jueves, 28 de mayo de 2020

EL PAPEL DEL AUDITOR EN LA ERA DIGITAL

Aunque los procesos de auditoria hayan evolucionado y sean cada vez más soportados por sistemas automatizados, de Data & Analytics y hasta de inteligencia artificial, ninguna máquina sustituye las capacidades intelectuales de juicio y liderazgo del ser humano.

El momento exige perfiles más sofisticados y eso significa que los auditores no pueden acomodarse. Ellos precisan desarrollar algunas habilidades básicas, que son esenciales para garantizar el éxito en sus actividades.

Las cinco competencias presentadas a continuación fueron extraídas de un estudio realizado por KPMG / Forbes Insights. Los resultados fueron publicados recientemente en el informe “Audit 2025 – The future is now“. Vamos a conocerlas:

1 Comunicación
La encuesta revela que la capacidad de transmitir claramente pensamientos, ideas y sugestiones, articular durante reuniones, presentaciones, entrevistas y negociaciones es una de las habilidades más valorizadas por quien contrata a un Auditor.

2 Inteligencia emocional
Los clientes también valorizan a un auditor que consiga mantener la compostura y concentrarse en su trabajo, garantizando la buena ejecución de la auditoría. En determinadas situaciones, los clientes pueden sentirse frustrados por descubrir fallas graves en los procesos, fraudes o perjuicios financieros, y pueden presionar al auditor. La inteligencia emocional ayuda a moderar los efectos de diferentes tipos de presión en los juicios del auditor.

3 Pensamiento crítico y perspicacia
El auditor precisa entender el segmento en el que el cliente actúa y cómo la organización funciona. Así, él podrá hacer las preguntas correctas y analizar los hechos de forma objetiva. Eso es fundamental para que él pueda comprender el escenario y proponer mejoras que realmente hagan sentido para aquel cliente. Además, el auditor precisa ser perspicaz, o sea, tener facilidad para percibir y buscar la correlación en lo que tal vez la mayoría de las personas no perciba. Por último, él debe buscar en su experiencia, lecciones que puedan ayudar al cliente.

4 Escepticismo profesional
Los auditores deben ser capaces de cuestionar a los clientes de forma objetiva y constructiva. El auditor no debe rendirse a métodos abreviados, o aceptar que todas las informaciones repasadas por el cliente son verdaderas. Él precisa ser escéptico, precisa cuestionar si realmente está consiguiendo comprender es escenario correctamente. Esa competencia es esencial para que se produzca un resultado de calidad al final de la auditoría.

5 Habilidades interpersonales
A pesar del conocimiento de las normas y de toda la habilidad técnica exigida, las auditorías también abarcan personas. El auditor precisa lidiar con los más variados tipos de cliente, en las más diversas situaciones. Por eso, saber lidiar con personas es una habilidad indispensable. Un auditor con una postura empática permite entender mejor la perspectiva del cliente a medida que la auditoría avanza. Para eso, también es importante la capacidad de saber oír. Algunos auditores recomiendan la regla de 80/20 como la proporción ideal del tiempo dedicado a oír y hablar.

Por último, es importante destacar que estas habilidades forman la base para una auditoría exitosa y para eso deben ser practicadas de forma simultánea y continua. El auditor no debe buscar desarrollarlas aisladamente o dejar alguna en segundo plano.

Esperamos que este artículo le haya ayudado a comprender mejor lo que se espera de un auditor, en un momento en que la tecnología avanza rápidamente y los cambios ocurren de forma cada vez más rápida y profunda.

Tomado de: https://blog.softexpert.com/