martes, 8 de enero de 2019

SEGURIDAD INDUSTRIAL ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?


Desde hace tiempo, cada vez se invierten más recursos económicos, humanos, tiempo… en seguridad industrial. 
Esta tendencia está creciendo puesto que la seguridad del trabajador es algo esencial que el empresario debe tener en cuenta si quiere que su organización avance.

Invertir en seguridad industrial es invertir también en el progreso y en el beneficio, ya que, mientras más se invierta en seguridad, menos riesgos, accidentes, multas y otros incidentes que puedan ocasionar pérdidas económicas se producirán.



Además, no podemos olvidar que la norma ISO 45001 fue publicada hace poco. Esta norma es la sucesora de la anterior OHSAS 18001. Con la publicación de dicha norma se pretende reducir el número de accidentes o enfermedades laborales, y sobre todo integrar el Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo con los otros Sistemas de Gestión de otras normas.

¿Para qué sirve la seguridad Industrial?



La seguridad industrial se centra en la reducción de riesgos laborales en el sector industrial. Mediante la prevención, se buscar proteger al empleado de diversas adversidades. Tanto a nivel físico como mental y emocional, así como el lugar en el que trabaja, y el medio ambiente.

La empresa o el propio empresario son los encargados de proporcionar el equipo necesario para que el trabajador realice su actividad laboral en las condiciones de seguridad apropiadas según los requisitos que dicha actividad exija. Además, el empresario también debe ofrecer formación y entrenamiento para aprender a usar los equipos y tener en cuenta los riesgos que se pueden producir en su puesto de trabajo.


¿Qué ocurre si no se respetan las normas de seguridad?

Ya hemos dicho que el objetivo principal de buscar la seguridad industrial consiste en reducir el número de accidentes que puedan sufrir los trabajadores y el entorno relacionado con ellos. Sin embargo, en muchas ocasiones, aunque se tomen medidas de prevención se producen accidentes.

Una vez que esto pasa, se debe analizar si el accidente es responsabilidad de la empresa o por parte del trabajador, ya que somos humanos y podría producirse por negligencia, falta de interés, ignorancia, impaciencia o problemas médicos. Estas situaciones podrían poner en riesgo su integridad física e incluso la de sus compañeros. Hay que decir que, aunque el error humano pueda existir en estas situaciones, también habría que analizar como hemos dicho si las condiciones de trabajo eran las apropiadas.


¿Qué beneficios obtenemos al invertir en seguridad industrial?

No trabajar con condiciones laborales adecuadas puede afectar tanto al empleado como al interés y motivación de los compañeros.

Por otro lado, si se invierte en la seguridad podemos encontrar una serie de beneficios como por ejemplo la disminución de las interrupciones de la jornada laboral por accidentes o imprevistos, se reduce el absentismo y al tomar medidas también se protegen tanto las herramientas como los recursos de la empresa.

Otros de los beneficios que encontramos los podemos aplicar al factor humano, ya que, si se despierta el interés en la seguridad de varios de los trabajadores, estos tendrán algo en común y tanto la moral como el sentido de pertenencia a un grupo aumentará por lo que consecuentemente se mejorará el trabajo en equipo, la competitividad y la productividad.

¿Quién debe estar informado sobre la seguridad industrial?

Lo ideal sería que toda persona que trabaje en la empresa conociese las normas de seguridad. No obstante, en muchas ocasiones esto no ocurre por lo que como mínimo, los supervisores son los que deben conocer los procesos que se deben seguir en cada caso, cómo hacerlos y cómo conseguir que lo hagan los demás para prevenir todos los posibles problemas.

Esto se consigue a través de una comunicación fluida en toda la empresa, desde los empleados al alto mando. De esta forma, todos los trabajadores se podrán consultar entre sí y de este modo será posible cumplir con las reglas HSE.

La forma de conseguir que se despierte el interés en seguridad industrial debe formar parte de la cultura de cada empresa. Si se trabaja en esta cultura empresarial desde un primer momento, será mucho más fácil lograr un ambiente seguro y respetuoso, para que las personas sepan cómo actuar ante determinadas situaciones, que si se pretende conseguir de forma rápida.


Tomado de: https://www.isotools.org

PRINCIPALES CAMBIOS EN ISO 31000:2018 – GESTIÓN DE RIESGOS


¿Cuáles son los principales cambios en ISO 31000:2018? La pregunta resulta relevante ya que en el mes de marzo de este año 2018, se publicó la nueva edición de esta norma que fue recibida de forma discreta en el entorno organizacional, quizá debido a que se trata de un estándar que contiene directrices en lugar de requisitos.
ISO 31000:2018 solo formula recomendaciones y eso significa que no permite la implementación de un sistema de gestión certificable. No obstante, los principales cambios en ISO 31000:2018 resultan importantes ya que se alinean con el enfoque basado en el riesgo, presente en normas como ISO 9001 e ISO 14001.



Principales cambios en ISO 31000:2018 – La estructura

Es importante mencionar que en esta versión, ISO tuvo el propósito de entregar una norma clara, objetiva y sucinta —apenas 16 páginas—, lo cual ya representa una gran diferencia con respecto a su antecesora del año 2009.

El documento, que está dividido en cuatro secciones, a primera vista proporciona cambios estructurales interesantes:
  • Lenguaje actualizado y simplificado dentro de una estructura de referencias renovada.
  • Énfasis a lo largo de toda la norma sobre el papel de liderazgo de la Alta Dirección y la responsabilidad que debe asumir para garantizar que la gestión de riesgos se integre en todos los niveles de la organización.
  • Mayor atención a la naturaleza dinámica y cambiante de la gestión de riesgos, que exige la necesidad de que las organizaciones evalúen sus riesgos y sus impactos, a la luz de nuevas circunstancias o factores en el contexto externo o interno, pero también como respuesta a comentarios sobre brechas que se detecten en los procesos de riesgo actuales o en sus controles asociados.
Principales cambios en ISO 31000:2018 – Revisando la norma

El documento, que como ya hemos anotado consta de 16 páginas divididas en 4 secciones, nos presenta las siguientes novedades:
La introducción

Ahora es más sucinta y objetiva. Incluye una imagen con diagramas que explican la interrelación entre los principios, estructura y proceso. En la versión 2009 parecía que el único objetivo de la introducción era convencer a los lectores de que gestionar riesgos era algo positivo a la organización, concepto este que, sin ser erróneo, parece ser un poco obvio.
Términos y definiciones

En este punto la reducción queda más clara aún. En la versión 2009 había 29 ítems, en tanto que la edición de 2018 nos ofrece solo 8. Es importante resaltar que los términos no han “desaparecido”, solo se omite su mención, y si algún usuario desea consultar un término o definición presente en la norma, puede recurrir al anexo Guía 73 – Gestión de riesgos – Vocabulario.
Principios

También hubo reducción en cuanto a los principios, que de 11 presentes en la versión 2009, pasan a 8 en la edición de 2018. A pesar de la reducción, los conceptos esenciales se mantienen ya que los principios ausentes han sido incluidos a lo largo de la norma.

Estructura

A partir de este punto, la redacción de los ítems ha cambiado bastante, pero sin muchas alteraciones de fondo en su significado. A pesar de ello, algunas ideas ganaron más visibilidad que en la versión anterior:
  • Posicionamiento del liderazgo. Al igual que con otras normas ISO de reciente publicación, el liderazgo de la Alta Dirección se considera esencial para la asignación de responsabilidades de las actividades y el cambio de cultura en la organización, por medio de la declaración de compromiso.
  • Supervisión sistémica. En la nueva edición de ISO 31000, se especifica la necesidad de garantizar que los sistemas estén en marcha para gestionar los riesgos y operar con eficacia, admitiendo que estos pueden ser automatizados o no.
  • Contexto organizacional. Al analizar el contexto de la organización, se incluyen como factores a considerar la complejidad de las redes sociales y la dependencia de otras partes interesadas.
  • Comunicación y consulta. Se hace hincapié en la importancia de la comunicación y consulta con las partes interesadas de manera general. Sin embargo, se destaca la importancia de desarrollar mejoras en la información basada en datos recogidos por medio de consultas.
  • Aplicación. La nueva formulación está enfocada hacia la planificación de la estructura, la eliminación de citas objetivas para el mantenimiento de registros y el cumplimiento de los mismos requisitos legales, que ya estaban presentes en la versión anterior.
Procesos

El proceso de gestión de riesgos implica la aplicación de políticas y prácticas alineada con lo que se ha definido durante la estructuración. En este punto de la norma, así como en la anterior, se describen algunas recomendaciones prácticas como las actividades necesarias para el proceso de gestión de riesgos.
El énfasis en la versión 2018 de ISO 31000

La edición 2018 enfatiza en el carácter dinámico de la gestión de riesgos. Esto significa que se trata de una labor que exige constantes revalorizaciones y cambios para ser eficaz, ya que está regida por factores culturales, tecnológicos, de mercado, legales, etc.

Esto puede ocurrir de forma distinta en diferentes niveles de la organización. Las directrices para la identificación, el análisis y la evaluación del riesgo han quedado más claras en esta nueva versión, que facilita la comprensión sobre cómo hacerlo.

Sin embargo, el estándar ya no indica herramientas o métodos específicos, ya que la gestión de riesgos debe estar alineada con el contexto de la organización, que utiliza como referencia ISO 31010, norma sobre técnicas para evaluación de riesgos.

El enfoque sobre la documentación del proceso de gestión de riesgos y sus resultados es ahora más flexible, resaltando la necesidad de evaluar la pertinencia de las informaciones y la relación costo-beneficio de la creación, mantenimiento y retención de información documentada.

En la versión 2018 ya no existen datos adjuntos que expliquen los atributos de una gestión de riesgos avanzada, como en la edición anterior. Podemos concluir que ISO 31000 viene ahora con un tomo más organizacional o estratégico y menos detallado, probablemente debido a que los redactores creen que algunos aspectos ya han madurado en la mayoría de las organizaciones, lo que hace innecesarias determinadas explicaciones, orientaciones o justificaciones.

Los principales cambios en ISO 31000:2018 refuerzan la idea de que la gestión de riesgos es algo intrínseco a la organización, por medio del liderazgo, la cultura, la integración con los procesos y la implicación de los empleados.


Tomado de: https://www.escuelaeuropeaexcelencia.com