introdujo un largo período de relativa estabilidad global, y las prescripciones de políticas de la escuela de Chicago ayudaron a crear las condiciones para la expansión de imperios financieros y el surgimiento de nuevas clases medias, sacando a decenas de millones de personas de la pobreza. Algunos individuos y familias disfrutaron de niveles inconmensurables de nueva riqueza.

Ahora bien, eso no significa que el acuerdo fuera ciento por ciento eficiente para la sociedad en general. A lo largo de la historia, varios sistemas de explotación han construido imperios y amasado grandes fortunas de la mano de un desempeño atroz en términos de bienestar y capital social (confianza, cohesión comunitaria, capacidad para la acción colectiva). Su colapso representó un progreso moral, porque dio lugar a una nueva era en la cual los derechos humanos y la prosperidad compartida podían prevalecer.

Para que el multilateralismo y el capitalismo recuperen su legitimidad y su atractivo generalizado, deben reformularse como sistemas de mutualidad y reciprocidad. Una buena manera de empezar sería revivir la visión de Robert Schuman, considerado ampliamente como el padre de la unificación europea, quien propuso apenas después de la Segunda Guerra Mundial que Europa abandonara la política de poder en nombre de la solidaridad y la mutualidad. Esa visión ha apuntalado un período de paz y prosperidad europea nunca vistas desde el Imperio Romano, demostrando, a pesar de sus muchas deficiencias, que la reciprocidad puede ser más efectiva que la realpolitik a la hora de defender objetivos colectivos.

Frente a la crisis del COVID-19, muchas empresas se están preparando para contribuir a una agenda de reforma al estilo Schuman, adoptando nuevos modelos de gobernanza corporativa e innovación, con una mirada puesta en la creación de valor liderada con propósito. La comunidad empresarial está reconociendo que abordar los problemas de los accionistas es una mejor estrategia que maximizar los retornos de los accionistas sin considerar las consecuencias.

El capitalismo de accionistas ya no es sólo una aspiración. Los líderes empresarios y los inversores están lanzando y sumándose a iniciativas alentadoras del mundo real que elevarán el lugar de los participantes durante mucho tiempo ignorados en el cálculo corporativo. Más importante, se están testeando y aplicando nuevas escuelas prometedoras de pensamiento económico para transformar modelos de creación de valor en los negocios y las finanzas. Por ejemplo, “Economía de Mutualidad”, un curso co-creado por académicos de la Universidad de Oxford y Catalyst, un grupo de expertos interno de Mars Inc., hoy se está enseñando en las principales universidades, entre ellas Oxford, Sciences Po y la Escuela Internacional de Negocios de China-Europa. Y existe un entusiasmo cada vez mayor por el Proyecto de Cuentas Ponderadas por Impacto de la Escuela de Negocios de Harvard, el Proyecto de Gestión de Impacto y otras iniciativas.

Entre los líderes empresariales, los inversores y los educadores, el apoyo por estas nuevas estrategias ha venido creciendo, porque pueden empoderar a las empresas para solucionar problemas sociales y ambientales clave en los ecosistemas en los que operan sin sacrificar el rendimiento. Cada vez más líderes industriales están reconociendo que el propósito de las empresas no es generar ganancias a expensas de la gente y del planeta, sino más bien desarrollar soluciones rentables para problemas compartidos.

De la misma manera que las empresas y las instituciones financieras necesitan reformar sus modelos para seguir siendo relevantes y sustentar el desempeño, es imprescindible redefinir los sistemas e instituciones multilaterales para promover la paz y la prosperidad compartida. Los responsables de las políticas en todo el mundo tienen la oportunidad –así como la obligación urgente- de adosar condiciones motivadas por propósito a las políticas de emergencia durante la crisis, y aplicar una mentalidad de múltiples interesados a la tarea de volver a poner en marcha la economía.

Un giro de perspectiva tan amplio puede generar un cambio sistémico. Al mismo tiempo, puede reforzar los cimientos en los que se sustentan las empresas: aventurarse a las arenas movedizas de promesas incumplidas.

Tomado de: https://es.weforum.org/

 

DIAGRAMA DE FLUJO, UNA HERRAMIENTA INFALIBLE PARA VISUALIZAR, ESQUEMATIZAR Y MEJORAR TUS PROCESOS

¿Te gustaría mejorar tus procesos? Si es así, lee este post con calma porque te voy a explicar cómo hacerlo con un diagrama de flujo.

En otros post te he comentado la importancia que tienen los procesos en cualquier organización ya que los procesos lo son todo en cualquier negocio. Tener unos procesos robustos, ágiles y eficientes es algo básico para cualquier empresa.

Pero, ¿cómo estudiar un proceso?, ¿qué estudiar y por dónde empezar?

En este artículo te explico con detalle cómo puedes hacerlo mediante un diagrama de flujo.

Aquí tienes un resumen de los que aprenderás tras la lectura de este post pero sobretodo no dejes de leer el último punto en el que te explico qué hacer después de dibujar un diagrama de flujo:

Que es un diagrama de flujo

Un diagrama de flujo es una representación gráfica de un proceso. Se trata de representar los pasos que sigue un proceso desde que se inicia hasta que se termina y para ello se utiliza una serie de elementos visuales que te ayuden a dibujar cada paso que sigue un proceso.
ejemplo de varios pasos que puede seguir un diagrama de flujo

Para qué sirve un diagrama de flujo

¿Alguna vez has contado todos los procesos que existen en tu organización? Estoy seguro que en tu empresa existen procesos administrativos, procesos comerciales, procesos de producción del producto/servicio que entregas al mercado, procesos estratégicos de los cuales la dirección es la responsable, etc
Cualquier organización por pequeña que sea tendrás varios procesos. Un diagrama de flujo ayudará visualizar y mejorar estos procesos.
Pero no cabe duda que si un diagrama de flujo es útil en una pequeña empresa imagínate lo esencial en que se puede convertir dentro de una organización con más 50 o 100 empleados.
Las organizaciones, entre más grandes, más complejos serán sus procesos y es aquí donde un diagrama de flujo representa una ayuda importantísima al reflejar visualmente y resumir una cantidad importante de pasos por las cuales se desarrolla cada uno de sus procesos.
Aparte de lo comentado, otros beneficios que obtendrás si trabajas con diagramas de flujo en tu organización son:
  • ayudar a comprender que es un proceso y cuál es el objetivo del proceso que se está representando en la organización.
  • ahorrar mucho tiempo en el análisis de los pasos que sigue un proceso.
  • facilitar un impacto visual que hace que los procesos sean más visibles facilitando su comprensión global.
  • contribuir a realizar un análisis profundo y exhaustivo del proceso, proporcionando información sobre posibles mejoras.
  • establecer un buen punto de partida para documentar tus procesos y elaborar los procedimientos.
  • identificar pasos clave de cada proceso donde pueda existir un riesgo o este paso pueda ser crítico para la consecución del objetivo del proceso.
  • ofrecer ayuda para analizar la efectividad y eficiencia de los procesos al poder visualizar que valor aporta cada paso en la consecución del objetivo del proceso
  • animar a que los empleados puedan participar en el dibujo y representación gráficos de los procesos que ellos desarrollan.

Características de un diagrama de flujo

Los diagramas de flujo son una herramienta muy utilizada para representar y estudiar los procesos de cualquier organización debido a una serie de características tales como:
  • es una herramienta sencilla de usar con un mínimo de formación/capacitación para dibujarlos e interpretarlos
  • representa visualmente una forma esquemática de todos los pasos por los que atraviesa un proceso.
  • se utiliza una simbología en cada uno de los pasos que sigue un proceso.
  • se puede utilizar para dibujar un proceso complejo o dividir éste en subprocesos y dibujar un diagrama de flujo por cada uno de ellos.
  • muestra el valor que se aporta en cada uno de los pasos para conseguir el objetivo final del proceso (cada paso del proceso aporta algo para conseguir el objetivo final).

Simbología de un diagrama de flujo

A la hora de representar y dibujar un diagrama de flujo existe una simbología comúnmente aceptadaANSI (American Normalitation and Standarization Institute) ha publicado una lista con símbolos nos ayudan a realizar diagramas de flujos a la hora de representar actividades y el flujo de las mismas.
La lista de símbolos es un tanto larga, así que voy a exponerte aquella que, según mi opinión, es más sencilla y práctica a la hora de dibujar tus procesos:
resumen de alguna simbologia utilizada para dibujar diagramas de flujo

Tipo de diagrama de flujo

En internet podrás encontrar muchos artículos e infinidad de clasificaciones a la hora de enumerar los tipos de diagrama de flujo que existen.
Desde un punto de vista empresarial, yo los sintetizaría todos según la forma de dibujarlos y los clasificaría solo en dos:
  • diagrama de flujo por bloques
  • diagrama de flujo funcional
Diagrama de flujo por bloques: se dibujan los pasos del proceso pero sin entrar en el detalle de qué puesto de trabajo desarrolla cada paso o interviene en el proceso.
Diagrama de flujo funcional: se dibujan los pasos del proceso detallando qué puesto de trabajo dentro de la organización es el encargado de ejecutar ese paso del proceso.
Vamos a ver esto con un ejemplo.
Supongamos que en una empresa para el proceso “Recepción y Pago de facturas a Proveedores” existen sólo dos métodos para el pago de facturas : confirming y transferencia bancaria.
El diagrama de flujo por bloques podría ser algo así:
ejemplo de un diagrama de flujo  para un proceso recepcion y pago de facturas a proveedores

Y el diagrama de flujo funcional algo así:
grafico para explicar un diagrama de flujo de un proceso de recepcion y facturas a proveedores
Fíjate como este diagrama funcional ofrece bastante más detalle que el anterior.
¿Te has percatado también en los conectores A y B que aparecen en el listado de simbología y cómo los utilizo en este diagrama? A veces, usar este símbolo de conector te ayuda a simplificar mucho el dibujo de tu diagrama de flujo.

Como hacer un diagrama de flujo

Ya sabes lo que es un diagrama de flujo, sabes pare sirve, los beneficios y características de un diagrama de flujo y además sabes los tipos más comunes de diagramas de flujo y la simbología utilizada comúnmente a nivel mundial.
Si te das cuenta, tienes todos los ingredientes para saber cómo hacer un diagrama de flujo.
No obstante te lo voy a contar paso a paso.

Paso 1: Qué proceso vas a dibujar

Lo primero es saber qué proceso vas a dibujar. ¿Vas a dibujar un pequeño proceso? ¿Vas a dibujar un gran proceso o vas a dibujar los diferentes subprocesos que componen un gran proceso?
Yo te recomendaría empezar a dibujar procesos más bien sencillos para ir adquiriendo destreza y práctica para posteriormente ir pasando a procesos más complejos en tu organización.

Paso 2: Reunir a los responsables de esos procesos.

Son las personas que te van a ayudar a dibujar y representar esos procesos. Qué duda cabe que las personas más idóneas para representar un proceso en un gráfico son las propias personas involucradas en los propios procesos.
Reúnelas y explícales el trabajo que quieres realizar para que te puedan explicar con detalle que pasos realizan.
En muchas ocasiones no se realiza esta reunión porque se cree que se conoce el proceso y los pasos que existen dentro de él. Te sorprendería saber las ocasiones en las que se cree que las cosas se hacen de una forma pero luego se hacen de otra forma por parte de los trabajadores.
Pregúntales a ellos y toma nota.

Paso 3: Acotar el proceso, donde comienza y donde termina.

Como toda tarea debes tener claro dónde comienza y donde termina cada uno de los procesos que vas a dibujar.
Es muy probable que la terminación de un proceso conecte con el inicio de otro proceso antes de entregar tu producto / servicio al cliente. Por lo tanto identifica bien dónde comienza el proceso (qué tarea, persona o actividad dispara ese proceso) y dónde termina para ser
En el paso siguiente cuando vayas a dibujar el proceso, recuerda usar esta simbología tanto para el inicio como la terminación del proceso que estás estudiando. ejemplo del simbolo inicio del proceso cuando se dibuja un diagrama de flujo

Paso 4: Empezar a dibujar cada paso eligiendo si lo dibujarás con forma vertical, horizontal o de ambas formas.

Con la información que te han aportado las personas involucradas en los procesos resume esa secuencia en una serie de pasos que serán los que vas a representar mediante un dibujo.
Cada paso dentro del diagrama de flujo podrá contener documentación/información/tareas/ materiales que irán aportando valor para conseguir el objetivo del proceso que estás representando.
A la hora de dibujar el diagrama de flujo si quisieses aprovechar espacio en el formato de papel lo podrías dibujar de izquierda a derecha e ir bajando el dibujo a medida que vas avanzando con los pasos el proceso.
Recuerda dibujar los registros de control que puedan existir en dicho proceso. ejemplo de un simbolo para dibujar un documento o registro en un diagrama de flujo
Recuerda dibujar los pasos en los cuales hay que tomar una decisión o existe una alternativa en el proceso. ejemplo de un simbolo para dibujar un punto de decision en un proceso cuando se dibuja un diagrama de flujo

Herramientas para dibujar diagramas de flujo online

Hoy en día casi todas las herramientas empresariales se presentan en soluciones SaaS (Software as a Service), es decir software como servicio, donde el soporte y los datos que se manejan están alojados en servidores de una compañía de tecnología de la información.
A este servicio se accede mediante un usuario y contraseña y se puede disponer del mismo en cualquier momento.
La ventaja de este tipo de servicios son varias pero algunas que yo veo destacables son las siguientes:
  • No es necesaria la compra de una licencia para utilizar el software, sino el pago de un alquiler o renta por el uso del software.
  • La responsabilidad de la operación recae en la empresa que presta el servicio. Esto significa que la garantía de disponibilidad de la aplicación y su correcta funcionalidad, es parte del servicio que da la compañía proveedora del software. Suelen existir cláusulas SLA que garantizan un nivel de disponibilidad y acceso a la aplicación al año.
  • Se puede acceder a la herramienta de forma remota desde cualquier punto de conexión a internet.
  • Si en algún momento la aplicación requiere de una actualización, será el propio proveedor de servicio el responsable de ejecutarlo sin tener que hacer nada por parte del usuario.
  • El proveedor de servicios es quien te provee los medios seguros de acceso en los entornos de la aplicación.
Como herramientas para dibujar diagramas de flujo online existen muchas opciones pero las más conocidas son estas:
  • Lucidchart
  • Smartdraw
  • Canva

Ejemplos de diagramas de flujo

Podría ponerte muchos ejemplos de diagramas de flujo pero te voy a exponer dos diagramas de flujo funcionales de los que he trabajado yo en IVE Consultores y que, bajo mi punto de vista, son los que más información aportan:
En un despacho de contabilidad podría existir este diagrama de flujo para el proceso: Solicitud de Oferta y comienzo de elaboración de contabilidades:
ejemplo para graficas un diagrama de flujo en un proceso como la solicitud de oferta y comienzo de un trabajo de contabilidad
Para el mismo despacho de contabilidad puede existir el siguiente diagrama de flujo para el proceso: Elaboración de modelos tributarios:
ejemplo de un diagrama de flujo para dibujar un proceso de elaboracion de modelos tributarios

Qué hacer después de dibujar un diagrama de flujo

En muchas ocasiones las organizaciones cuando dibujan un diagrama de flujo se quedan en ese paso y no van más allá.
Pero una parte muy importante cuando esquematizamos procesos mediante el dibujo en un diagrama de flujo es preguntarnos algunas cosas para intentar mejorar es proceso.
Aprovecha que tienes dibujado el diagrama de flujo para hacerte estas preguntas:
  • ¿Puedo identificar pasos críticos dentro del proceso?
  • ¿Puedo establecer algún KPI o indicador de gestión para esos pasos críticos y saber si se está ejecutando correctamente?
  • ¿Se podría automatizar algún paso de este proceso mediante herramientas como Excel o algún otro software/aplicación para hacerlo más ágil?
  • ¿Se podría acortar algún paso sin que se pierda información/valor añadido y así hacer un proceso más ágil/sencillo?
  • ¿Se podrá modificar algún paso sin que se pierda información/valor añadido y así hacer un proceso más ágil/sencillo?
  • ¿Valdrá la pena desarrollar un procedimiento de trabajo o instrucción de trabajo con el fin de obtener un manual de este proceso y entregárselo a los empleados?
Bueno, estoy acabando este post y aquí tienes mucha información para asimiliar y llevar a la práctica.
Si tienes en cuenta lo que te he comentado en este artículo y llevas a cabo los cuatro pasos que te describí para dibujar diagramas de flujo, estoy segurísimo que habrás aprovechado al máximo el tiempo que has invertido en realizar un diagrama de flujo para representar y estudiar tus procesos.
Bien, pues ahora sí, esto es todo lo que quería contarte acerca de lo que es un diagrama de flujo y su aplicación en las organizaciones.
Ahora te toca a ti poner en práctica lo que te he comentado. ¿Has dibujado ya tu primer diagrama de flujo en tu empresa?
Iván Torres: Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, colegiado nº1498 por el colegio de economistas de Las Palmas de Gran Canaria, IRCA Certified ISO 9001 Lead Auditor con nº ENR-00555531 

Tomado de: https://iveconsultores.com