En el artículo de hoy continuaremos con la segunda parte de los errores más comunes entre los profesionales de la gestión de calidad. Para los lectores que no pudieron visualizar el contenido, aquí les dejamos el link de acceso directo.
A modo de resumen de la primera parte, podemos decir que los errores mencionados fueron: Usar los mismos procedimientos que otras organizaciones, No ser partícipe del proceso de implementación, Falta de documentación, Opinión clientes en gestión de calidad, Periodicidad de las auditorías y Seguimiento recomendaciones de un auditor interno. A continuación, seguiremos explicando otros de los errores frecuentes que suceden entre los profesionales de calidad.
Antes de comenzar a explicar la temática del artículo, es necesario recordar que, apostar por un certificado en gestión de calidad, es apostar por el futuro de nuestra organización.
Un sistema de Gestión de Calidad recoge la satisfacción del cliente como uno de sus puntos más importantes. En una época con tanta competencia, escuchar las necesidades del cliente y adaptar nuestros productos o servicios (en la medida de lo posible) a sus necesidades, puede ser un elemento diferenciador y un argumento de venta que nos beneficie.
Sin más dilación, pasamos a explicar el resto de errores más comunes entre los profesionales de la gestión de la calidad.
Errores más comunes
No ser objetivos
Las auditorías son realizadas por una o varias personas. En algunas ocasiones, pueden existir ciertas rivalidades entre los auditores y auditados. Es por eso que estos, tratarán de buscar cualquier mínimo error con el objetivo de culpar a la persona responsable del proceso en lugar de realizar un análisis objetivo con el fin de identificar el problema y solucionarlo.
La táctica del miedo
Al igual que en muchos ámbitos y empresas, los profesionales de gestión de calidad usan ocasionalmente el miedo como táctica. Está demostrado que este tipo de tácticas son mucho más contraproducentes frente a otras. Para realizar una correcta gestión de calidad, es necesario implementar una cultura empresarial basada en la calidad. Si toda la organización, tiene interiorizada esta cultura, los resultados serán mucho más positivos que aquellos obtenidos usando tácticas intimidatorias.
Modificación del sistema de forma estructural
La búsqueda de la mejora continua en un sistema de gestión de calidad, siempre está sujeta a pequeñas modificaciones para alcanzar el mejor funcionamiento posible. Sin embargo, estas modificaciones no deberían llegar a alterar la estructura del sistema. Ya que en el caso de que eso fuese necesario, se necesitaría implementar un nuevo sistema de gestión de calidad.
Trabajadores no capacitados
La formación y la capacitación son elementos fundamentales para mantener un sistema de gestión de calidad. Es por eso que no solo basta con realizar una sola capacitación a los trabajadores. Esto se debe a que hay que refrescar y actualizar conocimientos. Y, al mismo tiempo, es necesario que los nuevos trabajadores cuenten con los conocimientos necesarios para que el sistema funcione.
No seleccionar el personal más apropiado
A la hora de seleccionar empleados, es importante que se tenga en cuenta la experiencia en la norma ISO 9001. Lógicamente, si nuestra organización está certificada en ISO 9001 y dispone de un Sistema de Gestión de Calidad, un buen motivo de selección de personal debería ser la experiencia con esta norma.
No evaluar de manera equitativa los distintos campos
Es un error muy común entre los profesionales de gestión de calidad evaluar de forma las diferentes áreas. Por ejemplo, se establecen criterios de auditoría muy exigentes en el área de producción, sin embargo, en otros campos como recursos humanos o marketing son menos exigente. Esto no debería ser así y auditar por igual los distintos sectores.
Alta Dirección no comprometida
Los profesionales en gestión de calidad nos indican las mejores acciones para mantener y mejorar nuestro sistema. Sin embargo, es imposible poner en práctica todas estas medidas si la alta dirección no está dispuesta a colaborar. Por ello, necesitamos que la Alta dirección se comprometa con el SGC y trabaje para alcanzar los objetivos establecidos.
Búsqueda desesperada de la perfección
Es importante saber que, un SGC siempre va a poder mejorarse. Por lo tanto, no debemos enfocar todos nuestros esfuerzos en alcanzar la perfección. Simplemente, se deben realizar auditorías frecuentemente para encontrar posibles errores en el sistema y corregirlas lo antes posible.
Coste económico
No se puede tratar un SGC como un coste, sino como una inversión. En muchos casos se limita el presupuesto para el mantenimiento y la mejora del mismo en lugar de fomentarlo. A pesar de su coste, las ventajas y retorno de inversión que nos ofrece, son mucho mayores que la inversión realizada.
Tomado de: https://www.nueva-iso-9001-2015.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario