La importancia de la figura del líder en la empresa es indiscutible.
Por esta razón es esencial que disponga de cualidades como las de buen comunicador, carisma, credibilidad, exigencia, humildad, persuasivo, respetuoso y visionario.
El liderazgo es uno de los aspectos esenciales y claves dentro de todos los sistemas de gestión como se puede observar en tan variadas normas como el Sistema de Gestión de la Calidad según la Norma ISO 9001, el Sistema de Gestión Ambiental según la Norma ISO 14001 o el Sistema de Gestión de la Seguridad de la Información según la Norma ISO 27001.
Debido a su especial relevancia y su labor en la gestión eficaz de la empresa, así como en la mejora continua, vamos a resaltar en este artículo cuales son las características del buen liderazgo, así como poner énfasis en la importancia de esta figura para la gestión eficaz de toda la organización.
La importancia del líder en la gestión eficaz de la empresa.
La figura del líder se establece como uno de los pilares básicos en el buen funcionamiento de la empresa, en la base del buen clima laboral y en el caldo de cultivo para la mejora del negocio en todos los ámbitos.
Últimamente se ha visto un auge de los programas de la televisión que se dedican a mejorar y dar un futuro a negocios que no ven la salida. Todos estos programas se basan en tres principios básicos: darles una lavada de cara con la modernización del local; establecer una correcta adjudicación de las responsabilidades de los distintos trabajadores; y enseñar al líder del negocio a ejercer eficazmente sus funciones para la mejora su negocio.
De esta forma, la figura del líder se establece como uno de los pilares básicos en el buen funcionamiento de la empresa, en la base del buen clima laboral y en el caldo de cultivo para la mejora de la organización en todos los ámbitos.
Sin embargo, no todas las personas ven la figura del líder de la misma forma, y muchas veces se olvida la importancia de esta figura y sus características y funciones. Es por esta razón que debemos recordar la figura del líder y sus cualidades más importante y básicas, para establecer la base de lo que es una gestión directiva eficaz.
Como ya hemos dicho antes, la actitud de un líder puede hacer que un negocio mejore y crezca o se hunda definitivamente. Un buen líder debe saber en qué puntos debe incidir, donde debe aplicar los cambios, en que campos debe aplicar la formación continua para mejorar, a quien debe premiar y a quien debe degradar. Estos conocimientos son complejos y no todas las personas los poseen de forma innata. Se pueden adquirir pero exigen un estudio y perfeccionamiento continuo para el que hay que ponerle autenticas ganas.
En las empresas, indistintamente de su tamaño y finalidad, las personas que la integran deben aportar su esfuerzo, conocimientos, habilidades y experiencia para alcanzar los objetivos asignados. Si esto es así para los trabajadores también debe aplicarse la misma regla a los directivos y líderes. De esta forma, el líder es la persona capaz de provocar cambios efectivos en el desempeño del grupo. Es decir, influye de forma activa sobre el rendimiento del grupo, dirige a los empleados, realiza los cambios necesarios para mejorar la forma de trabajar y, como consecuencia de todo esto, aumenta y mejora la forma de producción y de los beneficios.
Para concretar vamos a comentar en este post que, básicamente, un líder debe seguir dos claves básicas: en primer lugar cumplir lo que promete; y, después, no se contenta con ideas y sueños, quiere resultados. Debe basar toda su actuación en estos dos principios y desde ahí comenzar a cultivar las otras actitudes propias del liderazgo eficaz.
Cualidades de un buen líder:
Las cualidades que debe cultivar la persona que quiere realizar un buen liderazgo son las siguientes:
- Tiene que saber transmitir a sus empleados y a sus colaboradores eficazmente sus ideas para que todos conozcan que metas deben conseguir y cómo hacerlo para que la empresa consiga los beneficios esperados. Es decir, debe ser un Buen Comunicador.
- Tiene que ser capaz de ejercer su autoridad sin ser demasiado blando para que sus colaboradores y empleados no le pierdan el respeto, ni demasiado duro para que no se genere un mal clima laboral que afectaría a la eficacia de la organización. Es decir, deber tener una Capacidad de Mando.
- Tiene que saber dar ejemplo con su actitud y su comportamiento y, por lo tanto, debe afectar positivamente en la actividad de la empresa y debe ejercer esta habilidad para atraer a los colaboradores. Es decir, debe tener Carisma.
- Con su actitud y comportamiento tiene que inspirar confianza y que sus colaboradores y trabajadores vean reflejados en su persona valores como honestidad, coherencia y compromiso. Es decir, debe tener Credibilidad.
- Un buen líder debe ser capaz de inspirar la cooperación y la búsqueda de apoyo entre el personal de la empresa, ya que el individualismo no ayuda al crecimiento de esta. Es decir, debe potenciar y ser Cooperador.
- Un líder debe ser exigente con sus empleados pero también consigo mismo. Aplicando esta regla, un buen líder sabe valorar mejor a sus empleados y aplicar las cualidades anteriormente mencionadas para motivar y hacer crecer al grupo y, por lo tanto, a la empresa. Es decir, debe ser Exigente.
- Un líder está ante todo al servicio de los demás, tanto de los colaborados como de los empleados. Debe tener en cuenta que es fundamental que esté en continuo aprendizaje y admitir que no se conocen todas las respuestas y en algunos momentos es necesario solicitar ayuda a otras personas. Es decir, debe ser Humilde.
- Ante una confrontación o una negociación, un líder debe ser capaz de presentar sus argumentos de una forma eficaz para ganarse el apoyo de la otra parte. Es decir, debe ser Persuasivo.
- Aunque un líder debe ser capaz de utilizar su autoridad, en ningún momento debe faltar al respeto de ninguno de sus colaborados o de sus empleados, sino que el mismo debe luchar por ganarse el respeto de los demás. Es decir, debe ser Respetuoso.
- Un líder debe estar abierto a nuevos retos, cambios e ideas, así como saber estar por delante en los cambios o mejoras aplicables a su negocio. Es decir, debe ser Visionario.
Conclusión:
Para concluir debemos decir que si una persona comienza cultivando y generando los valores anteriormente mencionados dispondrá de la base para crecer y mejorar como líder para su empresa. Desde este punto esta persona podrá empezar a centrarse en los otros aspectos necesarios en la figura del líder y que supondrán una diferencia sustancial tanto para sus empleados como para su organización.
Tomado de: http://www.sbqconsultores.es/