martes, 22 de septiembre de 2020

POR QUÉ LAS HABILIDADES - NO LOS TÍTULOS - DARÁN FORMA AL FUTURO DEL TRABAJO

Las habilidades - no las calificaciones educativas - se están volviendo más valiosas para los empleadores.

La naturaleza del trabajo y de las carreras está cambiando rápidamente, y en el futuro, las habilidades correctas serán valoradas por encima de las calificaciones académicas solamente.

La desaceleración de COVID-19 ofrece a los empleadores la oportunidad de remodelar sus prácticas de contratación en torno a este paradigma cambiante.

La forma en que las empresas puedan cambiar su mentalidad ayudará a definir su rendimiento futuro.

Durante generaciones, hemos pasado el primer tercio de nuestras vidas adquiriendo los títulos universitarios que necesitamos para encontrar trabajo. Estos títulos son los sellos en nuestros pasaportes profesionales que allanaron el camino para los dos tercios restantes de nuestro viaje. Esto implica que la naturaleza de nuestro trabajo, junto con las habilidades y conocimientos necesarios para ejecutarlo, permanece inalterado durante toda la vida - lo que por supuesto ya no es cierto. 

Mientras que nuestros padres probablemente tuvieron un trabajo de por vida, la mayoría de nosotros hemos tenido varios - y no sólo trabajos sino también carreras. Nuestros hijos pueden esperar tener muchos trabajos y carreras a lo largo de su vida profesional - quizás incluso al mismo tiempo, con la maduración de la economía del gigantismo.

Claramente, el futuro del trabajo no será sobre títulos universitarios, sino sobre habilidades laborales. Ahora es nuestra oportunidad de dirigir a aquellos sin títulos universitarios hacia carreras exitosas y aumentar la diversidad entre nuestra fuerza laboral.

Según el Foro Económico Mundial, es probable que más de mil millones de empleos, casi un tercio de todos los empleos del mundo, se transformen por la tecnología en la próxima década. Ya estamos viendo que esto sucede. Piense en el personal de servicio de su restaurante favorito tomando su pedido en una tableta que está conectada a un sistema central de procesamiento de pedidos en la cocina. 

La tableta debe funcionar sin fallos para mantener el restaurante funcionando sin problemas. Piensa en las aplicaciones que usas para comprar, rastrear los pedidos y simplemente estar informado. La tienda necesita mantenerlas funcionando a todas horas, día tras día, todo el año. Y como cada una de estas tiendas recoge y mantiene los datos de los clientes que estudian para las tendencias, necesitan analistas de datos. También deben asegurar estos datos, lo que significa que deben por lo tanto ejecutar operaciones de ciberseguridad.

En estas y otras situaciones similares, la gente es la fuerza organizadora que se asegura de que la tecnología funcione como queremos. Esto significa un rápido y sin precedentes aumento de nuevos tipos de trabajos digitales. Según el informe Jobs of Tomorrow del Foro, habrá una rápida afluencia de roles en la vanguardia de la economía de los datos y la IA, así como nuevos roles en la ingeniería, la computación en nube y el desarrollo de productos. Estos trabajos necesitan talento con habilidades relevantes, y lo que es importante, estas habilidades pueden ser aprendidas incluso por aquellos que no tienen títulos universitarios.

La crisis de COVID-19 nos da una amplia razón para actuar a escala, y actuar ahora. Mientras que el brote ha sido implacable en su impacto, hemos visto una correlación entre las tasas de desempleo y el nivel de educación. Por ejemplo, en los EE.UU., la disminución del empleo de febrero a mayo osciló entre el 6% entre los trabajadores con una licenciatura o más, y el 21% entre los trabajadores sin diploma de secundaria (véase la figura a continuación). 

Los trabajadores con un título universitario o de educación superior también tienen muchas más probabilidades de tener la opción de teletrabajar en comparación con los graduados de la escuela secundaria que no fueron a la universidad.


Sin embargo, si cambiamos nuestro enfoque de los títulos a las habilidades, permitiremos una mayor fuerza de trabajo que represente la diversidad de nuestras poblaciones, y ayudará a cerrar las tan conocidas brechas de oportunidades y empleo. Esto significará la transición a una infraestructura de educación y empleo siempre basada en las habilidades que abarque no sólo las credenciales y la certificación, sino también la aptitud para el trabajo y el empleo como resultados.

En los últimos años, varias compañías - incluyendo EY, Google e IBM - han adoptado este tipo de pensamiento y han incrementado la contratación de talentos alternativos. Varias más están invirtiendo en el aprendizaje continuo de la fuerza de trabajo.

Otros, como Infosys, después de COVID-19, han reunido un consorcio de asociados en una plataforma gratuita y en línea, para ofrecer capacitación laboral y oportunidades de aprendizaje a los solicitantes de empleo y ponerlos en contacto con empleadores que les ofrezcan nuevas corrientes de trabajo y trayectorias profesionales.

Curiosamente, el futuro del trabajo no sólo será sobre habilidades duras, sino también sobre habilidades laborales holísticas. Cuando se trata de habilidades, los empleadores buscan algo más que habilidades técnicas o orientadas al trabajo. Las empresas quieren personas con un ojo para los detalles, habilidades creativas para la resolución de problemas, una mentalidad de colaboración y la capacidad de lidiar con la ambigüedad y la complejidad. 

Estas también son habilidades que pueden aprenderse, a menudo a través de programas de aprendizaje. De hecho, en el informe Jobs of Tomorrow del Foro se constató que las profesiones emergentes reflejan la importancia permanente de la interacción humana en la nueva economía, lo que da lugar a una mayor demanda de funciones en la vanguardia de las personas y la cultura.


A medida que las líneas se desdibujan entre los papeles convencionales de los negocios y las funciones de la tecnología, se produce un acercamiento de las tareas digitales y humanas que se abordan mejor por personas con una mentalidad más amplia y holística. Tradicionalmente, hemos visto este resultado en el contexto del talento con antecedentes en las artes liberales. 

A menudo se les considera generalistas, en comparación con las contrataciones con antecedentes técnicos o STEM, su amplitud de exposición a menudo les da una clara ventaja. Los calificados en las artes liberales también están en sintonía con el aprendizaje de muchos temas nuevos y dispares - otra ventaja en una época que exige un aprendizaje permanente.

Todos los dirigentes empresariales estarán de acuerdo en que encontrar no sólo a las personas adecuadas, sino también a personas con las aptitudes y la mentalidad adecuadas, es un grave desafío para las empresas. Utilizar un título de cuatro años como sustituto de la empleabilidad significa confiar en el talento con habilidades potencialmente redundantes en lugar de en los aprendices de por vida con habilidades siempre relevantes. También nos perjudica a todos, porque nuestra excesiva dependencia actual de los títulos universitarios aleja aún más a los ya vulnerables buscadores de empleo.

La cantidad de trabajo que pongamos en cambiar nuestra mentalidad en torno al talento y el enfoque de la contratación hoy en día determinará hasta dónde vamos a llegar.

Descargo de responsabilidad: Esta publicación contiene información en forma resumida y, por lo tanto, está destinada a servir de orientación general. No pretende ser un sustituto de la investigación detallada o del ejercicio del juicio profesional. Las firmas miembros de la organización global EY no pueden aceptar la responsabilidad de la pérdida de cualquier persona que confíe en este artículo.

Tomado de: https://es.weforum.org/

ISO DIS 22301 Y LA IMPORTANCIA DEL LIDERAZGO EN LA IMPLANTACIÓN DE UN SISTEMA DE GESTIÓN DE LA CONTINUIDAD DE NEGOCIO

El momento actual por el que pasa el mercado y el mundo en general, exige a las compañías poder demostrar niveles óptimos de preparación, reacción y recuperación ante cualquier tipo de crisis e incidente. 

Esta situación ha disparado la demanda por parte de las organizaciones de servicios de mentoring en materia de gestión de crisis y continuidad de negocio, con el objetivo de que en un corto tiempo se pueda llevar a cabo una evaluación estratégica del negocio y de sus capacidades de recuperación frete a diversas interrupciones del mismo.

Ante posibles crisis provocadas por situaciones externas o internas en la compañía, se pueden ver comprometidos muchos factores: su personal, sus procesos, sus activos, su información e infraestructura tecnológica, etc. En este caso será la propia dirección quien debe de afrontar esa labor de cohesión y adaptación al cambio con el objetivo de poder continuar sin que el negocio se vea comprometido.

Continuando con el análisis del borrador de la nueva versión de la ISO 22301, en la que se estructuran y se indican los requisitos que se deben llevar a cabo a la hora de implementarla y mantener el Sistema de Gestión de Continuidad de Negocio, nos vamos a centrar en una cuestión clave a la hora de implantar dicha normativa: el liderazgo de la compañía. Un aspecto que se desarrolla a lo largo de los puntos 5 del borrador de la que será la nueva ISO 22301 y que poco a cambiado con respeto a la normativa vigente.

Llevar a cabo una buena labor de liderazgo dará lugar a una buena planificación a la hora de implantar el Sistema de Gestión de Continuidad de Negocio en la organización, por tanto, se trata de una labor clave de cara a enfrentarse a cualquier situación de crisis que pueda comprometer la continuidad de una compañía.

Es evidente que aspirar a implantar un Sistema de Gestión de Continuidad de Negocio no es tarea fácil. Se deben cumplir una serie de requisitos que se adapten a la magnitud y el tipo de impacto que la compañía puede o no superar después de una interrupción. Estos pueden ser de lo más variados: legales, regulatorios, organizativos y de la industria de la empresa, productos y servicios prestados, procesos empleados, tamaño y estructura de la empresa, y los requisitos de las partes interesadas. Para cumplir con todos ellos, la organización es un factor clave.

La alta dirección y su compromiso ante la continuidad de negocio

Según ISO DIS 22301 una de las claves para la certificación de la normativa será el compromiso por parte de la alta dirección. Esta idea no solo se desarrolla en el punto 5 del borrador, el cual analiza detenidamente el asunto, sino que se anticipa en otros puntos previos. Según este, la alta dirección deberá mostrar liderazgo y compromiso con respecto al Sistema de Gestión de Continuidad de Negocio mediante las siguientes acciones:

  1. Garantizando que la política y los objetivos de continuidad de negocio estén establecidos y sean compatibles con la dirección estratégica de la organización.
  2. Asegurando la integración de los requisitos del Sistema de Gestión de Continuidad de Negocio en los procesos de negocios de la organización.
  3. Asegurando que los recursos necesarios para llevar a cabo el Sistema de Gestión de Continuidad de Negocio estén disponibles.
  4. Comunicando la importancia de la continuidad comercial efectiva y cumpliendo con los requisitos del Sistema de Gestión de Continuidad de Negocio.
  5. Asegurando que el Sistema de Gestión de Continuidad de Negocio logre los resultados previstos.
  6. Apoyando al personal para que contribuya a la efectividad del Sistema de Gestión de Continuidad de Negocio.
  7. Apoyando otros roles de gestión relevantes con el fin de demostrar su liderazgo y compromiso en sus áreas de responsabilidad
  8. Promoviendo la mejora continua
Hay que señalar que poco a cambiado este aspecto desde la publicación de última versión de esta norma en el año 2012.
Una de las claves para la implantación de la ISO 22301 es el compromiso por parte de la alta dirección.
La política de continuidad de negocio

Esta deberá ser adoptada de modo global en la compañía, de forma que su sistema de gestión no sea un aspecto anecdótico, sino que esté implantado de manera integral, por tanto, deberá:

a) Estar disponible como información documentada

b) Ser comunicada dentro de la organización

c) Estar disponible para las partes interesadas, según corresponda

La alta dirección deberá por tanto implicar al resto de cargos de la compañía, responsabilizándolos de que se cumplan los requisitos que establece el Sistema de Gestión de Continuidad de Negocio y que comuniquen estos requisitos a las personas a su cargo para que también lleven a cabo dicho cumplimiento.

Tomado de: https://www.isotools.org/

EL SISTEMA DE ANÁLISIS DE LOS PELIGROS Y PUNTOS CRÍTICOS DE CONTROL (APPCC)

El Sistema de Análisis de los Peligros y Puntos Críticos de Control o también conocido como APPCC, se trata de un sistema internacional que se encarga de identificar los peligros específicos y evaluarlos para llevar a cabo su control, lo que respalda la seguridad alimentaria.
La certificación del Sistema de Análisis de los Peligros y Puntos Críticos de Control es obligatoria en diversos países. 

Por ejemplo en la Unión Europea, también se ha establecido un Reglamento.

El sistema puede ser implementado en cualquier tipo de organización que esté directa o indirectamente vinculada con la cadena alimentaria. Es decir, el sistema tiene aplicación desde el productor primario, hasta el consumidor final. Pero además, no podemos olvidar que la cadena alimentaria también considera a sectores como los que industrializan maquinarias para uso alimentario o los que transportan los alimentos.

En la sociedad, la seguridad de los alimentos es una de las mayores preocupaciones para los consumidores. Por ejemplo, en España, la preocupación en temas de seguridad alimentaria se ha visto incrementada en los últimos meses debido a un brote de listeriosis que se ha desarrollado en una empresa alimentaria. Este brote hasta el momento ha producido la infección de 215 personas (incluidas mujeres embarazadas) y lo mas preocupante, ha ocasionado la muerte a varias personas.

Para estos casos que acabamos de mencionar, el sistema de autocontrol en las organizaciones se convierte es un instrumento de gran eficacia para garantizar la inocuidad e higiene de los alimentos. Por ello, el Sistema de Análisis de los Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC) tiene un carácter preventivo de riesgos que facilita la definición de procesos de producción preventivos y correctivos.

El APPCC sirve para que las organizaciones que trabajen con ello se preparen a la hora de realizar auditorias para normas como la FSSC 2000 o la BRCGS.

Para la adecuada implementación del Sistema de Análisis de los Peligros y Puntos Críticos de Control es necesario configurar un equipo APPCC, especificar el producto, establecer el uso que se desea, elaborar un diagrama de flujo y ejecutar con los principios del APPCC.
Principios del Sistema de Análisis de los Peligros y Puntos Críticos de Control APPCC.
Principios APPCC

El Sistema de APPCC se fundamenta en siete principios. A continuación los enumeramos y describimos:
  • Principio 1 «Realizar un análisis de peligros»
  • Principio 2 «Determinar los puntos críticos de control (PCC)»: 
  • Principio 3 «Establecer límites críticos»
  • Principio 4 «Establecer un sistema de vigilancia»
  • Principio 5 «Establecer las medidas correctoras que habrán de adoptarse cuando la vigilancia en un PCC indique una desviación respecto a un límite crítico establecido»
  • Principio 6 «Establecer procedimientos de verificación para confirmar que el sistema de APPCC funciona eficazmente»
  • Principio 7 «Establecer un sistema de documentación sobre todos los procedimientos y los registros apropiados para estos principios y su aplicación»
Dentro del ámbito de la inocuidad alimentaria existen sistemas certificables y de carácter voluntario como ISO 22000, BRC o IFS que tienen como soporte la implantación de un sistema APPCC, lo que le facilita la tarea de obtener la certificación.

Tomado de: https://www.isotools.org/

APPCC. 10 COSAS QUE DEBES RECORDAR EN EL ANÁLISIS DE PELIGROS

El Análisis de Peligros y Puntos de Control (APPCC) es un instrumento que faculta la posibilidad de realizar evaluaciones de peligros y crear un sistema de control ajustado de tal forma que permita la prevención. 

Se puede aplicar en toda la cadena alimentaria, desde la elaboración y fabricación, incluyendo la transformación, envasado, almacenamiento, transporte, distribución y manipulación, hasta la fase final que corresponde con la venta al consumidor, fuente Anexo al CAC/RCP-1 (1969), Rev. 4 (2003).

El sistema APPCC está identificado globalmente como un enfoque sistemático y preventivo que considera los peligros biológicos, químicos y físicos de los alimentos mediante la iniciativa y la prevención, en lugar de la inspección del producto acabado.

Las 10 cosas que se debe recordar para una implementación exitosa en el análisis de peligros son:

Debes efectuar una correcta administración del sistema HACCP:

Una correcta administración del sistema HACCP aumenta la seguridad alimentaria y, aporta otros beneficios importantes, por ejemplo, facilitar a la autoridad sanitaria competente su labor de inspección y promover las exportaciones, generando mayor confianza en los clientes en cuanto a la inocuidad de los alimentos.

Un Sistema HACCP también evitará pérdidas económicas:

Debes tener presente que disponer de un Sistema HACCP (APPCC) corrobora que se está cumpliendo con los requerimientos de Inocuidad Alimentaria, además de disponer de una herramienta eficaz para la inocuidad de productos alimentarios previniendo problemas derivados de la pérdida de control sobre la seguridad de los alimentos que pueden generar considerables pérdidas económicas.

El Sistema APPC debe ser completamente individualizado:

Al ser específico el APPCC para cada organización y cada centro de producción. Las industrias alimentarias deberán estudiar, investigar sobre los peligros específicos de los productos que elaboran y la metodología que utilizan, lo que le conducirá a la selección y aplicación de diferentes normas o reglas para el control y para la vigilancia que le sean conformes a los principios del APPCC.

Es una obligación legal de garantizar la Seguridad e Higiene.

En su totalidad las empresas que se encuentren dentro del sector alimentario están obligadas a garantizar la seguridad y la higiene de los alimentos, independiente del tamaño de esta.

Además, una correcta implementación considera:

  • Constituir un equipo APPCC: este debe ser multidisciplinario, incorporando a personas de todas las áreas de la empresa, relacionadas con la seguridad del alimento.
  • Describir el producto: cada industria o compañía es distinta, y se debe de conocer muy bien el producto que se tiene y definir cómo es, incluyendo desde sus ingredientes, cómo se prepara, a qué consumidores va dirigido, características organolépticas, como se almacenará y distribuirá, etc.
  • Identificar el uso previsto: identificar al consumidor final al que va dirigido, y cómo va a ser utilizado.
  • Desarrollar un diagrama de flujo: Una vez definido el producto será fácil hacer un esquema o diagrama de flujo resumiendo las fases o etapas por las que va pasando.
  • Cumplir con los principios de la normativa
La identificación de peligros es clave en el plan de APPCC

Si hablamos de cumplir los PRINCIPIOS del APPCC y estos son: identificar los peligros, medidas preventivas, límites críticos, sistema de verificación, medidas correctivas, sistema de control o registro.
El APPCC es un instrumento que faculta la posibilidad de realizar evaluaciones de peligros y crear un sistema de control.
Se debe elaborar una lista de todas las etapas del proceso donde los peligros significativos puedan suceder, y describir las medidas preventivas.

El análisis de peligros es un elemento clave en el desarrollo del plan APPCC (HACCP). Es fundamental que este desarrollo se lleve de manera correcta, ya que la aplicación de los otros principios implica tareas que utilizan los resultados del análisis de los peligros. De esta forma, el análisis de peligros representa la base para la elaboración del plan APPCC.

Es importante que se estudie todo el proceso de elaboración del alimento para identificar los peligros potenciales que pueden ocurrir durante las etapas de producción.

Priorizar y clasificar los peligros te ayudará en la implementación del HACCP

Según la descripción que nos entrega la OPS (Organización Panamericana de la Salud) “los peligros deben ser seleccionados en función de la frecuencia o posibilidad de ocurrencia en concentraciones que ofrezcan riesgos significativos al consumidor”.

Algunos ejemplos:
  • Vibrio spp, en los moluscos bivalvos (almejas, ostras o mejillones), que a menudo se consumen crudos, es un peligro significativo en productos de mar,
  • Trazas de antibióticos pueden serlo en pescados de crianza.
  • Histamina y otras “animas” tóxicas son peligros significativos en determinados pescados y quesos, pero no en productos de origen vegetal (hortalizas, legumbres, frutas).
  • Aflatoxinas presentes en maíz, harina de pescado y frutos secos.
Para todo esto, será de utilidad toda recopilación de información científica de ocurrencia de enfermedades humanas por el consumo del alimento en materia.

Analiza cada etapa del proceso de producción

Es importante puedas evaluar primero si los peligros están presentes en materias primas o en otros ingredientes y aditivos. Es en esta instancia, que se calcula la posibilidad de contaminación con esos peligros durante cada etapa de la producción.

Analiza también el resto de fases del producto

Por último, se debe evaluar si los peligros podrían ocurrir durante el transcurso de la elaboración, almacenamiento o durante el uso del alimento por parte de los consumidores. En relación a ese análisis de peligros se extenderá una evaluación del riesgo, que permitirá evaluar la ocurrencia probable de los peligros para la salud y la gravedad de sus efectos en las personas.

Cada peligro es diferente. Conocerlos y diferenciarlos es fundamental

En el APPCC (HACCP), es indispensable diferenciar lo que implica los peligros biológicos, químicos y físicos. Es fácil comprender la causalidad de la ocurrencia de peligros físicos, como pedazos de vidrio, piedras, metal u otros cuerpos extraños presentes en la producción. Aquí, los especialistas son el equipo técnico de la empresa de alimentos. Por otro lado, la evaluación de peligros químicos y biológicos exige conocimiento específico referente a patógenos presentes en los alimentos causantes de enfermedades humanas asociadas a dichos peligros.

Como conclusión se debe realizar un análisis de peligros para cada producto y tipo de proceso existente. 

Por lo demás, el análisis de peligros de un alimento y tipo de transformación que le afecte debe ser revisado siempre que ocurra alguna modificación o variación en la materia prima, en la formula del producto, en la preparación, en el procesamiento, en el empacado, en la distribución o en el uso esperado del alimento. Aplicarlo de manera lógica, en secuencia, ayuda a evitar cualquier omisión.

Tomado de: https://www.isotools.org/

5 SOLUCIONES O POLÍTICAS PARA ENFRENTAR EL DESEMPLEO DEL FUTURO

Parece que se nos agotaron las opciones para nombrar a las generaciones sucesivas. Después de los Baby Boomers llegó la Generación X y los Millennials (alias Generación Y), que ahora son sucedidos por la Generación Z. 

Por: Andrew Chakhoyan*

Si uno encuentra o no algún simbolismo, presagio o ironía en esto no es importante. Lo que importa es preguntarnos: ¿en qué tipo de mundo crecerán los nacidos en el siglo XXI? La automatización de todo ¿excluirá a muchas personas, aportando desesperación y decepción? La realización de nuestro potencial, ¿ya no será definido por el éxito profesional o medido por el valor neto? Si para una cantidad significativa de la población trabajadora se vuelve innecesario trabajar, y cuando sea que esto suceda, ¿podremos adaptar nuestro sistema de valores para permitir el ocio sin culpas, impulsar una investigación más creativa y reconocer el valor del aprendizaje para toda la vida?

Días después de que Amazon introdujera su nuevo producto, Amazon Go, realizó la primera entrega comercial por dron. El mundo fantástico del mañana con vehículos voladores y tiendas sin dinero se vuelve la realidad mundana de hoy, demasiado real para las personas cuyas condiciones de vida se ven amenazadas. Solo imaginar un escenario donde los empleos de cajeros y vendedores minoristas en los Estados Unidos sean completamente automatizados añadiría 7,5 de millones de personas al índice de desempleo. En otro ejemplo, ya sea Uber, Google, Apple, Tesla o cualquier otra empresa que introduzca en el mercado una tecnología viable que no requiere controladores, si esta tecnología se vuelve común, otros 3,5 millones de empleos en EE. UU. desaparecerían rápidamente. En comparación, desde comienzos del siglo XXI, la economía norteamericana ha sumado 800.000 empleos por año en promedio. La pérdida de solo dos de esas profesiones apenas definidas podría deshacer el equivalente a 14 años de creación de empleos.


Más allá de esos ejemplos vívidos, una publicación en un blog ampliamente compartido en la plataforma de la Agenda del Foro Económico Mundial prevé que casi la mitad de todos los empleos serán perdidos a causa de la automatización en menos de dos décadas. Uno podría consolarse al mirar las experiencias pasadas donde algunas vocaciones desaparecieron, pero otras nuevas surgieron en reemplazo. Sin embargo, muchos analistas sostienen que las cosas serán diferentes esta vez. Si esas predicciones son ciertas, y en verdad nos dirigimos a un futuro sin empleos, ahora sería el momento adecuado de iniciar un debate sobre políticas acerca de cómo podemos prepararnos para ello.

En 2013, una era antes de Amazon Go y vehículos autónomos que parecen recientes y distantes, los investigadores del MIT identificaron un fenómeno que llamaron “gran desacoplamiento”, donde la brecha se amplía entre las ganancias en la productividad y la creación de nuevos empleos. En otras palabras, el crecimiento en la producción económica —más productos y servicios para todos— no necesariamente requerirá más esfuerzo humano si esta tendencia continúa.

Si Airbus pudo imprimir en 3D un modelo de avión hoy, ¿qué implica esto para los empleos de fabricación altamente cualificados del mañana? Cualquiera que use un smartphone para administrar una cuenta bancaria, reservar un viaje o leer las noticias, debe reconocer la magnitud en la que han cambiado nuestros propios hábitos y cuántos empleos hemos presentado como obsoletos personalmente. Varias tareas que los humanos solían manejar ahora son realizadas por un dispositivo que cabe en el bolsillo. Harvard Business Review analizó las últimas tendencias y llegó a una conclusión inquietante en su titular: “La tecnología reemplazará a muchos médicos, abogados y otros profesionales”. Un reciente estudio de McKinsey descubrió que “las tecnologías presentadas actualmente podrían automatizar un 45 % de las actividades por las cuales se le paga a la gente por realizarlas”.

De la misma manera en que reconocemos intelectualmente que el mundo del mañana tendrá menos empleos, o al menos mucho menos de lo que definimos como empleo hoy, una retórica de la creación de empleos continuará dominando nuestro discurso político. Este denominado mañana tomará una década o dos,

o cinco, en llegar, pero sin duda, parte lo hará y enterrar la cabeza en la arena no es la solución. Enfocarse en las habilidades necesarias para competir con los empleos que aún deben ser inventados es solo una parte del rompecabezas. A medida que se amplía la brecha entre el crecimiento de la población y la automatización, y entre la creación de empleos y las necesidades de nuestro futuro guiado por máquinas, debemos comenzar a hacer serios ajustes para mantener la cohesión social.

¿Qué sucedería si la automatización continua del trabajo, ya sea investigación legal, diagnósticos médicos o escribir artículos periodísticos, ofrece ganancias en productividad que pueden ser distribuidas entre la población sin la necesidad de que todos contribuyan en una forma tradicional (es decir, al conservar un empleo)? De imaginar dicho futuro, requerirá un mayor cambio de paradigma acerca de cómo se organiza nuestra sociedad, cómo definimos la contribución, dónde encontramos la realización y cómo le damos sentido a nuestras actividades diarias.

Una pregunta enérgicamente debatida es cómo una persona podría financiarse a sí misma cuando se supondría que no está trabajando. El ingreso básico incondicional o “dividendo digital” es un concepto que reúne potencia y algunas jurisdicciones han jugado con la idea o ya la están poniendo a prueba. “El debate político necesita comprometerse con el tema tabú de garantizar la seguridad económica para las familias, a través de un ingreso básico universal”, escribe David Ignatius para el Washington Post.

Esta novedosa propuesta de política comúnmente se contrasta con el bienestar y los argumentos son a favor o en contra. El problema con el discurso es que se encuadra en los términos de la situación actual, donde las políticas están designadas para disuadir el aprovechamiento de algunos de los esfuerzos de otros. Lo que en cambio deberíamos considerar es una situación donde todos los humanos se aprovechen de los esfuerzos de las máquinas. Estos no crean una demanda y eso produce un serio problema para nuestro sistema económico. Hace más de un siglo, Henry Ford anticipó este debate cuando propuso que: “No es el empleador quien paga los salarios. Los empleadores solo administran el dinero. Es el cliente quien los paga”.

Tan radical como la idea de un ingreso básico universal puede sonar, en términos estrictos es una simple solución técnica para un problema en gran parte entendible como social. Será mucho más difícil imaginar e instaurar un nuevo sistema de valor donde el desempleo no esté estigmatizado. Adoptar normas en una sociedad, donde la contribución de una persona ya es definida por la producción económica, es un desafío de escala y complejidad diferentes. Para abordarlo, antes de que las tensiones sociales rebosen, necesitaremos gran coraje, mucho pensamiento creativo y gran parte de experimentación en políticas.

El neurocientífico y filósofo Sam Harris hizo la pregunta del millón en su Ted Talk acerca de la IA: ¿qué sucede cuando inventamos un “dispositivo de ahorro de trabajo perfecto, que puede diseñar la máquina que puede crear la máquina que puede hacer trabajo físico, impulsado por la luz solar, más o menos por el costo de las materias primas?” La explosión de inteligencia que Sam nos advirtió supone un conjunto distinto de preguntas, si es que sucede. No intentaré abordarlo ahora, pero hay algunas ideas con las que podríamos comenzar de antemano en un tiempo en que el alcance y la escala de necesidad para esfuerzos humanos en generar producción económica comienzan a disminuir.

1. Con el espíritu del liderazgo responsable y receptivo, debemos comenzar a reconocer abiertamente y luego enfrentar la realidad. Debido a que las carreras políticas son creadas y disueltas bajo las promesas de la creación de empleos, requerirá mucho valor para nuestros líderes tomar responsabilidad e iniciar un debate sincero acerca de la posibilidad de un futuro sin empleos.

2. El marco intelectual mediante el cual analizamos nuestros sistemas económicos también necesita cambiar. Podemos comenzar por redefinir el PBI para considerar la contribución no compensatoria, como el cuidado de niños y las tareas domésticas o, mejor aún, avanzar hacia una matriz mayor, como un índice de progreso social o cualquier otra metodología que reconoce la contribución y el progreso humano en nuevas formas.

3. Una de las preguntas más simples y aún así más complicadas para considerar en un mundo libre de empleos tradicionales es: ¿qué haremos los seres humanos con nuestro tiempo libre? Sería bueno facilitar nuestro camino hacia él al analizar un día laboral de seis horas y otras políticas que Suecia introduce “para aumentar la productividad y hacer más feliz a la gente”. Días laborales más cortos no solo ayudarán a prevenir el agotamiento, darán a las personas un espacio para encontrar otras actividades de las cuales pueden obtener significado. Para aquellos que conservan un empleo, un trabajo no es solo un vehículo para ganar el sustento, es un medio para abordar las necesidades humanas básicas para vivir. Explorar cómo esta necesidad podría satisfacerse fuera del lugar de trabajo sería digno de hacer.

4. Hoy, la ambición de una persona comúnmente se mezcla con las aspiraciones profesionales y luego medida por el éxito de su carrera. La ambición del futuro podría potencialmente ser vista a través del prisma de crear la capacidad de uno mismo para la imaginación y la aspiración por aprender, generar e intercambiar ideas. Popularizar la idea de vacaciones sabáticas en distintos campos profesionales, más allá de solo las instituciones académicas, nos ayudará a allanar esta transición.

5. Todos los esfuerzos anteriores deberían ir de la mano para solucionar una desigualdad en aumento y el reconocimiento de la crisis espiritual de la economía moderna: “donde el fracaso (para encontrar un empleo después de perder otro) es una fuente de humillación profunda y una razón para culparse a sí mismo”.

El futuro imaginado en que los humanos no tengan que trabajar, debido a que las máquinas se encargarán de un amplio rango de nuestras necesidades y deseos, no es seguro, pero es altamente probable. Podemos debatir el calendario y seguir guardando esta difícil conversación en una lata para patearla a la calle, pero sería más constructivo ahondar en este debate de una vez, probando nuevas políticas, aprendiendo de otros y formando nuestro futuro sin empleos para minimizar sus insatisfacciones. Nuestros hijos, la generación Z, nos agradecerán por ello.

*Andrew Chakhoyan 
Founder and Managing Partner, Strategic Narrative Consulting
Andrew Chakhoyan, Founder and Managing Partner, Strategic Narrative Consulting

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no del Foro Económico Mundial.

Tomado de: https://es.weforum.org

7 BENEFICIOS CLAVES DE REALIZAR AUDITORÍAS VIRTUALES

Hoy por hoy, la tecnología está dando avances a pasos agigantados, particularmente en tiempos de crisis, donde las auditorias virtuales juegan un papel fundamental en la evaluación del cumplimento de las estrategias en un sistema de gestión (SG), dadas las circunstancias, el Covid-19 ha incrementado la urgencia de reestructurar la metodología convencional de las auditorias, en efecto realizar auditorías virtuales hoy más que nunca es un factor clave para minimizar el riesgo de contagio

En los últimos años el sector industrial ha evolucionado de forma apresurada, dando como resultado la incorporación en el mercado de nuevas tecnologías y metodologías para el garantizar la continuidad de los negocios, por medio del uso de la transformación digital de la industria (Industria 4.0) y el desarrollo continuo de las tecnologías de comunicación e información (TICs).

En este contexto, las organizaciones se enfrentan a una continua automatización constante de sus procesos, así como a la necesidad de innovar y optimizar sus recursos, a fin de mejorar su productividad, por medio de estrategias que permitan una gestión oportuna, para ello, la auditoria virtual permite enviar, recibir y compartir información, ejecutar entrevistas y realizar las observaciones necesarias en tiempo real y sin necesidad de movilizarse físicamente, lo cual minimiza los gastos.

¿Qué es una auditoria virtual?

Es la aplicación del procedimiento de auditoria según los estatutos considerados en las normas técnicas e internaciones, mediante un proceso controlado, sistemático, independiente y documental, realizado a través de medios tecnológicos y de forma online, con el objetivo primordial de determinar el grado de cumplimiento de los criterios a auditar.

En la última edición de la norma internacional ISO 19011:2018 Directrices para la auditoría de los sistemas de gestión, se establece el concepto de auditoria virtual en su anexo A.16 Auditoría de actividades y ubicaciones virtuales, y se define que debe seguir el proceso estándar de cualquier auditoría, solo que, a la vez se usa la tecnología para verificar las evidencias objetivas, en este sentido se establecen dos tipos de auditorías:
  • Auditoria Virtual con interacción humana: Representa las auditorias que requieren la interacción del equipo auditor y el personal auditado mediante herramientas tecnológicas de comunicación y a tiempo real.
  • Auditoria Virtual sin interacción humana: Este tipo de auditoria elimina la interacción con el personal de la organización a auditar, ya que, se hace solo con los equipos, documentos e infraestructura tecnológica.
¿Cuáles son los principales beneficios de realizar auditorías virtuales?

Existen múltiples beneficios en la implementación de una auditoria virtual en una organización, a continuación, se refieren siete (7) beneficios imperdibles que se obtienen a través de esta nueva vertiente:

Ahorro de dinero y tiempo

Toda la información necesaria para realizar el proceso de auditoria debe estar disponible en la nube, por ello, los costos financieros sin duda representan la mayor ventaja, dado que, se ahorra en tiempo y gastos de traslado del personal auditor.

Eliminación de traslados nacionales e internacionales

En algunas oportunidades, existen lugares de difícil accesibilidad, bien sea, por razones de ubicación, por protocolos de seguridad internos de la organización o simplemente por auditorias que se requieren a nivel internacional, necesitando de visas y/o permisos especiales, para ello al realizar este procedimiento de forma virtual se suprimen totalmente este tipo de acciones.

Optimización en el servicio

El grupo auditor aumentara su eficiencia, considerando que desarrollaran sus actividades desde la comodidad de su lugar de trabajo, disponiendo así, de todas las herramientas necesarias para desempeñar sus funciones de una mejor forma logrando de esta manera una mayor productividad. Mediante la evaluación objetiva de las competencias y habilidades necesarias para optimizar el servicio en próximas auditorias.

Incremento de los protocolos de seguridad de la información

Debido a que todo el proceso de auditoria debe realizarse virtualmente, se necesita que la información este totalmente resguardada mediante un protocolo de seguridad que garantice la integridad y confidencialidad de los datos, para ello, la organización debe reestructurar todo el sistema de seguridad de la información.

Aumento del uso de herramientas TICs

Es necesario que tanto el personal auditor como los colaboradores de la organización, manejen eficazmente todas las herramientas tecnológicas requeridas en el proceso de auditoría, por ello se debe implementar una mayor capacitación en esta área, para garantizar las competencias y habilidades necesarias de todas las personas involucradas, ya que, las reuniones y entrevistas se realizan de forma online por medio de plataformas como Skype, Google Meet, Zoom, Jitsi Meet y Whereby, las cuales son utilizadas con regularidad.

Mejora la coordinación en las fechas de reuniones

Todas las actividades que se planifiquen para las auditorias, se pueden ajustar de forma óptima según la disponibilidad de todo el personal clave involucrado, minimizando las brechas de diferencias horarias y distancia.

Disminución de logística

Para el desarrollo del proceso de auditoria en una organización, se necesita tener disponibilidad de equipos, materiales y un espacio destinado como lo son las salas de conferencia, además de la posibilidad de ser interrumpidos por el flujo de trabajo de los colaboradores, por ello, al realizar este proceso de forma online no se requerirá de ningún tipo de logística, salvo las herramientas tecnológicas necesarias para tal fin.

En este contexto, las auditorias virtuales, evitan el uso de un sin número de recursos, minimizando los costos financieros y optimizando los procesos de revisión documental previo y posterior a la auditoria, sin mencionar, la ventaja de contar con un sistema de seguridad de la información que controle el acceso a los datos y la navegación, además de, realizarse desde cualquier lugar, sin que la ubicación de la organización auditada represente una limitación.

Finalmente, debido a que uso de la auditoria virtual viene en aumento, las entidades u organismos de certificación deben adaptarse a este nuevo escenario, teniendo en cuenta que existen normas que definen las directrices necesarias para auditar de forma online los sistemas de gestión en una organización, como lo tipifica la última versión de la norma internacional ISO 19011:2018, con el objetivo de poder llevar a cabo esta transición de forma personal a electrónica.

Tomado de: https://www.isotools.org/