martes, 11 de mayo de 2021

CÓMO SERÁ LA CALIDAD DESPUÉS DE LOS NUEVOS ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS?

Los diferentes hechos históricos que han acontecido a lo largo de la historia han marcado de forma significativa el concepto de calidad, su transformación y avances tienen mucho que ver con los grandes acontecimientos como guerras mundiales, la transición entre revoluciones industriales y llegando hoy en día a una parálisis mundial que nos invita a hacernos la siguiente pregunta:

¿Qué sucederá con la calidad después de la pandemia mundial generada por la COVID19?

Las claves para responder a esta pregunta, los tenemos en los grandes acontecimientos que se recuerdan en los libros de historia y otros que no han sido tan representativos, pero aportan un gran valor a lo que conocemos hoy en día.

La historia nos ha ofrecido diferentes personajes que han resultado ser claves dentro de la calidad. Hoy en día tenemos la responsabilidad de seguir escribiendo la historia de la calidad, aceptando el reto de refrescar su concepto, tomando en cuenta el contexto de una revolución industrial llena de avances tecnológicos, el panorama económico complejo, clientes con necesidades y expectativas orientadas a la sostenibilidad, cada día es mucho más exigente con la mejora continua de todos los productos y servicios que consumen.

Las grandes guerras han ofrecido oportunidades a las organizaciones, ya que se dieron cuenta de que necesitan de forma urgente modificar sus estrategias de producción.

La industrialización, sustituyendo en gran parte el trabajo manual por el trabajo mecánico, fue durante la primera guerra mundial cuando la calidad se insertó de forma mucho más representativa en las industrias, la producción necesita de inspectores que se encarguen de supervisar la efectivad de todas las operaciones que se realizan y desde entonces esta figura ha sido clave para controlar los productos conformes.

En los primeros años del siglo XX encontramos a otros personajes, hoy en día se admiran los logros y aportes del advenimiento de la organización automotriz. La estrategia empresarial de Henry Ford, y los métodos de producción llevado a cabo por Frederick Taylor que impulsaron nuevas ideas sobre cómo manejar la organización industrial.

El siguiente cambio se ha dado en base al control estadístico, entre los años 1930 y 1950, ya no era suficiente con la inspección, se incluye el análisis y gran parte de los avances que se vieron obligados a realizar durante la segunda guerra mundial, identificando que el producto defectuoso que se puede corregir en las etapas de producción, sin esperar a conseguir el producto final. Empiezan a aparecer programas de sistemas de calidad, incorporando la planificación en todos los procesos operativos y administrativos.

Debemos reflexionar sobre todos los acontecimientos, ya que se consideran la base de lo que hoy en día conocemos como calidad y su estructura se ha enriquecido, sin duda alguna el ser humano tiene la capacidad de crear e innovar en cualquier escenario, pero cuando se siente retado es el momento que desarrolla mejores competencias y estrategias que se adaptan a todos los retos, contextos y eventos no esperados.

La década de los 80 se vio marcada por diferentes guerras de menor impacto, como la guerra fría, el terrorismo, la aparición de enfermedades como el VIH, sin embargo, paralelamente se crea la primera computadora y nace una de las mayores herramientas “internet”.

No ha sido sencillo, pero las tremendas ganas por mejorar de forma continua hacen que se consigan cubrir las necesidades y las expectativas de los clientes, con el enfoque de administrar la calidad para ser competitivos en medio de la gran expansión de las organizaciones con cultura de calidad.

En los años 90 y hasta hoy en día, la calidad junto a los sistemas de gestión, normas que están reconocidas de forma mundial como ISO 9001 y metodologías como Lean, 5s, just in time, entre otras que se ven involucradas dentro de la curta revolución industrial y la aparición de la calidad 4.0 y Big Data, son hoy el escenario en el que deben trabajar las organizaciones a diario, con ello los responsables de calidad.

Durante todo el año 2020, siendo un año que nos ha traído muchos nuevos retos, toma mucha fuerza el teletrabajo y crece la incertidumbre entre los empresarios, de ¿Cómo se verá afectada la continuidad de negocio?

De esta generación sale el próximo nombre recordado en los libros de calidad, la renovación de un concepto que hoy en día tiene acompañantes muy importantes como sostenibilidad, responsabilidad social, inocuidad, seguridad industrial, propiedad intelectual, habilidades duras y blandas utilizadas de forma correcta ofrecen un paso a las nuevas metodologías y estrategias que necesita el siglo XIX para no quedar paralizado ante todos los cambios que se avecinan.

Tomado de: https://www.nueva-iso-9001-2015.com/

 

LAS TENDENCIAS QUE DETERMINARÁN UNA NUEVA ECONOMÍA A PARTIR DE 2030

La próxima década estará marcada por cuatro dimensiones de naturaleza disruptiva: la economía, la tecnología, la geopolítica y el medioambiente. 

La disrupción –en sentido amplio– hace referencia a una revolución imprevista y acelerada que, por su propia naturaleza, puede conllevar riesgos, pero también oportunidades. Consideramos adecuado hablar de la nueva “década disruptiva”, por la acumulación repentina de cambios que viviremos de aquí al 2030.

En el campo de la tecnociencia, ya no se habla de cambios lineales o incrementales, sino de cambios exponenciales. En los nuevos estudios medioambientales de Will Steffen sobre el Antropoceno, se habla de “la gran aceleración” planetaria, porque finalmente hemos logrado hacer converger el tiempo socioeconómico de la modernidad con el tiempo geológico (provocando, por ejemplo, la aceleración del cambio climático). Y, en los entornos geopolíticos y empresariales, desde comienzos del nuevo siglo, se habla de entornos VUCA (volátiles, inciertos, complejos y ambiguos) en los cuales las turbulencias y la inestabilidad se acentúan y la predicción es sustituida por la reacción.

Estas disrupciones tienen en común no solo la intensidad y la aceleración de los cambios, sino también importantes grados de interconexión entre ellas. Por ejemplo, para limitar el calentamiento global, tendremos que hacer un uso distinto de los recursos y las técnicas, y favorecer otro modelo económico y de crecimiento. Ello conducirá a la implantación progresiva de la economía circular y a una transición energética, ambos elementos incluidos en el espíritu y la letra de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, que propone 17 objetivos globales de desarrollo sostenible (ODS) para 2030.

Mantenerse dentro de los “límites planetarios” será imposible si no se produce un “desacoplamiento”. En la próxima década, el decoupling será el intento (incierto) de lograr mantener un crecimiento económico sostenido (sin desplazar la carga material y ambiental hacia los países en vías de desarrollo, conocida como producción offshoring). Se tratará de hacer posible que el crecimiento económico vaya acompañado de un decrecimiento físico del consumo de recursos (desmaterialización) y de las presiones ambientales derivadas (contaminación, residuos).

Por tanto, el cambio de modelo económico vendrá acompañado de un cambio tecnológico, social y energético. La transformación energética modificará la geopolítica, tal como la conocemos. Como demuestra el último informe de IRENA, a diferencia de los combustibles fósiles, las fuentes de energía renovable están disponibles de alguna u otra forma en la mayoría de los países del mundo. Su aprovechamiento progresivo y generalizado reforzará la seguridad energética y podría promover una mayor independencia energética.

La transformación energética también creará nuevos líderes energéticos, con grandes inversiones en las tecnologías de las energías renovables, lo cual reforzará la influencia de algunos países. China, por ejemplo, seguirá aumentado su presencia geopolítica y se adelantará en la carrera por las energías limpias para convertirse en el mayor productor, exportador e instalador de paneles solares, generadores eólicos, baterías y vehículos eléctricos del mundo. Los exportadores de combustibles fósiles, en cambio, verán reducidos su alcance y su influencia global, a menos que adapten rápidamente sus economías.

El gran reto
La cuarta revolución industrial (4IR) nos llevará a una era de innovación rápida, catalizada por las infotecnologías y por nuevos avances biotecnológicos, que maximizarán el potencial humano (healthcare & biotech) aportando nuevas habilidades físicas y cognitivas en el ser humano y contribuirán así a alargar la vida. Nuestros sistemas de salud, transporte, comunicación, producción, distribución y energía –entre otros– se transformarán completamente. En las infotecnologías, será clave la adopción de la tecnología 5G, la robótica y el desarrollo de la inteligencia artificial (IA), entre otros instrumentos.

La nueva red 5G incidirá en la productividad de las economías con mucha más fuerza que las tecnologías anteriores. Servicios tan críticos como el coche autónomo, las operaciones quirúrgicas teledirigidas o las comunicaciones por satélite necesitarán la tecnología 5G para ofrecerse con garantías.

Se espera también que la tecnología basada en la IA transforme la economía. Gracias a los avances en el aprendizaje profundo (deep learning), hemos pasado de la Era de la Innovación a la Era de la Implementación, en que lo importante son la ejecución, la calidad del producto, la velocidad y los datos. La ejecución tecnológica se basará en una competencia increíble para mejorar el producto e intentar desarrollar modelos de negocio imbatibles. Quien tenga la capacidad para adoptar y adaptar la tecnología de la IA y hacerlo a gran velocidad y escala masiva, quien sepa innovar en IA convirtiendo las ideas en resultados, tendrá muchas oportunidades de triunfar.

Según algunos expertos mundiales, como Kai-Fu Lee, dentro de una década, China no solo se equiparará a los Estados Unidos, sino que los superará como líder mundial de la IA. Ello dividirá el mundo en un duopolio tecnológico, es decir, en dos grandes tecnobloques. Esta megacibersoberanía planteará nuevas tensiones en aquellos territorios (como el europeo, el latinoamericano o el africano) que carecen absolutamente de soberanía digital, ya que las plataformas digitales dominantes serán las estadounidenses o las chinas.

Por otra parte, y a menos que las actuales guerras comerciales y los intentos de paralizar la globalización tengan éxito, la divergencia demográfica Este-Oeste vendrá acompañada de una aún más rápida convergencia tecnológica Este-Oeste (facilidad de difusión y copia de todo tipo de innovaciones a precio muy barato), y esta fácil y rápida difusión tecnológica dará lugar a una convergencia de productividades per cápita. Si estos dos factores siguen entrelazados en los próximos años, el porcentaje de población marcará tendencialmente el porcentaje del PIB mundial. Ello provocará que las potencias demográficas se conviertan en potencias económicas.

Por otro lado, la movilidad y la conectividad seguirán siendo dos temas estratégicos. La nueva “conectografía” pronostica, para la próxima década, un entramado de cadenas globales de suministro, infraestructuras de transporte, energía y comunicaciones entre todas las personas y recursos del mundo: carreteras, autopistas, vías férreas, puertos, aeropuertos, estaciones intermodales, oleoductos y gaseoductos o cables de internet.

Podremos levantar muros o construir puentes, imponer sanciones o establecer conexiones, aislarnos o abrirnos al mundo, reforzar las fronteras o convertirnos en un nodo principal de una red, desarrollar economías proteccionistas o economías con vocación global, centrarnos en la construcción de estructuras, bases y acuerdos defensivos militares o diversificar nuevos planes económicos, nuevas visiones y proyectos para una nueva infraestructura de movilidad y nuevos desarrollos institucionales, que englobarán las futuras geografías. Quien acierte en los nuevos signos de los tiempos, habrá recorrido ya una parte del camino. La nueva década vendrá, pues, cargada de retos. ¿Sabremos gestionar gradualmente nuestra adaptación a estos cambios?

Àngel Castiñeira es director de la Cátedra Liderazgos y Gobernanza Democrática de ESADE.

Tomado de: https://es.weforum.org/

CALIDAD EN LA PRODUCCIÓN: ¿CÓMO ORGANIZARLA?

A pesar de las instrucciones, la prevención e incluso la formación, pueden producirse errores en el seno del taller de producción. 
Un tornillo en una bandeja de comida, un guante destrozado en el tumulto, una mala programación de la máquina.... abundan los ejemplos. Entonces, ¿Cómo implementar la calidad "en la producción"? He aquí un recordatorio
El departamento de producción tiene diferentes responsabilidades en términos de calidad: debe aplicar las instrucciones definidas, llevar a cabo el control del producto previsto en el plan de control, poner en marcha una organización en caso de detección de una no conformidad del producto, todo esto manteniendo la motivación del personal y garantizando su formación en el lugar de trabajo.

¿Por qué aplicar la calidad en la producción?

A pesar de las instrucciones, la prevención o la formación, se pueden cometer errores humanos en el taller de producción.
Pueden ser :
  • Errores humanos por inadvertencia: son errores inconscientes, involuntarios e impredecibles. Por lo tanto, es necesario mantener la vigilancia de los operadores (rotación de puestos de trabajo, presencia de directivos, sensibilización, auditorías) y establecer sistemas para evitar los errores (alarmas, por ejemplo).
  • Errores humanos por incompetencia: este tipo de error es a menudo predecible. Por consiguiente, es necesario garantizar que los operadores sean competentes y estén capacitados y, sobre todo, formados.
  • Errores humanos cometidos voluntariamente: este caso es raro pero posible. Pero la verdadera pregunta es :"¿por qué un operador tendría interés en sabotear el trabajo si la dirección proporciona un entorno de trabajo satisfactorio?
De tal forma, para asegurar una calidad con "cero defectos", es necesario aprender a controlar la calidad en la producción. En los talleres, la búsqueda de la prevención es omnipresente. Es esencial disponer de un sistema eficaz de detección de no conformidades y definir las responsabilidades de todos.

¿Cómo está organizada la Calidad?

En este caso, es el responsable del taller quien organiza a su equipo: es el que capacita, sensibiliza e informa sobre los resultados. Proporciona los recursos necesarios a sus colaboradores para garantizar un control de calidad diario. 

Los operadores aplican las instrucciones de su responsable de taller, alertan en caso de duda, supervisan su trabajo y proponen áreas de mejora. 

Existen diferentes formas de aplicar la calidad en el taller de producción, y las tareas que se llevan a cabo para lograr los objetivos son diversas. 

¿Cómo se aplica la calidad en el taller?
Las etapas previas

Se requieren dos pasos para la organización de la calidad dentro del entorno de producción:

Crear un entorno de trabajo adecuado 

En primer lugar, el responsable del taller se asegura de que se pongan a disposición los recursos adecuados. Esto requiere la implementación de la gestión de documentos: aplicación de instrucciones definidas, redacción de instrucciones y procedimientos de fabricación... 

Los procedimientos se redactan en caso de que se detecte una no conformidad, y las hojas de registro se ponen a disposición para su autocontrol.

Las máquinas deben ser adecuadas, seguras y deben haber sido sometidas a un control previo antes de su puesta en marcha (¡y a un control regular!).

Asegurar que los recursos humanos estén disponibles

El personal debe estar capacitado, sensibilizado y autorizado para garantizar el control de calidad. Es imprescindible saber quién controla qué, cómo, con toda la información necesaria sobre el autocontrol.

Aplicación diaria en el terreno

Una vez que estos dos pasos hayan sido implementados, la producción jugará un papel central en el control de calidad en el día a día:

Evaluación del nivel de calidad de los productos fabricados

Gracias a los resultados de control y medición, será posible establecer un análisis estadístico de los datos de la producción. Este análisis implica necesariamente la implementación de indicadores relevantes que serán monitoreados de forma diaria o periódica.

Control de los productos

La producción sigue el plan de autocontrol establecido para garantizar la conformidad del producto. ¡Todos los autocontroles deben registrarse como se muestra en el plan! Estos elementos serán comprobados por el departamento de Calidad y SHA o HSEQ y el responsable de producción. 

Los operadores deben asegurarse de que el equipo utilizado para los controles sea fiable y esté calibrado.

Para el control, los operadores deben ser designados en cada puesto de trabajo para evitar cualquier riesgo de omisión. En el caso de datos sensibles como los CCP (Critical Control Point en inglés) o puntos de control crítico, la persona debe haber recibido formación previa al menos una vez al año.

La tecnología digital también puede ser un aliado importante en la implementación de los controles de calidad: por ejemplo, disponer de listas de comprobación/checklist automatizadas o de tabletas/smartphones de las que se recibió información sobre las no conformidades. Se acabaron los problemas de impresión en papel, los operadores tendrán la herramienta a su disposición para facilitar su trabajo diario y la entrada de información.

Gestión de las no conformidades de los productos

La producción debe ser capaz de detectar la no conformidad, alertar a los responsables e implementar medidas de control inmediatas. El espacio debe organizarse de manera que se aíslen los productos en cuestión.

Mejora de la calidad día a día 

Se pueden crear grupos de trabajo para intercambiar ideas sobre las áreas de mejora: en general, estos grupos están formados por al menos una persona del departamento Calidad y SHA y el responsable de taller. Se enumeran las no conformidades más comunes y se implementa un PDCA (Plan, Do, Check, Act). El PDCA constituirá un hilo conductor y nos permitirá trabajar colectivamente en los procesos. El departamento de Calidad y SHA ayuda a la producción a implementar acciones de seguimiento de no conformidades..

Existen diferentes enfoques para optimizar y organizar la calidad dentro de la producción. Los responsables de los talleres y el departamento de Calidad, seguridad y medio ambiente tienen que apoyar diariamente a los operadores y los sensibilizan sobre este enfoque.

Mélanie CASCELLI
Ingeniero QHSE - SDR
Tomado de
: https://www.blog-qhse.com/