Las industrias de alto riesgo como la minería, la exposición a pesticidas potentes en la agricultura y la exacerbación de los riesgos debido al cambio climático, estos son solo algunos de los factores que contribuyen a los riesgos de salud y seguridad en América Latina. Pero una falta cultural arraigada de conciencia y compromiso, es quizás el mayor peligro de todos.
Con unos 130 millones de trabajadores que ganan su sustento en condiciones de informalidad y uno de cada diez no tienen acceso a la protección social, no es de extrañar que la salud y la seguridad en América Latina no es siempre la parte superior de la mente de los trabajadores.
Sin embargo, algunas empresas se encuentran tomando la delantera a la hora de desafiar la mentalidad de muchos de sus empleados para llevar su desempeño de salud y seguridad al un nivel más exigente.
La salud y la seguridad en el trabajo nos concierne a todos, se trata de la vida y el bienestar de nuestros compañeros. El problema clave en Colombia, por ejemplo, es que no existe una verdadera cultura de salud y seguridad en el lugar de trabajo. Ese es uno de los desafíos, pero también es uno de los pilares de la misión, por lo que es una buena idea convertirlo en un valor clave para todo el personal de la organización.
Podemos poner como ejemplo a una organización que cuenta con personal de 792 contratistas, tiene una tasa de accidentes muy por debajo del promedio del 7% en Colombia y es una de las empresas que ofrece un mayor rendimiento en la industria en lo que respecta a la seguridad. El objetivo, es conseguir una tasa de cero accidentes. Por lo tanto, es necesario trabajar de forma continua para fomentar la autorresponsabilidad, el uso de equipos de protección, proporcionar las mejores tecnologías y, en general, promover una cultura general de seguridad.
El desafío de la cultura
La seguridad en América Latina es muy importante, ya que más de 30000 muertes ocurren cada año y causan al menos tres días de ausencia al trabajo. Las lesiones y enfermedades que se relacionan con el trabajo representan un riesgo importante para la salud en toda la región, que cuesta entre el 2% y el 4% del producto interior bruto regional, por no mencionar la vida y el bienestar de sus ciudadanos. Una apatía general hacia la salud y la seguridad es un desafío para muchas empresas en países de la región.
Un miembro del comité de proyectos ISO, ISO/PC/283, Sistemas de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo, y profesional de estandarización en ICONTEC, miembro de ISO para Colombia, dice que muchas personas piensan que, porque nada les ha pasado antes, nada le sucederá ellos en el futuro. En algunas áreas de la vida, esa actitud puede ser útil, pero no es propicia para generar una cultura de conciencia de seguridad, y la gente a menudo siente que no quiere invertir el tiempo y el esfuerzo para tomar más conciencia o tomar muchas precauciones como nos gustaría.
Un miembro de ISO para Ecuador y miembro de ISO/PC 283, dice que su país enfrenta frustraciones similares. Muchos empleados sienten que la salud y la seguridad es cosa de la administración y no de ellos mismos. Al mismo tiempo, muchos altos directivos no son conscientes de la relación costo-beneficios, por lo tanto, se encuentran menos comprometidos. Esto lleva a culturas en las que las personas tienen demasiado miedo o no están lo suficientemente comprometidas para informar incidentes o peligros.
El mayor desafío, para las empresas en Chile es que a menudo las empresas tienen los trabajos de mayor riesgo, y ellos, a su vez, no tienen el conocimiento y la compresión para identificar los riesgos de seguridad y salud. Una empresa puede demostrar su compromiso con la salud y la seguridad en el trabajo al proporcionar los recursos adecuados, como equipo y vestimenta, pero si los empleados no los usan de forma adecuada, eso se convierte en un verdadero desafío.
Se implementa un programa de concienciación con actividades como obras de teatro, dibujos animados diseñados por niños de empleados, talleres prácticos, tecnologías para monitorear riegos y peligros, además de las auditorías apropiadas, documentación de procesos y monitoreo y medición de cumplimiento.
Muchas empresas cuentan con buenas iniciativas, que incluyen capacitar al personal y establecer objetivos específicos relacionados con la salud y seguridad, además de cumplir con al reglamentaciones nacionales e internacionales. Pero muchas pequeñas y medianas empresas, no sienten que tienen el presupuesto para tomar medidas exhaustivas, y la cantidad de documentos a veces puede ser una barrera.
Tomado de: https://www.isotools.org