jueves, 25 de marzo de 2021

CÓMO LA PANDEMIA PODRÍA CAMBIAR LA FORMA DE ENSEÑAR A NUESTROS HIJOS

COVID-19 ha tenido un efecto grande y duradero en la educación. Este artículo es parte del The Davos Agenda.

La pandemia ha impulsado la adopción de la tecnología educativa, pero el impacto de la EdTech en los resultados del aprendizaje ha sido desigual.

Si los responsables políticos desean establecer un sistema de aprendizaje adaptativo, primero deben cumplirse 5 requisitos.

La tecnología educativa, o EdTech, ha ofrecido una prometedora oportunidad para atender algunas de las preguntas más desafiantes de las políticas en los sistemas educativos de países de ingresos bajos y medios. Sin embargo, tras décadas de promesas sobre su poder disruptivo y revolucionario en la educación, el impacto de EdTech en los resultados del aprendizaje ha sido desigual. Brindar apoyo basado en la tecnología para mejorar la instrucción de los maestros y facilitar el aprendizaje de los estudiantes se ha vuelto urgente, si consideramos el cierre y la reapertura de escuelas debido a la pandemia de COVID-19. 

Uno de los pocos aspectos positivos de la pandemia, es que ha transformado el campo, cambiando el enfoque desde la promesa disruptiva a un mayor énfasis en la mitigación e inclusión con un potencial reductor de desigualdad.

Las evidencias de que las intervenciones EdTech funcionan para mejorar los resultados del aprendizaje en estudiantes de contextos de ingresos bajos y medios es limitada. En un análisis sistemático realizado recientemente (por Rodríguez-Segura, 2020) basado en estudios confiables se determinó que la tecnología como intervención única no funciona para mejorar las prácticas de enseñanza o el aprendizaje de los estudiantes. De todas las intervenciones EdTech incluidas en el análisis sistemático, aquellas centradas en el aprendizaje autónomo fueron las que más se destacaron por mejorar los resultados del aprendizaje en los estudiantes.

Facilitar el aprendizaje autónomo a través de un sistema de aprendizaje adaptativo

El aprendizaje autónomo, o la capacidad de los estudiantes de hacerse responsables de su aprendizaje, a su propio ritmo o nivel, puede ser un factor de cambio durante (y después de) la pandemia. El aprendizaje autónomo puede desarrollarse sin tecnología pero con el apoyo intensivo de los profesores. Sin embargo, Rodríguez-Segura explica que las intervenciones de EdTech pueden permitir que los estudiantes aprendan a un ritmo adecuado con un mínimo de apoyo externo, lo que resulta particularmente atractivo. 

Un ejemplo son los sistemas de aprendizaje adaptativo que responden a interacciones en tiempo real proporcionando automáticamente un apoyo individualizado a los estudiantes. Un desafío común al que se enfrentan los maestros es el de adaptar su instrucción a las necesidades de aprendizaje de cada estudiante. Los maestros pueden abordar este reto diferenciando la instrucción y dividiendo el aula en grupos más pequeños según los niveles de aprendizaje de los estudiantes.

Los sistemas adaptativos pueden automatizar este proceso modificando el tipo de material educativo en respuesta al rendimiento de los estudiantes. Los sistemas "aprenden" del progreso del estudiante y ajustan la trayectoria del aprendizaje. En algunos casos, han demostrado ser costo-efectivos pudiendo mejorar considerablemente los procesos de enseñanza, con potencial para complementar la instrucción en el aula, reforzar las lecciones y apoyar los posibles vacíos en el aprendizaje en determinadas temáticas. Esta metodología está estrechamente relacionada con una rigurosa investigación evaluativa que ha demostrado que orientar la instrucción de la enseñanza por nivel de aprendizaje, y no por grado, puede ofrecer logros significativos en el aprendizaje.

Cinco condiciones habilitantes para establecer un sistema de aprendizaje adaptativo

La función principal de los sistemas adaptativos es brindar una educación de recuperación y ayudar a los estudiantes a mejorar sus saberes curriculares. Pueden complementar la instrucción cuando las escuelas están abiertas pero los estudiantes también pueden utilizarlos de forma independiente cuando las escuelas están cerradas. Por ejemplo, en el Ecuador, los sistemas adaptativos han ayudado a prevenir la deserción escolar durante el cierre de escuelas. Sin embargo, los sistemas adaptativos no son una "bala mágica". Para que funcionen deben atenderse varias condiciones habilitantes.

La mayoría de los sistemas adaptativos están patentados y su uso implica altos costos tanto para su desarrollo como para su adaptación. Los sistemas adaptativos sólo se han desarrollado para algunas asignaturas (por ejemplo, matemáticas o comprensión lectora en etapas tempranas). Al considerar un sistema adaptativo, los responsables de políticas tienen dos opciones: i) adaptar un sistema preexistente y patentado para su contexto o ii) desarrollar un sistema desde cero. Ambas tienen sus inconvenientes, la primera implica la adaptación y traducción de un software que probablemente sólo esté disponible en inglés o español y que fue preparado para un programa de estudios extranjero; los responsables de políticas también deberán contemplar el pago por derechos de licencia para que los usuarios accedan a la plataforma, lo que puede implicar gastos permanentes. 

Ambas opciones incluyen una cantidad significativa de costos asociados, entre los que se desglosan las traducciones, el mantenimiento de servidores, la capacitación, las actualizaciones del software y un servicio de asistencia técnica, entre otros. Independientemente de que un gobierno adapte o desarrolle un sistema desde cero, los sistemas adaptativos deben estar alineados al plan de estudios. Los sistemas adaptativos requieren un mapeo detallado del plan de estudios así como el desarrollo de contenidos para apoyar los objetivos de aprendizaje descritos en dicho plan de estudios. Si un gobierno decide adaptar un sistema patentado preexistente, puede enfrentar problemas al momento de modificar sus contenidos para que se ajusten a su plan de estudios. 

En cambio, si desarrollan un sistema desde cero, pueden subcontratar el mapeo curricular o incorporar este paso en el proceso de implementación. Independientemente de ello, es esencial que los responsables de políticas involucren a los docentes en este proceso, lo que ha demostrado mejorar la aceptación y el compromiso de los docentes durante la implementación. Los sistemas adaptativos requieren una infraestructura digital apropiada para garantizar su adopción generalizada. Aunque hay pruebas que indican que el impacto del aprendizaje adaptativo puede ser más significativo para los estudiantes de condición socioeconómica más adversa, contribuyendo a reducir sus pérdidas de aprendizaje, suele ocurrir que los estudiantes que están en mayor situación de riesgo tengan más dificultades para acceder a soluciones que solo están disponibles en línea. 

Por ello, es imperativo que profesores y estudiantes puedan acceder a estos sistema, tanto mediante un dispositivo con el contenido apropiado como contando con acceso para conectarse a ese contenido. Aunque el precio de las tabletas y los teléfonos inteligentes ha disminuido considerablemente y los países de ingresos bajos y medios han invertido en el acceso a datos, los sistemas adaptativos requieren dispositivos que puedan acceder a conectividad permanente, lo que podría acarrear elevados costos iniciales (y otros costos asociados como apoyo técnico, mantenimiento y monitoreo, entre otros). 

Para que los sistemas adaptativos puedan desplegarse eficazmente debe incluirse la capacitación de los maestros. La disposición de los maestros a adoptar nuevas prácticas y a aceptar estos sistemas juega un papel clave para la eficacia de estos programas. Los sistemas adaptativos no tienen por objeto sustituir a los maestros, sino más bien potenciar su función (véase "Reimagining Human Connections"). 

Es importante que los maestros reciban formación sobre lo que se espera de ellos, ya que si no comprenden el cambio en su función, los responsables de políticas corren el riesgo de marginarlos. Específicamente, los maestros deben estar adecuadamente capacitados para: i) utilizar la plataforma para transitar del papel de instructor al de tutor, ii) acceder y utilizar la plataforma y las tecnologías asociadas, iii) utilizar la tecnología para desarrollar los conocimientos de los estudiantes, iv) utilizar los resultados de la participación de los estudiantes en la plataforma para brindarles apoyo automatizado e individualizado, v) utilizar los datos de la plataforma para planificar futuras lecciones y diferenciar la instrucción en función de las necesidades de los estudiantes. 

Esta capacitación debería ir acompañada de un plan de participación, en el que los profesores puedan compartir buenas prácticas y promover los beneficios de la plataforma a través de diferentes canales y contextos. Además de la capacitación de maestros, los sistemas adaptativos deben lograr una efectiva participación de los estudiantes. Al igual que los maestros, es importante hacer participar a los estudiantes en el proceso de implementación. 

Las iniciativas de participación dirigidas a los estudiantes han de crear incentivos intrínsecos y extrínsecos para que utilicen la plataforma de manera constante. Uno de esos programas designó a varios estudiantes para que se capacitaran sobre cómo navegar la plataforma, manejaran errores de conectividad, solucionaran problemas técnicos y contactaran con el servicio de asistencia técnica. Un enfoque complementario puede ser “gamificar” la experiencia, los estudiantes pueden ganar "puntos" (u otra forma de reconocimiento social) en función del uso o grado de avance semanal en el sistema (los mejores resultados pueden ser destacados entre pares). Se pueden utilizar enfoques similares con los profesores.

Cuando se cumplen estas condiciones habilitantes, los sistemas adaptativos tienen el potencial de mejorar la forma en que los maestros instruyen, de mejorar el aprendizaje de los estudiantes y de ayudar a los responsables de políticas a comprender mejor lo que sucede en las aulas (o fuera de ellas). Como mínimo, estos sistemas requieren: i) una calibración adecuada del plan de estudios, i) una evaluación inicial, ii) una personalización del proceso de instrucción, y iii) un monitoreo permanente. Sin embargo, para que funcionen, estos sistemas también requieren una redefinición del papel y la dinámica entre estudiantes y profesores. Incluso en el mejor de los casos, la puesta en marcha de estos cambios requiere un tiempo considerable.

La pandemia de COVID-19 nos ha demostrado que ya no podemos confiar en las formas tradicionales de escolarización. Es cada vez más probable que en el futuro del aprendizaje, la tecnología pueda diversificar los medios para apoyar a los estudiantes. Como se ha demostrado, los sistemas adaptativos podrían ser una oportunidad para apoyar el aprendizaje autónomo, así como otras formas de aprendizaje (haciéndolos más accesibles, de alto impacto y atractivas). Sin embargo, dada la complejidad que implica adoptar y desplegar los sistemas de aprendizaje adaptativos, los sistemas educativos deben abordar estas cinco condiciones habilitantes básicas. Sin esas condiciones, los sistemas adaptativos no sólo no brindarán resultados satisfactorios, sino que pueden convertirse en una costosa lección para los países de ingresos bajos y medios.

Agradecemos especialmente a Diego Angel-Urdinola, Iñaki Sánchez y Mike Trucano por sus valiosas contribuciones a este blog.

 Tomado de: https://es.weforum.org/

LOS INDICADORES EN LOS SISTEMAS DE GESTIÓN DE LA CALIDAD

Los indicadores se han convertido en los últimos años en una de las herramientas más potentes y necesarias para la gestión de las organizaciones.

Desde su participación activa en los Cuadros de Mando hasta la necesidad de su aplicación para valorar y controlar la evolución de los diversos procesos de la empresa. 

De este modo el conocimiento y la gestión de indicadores (o KPIs) se ha convertido en una necesidad básica de cualquier directivo o responsable en las entidades.

Para los que nos dedicamos a la consultoría empresarial y en especial a temas de gestión de calidad y estrategia la vinculación “directa” entre los procesos existentes en una organización y el planteamiento de los correspondientes indicadores que “definan” la propia “evolución” de la organización. Se trata de una relación directa por lo que una correcta definición del correspondiente “mapa de procesos” de la organización así como un buen desarrollo de los mismos constituye la “puerta de entrada” correcta para la delimitación posterior de un “buen” cuadro de indicadores.

Otro aspecto a tener en cuenta es la asociación de los indicadores con la dinámica de comprobación de la evolución y cumplimento de los objetivos empresariales. Bajo el concepto actual de la planificación de objetivos bajo criterios SMART y la necesidad de que estos sean “medibles” la relación entre esta “medición” de objetivo y la delimitación de uno o varios indicadores de referencia asociados es directa.

De este modo y considerándose los indicadores “vinculados” tanto a los procesos de la empresa como a sus objetivos y mejoras estratégicas y centrándonos en la filosofía de los actuales Sistemas de Gestión, generados balo los parámetros de versión de2015, el “verdadero” punto de partida del planteamiento (y revisión) de los indicadores de proceso se encuentra en el análisis de riesgos y oportunidades efectuado periódicamente por la organización y que se suele “vincular” al cierre del año natural. 

De este modo en la programación y planteamiento de los indicadores se tiene en consideración la propia evolución de los procesos en el año precedente, la situación del contexto empresarial y los aspectos DAFO correspondientes junto con la correspondiente valoración y determinación del “peso” que cada aspecto pueda tener en la empresa a fecha de la realización de la Revisión del Sistema.

La definición más “clásica” de los indicadores es considerarlos como un conjunto de métricas o valores de referencia que se implementan en una organización con objeto de valorar y comprobar la evolución de sus procesos. 

Lógicamente los indicadores deben cumplir una serie de requisitos tales como lógicamente ser medibles con objeto de poder comprobar su evolución en el tiempo, ser “viables” por lo que su obtención no debería ser muy complicada, deben estar adaptados en el tiempo de modo que se puedan ajustar los valores obtenidos, deben ser específicos evitando generalidades y malentendidos y por último deben ser relevantes siendo su información importante para la organización y apoyando la toma de decisiones posterior.

El planteamiento de indicadores de proceso está muy relacionado con aspectos tanto de la gestión por objetivos como de la gestión por excepción. Para la primera opción la necesidad de medir nuestros logros como organización se relaciona directamente con el buen planteamiento de un cuadro de indicadores. En relación a la gestión por excepción la revisión periódica de los valores de referencia registrados a lo largo del tiempo por el sistema y el correspondiente marcaje de valores límite “conceden” la posibilidad de “descartar” del análisis efectuado aquellos parámetros que se encuentren dentro de los límites establecidos y focalizar el trabajo en aquellos que reflejan incumplimientos.

Como consultor soy partidario de la vinculación de los “parámetros” de los Sistemas de Calidad con ciertos valores económicos de modo que el Sistema de Gestión gane en “profundidad” en su análisis. Considerando que los recursos económicos de la organización delimitan en gran medida la capacidad de planteamiento y desarrollo de actuaciones por parte de la organización parece ser una opción más que sensata. 

Además, la “asociación” de parámetros de procesos con valores económicos aporta mucha “profundidad” a los Sistemas de Gestión de Calidad y enriquece ambas “vertientes” de modo que la toma de decisiones “bebe” de una mayor relación de variables y reduce los riesgos en la toma de decisiones.

Por último durante los últimos años los “cuadros de mando” se han ido “enriqueciendo” con el control de valores relacionados con aspectos ambientales significativos para la organización, valores provenientes de los sistemas de prevención y parámetros de los sistemas de seguridad de la información. De este modo el grado de “control” se ha ido ampliando enormemente convirtiendo la gestión de indicadores en un pilar de la mejora continua de las empresas.

La gestión de empresas actual lleva asociada una “escasez” de tiempo. Considerado como el “factor dorado” por cualquier directivo, cargo intermedio o consultor el planteamiento y posterior control de las actividades de la empresa mediante un buen cuadro de indicadores se posiciona como un elemento vital en la optimización de este escaso recurso.

“Lo que no se mide, no se puede mejorar.”

Lord Kelvin físico y matemático británico, siglo XIX

Tomado de: https://dbcalidad.blogspot.com/

CONSTRUIR LA CONFIANZA: ESTO ES LO QUE HAY QUE SABER SOBRE LA AGENDA DE DAVOS 2021

La Agenda de Davos ayudará a abordar los problemas sociales más urgentes.

Del 25 al 29 de enero, los líderes mundiales se reunirán virtualmente en una semana de conversaciones de alto nivel organizada por el Foro Económico Mundial.
La Agenda de Davos 2021 se centrará en el tema de un "Año crucial para reconstruir la confianza".

Las sesiones se centrarán en cuestiones críticas como los programas de vacunación contra el COVID-19, la creación de empleo y el cambio climático.

En el último año, la pandemia del coronavirus COVID-19 ha devastado vidas y medios de subsistencia en todo el mundo, dejando al descubierto las desigualdades estructurales, y poniendo de manifiesto la urgencia de reconstruir de forma más justa los sistemas sociales y económicos del mundo tras la crisis.

Ahora, con las primeras dosis de vacunas administradas y la luz al final de este oscuro túnel a la vista, el Foro celebra una semana de reuniones virtuales de alto nivel. La Agenda de Davos reunirá a los líderes mundiales que están al frente de la respuesta mundial a la pandemia del coronavirus COVID-19 y la crisis económica que la acompaña, con el objetivo de desarrollar soluciones sostenibles y con visión de futuro para un mundo postCOVID.

Esto es lo que hay que saber.

Reconstruir la confianza
A partir del lunes 25 de enero, más de 1.200 líderes de empresas, gobiernos y sociedad civil de 60 países se reunirán virtualmente para debatir el tema general de "Un año crucial para reconstruir la confianza".

El concepto de confianza de la sociedad nunca ha sido más oportuno, como demuestra la reciente publicación del Barómetro de Confianza Edelman. La confianza pública se está erosionando, en parte debido a la percepción de una mala gestión de la pandemia de coronavirus.


El profesor Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro, afirma: "En el contexto de la pandemia de COVID-19, la necesidad de reajustar las prioridades y la urgencia de reformar los sistemas han ido creciendo en todo el mundo.

"El restablecimiento de la confianza y el aumento de la cooperación mundial son cruciales para fomentar soluciones innovadoras y audaces para frenar la pandemia e impulsar una sólida recuperación. Esta reunión única será una oportunidad para que los líderes esbocen su visión y aborden las cuestiones más importantes de nuestro tiempo, como la necesidad de acelerar la creación de empleo y proteger el medio ambiente."

Inmersiones diarias en profundidad

Cada día del programa de cinco días tendrá su propio enfoque en profundidad para que los participantes se ocupen, con énfasis en la creación de un impacto real a través de políticas concretas y con visión de futuro en 2021:

1. Diseñar sistemas económicos cohesivos, sostenibles y resilientes (25 de enero)

2. Impulsar la transformación y el crecimiento responsable de la industria (26 de enero)

3. Mejorar la gestión del patrimonio mundial (27 de enero)

4. Aprovechar las tecnologías de la cuarta revolución industrial (28 de enero)

5. Avanzar en la cooperación global y regional (29 de enero)

La Agenda de Davos también verá el lanzamiento de varias iniciativas nuevas del Foro: acelerar la carrera hacia las emisiones netas cero, defender nuevas normas de justicia social y cerrar la brecha digital.

Participantes clave

Participarán en los debates jefes de Estado y de Gobierno, como Narendra Modi, Primer Ministro de la India; Emmanuel Macron, Presidente de Francia; Angela Merkel, Canciller Federal de Alemania; Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea; y Xi Jinping, Presidente de la República Popular China.

A ellos se unirán líderes de organizaciones internacionales, como Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas; el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud; Kristalina Georgieva, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional; el Dr. Anthony Fauci, Director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., Institutos Nacionales de Salud; y Christine Lagarde, Presidenta del Banco Central Europeo.

Aquí puede seguir la agenda de Davos.


Tomado de: https://es.weforum.org/