miércoles, 11 de diciembre de 2019

LA EMPRESA DEL MAÑANA SERÁ SOSTENIBLE. O NO SERÁ

Esta vez contamos para reflexionar sobre el futuro de la empresa y la sostenibilidad del Planeta con una experta en estas cuestiones, Sonia Sánchez.

Por: Sonia Sánchez *

Tras la tempestad no vino la calma.

Esta vez, la tempestad se llevó por delante una forma de vida. Tras los peores años de la crisis económica, ahora toca reconstruir a partir de un moribundo modelo social basado en el tener y el consumir. Un modelo que ya no satisface a una gran parte de la sociedad.

Vale; muchos siguen anclados en el pasado precrisis. Pero esos van a ir desapareciendo poco a poco consumidos por la nostalgia, porque es muy poco probable que vuelva el ayer.

A otros, la crisis les ha puesto la vida del revés y han tenido que reflexionar sobre lo que es verdaderamente importante y lo que no.

Y los millennials… los millennials simplemente han vivido casi media vida en el modelo crisis y post-crisis así que los valores del pasado no les conciernen ni les importan.

En menos de 10 años, hacia el 2025, estos millennials estarán en edad de producir y tomar la mayor parte de las decisiones de consumo. Así que no son un colectivo que ninguna empresa pueda permitirse ignorar si quiere tener un mañana.

Hoy estamos en un momento confuso, conviven los valores precrisis y postcrisis, hay centenas de movimientos y tendencias de futuro incierto … Sin duda no es un momento fácil para una empresa; es complicado planificar con un futuro tan borroso.

No obstante, existen estudios, informes, prácticas de empresas y legislación que evidencian que, sea lo que sea que hay tras la bruma, sólo habrá un mañana para las empresas que apuesten por la sostenibilidad.

Los brotes verdes de la sostenibilidad

1. Según el estudio Superbrands 2016 de Havas Worldwide:
  • 67% de los consumidores españoles afirma que prefiere comprar productos de marcas con las que comparte valores.
  • 58% declara prohibirse comprar productos de compañías que tengan un impacto social o ambiental negativo.
  • 61% de los consumidores españoles declaran que les gustaría que sus marcas favoritas tuviesen una mayor conciencia social e implicación.

2. Según el informe El consumidor frente a la responsabilidad social corporativa de las marcas (2014) de Nielsen:
  • Para 1 de cada 3 consumidores resulta decisivo al comprar los compromisos sociales de las marcas.
  • El 40% de los consumidores estaría dispuesto a pagar más por un producto socialmente responsable.

3. Philips, Interface, Lego, Ikea, Google, Nike, Puma, Adidas, Patagonia, Unilever…; los líderes de un gran número de sectores están apostando fuerte por la sostenibilidad.

Otras empresas, desconocidas hace 10 años han sabido conectar con los valores postcrisis y se han hecho un hueco en sectores tradicionalmente estables: Tesla, Blablacar, Uber, Ecoalf, La Fageda…

4. Cada vez más, las administraciones públicas y grandes multinacionales exigen a sus proveedores mayores compromisos en términos de sostenibilidad. Como muestra: no hace mucho, Ikea dejó de trabajar con su principal proveedor de madera por no cumplir éste sus requisitos en términos de responsabilidad social corporativa (RSC).

5. Legislación europea y nacional promoviendo la economía circular, la igualdad, la conciliación, la transparencia, la responsabilidad extraterritorial sobre los abusos a derechos humanos, la prohibición de la obsolescencia programada, incremento de las exigencias respecto al medio ambiente…
Una vez empiezas a fijarte, ves brotar la sostenibilidad en cada rincón.

¿Qué va a pasar en los próximos años?
Las empresas van a ir lanzando nuevas propuesta a los consumidores buscando conectar con sus nuevos valores; sea para defender su cuota de mercado, para aumentarla o simplemente para entrar en el mismo.

Dado que la sostenibilidad es un valor en alza para los consumidores, da por sentado que las empresas lo incorporarán a su estrategia.

La sostenibilidad será un requisito para permanecer en la mercado; sea por exigencia del consumidor o por exigencia legislativa. Las empresas serán sostenibles o no serán.

Los aciertos o desaciertos van a transformar radicalmente el tablero de juego; con nuevas empresas que llegan pisando fuerte, con líderes, con seguidores, con ganadores y con perdedores.  Doy por sentado en qué grupos quieres estar tú.

Dado que no se consigue una empresa sostenible en 2 meses, ni en 12, ni en 36, es ahora cuando has de tomar importantes decisiones.

Tus  alternativas hoy
  1. Seguir con tu modelo de negocio y esperar que los movimientos en el tablero de juego no te afecten. Esta es una opción, como poco, arriesgada y yo diría que casi suicida. Pero es una opción fácil; eso sí.
  2. Iniciar una estrategia defensiva apostando por un nivel de sostenibilidad suficiente para el nuevo contexto. Sería un simple aprobado. Vale siempre y cuando todo el mundo en tu sector haga más o menos tu misma apuesta y nadie se desmarque con una opción más atractiva para los consumidores; posible pero un tanto improbable.
  3. Luchar para ganar; ser el mejor en tu negocio a la vez que el más sostenible; llevar la sostenibilidad hasta el último rincón de tu empresa y conseguir exprimir todo su jugo para que se convierta en una auténtica palanca de competitividad.
Porque la sostenibilidad, o la responsabilidad social corporativa,  no son una moda ni un requisito, son herramientas capaces de transformar tu empresa a través de la motivación, de la reducción de costes, de la innovación, de la colaboración y de la reputación.

Esto no va de apoyar proyectos sociales ni de reciclar, ni de voluntariado… esto va de que lo mejor para la sociedad es también lo mejor para tu empresa; esto va de competitividad.

Pero para ser competitivas mañana, las empresas han de tomar decisiones hoy.

Y para tomar decisiones, hay un primer paso imprescindible: situarte en el mapa de sostenibilidad de tu sector para poder construir a partir de tu posición.

*Especialista en RSC y sostenibilidad.  Acompaña y da soporte a Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) que desean liderar su sector apostando por la sostenibilidad.

Tomado de: https://www.ecointeligencia.com

LAS 14 HERRAMIENTAS DE LA CALIDAD: 7 BÁSICAS Y 7 NUEVAS

Las siete herramientas básicas de la Calidad son un conjunto de herramientas que pueden utilizarse para resolver temas asociados a la Calidad. 

En todas se utiliza un método gráfico y principios estadísticos básicos, por lo que se no requiere gran formación estadística. Esto las hace muy versátiles.

Enumeraremos y comentaremos brevemente cada una de las siete herramientas:

1. Diagrama de Ishikawa: 
Tal como vimos en una publicación anterior, el Diagrama de Ishikawa, causa-efecto o "espina de pescado" permite analizar un problema identificando y categorización todas sus posibles causas. 

2.Hoja de verificación: 
Es un impreso destinado a ir volcando datos relacionados al comportamiento de un proceso. Puede ser realizado en forma de gráfica o de tabla. Permite al usuario registrar datos de manera ordenada y sencilla, tratando de interferir lo menos posible en su tarea. 


3.Gráfico de control: 
Es una representación gráfica de sucesivas tomas de datos de algún parámetro de un proceso. Generalmente posee límites preestablecidos, uno superior y uno inferior, en función del patrón de comportamiento o la tendencia es posible determinar si un proceso está o no fuera de control. 

4. Histograma: 
es el ya conocido gráfico de barras. Representa gráficamente, en forma de barras, una variable a analizar. Su altura es proporcional a la frecuencia. En el eje horizontal aparecen los valores que puede tomar la variable y en el vertical las frecuencias asociadas.


5. Diagrama de Pareto: 
Basado en el Principo de Pareto, o Regla 80-20. En este diagrama los datos son volcados de manera descendente (de mayor a menor, de izquierda a derecha) en forma de barras. Esto determina las prioridades. Los que están más a la izquierda son los considerados "pocos vitales" y los de la derecha los "muchos triviales". 

6. Diagrama de dispersión: 
Es un gráfico cartesiano que muestra la relación entre dos variables, una en el eje de abscisas y otra en el de ordenadas. Este gráfico permite volcar un conjunto de datos. El objetivo del mismo es determinar el grado de correlación entre ambas variables. Es usual también el agregado de una línea de tendencia o ajuste para mayor claridad.

7. Muestro estratificado: 
Es una herramienta gráfica que permite clasificar los elementos de una población afines, dividiéndolos en estratos. Esta estratificación permite analizar en detalle la estructura de una población con el objetivo de detectar causas comunes del comportamiento de los distintos elementos.


Por su sencillez, es fácil encontrar soluciones en software de ofimática ya prediseñadas para crear estos gráficos. Por ejemplo, podemos crear un Diagrama de Ishikawa en Microsoft Visio®. Otras herramientas, como el histograma, el diagrama de dispersión o el muestreo estratificado ya vienen incluidas entre los tipos de gráficos por defecto en casi todas las versiones de Microsoft Excel®.

Además de estas siete herramientas que aún se siguen utilizando de manera masiva, la Unión Japonesa de Científicos e Ingenieros (JUSE) agregó (luego de años de análisis y aplicación) siete nuevas herramientas. 

Las 7 Nuevas Herramientas de la Calidad

Además de las conocidas 7 Herramientas Básicas de la Calidad que fueran descritas en una publicación anterior, la Unión Japonesa de Científicos e Ingenieros (JUSE) agregó, luego de años de análisis y aplicación, siete nuevas herramientas. Si bien las herramientas clásicas se siguen utilizando masivamente y con mucho éxito, sólo funcionan bien en los casos en los que contemos con suficiente información cuantitativa. 

Las denominadas 7 Nuevas Herramientas de la Calidad fueron diseñadas para cubrir necesidades de complejidad considerable, permitiendo un alto nivel de detalle en el análisis de tipo cualitativo.

En este resumen intentaremos dar a conocer en qué consiste cada una de ellas y cuáles son sus aplicaciones principales. Las 7 Nuevas Herramientas de la Calidad son las siguientes:

1. Diagrama de Relaciones
Esta herramienta es sumamente útil para el análisis de un problema en el cual sus causas se encuentran relacionadas entre sí de manera compleja. Su implementación se realiza generalmente de manera grupal mediante el uso de tarjetas. 

Para comenzar, se define el problema a analizar y se lo escribe en una tarjeta que irá colocada en el centro del diagrama. Luego, los integrantes del grupo deben colocar sus ideas aisladas sobre posibles causas en tarjetas. Cuando se cuente con todas las tarjetas, se las debe agrupar por similitud o relación entre sí. 

A las que se les determine una relación más directa con el problema, se las considerará causas principales o primarias. Las tarjetas correspondientes deberán ser colocadas cerca de la tarjeta central con el problema. 

Con el mismo criterio, cerca de las causas primarias se deben colocar las tarjetas con mayor relación a ellas (causas secundarias, terciarias, etc) alejándose del centro. Una vez distribuidas por completo las tarjetas, se procede a relacionarlas entre sí mediante el criterio de causa-efecto, a través de flechas. Esto permite representar la relación que pueda existir entre una causa y otra. Es decir, si una causa es originada por otra causa.

El siguiente ejemplo permite una mayor comprensión:



Por último, con el gráfico completo, el grupo puede realizar un análisis de las relaciones existentes que le permita identificar con mayor claridad las causas reales del problema.

2. Diagrama de Afinidad
Este diagrama es conocido también como Diagrama KJ por las iniciales de su creador, Kawakita Jiro. Surgido en la década de 1980, constituye una herramienta esencial para ordenar grandes cantidades de datos. El criterio utilizado es el de agrupar los datos en función de la afinidad, de alguna relación que exista entre ellos. Esto permite clarificar mejor las ideas a la hora de determinar la causa de un problema. En mucho de los casos, su resultado puede no ser determinante pero sí orientativo. Es decir, puede no brindarnos la respuesta exacta sobre la causa del problema aunque sí guiarnos hacia la dirección correcta. 

Una de las maneras más habituales de implementación de esta herramienta es también a través del uso de tarjetas. Se forma un grupo de trabajo, con un moderador. Se plantea grupalmente el tema a tratar y cada uno expresa sus ideas de manera escrita en tarjetas. Una vez que todas las ideas son volcadas, se trabaja en grupo para agrupar todas las tarjetas según su afinidad.

En el siguiente gráfico podemos observar una distribución típica de las tarjetas, desde las ideas sueltas en unbrainstorming, hasta su ordenamiento por afinidad:


3. Diagrama de Árbol
Esta es quizás una de las herramientas más sencillas, aunque no por eso menos útil. Permite obtener una visión sistemática del problema (razón por la que también se lo conoce como Diagrama Sistemático). Su estructura es similar a la del organigrama de una organización en el que se plantea una relación jerárquica. En el nivel superior se coloca el objetivo principal a alcanzar y luego se va desglosando en ramas. De cada objetivo se van desprendiendo los medios posibles para alcanzarlo y un nuevo objetivo del cual se desprenderán nuevos medios, y así sucesivamente. Una mejor comprensión puede obtenerse a través del siguiente esquema:

La principal ventaja sobre los dos métodos anteriores es que el diagrama de árbol impide que existan "cabos sueltos", exige una continuidad lógica en el análisis. Tanto en el Diagrama de Afinidad como en el de Relaciones se agrupan datos por similitud y se establecen relaciones entre causas identificadas. El problema es que no necesariamente, están todas las causas que deberían estar. El diagrama de árbol ayuda a establecer una dependencia ininterrumpida como una cadena.

4. Diagrama de Matriz
Es quizás la mejor manera de volcar gráficamente la relación que hay entre dos aspectos o variables a analizar. Se pueden vincular opciones con criterios, causas con efectos, etc. Uno de los aspectos se coloca en las filas de la matriz, y el otro en las columnas. En la celda que resulta de la intersección de ambas se coloca generalmente un símbolo que suele representar el grado de relación existente: fuerte, media o débil. Esto nos permite tener referencia del grado de vinculación o conexión que existe entre ambos aspectos.


Con estos símbolos suele representarse el grado de vinculación entre aspectos.
De izquierda a derecha: relación fuerte o alta, relación media y relación débil o baja. Existen diferentes configuraciones de matrices dependiendo de la cantidad de dimensiones simultáneas que se están analizando. 

La más habitual es la matriz tipo L, que vincula dos dimensiones. 

Las otras matrices disponibles son generalmente combinaciones de esta, entre las que se encuentran:

La matriz tipo T (dos matrices L combinadas: un listado comparado en simultáneo con otros dos).


La matriz tipo X (cuatro matrices L combinadas: cuatro listados, comparados cada uno con otros dos, de a pares):


Luego se encuentran otras combinaciones para tres listados: La matriz tipo Y (tres matrices L combinadas: cada listado comparado con los otros dos) y la matriz tipo C (los tres listados comparados entre sí, en simultáneo, dando un gráfico en tres dimensiones).

De izquierda a derecha: Matriz tipo C y matriz tipo Y


5. Matriz de Priorización
Esta herramienta se utiliza para escoger entre varias opciones, en función de criterios predefinidos y de manera ponderada. El grupo de trabajo es quien determina cuáles son las opciones disponibles y qué criterios se tendrán en cuenta. Estos criterios deben ser diferentes entre sí. 

Es importante escoger un número prudente de criterios, sólo los más importantes, para reducir la complejidad del análisis. Tres o cuatro criterios suelen ser aceptables. Para elaborar una Matriz de Priorización, en primer lugar, se debe definir claramente el objetivo. Luego se deben determinar las opciones disponibles.

A continuación, se deberán especificar los criterios sobre los cuales se decidirá. Seguramente no todos los criterios tienen igual importancia (igual "peso"). Por lo tanto, se deben ponderar los criterios para que no todos impacten de igual manera a la hora de tomar la decisión final.

Un ejemplo de Matriz de Priorización es el que vimos en una publicación anterior con un caso práctico: laMatriz de Pugh.




6. Diagrama de Proceso de Decisiones
Es una herramienta, también conocida por las siglas PDPC (Process Decision Program Chart) muy útil para detectar posibles obstáculos o inconvenientes al implementar un plan de acción, permitiéndonos tomar decisiones a tiempo para solucionarlos. Se parte desde la actividad inicial y se va descendiendo. En primer lugar encontramos a las fases, que son las tareas fundamentales que deben realizarse para alcanzar el objetivo. 

De cada una de ellas se plantean problemas que puedan surgir (problemas potenciales) los cuales aparecen en el nivel inmediato inferior. Para cada problema se determinan medidas para contrarrestarlos. Las medidas aparecen en el nivel inferior. Si la medida es efectiva, se coloca un círculo (O) debajo. Si no lo es, una cruz (X). Se implementan, entonces, sólo las medidas que llevan un círculo.



7. Diagrama de Flechas
El Diagrama de Flechas se utiliza para representar de manera gráfica una red compuesta por la secuencia lógica de las actividades que se precisan realizar para resolver un problema o alcanzar una meta. Nos permite, por ejemplo, determinar posibles "cuellos de botella" o hallar los caminos más cortos.

Como en todos los casos, antes de comenzar el grupo de trabajo debe identificar claramente cuál es el objetivo del uso de la herramienta y definir los límites y el alcance. Los eventos o situaciones son representadas por círculos y las actividades necesarias para pasar de un evento a otro, por flechas. 





Es muy habitual encontrar este tipo de gráficas en la gestión de proyectos, en donde se suelen utilizar dos técnicas muy importantes: PERT (Program Evaluation and Review Technics) y CPM (Critical Path Method). PERT es básicamente una técnica utilizada para revisar y evaluar proyectos, en donde el parámetro principal a evaluar es el tiempo que se utiliza para realizar cada tarea, siempre en búsqueda de su optimización. CPM también persigue el mismo fin, intentanto determinar la "ruta" más corta para alcanzar el objetivo (completar el proyecto). Hablaremos, en mayor detalle, sobre estas dos técnicas en otra publicación.

En resumen....
Las 7 Nuevas Herramientas de la Calidad no son en realidad tan nuevas, sólo seguimos utilizando el término para diferenciarlas de las clásicas. En todos los casos, se trata de un conjunto de herramientas sumamente poderoso y versátil. La posibilidad de ser utilizadas en infinidad de actividades, en un sinnúmero de aplicaciones, las hace imprescindibles. Su vigencia es absoluta. Sólo debe seleccionarse la más adecuada para cada necesidad. En futuras publicaciones seguiremos profundizando este tema a través de ejemplos y aplicaciones.

Tomado de: http://ctcalidad.blogspot.com 

6 FORMAS DE LOGRAR UNA EXCELENTE EJECUCIÓN DE LA ESTRATEGIA


Las organizaciones suelen encontrar problemas a la hora de materializar sus estrategias. 

Existen varios factores que influyen en la mala ejecución de las mismas, como el trabajo diario, la carencia de disciplina a la hora de ejecutar o la comunicación deficiente de la estrategia al resto de la organización. En un artículo publicado con anterioridad, analizábamos las principales razones por las que las organizaciones fracasan a la hora de llevar a cabo la ejecución de la estrategia.

En este contexto, cabe preguntarse: ¿qué es una ejecución estratégica excelente? Básicamente, podemos definir esta expresión en tres grandes rasgos:

  1. Alcanzar resultados excelentes obtenidos de la implementación de una definición estratégica concreta.
  2. Garantizar un impacto duradero y sostenido en el desempeño de la organización.
  3. Ejecutar de forma distinta e innovadora, así como saber perfeccionar esta capacidad de ejecución.

El objetivo de toda organización que ha invertido recursos en una buena definición estratégica es ver resultados en sus beneficios. Ésto pasa por una óptima ejecución de la estrategia. Para alcanzar dicho objetivo, se proponen seis acciones:



1. Crear una estrategia que entusiasme a toda la organización

A muchas organizaciones les resulta complicado comprender que la estrategia debe suponer un cambio de paradigma. Es importante afrontarla con actitud largoplacista e innovadora y no centrarse en una mentalidad operativa, si no estratégica. Uno de los principales problemas de las organizaciones es que desarrollan estrategias poco atractivas y nada innovadoras. Esto provoca que las personas que deben materializarlas posean un bajo índice motivación y carezcan de la pasión necesaria para ejecutarlas.



2. Diseñar acciones para la ejecución pensando en el impacto en los resultados y en el aprendizaje

A menudo existen planes y proyectos que no están alineados con la estrategia, indicadores y objetivos aislados de los recursos, o bien organizaciones que diseñan su estrategia basándose en el presupuesto. De hecho, es el mismo presupuesto el que marca las acciones de ejecución, incluso por encima del impacto en los resultados. De igual manera, hay empresas que centran la ejecución en la mera acción más que en busqueda de la efectividad.

La buena ejecución se alcanza bajando la estrategia a objetivos y metas medibles, y éstos a proyectos que la accionen.



3. Concebir el liderazgo como elemento motivador

La figura del líder en la ejecución de la estrategia es de vital importancia, pues en gran medida, el éxito de ésta depende de él. Es fundamental entender el liderazgo como un elemento motivador para el equipo. Un buen líder debe transmitir esperanza y pasión por una correcta ejecución y nunca debe usar la obligación o el temor como armas para alcanzar los objetivos, puesto que suelen conseguir el efecto contrario.


4. Prevenir con un sistema de alertas tempranas

Un buen SAT (Sistema de alertas tempranas) debe estructurarse basándose, además de en indicadores de resultados, en aquellos que manifiesten alertas tempranas. Por ejemplo, para una ejecución excelente se torna fundamental contar no sólo con indicadores sobre las ventas, sino también con indicadores que nos predigan las ventas del futuro. Esta información nos permitirá actuar con suficiente tiempo para evitar resultados negativos en los indicadores de resultados venideros.




5. Establecer hábitos en cuanto a las reuniones de revisión de resultados

El objetivo principal de estas reuniones debe ser la revisión de los resultados, los indicadores que muestran la predicción de dichos resultados, y en caso de que sean negativos, averiguar cuáles son las causas y diseñar las acciones necesarias para evitar que se repita en el futuro. La duración ideal para estas sesiones es de una hora como máximo. No debemos perder de vista que el enfoque es siempre la orientación hacia el aprendizaje y la investigación de causas de los errores.

Como sugerencia, es positivo acudir a las reuniones habiéndolas preparado previamente con un documento que muestre visualmente la siguiente información:

  • Esquina superior izquierda: Un indicador de resultado concreto y su evolución temporal.
  • Esquina superior derecha: El indicador o indicadores que predecían este resultado.
  • Esquina inferior izquierda: Una lista de las causas en las que radica el resultado del indicador.
  • Esquina inferior derecha: Una lista de acciones acometidas para atacar a estas causas de origen.
6. Plantear la información con enfoque a la toma de decisiones


Generalmente, se presenta la información de tal manera que no impulsa la toma de decisiones. 

Existe poco análisis y un exceso de operativa en los planteamientos, que frecuentemente son planos y poco visuales. Esta forma de presentar los datos dificulta la interpretación y hace que directores y ejecutivos se encuentren con dificultades a la hora de tomar buenas decisiones. Debemos presentar la información de forma «accionable». Esto se consigue mediante infografías y gráficas que muestren los datos de la forma más visual y sencilla posible, facilitando la rapidez en su interpretación y la percepción de las relaciones existentes entre los diferentes elementos.

Tomado de: https://www.isotools.org/

¿POR QUÉ FRACASAN LAS ORGANIZACIONES EN LA EJECUCIÓN DE LA ESTRATEGIA?


A menudo, las organizaciones invierten grandes esfuerzos en estrategia, pero es frecuente que fracasen y no alcancen los objetivos marcados. 

Esto se debe a una mala Ejecución de la estrategia. Y puede estar asociada con la formulación de Balanced Scorecard


¿Qué es ejecutar la estrategia?


La definición exacta de esta expresión, según Charan y Bossidy, sería la siguiente:
«La ejecución de la estrategia son todos aquellos comportamientos y técnicas específicas que las empresas necesitan conocer y dominar para obtener una ventaja competitiva»
A través de los altos directivos y líderes tradicionales encargados de definir la estrategia, ha resultado común que las empresas hayan concebido la misma como una disciplina de alto nivel, más cercana a un marco teórico o filosófico. En esta concepción de la estrategia no tiene cabida la implementación como un elemento estratégico. Ésta queda relegada a un plano más táctico, frecuentamente descuidado y desalineado de su definición. Lógicamente, este hecho ha derivado en todos los casos en un fracaso en la materialización de la estrategia.

Es un error separar ambos conceptos. Parafraseando a Fred Malek, Presidente de Marriott y Northwest Airlines, la ejecución es la estrategia. Hoy sabemos que ninguna estrategia de valor se plantea sin pensar en la capacidad de la organización para ejecutarla.


En muchas ocasiones, se ha situado el origen del fracaso en una mala definición estratégica, pero esta tesitura está cambiando. Actualmente, se cuenta con más información sobre el contexto de la organización, los líderes de estrategia tienen mayor formación y trabajan con herramientas para la planificación más potentes. Esto disminuye notablemente los errores derivados de una definición incorrecta. El verdadero problema al que se enfrentan las organizaciones, como venimos comentando, reside en la deficiente o nula ejecución de la estrategia.

La ejecución es el reto

Análisis sobre diferentes organizaciones conocidas internacionalmente, realizados por Ram Charan y Geoffrey Colvin, han hecho posible detectar algunos elementos comunes que contribuyen a este fracaso en la ejecución. La indecisión, la falta de respeto a los compromisos adquiridos, la inexistencia de una cultura de ejecución en los subordinados o la falta de procesos y sistemas orientados a la ejecución, son algunos factores que imposibilitan que cualquier estrategia, por bien definida que esté, llegue a materializarse.

La naturaleza del mercado actual, cada más global y altamente competitivo, hace apremiante la necesidad de llevar a cabo correctamente la ejecución de la que hablamos. La supervivencia como organización depende ello.

¿Qué hace fracasar la ejecución de la estrategia?

Podemos establecer, gracias a Norton y Kaplan y su obra «The Strategy Focused Organization», 4 carencias principales:

1. Falta de comprensión de la estrategia en la organización.

Es muy común que aproximadamente el 95% de las personas de la organización no entienda o no conozca la estrategia. Generalmente sólo poseen esa visión los que la han definido. Esto provoca una brecha entre los que definen de la estrategia y aquellos que deben materializarla.

2. Falta de implicación de los mandos intermedios en la ejecución de la estrategia

Según Norton y Kaplan, el 85% de las personas que ocupan los cargos intermedios dedican poco tiempo a la estrategia. Las tareas en este sentido no representan ni un 5% del total de trabajo de un mes. Siendo así, difícilmente se llevarán a cabo las acciones recogidas en los planes estratégicos, que, incluso en ocasiones, ni se iniciarán. Además, esta falta de implicación va a suponer un ejemplo pésimo para el equipo al que dirige el mando intermedio. Con su actitud les transmitirá tácitamente que la estrategia no es un asunto importante para la organización.

3. Falta de relación entre estrategia y presupuesto

A menudo se comente el error de no alinear la estrategia con los medios existentes para ejecutarla. Pueden estarse destinando recursos a actividades que no aportan valor, mientras se escatiman de lo verdaderamente importante para la organización.

4. Falta de alineación entre la compensación de las personas y los objetivos estratégicos

El 75% de las organizaciones no tiene en cuenta algo importante. Si las personas no perciben que el éxito de la organización deriva en el éxito individual, inevitablemente, la implicación será menor.

En resumen, una buena definición de la estrategia es importante, pero como estos datos evidencian, no es suficiente.


Tomado de: https://www.isotools.org

5 PASOS PARA REALIZAR UN PLAN DE ACCIONES CORRECTIVAS SIN ERRORES

Te toca realizar un plan de acciones correctivas (PAC) después de una auditoría externa y… ¿no tienes mucha idea cómo hacerlo?

Por: Iván Torres *

En este post te voy a explicar con detalle qué es un plan de acciones correctivas (PAC) y cómo prepararlo en 5 sencillos pasos.

Qué es un plan de acciones correctivas (PAC)
Se trata del documento que debes entregar a los organismos certificadores para plantear el cómo se van a solucionar las no conformidades encontradas después de haber superado la auditoría de certificación inicial o una auditoría de seguimiento.

Es un documento por tanto que se entrega siempre después de haberse producido la auditoría inicial de certificación o una auditoría de seguimiento y siempre y cuando hayan existido no conformidades durante la auditoría.

Cuál es el plazo para entregar el plan de acciones correctivas
El plazo dependerá de cada organismo certificador. He acompañado a muchas auditorías con mis clientes y aún no he visto un tiempo unificado entre todos los organismos certificadores.

El plazo para entregar el plan de acciones correctivas, según lo que yo he visto, abarca desde un máximo de 30 días hasta los 90 días naturales.

Presentación o no de evidencias junto con el PAC
En términos generales, cuando se presenta el plan de acciones correctivas para las No Conformidades Mayores, se debe presentar evidencias que justifiquen la implantación de las acciones correctivas propuestas.

Las no conformidades menores no suelen requerir de evidencias a no ser que el auditor lo haya solicitado por un motivo concreto.

Cómo hacer un plan de acciones correctivas

Paso 1: Entiende la no conformidad
Debes asegurarte de entender bien la no conformidad que aparece en el informe de auditoría.

Para que no te quedes con ninguna duda, aprovecha el momento en el que el auditor está cerrando la auditoría cuando te está leyendo los hallazgos de auditoría. Es ahí cuando debes preguntar cualquier duda que tengas acerca de la no conformidad para asegurarte que la entiendes para poder trabajarla luego.

Paso 2: Corrección para cerrar la no conformidad
Céntrate primero en solucionar la no conformidad de una forma inmediata. Busca una corrección que elimine esa situación de no conformidad. En el post en el que hablo de acciones correctivas te explico la diferencia entre corrección y acción correctiva.

Paso 3: Analiza la Causa raíz
Estudia con detenimiento el por qué ha aparecido la no conformidad. Pregúntate para ello varias veces el por qué ha aparecido hasta que llegues a la causa origen, la causa raíz que ha llevado a que aparezca ese incumplimiento.

En el post en el que hablo acerca de las no conformidades explico con detalle este método.

Paso 4: Establece la Acción correctiva
Una vez tienes identificada la causa raíz, debes plantear la acción correctiva que elimine esa causa raíz. Te será muy fácil establecer esta acción correctiva si tienes bien identificado la causa principal o causas (a veces existe una multicausa).

Cuando te digo plantear es, plantear + implementar.

Las cosas no se implementan por sí solas. Deberás de concretar cómo se va a llevar a cabo esa acción correctiva: qué va a cambiar y quién o quiénes serán los encargados de llevarlo a cabo.

En caso de que existan varias causas pregúntate si con una sola acción correctiva es suficiente para eliminar las diferentes causas o por el contrario necesitas implementar una acción correctiva por cada una de las causas raíces que has identificado.

Paso 5: Verifica la eficacia de la acción correctiva
Representa el último paso. Es el paso de comprobación de lo que estás implementando está funcionando.

Lo sabrás porque la próxima vez que ocurra una situación parecida a la que originó la no conformidad, ahora gracias a la acción correctiva que está implementada, no existe desviación alguna y por tanto no aparece la no conformidad.

En ese momento sabrás que la acción correctiva implementada ha funcionado.

De lo contrario significaría que no has analizado bien la causa raíz o has implementado de forma incorrecta la acción correctiva.



Qué hacer después del plan de acciones correctivas
Una vez que hayas definido el plan de acciones correctivas y se lo hayas entregado al auditor, lo que debes hacer es lo que te he descrito en el paso 4 y 5 anterior:

  • Implementar la acción correctiva.

  • Verificar la eficacia de la acción correctiva.
En mucha ocasiones las organizaciones envían el PAC al auditor y se olvidan por completo de esa no conformidad hasta el año que viene cuando toca realizar la auditoría de seguimiento y entonces es cuando dices …”pero si estaba esto aquí…”.

Para que no te ocurra esto, registra ese PAC dentro del sistema de gestión como una no conformidad más de tu sistema.

Así, cuándo estés registrando no conformidades o repases las que tienes actualmente te verás obligado a revisar también la que apareció durante la auditoría externa.

Y ahora cuéntame tú, ¿has elaborado y entregado ya tu primer plan de acciones correctivas?

Foto: Lápiz portátil de papel
Fuente: Pixabay

* Iván Torres: Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, colegiado nº1498 por el colegio de economistas de Las Palmas de Gran Canaria, IRCA Certified ISO 9001 Lead Auditor con nº ENR-00555531

Tomado de: https://iveconsultores.com/

5 EJEMPLOS DE INDICADORES DE CALIDAD QUE NO PUEDEN FALTAR EN TU PLAN

El concepto de calidad suele estar asociado a la satisfacción que los productos generan en un público determinado. Y en cierta forma, es así. 
¿Qué mejor que una necesidad cubierta de manera eficaz y oportuna?

Sin embargo, a la hora de implementar un plan de gestión de calidad, es preciso mirar el término con más detenimiento y buscar indicadores de calidad que lo valoren.

Porque la calidad, digámoslo claro, no sólo se mide al final de los procesos. También es necesario evaluarla en las fases iniciales e intermedias, cada una de las cuales aporta un valor específico a la cadena de labores que integran un proceso.

Los indicadores de calidad cumplen esa función. Son instrumentos de medición que se emplean para evaluar la calidad de los procesos o productos. O dicho de otra manera, determinan el nivel de cumplimiento de los objetivos para los cuales se han desplegado una serie de actividades concretas.

Eso no quiere decir que cualquier herramienta sea un indicador de calidad. De hecho, para que un elemento adquiera tal función debe cumplir con ciertos requisitos. Entre los más significativos podemos mencionar los siguientes:
  • Fáciles de capturar y aplicar. De nada vale un plan de calidad bien fundamentado si sus indicadores son ilegibles o no proporcionan información clara.
  • Relevantes para la toma de decisiones. Es decir, que la información que aporten sirva para cumplir con los objetivos propuestos. No se trata de acumular herramientas y capturar cualquier tipo de datos.
  • Visibles y accesibles. Por ejemplo, que resulten fáciles de clasificar o de plasmar en gráficos, diagramas o cuadros conceptuales.
Cinco ejemplos de indicadores de calidad

Definidas sus características, a continuación presentamos algunos de los indicadores más empleados cuando se trata de medir la calidad de un producto:

1. Cobertura:

Se define como la proporción entre el número de artículos disponibles en los mercados y las personas que demandan una necesidad que espera ser satisfecha. Este indicador es propio de proyectos que buscan penetrar de forma masiva entre los consumidores o que están pensados a largo plazo. Sin embargo, no siempre es así. A veces basta con que una empresa cubra los pocos frentes en los que suele desempeñarse para obtener un indicador positivo en términos de cobertura.

2. Eficacia:

La eficacia no es otra cosa que la relación entre un producto disponible y la necesidad para la que ha sido creado. Cuando esta relación es positiva, la eficacia del producto es alta. Pero si la necesidad del cliente sigue sin ser atendida tras la adquisición de dicho producto, el indicador es negativo. Algo en el proceso ha fallado.

3. Valoración de ventas:

El volumen de ventas es, sin duda, el elemento más empleado para medir la calidad de un producto. Vender mucho casi siempre es sinónimo de éxito: indica que el artículo ha tenido una buena acogida y que ha generado gran interés. No obstante, esta relación no supone en todos los casos un grado alto de calidad. Se puede vender mucho sin que el producto sea del todo bueno.

4. Satisfacción del cliente:

De hecho, el siguiente paso tras la venta de un producto es la evaluación del grado de conformidad de quien lo ha adquirido. La venta no garantiza satisfacción. Numerosos ejemplos dan cuenta de ello. Al utilizar este indicador, las empresas deben desplegar varias vías de retroalimentación para poder evaluar con acierto lo que se conoce como la etapa de post-venta, que es crucial de cara a nuevas líneas de producción.

5. Competitividad:

Hace referencia a la capacidad de las empresas para explotar aquellas cualidades que hacen distintos a sus productos. También tiene que ver con el nivel de adaptación a las dinámicas del mercado y a la capacidad de innovación y cambio. Un producto incapaz de competir es, por lo general, un producto de escasa calidad.

Tomado de: https://www.isotools.org/