¿Qué es un líder? En los cursos de Comunicación que imparto suelo hacer un sencillo ejercicio. Pedimos a los asistentes que completen la siguiente definición al menos de treinta maneras distintas: «Un líder es aquel que…».
Lo habitual es que después de la número quince les resulte difícil encontrar más, pero curiosamente las descripciones más poderosas suelen surgir a partir de ese momento. Al final, lo importante no es la definición en sí, sino la reflexión que propicia sobre las cualidades que distinguen al verdadero líder. ¿Y qué es para mí un líder? Yo también podría escribir más de treinta respuestas, pero para este artículo utilizaré la siguiente: un líder es aquel que ayuda a los demás a ver y a hacer cosas que creían imposibles.
¿Qué es el liderazgo?
El liderazgo poco tiene con ver con tu cargo o con el despacho que ocupas. Los líderes no tienen por qué sentarse en los sillones más altos y mullidos ni aparecer en la parte superior del organigrama. No, el liderazgo no viene dado con el cargo. Está al alcance de cualquier persona con independencia de su puesto u ocupación. Para mí un líder es quien ayuda a otros a ver la realidad desde una nueva perspectiva, abriéndole nuevos horizontes. Un líder es capaz de introducir en la mente de la audiencia posibilidades que no imaginaba. Un líder es, en definitiva, un Catalizador del Cambio.
El líder crea el cambio, busca la transformación, hace que las cosas sucedan gracias al esfuerzo de su equipo. Para ello se pregunta constantemente:
¿Cómo puedo inspirar el cambio en mi equipo?
¿Cómo puedo pintar en su imaginación un futuro seductor de vívidos colores?
¿Cómo puedo ayudarles a mejorar su realidad?
El líder como catalizador del cambio transmite ideas y hace que cobren vida. Crea formas alternativas de ver las situaciones, de interpretar los sucesos, de explorar los cursos de acción, de cuestionar las creencias aceptadas. A través de sus desafíos y de las revelaciones que comunica, aporta una nueva perspectiva sobre su industria, sobre su organización, e incluso sobre su propia audiencia. Inspira el cambio, en definitiva.
El equipo de Science of People, un laboratorio de investigación de la conducta humana, cree haber encontrado las cinco pautas de la comunicación eficaz que todo líder debería poner en práctica. Tras pedir a 760 voluntarios que estudiasen y evaluasen miles de charlas TED, han identificado los siguientes cinco patrones comunes entre los más exitosos.
No es lo que dices, sino cómo lo dices
Sorprendentemente, los evaluadores pusieron la misma nota a los ponentes en relación con su carisma, credibilidad e inteligencia, tanto viendo el vídeo mudo como con sonido. Sí, lo has entendido bien: estas cualidades se transmiten a través de la comunicación no verbal. Tu cuerpo no es un trípode para tu cabeza. Tu cuerpo y tu voz, alineados armónicamente con tu propósito comunicador, consiguen que llegues a tu audiencia con la fuerza, la convicción y el encanto que deseas.
CONSEJO: Si quieres mejorar la forma en que comunicas tu liderazgo, concéntrate en tu lenguaje no verbal tanto o más que en tus palabras. No dediques todo el tiempo a preparar el contenido. Deja tiempo también para ensayar tu presentación.
Las manos lo cuentan todo
Cuantos más gestos hacían los ponentes, más eficaz resultaba su charla y mejor era evaluada. Tus manos son la herramienta no verbal con la que ilustrar tus palabras y nutrir tu credibilidad. Ayudan a la audiencia a entender mejor los conceptos explicados y aumentan la confianza de la audiencia en ti.
CONSEJO: Para mejorar tu puesta en escena, da vida a tus manos. Haz gestos ilustradores que dibujen tus palabras en el aire y las acompañen. Enfatiza con tus manos lo que cuentas con tu voz. Recuerda: exprésate también con tus manos.
Habla desde el corazón, no desde tus apuntes
La voz le da color al discurso. Cuanta más variedad vocal exhibía el ponente, mayor número de visionados tenía su charla. La variedad en el uso de la voz proyecta mayor carisma y credibilidad. La voz permite cautivar a la audiencia y mantener viva su atención. Practica siempre tus presentaciones en voz alta, utilizando todo el rango de posibilidades de tu paleta paraverbal. Pinta paisajes sonoros con tu voz.
CONSEJO: Ni se te ocurra memorizar el texto de tu presentación ni leer directamente tus notas o diapositivas. Matarás la frescura de tu voz y resultarás menos memorable.
Sonreír te hace parecer más inteligente
Los líderes suelen parecer serios y graves. Típicamente sonríen menos. Suele considerarse universalmente aceptado que sonreír disminuye tu estatus. Sin embargo, los investigadores descubrieron que los ponentes que sonreían más fueron evaluados como más inteligentes.
CONSEJO: Por serio que sea el asunto que trates, encuentra un momento apropiado para sonreír.
Tienes siete segundos para cautivar
Los evaluadores tardaron sólo siete segundos en hacerse una impresión del ponente y del interés de la charla. La investigadora Nalini Ambady llama a este comportamiento thin slicing (rebanado fino). Al encontrarse por primera vez con una persona, nuestro cerebro hace juicios muy rápidos, mucho antes incluso de haber intercambiado una sola palabra. De ahí la importancia de hacer una gran entrada al escenario y de llevar ensayada una frase de apertura que te permita empezar por todo lo alto.
CONSEJO: Comienza tus presentaciones siempre a lo grande, con un pistoletazo. La apertura es la tarjeta de visita de tu presentación, y según qué impresión causes durante los primeros siete segundos, así os juzgarán tanto a ti como al resto de tu presentación.
Pon en práctica estos cinco patrones en tus próximas presentaciones y mejorarás tu carisma, tu presencia y tu poder personal desde el escenario, en salas de reuniones y en las interacciones con los demás. Dejarás de informar y empezarás a inspirar. Comunicarás como un líder. Te convertirás en un Catalizador del Cambio.
Tomado de: https://blog.ferrovial.com/