lunes, 20 de febrero de 2017

GESTIÓN DE LA EXCELENCIA: LOS OCHO PRINCIPIOS BÁSICOS

Algunos de los principios de la gestión de la excelencia son lograr resultados equilibrados, gestionar por procesos o favorecer la creatividad y la innovación.
La Gestión de la Excelencia en una empresa, como ya hemos visto anteriormente en el artículo “¿Qué es un Sistema de Gestión de la Excelencia”, se basa en una filosofía de gestión cuyo campo de actuación es global y completo y cuya finalidad va a centrarse en el éxito a largo plazo de la organización mediante la satisfacción equilibrada y continua de las necesidades y expectativas de todos los Grupos de Interés de la empresa.

De forma más simple, hablamos de que la dirección y las gestiones que se realizan en una organización deben ser comprendidas y se debe actuar de tal manera que se pueda satisfacer a todos los Grupos de Interés, es decir a los clientes, empleados, proveedores, sociedad, etc., teniendo en cuenta la realidad dinámica y cambiante de las necesidades de nuestros clientes.

Es decir, la empresa ya conoce y controla toda su organización interna, sus procesos de producción, la calidad de sus productos o servicios, etc., y ahora fija su vista en toda la sociedad que le rodea. Deja de pensar que esta sola, para darse cuenta que forma parte de una sociedad. Ahora debe comprender que su actuación no sólo se centra en crear un producto u ofrecer un servicio, sino que debe vigilar y cuidar una serie de pasos, desde el uso de materia prima a la eliminación final del producto fabricado al final de su vida útil.

Después de que tenemos clara la base sobre la que nos sustentamos, ya podemos pensar en la Excelencia como el modo sobresaliente de gestionar la Organización y obtener resultados y, para ello, vamos a emplear ocho principios conocidos como los “Conceptos Fundamentales de la Excelencia”.

Los ocho principios básicos de la gestión de la excelencia.

Dichos conceptos son los siguientes:
  • Lograr Resultados Equilibrados: como ya hemos visto la Excelencia depende del equilibrio y la satisfacción de las necesidades de todos los Grupos de Interés relevantes para la Organización.
  • Añadir Valor para los Clientes: una organización que ha implantado adecuadamente la Excelencia conoce y comprende en profundidad a sus clientes respondiendo a las necesidades y expectativas que tienen en cada momento.
  • Liderar con visión, inspiración e integridad: como ya vimos en anteriores post, el comportamiento y carácter dinámico de los líderes permite que puedan ejercer la capacidad de adaptar, de reaccionar y de ganarse el compromiso de todos los empleados con el fin de implicarlos positivamente en la empresa.
  • Gestionar por Procesos: debemos ver la empresa como un conjunto de procesos claros e integrados entre sí, que hace posible y garantiza la implantación sistemática de las Políticas, Estrategias, Objetivos y Planes de la Organización.
  • Alcanzar el éxito mediante las personas: el potencial de cada una de las personas de la Organización crece al existir valores compartidos y una motivación que genera un crecimiento personal en todos los ámbitos que permite que se desarrolle una cultura de confianza y asunción de responsabilidades.
  • Favorecer la creatividad y la innovación: se debe gestionar la empresa teniendo en mente las premisas de aprendizaje, innovación y mejora continua.
  • Desarrollar alianzas: la Organización trabaja de un modo más efectivo cuando establece con sus partners unas relaciones mutuamente basadas en confianza, compartir conocimientos e integración.
  • Asumir la Responsabilidad de un Futuro Sostenible: el mejor modo de servir a los intereses a largo plazo de la organización y las personas que lo integran es adoptar un enfoque ético, superando las expectativas y la normativa de la comunidad en su conjunto.

Tomado de: www.sbqconsultores.es

SISTEMA DE GESTIÓN AMBIENTAL: RIESGOS Y OPORTUNIDADES

La norma ISO 14001:2015 establece las directrices que deben seguir las empresas para implementar, de una forma eficiente, un Sistema de Gestión Ambiental con el fin de proteger el medio ambiente y conservarlo.

Uno de los principales cambios que encontramos entre las dos versiones de la norma es el elemento de “riesgo y oportunidad” y el efecto que esto puede tener en su rendimiento. El elemento “riesgo y oportunidad” sustituye de forma eficaz el proceso de acción preventiva. Realmente es lo que necesitamos saber para garantizar la satisfacción de los términos que establece la norma. Utilizar los “riesgos y oportunidades” con el objetivo de mantener y mejorar nuestro medio ambiente.

RIESGOS Y OPORTUNIDADES: ¿QUÉ TENEMOS QUE HACER?

La norma ISO 14001 2015 indica que los riesgos y las oportunidades deben estar considerados en los términos que establecen los siguientes elementos:

  • Las obligaciones de cumplimiento que se han identificado como relevantes para los negocios y el Sistema de Gestión Ambiental.
  • Los aspectos o cuestiones ambientales que han sido identificadas en el Sistema de Gestión Ambiental.
  • Los grupos de decisión y el resto de partes interesadas se identifican cuando se considera el alcance y el contexto de la empresa. Tiene relación con el establecimiento y la revisión del Sistema de Gestión Ambiental.

Todos se encuentran diseñados con el fin de garantizar que el Sistema de Gestión Ambiental llegue a cumplir con las expectativas previstas. Reduce el riesgo de todas las condiciones externas que se puedan dar afectando al Sistema de Gestión Ambiental basado en la ISO 14001 2015. Se deberá garantizar la mejora continua. Además, se pueden llegar a controlar todas las situaciones de emergencia y evaluarse las diferentes medidas que han sido adoptadas para hacerles frente. Así que, una vez que tenemos una ligera idea de lo que significa y engloba al elemento de riesgo y oportunidad, nos debemos preguntar ¿cómo tenemos que hacerlo?

RIESGOS Y OPORTUNIDADES: APLICACIÓN PRÁCTICA

La norma ISO 31000 se ocupa de los principios de gestión de riesgos y, puede demostrar que es de gran ayuda. A continuación, podemos ver de forma práctica en la que se puede abordar el riesgo y las oportunidades que resulta específico dentro del Sistema de Gestión Ambiental y la norma ISO 14001 en sí misma:
  • La norma exige que la información documentada debe mantener los riesgos y las oportunidades. Los procesos requeridos garanticen el cumplimiento de todas las expectativas. Por lo tanto, puede suponer una buena práctica la creación de un registro de manera formal dentro del Sistema de Gestión Ambiental. La identificación, análisis, acciones, resultados y seguimiento deberán ser enumerados. Los resultados tienen que ser evaluados.
  • Se deberán asegurar de que existe compromiso de liderazgo y participación por parte de los empleados. Ambas partes pueden tener unos puntos de vista únicos de lo que constituye un riesgo ambiental dentro de la empresa. Por lo tanto se busca garantiza y considerar la existencia de un canal de comunicación que vaya desde arriba hacia abajo.
  • Se deberá tener en consideración el establecimiento de un foro de “riesgos y oportunidades”. Dado que las empresas cambian con mucha rapidez, es importante que el foco se mantenga sobre el riesgo ambiental y las acciones que resultan para mitigar el riesgo. Se deberá documentar el resultado obtenido, siendo una práctica muy recomendable.
  • El elemento “oportunidad” tiene una gran importancia y hay que reconocerla. Cada riesgo presenta una oportunidad para mejorar y, en efecto, sí se puede mitigar un riesgo antes de que se convierta en un incidente. De esta forma se garantiza la mejora continua del Sistema de Gestión Ambiental.
  • Asegúrese de que el monitoreo, medición, análisis y evaluación son frecuentes y precisos. Este proceso constituye la base para la asignación de valores a la eficacia de procesos de riesgo y oportunidades. Deberá proporcionar la base para la mejora el rendimiento en el futuro.
Conviene aclarar que la norma ISO 14001 2015 establece la identificación de todos los riesgos, pero no obliga a hacer una evaluación del riesgo como tal. Define el riesgo como el efecto que genera la incertidumbre, es decir, que engloba los efectos potenciales adversos y los efectos potenciales beneficiosos.

La dirección deberá tratar de una manera eficiente el riesgo y las oportunidades mediante una integración de la gestión ambiental con los procesos de negocio, la dirección estratégica y la toma de decisiones.

Tomado de: https://www.isotools.org