miércoles, 17 de mayo de 2017

10 ERRORES AL IMPLEMENTAR LA ISO 9001

Cuando se implanta una Norma ISO 9001 en una empresa hay que evitar caer en una serie de errores que pueden complicar mucho el futuro de esta norma en la organización.
A la hora de implantar un Sistema de Gestión de la Calidad según la ISO 9001 en la empresa, podemos cometer una serie de errores que pueden dificultar bastante el correcto funcionamiento de este sistema.

Algunos de estos errores pueden deberse a una falta de conocimiento, falta de compromiso, falta de planificación estratégica, o desinterés.

En este post, vamos a ver los diez errores más grandes que se cometen a la hora de implantar un Sistema de Gestión de la Calidad según la ISO 9001.

10 errores más importantes a la hora de implantar la ISO 9001.
Los errores más graves se centran en la falta de la visión completa de la empresa, falta de compromiso y implicación y la búsqueda exclusiva del sello que certifica la implantación de la ISO 9001.
Cuando una empresa realiza la decisión estratégica de implantar una norma ISO, como puede ser un Sistema de Gestión de la Calidad según la Norma ISO 9001, debe tener cuidado de no caer en algunos errores que pueden dificultar la implantación o, incluso, imposibilitarla por completo.

Es por esta razón que vamos a proceder a indicar aquí cuales son los diez errores más graves que a nuestro juicio pueden trastocar la correcta implantación de la ISO 9001 en la empresa y que van a condicionar su correcto funcionamiento y su futuro, junto con la correcta recepción de los beneficios que se ofrecen.

La lista de estos diez errores más graves es la siguiente:
Los errores que se cometen en el momento de la implantación pueden dificultar la correcta finalización del proyecto.
1.- Falta de visión completa de la organización

Uno de los primeros y los principales errores se producen a la hora de la visión de la empresa como una serie de procedimientos. Es decir, se conoce a que se dedica la empresa y cuáles son los pasos generales que se dan para transformar una materia prima a un producto finalizado, pero a la hora de crear un mapa de todos los procesos se olvidan o se encuentra difícil describir todos los procesos de una forma clara y concisa. De esta dificultad, es de donde deriva un error en la documentación en la cual, por ejemplo, vemos una gran diferencia entre lo que se describe en la documentación de la ISO 9001 y lo que de verdad se realiza en la empresa.

Podemos ver que en la documentación de calidad de una empresa se describe un proceso con unos pasos perfectamente definidos pero luego, en la práctica, estos pasos siguen un ritmo completamente diferente, siguiendo rumbos extraños, repitiéndose etapas y extraviando información importante en el proceso. Esto es altamente contraproducente.

En el caso de la generación de los procedimientos debe tenerse mucho cuidado con la redacción de estos para evitar errores de comprensión, diseños engorrosos, falta de homogeneización de las metodologías utilizadas, lagunas de información, etc.

Por último, se puede observar que muchas empresas no dispone de una planificación estratégica adecuada y que falta la creación de organigramas y una asociación adecuada de funciones claras y concisas. Esta falta puede crear una duplicidad en algunas actividades ya que, al no tener claramente estipulados los aspectos que incumben a cada puesto, puede haber actividades que realizan dos personas a la vez y, por el contrario, pasos que nadie realiza.

2.- Falta de liderazgo, compromiso e implicación

En muchas ocasiones, la dirección de la empresa es la que decide la implantación del Sistema de Gestión de la Calidad según la Norma ISO 9001 y son ellos los primeros que sufren una falta de implicación y compromiso.

Esta falta de implicación hace que sus empleados perciban que no es necesario poner su compromiso y su trabajo en atender y seguir los procedimientos que se han indicado en el Sistema de Gestión de la Calidad y hace que empiecen a tomarse ciertas licencias, inicialmente pequeñas pero que van avanzando, sobre el compromiso de la calidad en la organización.

3.- Falta de formación y de recursos.

Muchas veces la empresa, o bien desconoce el potencial y los recursos de que dispone, o no los utiliza adecuadamente. Por ejemplo, nos encontramos que el personal que dispone de la formación adecuada no dispone de la responsabilidad correspondiente, sino que se encuentra en otro sector de la organización.

De esta forma, conseguimos que el personal verdaderamente cualificado no esté trabajando para lo que está preparado y personal que no ha recibido esta preparación esté haciéndose cargo de puntos y aspectos que no entiende.

4.- Búsqueda exclusiva de reducción de costos

Un error muy grave es pensar que usando un Sistema de Gestión de la Calidad conseguimos una reducción sustancial de los costes. Es cierto que los gastos en costes se reducen ya que usamos adecuadamente todo el material y potencial de que se dispone, eliminando los desperdicios, errores, etc.

Sin embargo, este no es único beneficio que aporta la Norma ISO 9001 y no debemos buscar únicamente este fin olvidándonos de aspectos muy importantes, como la mejora del servicio y/o producto, gestión eficaz, mejora competitiva, etc.

5.- Interés exclusivo en el certificado

Otro error muy común, y que crea varios problemas, es que la empresa sólo implante un Sistema de Gestión de la Calidad según la ISO 9001 buscando únicamente conseguir el certificado.

Esto hace que solo se vean los procedimientos y las medidas de calidad como pasos para conseguir este certificado, pero en cuanto se llega al final ya no se cultivan estos pasos y se olvidan, consiguiendo así la empresa exhiba un título y asegure a sus clientes que va a ofrecer un servicio con una calidad, que luego no es acorde con la realidad.

6.- Desinterés, resistencia al cambio y resistencia a la participación activa

Siempre que se implanta un Sistema de Gestión de la Calidad en las empresas se suele producir una cierta resistencia al cambio que si no es controlada y no se generan las medidas oportunas puede provocar un efecto de resistencia en toda la empresa y una actitud a la defensiva que sólo va a dificultar la implantación efectiva.

Por otra parte, en muchas empresas, se observa una actitud de reticencia en el momento de promover, considerar y aceptar que los trabajadores formen parte activa de la implantación del Sistema de Gestión de la Calidad según la Norma ISO 9001, consiguiendo así que los empleados no se vean parte de la empresa y no acepten los cambios ni se muestren participativos.

7.- Designación de un Responsable de Calidad sin autoridad real

Como ya dijimos en el primer punto, debemos de decidir quién va a ocupar el puesto de Responsable de Calidad y se deben definir cuáles son sus actividades, pero no sólo deben ser dichas al propio responsable sino que toda la empresa debe conocerlas para saber cuáles son las competencias de cada puesto y a quien deben preguntar y acudir en caso de un problema o de una duda.

8.- Falta de objetivo claro.

Se debe marcar unos objetivos claros y seguirlos, por qué si no sabemos hacia donde nos dirigimos no conseguiremos llegar a ningún sitio.

9.- Inadecuado sistema de medición.

Cuando se aplican los sistemas para medir y saber el estado de aplicación del Sistema de Gestión de la Calidad según la ISO 9001, tenemos que utilizar un sistema que comprendamos y manejemos de forma fácil y rápida. De nada sirve que utilicemos un sistema de medición muy sofisticado, si no sabemos cómo leer los resultados que de él se derivan.

Muchas veces los sistemas más simples, pero bien dirigidos y con las preguntas adecuadas, nos aportan las respuestas y valores necesarios para saber si la dirección que elegimos es la correcta y si los pasos que seguimos son los adecuados.

10.- Falta de conocimiento del Sistema de Gestión de la Calidad según la Norma ISO 9001.

Muchas veces las empresas se embarcan en el trabajo de implantar la Norma ISO 9001 sin conocer exactamente cuáles son sus beneficios, que nos aporta, que hace falta para implantarlo y como hay que hacerlo.

Para ello siempre es aconsejable hablar con profesionales, como SBQ Consultores, que les proporcionan toda la información que necesita sobre el Sistema de Gestión de la Calidad según la Norma ISO 9001 y les ayudarán a realizar la elección que mejor se ajuste a sus necesidades y sus expectativas, aportándole el máximo de beneficios y ventajas.

Tomado de: http://www.sbqconsultores.es/

POR QUÉ USAR EL LIDERAZGO, MÁS QUE PARA MOTIVAR, COMO VENTAJA COMPETITIVA

El liderazgo es más que una herramienta para motivar al equipo, es una ventaja competitiva que las grandes empresas usan para sobresalir. 
En México, Bimbo y PepsiCo son empresas que invierten en programas para formar líderes permanentemente y no sólo cuando hace falta liderazgo.

“Un líder se forma, aunque un 30% es inherente a él, ya que esta persona tiene la capacidad natural de entender la realidad y de formar una visión nueva y positiva para ayudar al bien común”, afirma Eustaquio Martínez del Río Lozano, socio fundador de Logos Consulting, empresa dedicada a implementar programas de liderazgo.

Las compañías que tienen un alto desempeño invierten entre 1.5 y 2 veces más para formar líderes que otras, y cosechan resultados tres o cuatro veces mayores que sus competidores, revela el estudio de Deloitte Tendencias Globales en Capital Humano 2016, realizado en 130 países en los que se entrevistó a 7,000 líderes globales.

Sin embargo, el mismo estudio revela que el 56% de los directivos declara que sus organizaciones no están preparadas para cubrir las necesidades de sus líderes.

En una empresa, “el liderazgo se tiene que profesionalizar, es decir, saber cuáles son las competencias sobre este tema que se necesitan para la empresa para cumplir la estrategia de negocio y establecer un programa que va a desarrollar dichas competencias”, recomienda Eduardo Lan, consultor en desarrollo y cambio organizacional.

A pesar de que cerca de 9 de cada 10 entrevistados cita el asunto como “importante” o “muy importante,” los datos de Deloitte sugieren que las organizaciones han tenido poco o ningún progreso desde el 2015, pues la brecha en la capacidad para desarrollar líderes se ha ampliado en todas las regiones del mundo.

Prepararse para las crisis

Martínez del Río lamenta que en el país, por lo general, los ejecutivos no usen métodos de toma de decisiones a la profundidad que se debería. Y esto se debe, en gran medida, a que “el liderazgo es considerado un tema 'blando' porque es muy etéreo, por ello es muy complicado entenderlo y medirlo, entonces las empresas lo ignoran, puesto que poco se sabe traducir estas prácticas en resultados reales de negocio”.

Sobre todo en momentos de crisis, aconseja Lan, es importante replantearse la estrategia de negocios dado que los tiempos son tan cambiantes.

“Un error de las empresas es contratar un curso de liderazgo y creer que eso es suficiente, ya que se requiere de un programa integral que puede contener varios elementos como talleres y sesiones de coaching a largo plazo”, apunta Lan.

Se trata de una solución que prepara al líder en momentos de crisis para que sepa generar empatía, encontrar la raíz del problema y hacer participativo al equipo para buscar la solución, no imponerla, recomienda Martínez del Río.

“Un líder de líderes debe ver las oportunidades, las amenazas, las barreras y estimular el mayor número de soluciones posibles, de tal manera que se analicen a fondo con varios métodos de toma de decisiones en beneficio del negocio”, finaliza el experto.

Tomado de: https://www.weforum.org/es