martes, 6 de abril de 2021

¿CICLO DE VIDA? EL REQUISITO FUNDAMENTAL DE ISO 14001

Seguramente estén impacientes por saber qué es el ciclo de vida, a qué norma ISO afecta, para qué sirve y cómo funciona. Si siguen leyendo descubrirán toda esa información más abajo
Este artículo cobra vigencia, a pesar de haberse publicado años atrás, debido a que este requisito es exigible en auditorías internas y externas (segunda parte), y representa una oportunidad de volver sobre las explicaciones dadas debido principalmente a que representan un número importante de hallazgos y no conformidades en los sistemas de gestión ambiental en las organizaciones. Ojalá les sea de utilidad.

El mundo está en constante cambio y cada vez a mayor velocidad. Y como no podría ser de otra forma, al igual que todo cambia, las normas ISO también lo hacen. En este artículo nos centraremos en la versión del 2015 de la norma ISO 14001, que ha sustituido a la versión anterior de 2004. Uno de los principales cambios que ha sufrido esta norma es la perspectiva del ciclo de vida.

Antes de entrar en materia, debemos decir que el 15 de septiembre de 2018 los certificados de ISO 14001 y el 23 de septiembre los certificados ISO 9001 quedarán obsoletos y no serán válidos si no están actualizados a las nuevas versiones 2015, es decir, que aun disponiendo de su certificado de ISO 14001, si no cumple los nuevos requisitos de la versión 2015 será como si no tuviera nada.

A pesar de todos estos cambios que ha traído consigo la publicación de la nueva norma, la perspectiva del ciclo de vida simplemente es una nueva forma de identificar y valorar los impactos ambientales. Puede que parezca algo complejo, aunque si se dispone de las herramientas adecuadas, la tarea se simplificará en gran medida. Más adelante le hablaremos de una herramienta que le facilitará extremadamente esta tarea.

¿Qué es el ciclo de vida?

La ISO 14001:2015 define el ciclo de vida como un conjunto de etapas consecutivas e interrelacionadas de un producto o servicio desde el momento en que se obtiene la materia prima hasta que se le entregan al consumidor final.

Para aclarar la definición veámoslo con un ejemplo; si por ejemplo somos vendedores de muebles, la perspectiva del ciclo de vida tendrá en cuenta todos los riesgos, y posibles impactos ambientales que se produzcan desde la obtención de la materia prima, en este caso la madera, pasando por todas sus etapas de transformación (lijado, barnizado, diseño, ensamblaje…) hasta que llega a manos del consumidor final (incluimos transporte, almacenaje…).

¿Cómo funciona?

Como podemos deducir de la definición anterior, esta nueva perspectiva es mucho más amplia que la anterior ya que abarca desde el proceso de obtención de los recursos hasta que se ponen en su disposición final.

Al igual que la versión anterior del 2004, la nueva versión del 2015 se basa en la metodología PHVA (Planificar, Hacer, Verificar y Actuar):
  • Planificar: objetivos ambientales y procesos para conseguir resultados acordes a la política ambiental de la organización.
  • Hacer: poner en funcionamiento lo planificado.
  • Verificar: seguir dichos procesos, analizar los objetivos y criterios operacionales e informar sobre los resultados obtenidos.
  • Actuar: valorar las posibles alternativas y ponerlas en práctica para conseguir la mejora continua.
Tras comprobar que ambas normas siguen la misma metodología PHVA podríamos preguntarnos en qué se diferencian. La respuesta es simple si tenemos en cuenta la información que vemos arriba; la perspectiva del ciclo de vida es mucho más amplia.

Para que todo quede claro volvemos al ejemplo anterior. Si una empresa que fabrica muebles cumple con la norma ISO 14001 versión 2004, solo tendría que utilizar la metodología PHVA en la parte que interviene directamente, es decir, en la transformación de la madera para obtener el mueble final en este caso. Sin embargo, si cumpliese con la normativa de la ISO 14001:2015, por lo que la empresa u organización debería estar atenta al cumplimiento de los requisitos de la norma desde el inicio del proceso hasta el final.

Si tenemos en cuenta toda esta información, la organización o empresa que desee implantar esta certificación podría valorar si le merece o no la pena debido a la dificultad que conlleva identificar los aspectos ambientales e impactos de sus actividades de todo el ciclo de vida del producto. No obstante, es posible que esa información que se necesita recopilar la consiga la misma empresa o la faciliten los proveedores con los que trabaja la empresa. Por lo que si colabora con empresas proveedoras que trabajen con la misma certificación esta tarea será mucho más sencilla.

¿Qué debemos hacer?

Cuando analicemos cualquier aspecto debemos valorar la capacidad y posibilidad de mejora que tiene la empresa para modificar en el nivel de impacto. El objetivo de mejora continua siempre se debe tener en mente para conseguir una organización que sea lo más respetuosa posible con el medio ambiente. Para ello se debe valor si se puede intervenir en:
  • Mejora o reducción del impacto ambiental dese la obtención de recursos hasta la entrega.
  • Búsqueda de materiales fáciles de reciclar.
  • Ahorro de energía en la empresa u organización.
  • Uso de transporte eficiente y lo menos contaminante posible.
  • Producir productos con durabilidad adecuada.
  • Disminuir la cantidad de residuos generados.
  • Cambio de algunos materiales por otros menos peligrosos.

Tomado de: https://www.nueva-iso-14001.com/