sábado, 15 de octubre de 2022

SERVICIO AL CLIENTE SEGÚN ISO 9001. CÓMO DEFINIR, GESTIONAR, MEDIR Y EVALUAR Y MEJORAR

Las organizaciones implementan metodologías que les permiten identificar fallas y oportunidades para mejorar los resultados de cada proceso a través de una adecuada gestión.

 La atención o servicio al cliente es uno de los fundamentales por su relación con la satisfacción de esta tercera parte y la consecución de objetivos.

La eficacia de los procesos no solo depende de la estructura de tareas, también depende del responsable que las realiza; es importante tener un plan de formación interno, que aporte herramientas para la eficacia y de esta forma concentrar la atención en aquellas que tienen alto nivel de criticidad.

Procesos hacia la satisfacción del cliente

Los procesos deben trabajar en conjunto para el desarrollo de la actividad comercial y productiva, para la que fue creada la organización, y que tiene como objetivo general satisfacer necesidades de una parte específica de la población que se identificaran como cliente.

El objetivo del sistema de gestión de calidad es lograr satisfacción, con la oferta de productos o servicios que cumplan las condiciones mínimas que el cliente espera encontrar, sin embargo, es importante aclarar la posibilidad que existe de no tener el cumplimiento total de las expectativas, dando paso a que el cliente se convierta en la fuente de información principal para el mejoramiento continuo.

Las expectativas del consumidor y el servicio al cliente

El seguimiento a la expectativa del consumidor final con respecto al producto o servicio adquirido, es lo que se conoce como servicio al cliente y que se debe gestionar como aspecto clave para alcanzar el éxito a nivel general.

El servicio al cliente es un proceso de gestión que tiene como objetivo, recopilar información del comportamiento de los productos o servicios ofrecidos en el consumidor final o cliente, para que sea analizada y de acuerdo a los resultados obtenidos poder implementar planes de acción que mejore las características de lo que se ofrece y de esta forma ampliar el número de clientes.

Un aspecto fundamental cuando se evalúa la satisfacción, es la información que se genera entre los clientes; es importante aclarar que la comunicación entre esta parte interesada, puede ser positiva o negativa llegando a tener el efecto contrario y dar paso al riesgo asociado de pérdida de clientes.

Comunicación con el servicio al cliente

Cuando el cliente se comunica con servicio al cliente es posible afirmar que la mayoría de los casos, es para informar casos de inconformidad por comportamiento o funcionalidad de los productos o servicios, siendo esta la puerta de entrada a la mejora continua que aporte al aumento de la satisfacción del cliente y garantizar la continuidad del negocio.

Gestión y seguimiento

El servicio al cliente dentro de su operación debe tener orden en la gestión de la información que ingresa, al igual que su clasificación de acuerdo a la criticidad o tiempos de respuesta. El sistema de gestión de calidad tiene como objetivo que toda la información que ingresa se analice, por parte de los responsables de diferentes niveles con la capacidad de dar respuestas claras y oportunas.

El seguimiento periódico a la gestión de servicio al cliente le permite a los líderes identificar si se está cumpliendo el objetivo de satisfacer a los clientes con una respuesta oportuna; el revisor del proceso debe verificar de forma detallada toda la información que se recibió y determinar si respuesta es asertiva al caso reportado.

Los casos reportados por los clientes dentro de la organización tienen algún tipo de afectación con diferente grado de impacto, para esto se debe clasificar la información de acuerdo a la criticidad y con base en esto establecer la prioridad con la que se atenderán.

Es recomendable que el seguimiento lo realice una persona que cuente con la experiencia en este proceso, que evalúe la información de forma objetiva dando a la alta dirección de la organización bases sólidas para la toma de decisiones sobre el estado real de servicio al cliente.

 Tomado de: https://www.isotools.org/

LOS ERRORES MÁS COMUNES ENTRE LOS PROFESIONALES DE LA GESTIÓN DE CALIDAD (SEGUNDA PARTE)

En el artículo de hoy continuaremos con la segunda parte de los errores más comunes entre los profesionales de la gestión de calidad. 

Para los lectores que no pudieron visualizar el contenido, les sugerimos revisar el listado de artículos publicados o los más visitados.

A modo de resumen de la primera parte, podemos decir que los errores mencionados fueron: Usar los mismos procedimientos que otras organizaciones, No ser partícipe del proceso de implementación, Falta de documentación, Opinión clientes en gestión de calidad, Periodicidad de las auditorías y Seguimiento recomendaciones de un auditor interno. A continuación, seguiremos explicando otros de los errores frecuentes que suceden entre los profesionales de calidad.

Antes de comenzar a explicar la temática del artículo, es necesario recordar que, apostar por un certificado en gestión de calidad, es apostar por el futuro de nuestra organización.

Un sistema de Gestión de Calidad recoge la satisfacción del cliente como uno de sus puntos más importantes. En una época con tanta competencia, escuchar las necesidades del cliente y adaptar nuestros productos o servicios (en la medida de lo posible) a sus necesidades, puede ser un elemento diferenciador y un argumento de venta que nos beneficie.

Sin más dilación, pasamos a explicar el resto de errores más comunes entre los profesionales de la gestión de la calidad.

Los errores más comunes

No ser objetivos

Las auditorías son realizadas por una o varias personas. En algunas ocasiones, pueden existir ciertas rivalidades entre los auditores y auditados. Es por eso que estos, tratarán de buscar cualquier mínimo error con el objetivo de culpar a la persona responsable del proceso en lugar de realizar un análisis objetivo con el fin de identificar el problema y solucionarlo.

La táctica del miedo

Al igual que en muchos ámbitos y empresas, los profesionales de gestión de calidad usan ocasionalmente el miedo como táctica. Está demostrado que este tipo de tácticas son mucho más contraproducentes frente a otras. Para realizar una correcta gestión de calidad, es necesario implementar una cultura empresarial basada en la calidad. Si toda la organización, tiene interiorizada esta cultura, los resultados serán mucho más positivos que aquellos obtenidos usando tácticas intimidatorias.

Modificación del sistema de forma estructural

La búsqueda de la mejora continua en un sistema de gestión de calidad, siempre está sujeta a pequeñas modificaciones para alcanzar el mejor funcionamiento posible. Sin embargo, estas modificaciones no deberían llegar a alterar la estructura del sistema. Ya que en el caso de que eso fuese necesario, se necesitaría implementar un nuevo sistema de gestión de calidad.
Hay que intentar evitar los errores más comunes para contar con un buen SGC
Trabajadores no capacitados

La formación y la capacitación son elementos fundamentales para mantener un sistema de gestión de calidad. Es por eso que no solo basta con realizar una sola capacitación a los trabajadores. Esto se debe a que hay que refrescar y actualizar conocimientos. Y, al mismo tiempo, es necesario que los nuevos trabajadores cuenten con los conocimientos necesarios para que el sistema funcione.

No seleccionar el personal más apropiado

A la hora de seleccionar empleados, es importante que se tenga en cuenta la experiencia en la norma ISO 9001. Lógicamente, si nuestra organización está certificada en ISO 9001 y dispone de un Sistema de Gestión de Calidad, un buen motivo de selección de personal debería ser la experiencia con esta norma.

No evaluar de manera equitativa los distintos campos

Es un error muy común entre los profesionales de gestión de calidad evaluar de forma las diferentes áreas. Por ejemplo, se establecen criterios de auditoría muy exigentes en el área de producción, sin embargo, en otros campos como recursos humanos o marketing son menos exigente. Esto no debería ser así y auditar por igual los distintos sectores.

Alta Dirección no comprometida

Los profesionales en gestión de calidad nos indican las mejores acciones para mantener y mejorar nuestro sistema. Sin embargo, es imposible poner en práctica todas estas medidas si la alta dirección no está dispuesta a colaborar. Por ello, necesitamos que la Alta dirección se comprometa con el SGC y trabaje para alcanzar los objetivos establecidos.

Búsqueda desesperada de la perfección

Es importante saber que, un SGC siempre va a poder mejorarse. Por lo tanto, no debemos enfocar todos nuestros esfuerzos en alcanzar la perfección. Simplemente, se deben realizar auditorías frecuentemente para encontrar posibles errores en el sistema y corregirlas lo antes posible.

Costo económico

No se puede tratar un SGC como un coste, sino como una inversión. En muchos casos se limita el presupuesto para el mantenimiento y la mejora del mismo en lugar de fomentarlo. A pesar de su coste, las ventajas y retorno de inversión que nos ofrece, son mucho mayores que la inversión realizada.

Tomado de: https://www.nueva-iso-9001-2015.com