Para discutir y aprender sobre la nueva generación de políticas de innovación y emprendimiento, invitamos a responsables de política y expertos de todo el mundo a la conferencia internacional del Innovation Growth Lab, una iniciativa de Nesta, que este año cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Por ALBERT BRAVO-BIOSCA.*
A continuación, presentamos algunas de las preguntas que consideramos más importantes y que serán parte de la reflexión durante la próxima conferencia a realizarse en Barcelona, España, el 13 y 14 de junio:
1. ¿Cómo podemos aprovechar las nuevas fuentes de datos para entender mejor el ecosistema de innovación y desarrollar mejores políticas?
Buenas políticas públicas precisan buenos datos, tanto para ayudarnos a entender los ecosistemas de innovación como para identificar oportunidades y carencias. Pero hasta hace poco los responsables de políticas disponían de datos poco efectivos, a menudo desfasados y parciales.
La explosión en la cantidad y calidad de datos disponibles crea nuevas oportunidades para entender las conexiones entre diferentes actores dentro del ecosistema de innovación (como, por ejemplo, los mapas creados por Endeavour con datos de LinkedIn), monitorear las startups en tiempo real (como el análisis de MIT con emprendedores en EEUU) y trazar mapas de sectores emergentes (como el mapa de la industria de videojuegos británica), entre otros ejemplos.
2. ¿Cómo podemos hacer que la inteligencia artificial y la robotización conduzcan a mejores trabajos en vez de más desempleo?
El desarrollo tecnológico aumenta la productividad, pero, al mismo tiempo, puede perturbar las vidas de miles de personas. A lo largo de la historia nuevas tecnologías han desplazado a trabajadores, pero el empleo típicamente ha vuelto a crecer con el tiempo, con nuevos trabajos reemplazando a los antiguos. El debate sobre si esta vez ocurrirá lo mismo sigue abierto.
Sea como sea, hay varias acciones que pueden ayudarnos a preparar la transición, tales como entender qué competencias serán necesarias en el futuro, facilitar la formación continua de los trabajadores (como lo hace Singapur con el sistema de créditos SkillsFuture), o experimentar con nuevas formas de redistribución para compensar a aquellos que salen perdiendo de este proceso (con iniciativas como el experimento de renta básica universal en Finlandia).
3. ¿Cómo acelerar la productividad en toda la economía?
La tasa de crecimiento de la productividad se ha paralizado en todas las economías avanzadas, pero lo ha hecho de manera desigual. Empresas en la frontera tecnológica han mantenido un buen ritmo de crecimiento de productividad, mientras que la mayoría de las empresas han experimentado un parón significativo.
¿Pueden buenas políticas públicas acelerar la difusión tecnológica para reducir esta brecha? ¿Qué es lo que impide a las empresas invertir en nuevas tecnologías y procesos? ¿Podemos facilitar el acceso a financiación bancaria para la mayoría de pymes innovadoras que no tienen acceso a capital de riesgo?
El Intellectual Property Financing Scheme (una garantía crediticia para financiar activos intangibles desarrollada por gobierno de Singapur) y las evaluaciones de propiedad intelectual ofrecidas por la oficina de patentes japonesa son dos ejemplos de iniciativas sobre las cuales vale la pena aprender más. A través de estas políticas, estos gobiernos apoyan la financiación privada a pymes que invierten en activos intangibles, los cuales tienen cada vez más importancia.
4. ¿Podemos usar la regulación para acelerar la innovación?
Las nuevas tecnologías crean retos regulatorios tanto para las empresas como para los responsables públicos. Las empresas a menudo se enfrentan a la incertidumbre acerca de cómo encajan sus ideas dentro de un conjunto de reglas escritas antes de que esas tecnologías y modelos de negocio se hubieran imaginado. Los reguladores se enfrentan a la difícil tarea de diseñar regímenes regulatorios suficientemente flexibles para permitir experimentar con nuevos modelos, pero suficientemente sólidos para proteger a los consumidores de algunos de los riesgos que podrían generar, premiando al mismo tiempo la innovación y garantizando la competencia.
Enfrentarse a estos retos requiere nuevas formas de elaborar regulación. Por ejemplo, nuevos modelos de ‘regulación anticipativa’ están siendo desarrolladas en varios países para ayudar la aceleración de nuevos modelos empresariales y de organización. Ejemplos interesantes incluyen la ‘regulatory sandbox’ en el Reino Unido, que está siendo copiada en varios países, o los ‘Innovation Deals’ de la Unión Europea (basados en una iniciativa holandesa).
5. ¿Cómo conseguir el mayor impacto?
Los gobiernos europeos gastan junto casi 152 mil millones de euros anuales en programas para apoyar la iniciativa empresarial, la innovación y el crecimiento. Sin embargo, sabemos muy poco del impacto real de estos programas. ¿Pueden estas políticas ser re-diseñadas para conseguir un mayor impacto? ¿Existen maneras más eficientes de usar estos fondos públicos, dado que además son limitados? Y, la pregunta crucial, ¿cómo podemos saberlo?
La respuesta yace en adoptar un modelo experimental. En vez de suponer que ya sabemos el mejor diseño para una política pública, primero deberíamos ponerlo a prueba a pequeña escala para averiguar qué estrategia funciona mejor. Es una idea simple; sin embargo, a menudo resulta difícil ponerla en práctica. Por esta razón, en el Innovation Growth Lab (IGL) hemos estado trabajando con una docena de agencias gubernamentales de todo el mundo para ayudarlas a aplicar un modelo experimental.
*ALBERT BRAVO-BIOSCA es miembro del equipo de Nesta, donde dirige el Innovation Growth Lab, una iniciativa que desarrolla nuevos enfoques para fomentar la innovación y el emprendimiento, promoviendo el diseño de políticas más experimentales y basadas en evidencia. Albert es Doctor en Economía por la Universidad de Harvard, Máster en Economía por la London School of Economics y Licenciado en Economía por la Universidad Pompeu Fabra. Anteriormente fue economista visitante de la OCDE y consultor del Banco Mundial.
Tomado de: https://blogs.iadb.org