Solo hace falta echar un vistazo a los medios de comunicación para darse cuenta que los siniestros por riesgos laborales siguen aumentando desde los últimos años.
Según sindicatos e instituciones de referencia, los motivos fundamentales de este tipo de sucesos se encuentran en la precariedad laboral y en la falta de prevención por parte de compañías y organizaciones.
A modo de ejemplo, en España, el pasado año 2018 la siniestralidad laboral aumentó un 5,5% con respecto al año anterior, marcando su máximo desde hace siete años.
No deja de ser chocante que en plena era de la digitalización empresarial y tras la disminución de siniestralidad laboral que se experimentó a lo largo de la década final del siglo XX, volvamos a experimentar este crecimiento. Lo que el año pasado parecería insinuar una ligera bajada, ha sido desmentido según los últimos datos.
El pasado año fueron un total de 652 los trabajadores que murieron por causas laborales, 34 más que el año pasado. Hay que destacar que no se registraba una cantidad tan alta desde el año 2011, cuando se experimentó una bajada que alcanzó en 2013 la cifra de 458 trabajadores fallecidos, según datos del Ministerio de Trabajo.
Los recursos destinados a implementar un Sistema de Gestión de la Seguridad en el Trabajo no deben ser vistos como un gasto, sino como una inversión
La importancia de la evaluación de riesgos laborales
La evaluación de riesgos se define como un procedimiento destinado a analizar y evaluar el grado de gravedad y la frecuencia con que se producen aquellos riesgos laborales que no hayan podido evitarse totalmente. Esta evaluación es una operación clave dentro del Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo en una compañía.
La evaluación de riesgos es un aspecto muy a tener en cuenta en cualquier Sistema de Gestión de Salud y Seguridad de los trabajadores y por tanto debe ser tenido en cuenta como un medio para que los empresarios y/o responsables de la seguridad y la salud de los trabajadores puedan tomar las medidas y decisiones oportunas que les permitan eliminar o disminuir los riesgos relacionados con el trabajo, incluyendo en estos a aquellos accidentes que se producen en los trayectos al puesto de trabajo.
En un sentido generalista, la evaluación de riesgos debe ser la vía para poder dar respuesta a la siguiente cuestión: ¿es segura, o al menos tiene un factor de riesgo tolerable, la situación de trabajo analizada?
Para llevar a cabo una correcta evaluación de riesgos en el contexto laboral, habrá que tener en cuenta las tres fases que conforman dicho proceso de evaluación:
- La identificación del posible riesgo: En esta primera fase se valorará de manera conjunta cual es la probabilidad y cuáles serán las consecuencias de que se materialice el peligro.
- Llevar a cabo una valoración del riesgo: A través de este análisis de riesgo se podrá determinar cuál es la gravedad o magnitud del riesgo, para así establecer una comparación con el valor del riesgo que se ha establecido como tolerable por la organización. Si el resultado de dicho análisis establece que el riesgo no se considera tolerable, habrá que proceder a su control.
- La adopción de las medidas preventivas oportunas: Esta última etapa consiste, por tanto, en la eliminar o reducir todo lo que se pueda el riesgo mediante la activación de toda una serie de medidas de prevención o corrección adecuadas al caso. Esta serie de acciones pueden ser: acciones y medidas de prevención en el origen, organizativas, de protección colectiva, de protección individual o de formación e información a los trabajadores.
La evaluación de riesgos deberá estar documentada, debiendo reflejarse para cada puesto de trabajo. Su evaluación pondrá de manifiesto la necesidad de tomar una medida preventiva o como mínimo, los siguientes datos: identificación de puesto de trabajo, el riesgo o riesgos existentes, la relación de trabajadores afectados, el resultado de la evaluación y las medidas preventivas procedentes, así como la referencia a los criterios y procedimientos de evaluación y de los métodos de medición, análisis o ensayo utilizados.
Beneficios de invertir en un plan de Riesgos Laborales
Los recursos destinados a implementar un Sistema de Gestión de la Seguridad en el Trabajo no deben ser vistos como un gasto. Por el contrario, son una inversión a medio y largo plazo que se refleja en un aumento de la productividad, una mejora de la calidad y una mayor rentabilidad a la hora de implementar soluciones.
Tomado de: https://www.isotools.org