lunes, 5 de mayo de 2025

TENDENCIAS EN GESTIÓN DE RIESGOS Y CUMPLIMIENTO PARA 2025

En la vigencia 2025, analizar las tendencias en gestión de riesgos es una actividad obligatoria para los Risk Manager en esta área. 

Con un panorama geopolítico y corporativo complejo, 2025 es un año especialmente interesante para revisar las estrategias que utilizarán las organizaciones para enfrentar riesgos cada vez más diversos y dinámicos.

Mantenerse a la vanguardia es más importante que nunca. Por eso, adelantarse al nuevo año y evaluar las tendencias en gestión de riesgos para el año 2025 es una forma de iniciar el tratamiento de las amenazas más complejas a las que se han enfrentado las organizaciones hasta el momento.

Cuáles son las tendencias en gestión de riesgos y cumplimiento para 2025

La tercera década del siglo XXI ha traído destacadas innovaciones tecnológicas y también grandes desafíos ambientales. En un panorama así, las tendencias en gestión de riesgos y cumplimiento que ocuparán la agenda de los expertos en el área serán las siguientes:

1. Predominio del uso de IA para el análisis y gestión de riesgos

La incursión de la Inteligencia Artificial será decisiva en la gestión de riesgos. Las organizaciones tienen una herramienta que les permite procesar millones de datos en pocos segundos y obtener predicciones y escenarios hipotéticos con un alto grado de precisión. Son aspectos que ayudarán a tomar decisiones para enfrentar riesgos que se prevén para meses o años venideros.

La IA podrá establecer patrones y proporcionar información con una anticipación que no tiene precedentes en la historia. Es posible pensar que la gestión de riesgos trabajará sobre amenazas previstas para dos, cinco o diez años más adelante. Incluso, la hoy valorada gestión en tiempo real, pasará a ser obsoleta.

Gracias a los algoritmos de aprendizaje automáticos, los sistemas automatizados podrán señalar desviaciones o posibles infracciones de seguridad de la información solo analizando el comportamiento de los usuarios. Los equipos de gestión de riesgos dejarán de reaccionar para dedicarse a prevenir con una muy amplia anticipación.

2. Integración de los riesgos operativos con los de ciberseguridad

En un mundo cada día más interconectado y digital, cualquier riesgo de ciberseguridad se convierte también en operativo. Significa que una violación de seguridad puede anular la capacidad de la organización para operar. Es evidente, por ello, que la gestión de riesgos necesita integrarlos. Son amenazas interconectadas, relacionadas y, sobre todo, con consecuencias similares.

Por eso, las tendencias en gestión de riesgos para 2025 prevén evaluaciones de riesgos integrales, que aborden los riesgos cibernéticos a la par que los operativos. También se impondrán las plataformas unificadas que se ocupen de todas las posibles eventualidades, así como los equipos de trabajo en los que participen personas de todas las áreas. Los riesgos dejan de ser locales o específicos.

3. Riesgo climático

En este aspecto, las tendencias en gestión de riesgos se enmarcarán en tres vertientes: el trabajo para mitigar riesgos ambientales, la capacidad de adaptación a nuevas condiciones climáticas y la adopción de modelos ESG de gestión.

Los riesgos ambientales son prioritarios para las organizaciones por una cuestión de supervivencia, pero también de competitividad. Las empresas que logren disminuir o eliminar su huella de carbono tendrán una mejor percepción por parte de los consumidores y serán más apreciadas por inversores.

La capacidad para adaptarse a nuevas condiciones será clave para enfrentar el cambio climático como riesgo. Por supuesto, también está la capacidad de la organización para gestionar sus criterios ESG, pero esa es una de las tendencias en gestión de riesgos para 2025 que merece un capítulo aparte.

4. Integrar los factores ESG en la gestión de riesgos

Con la aparición de normativas que solicitan a las organizaciones informar sobre sus cuestiones ESG y sobre los resultados obtenidos, es evidente que estos factores adquieren un rol destacado en la gestión de riesgos.

Las organizaciones necesitarán establecer métricas e indicadores de riesgo e integrarlos en su gestión y en las evaluaciones de riesgos financieros. Es importante advertir que las empresas que no presenten informes ESG pueden quedar marginadas de recursos del sector financiero o de inversores públicos o privados.

También aparece un riesgo de cumplimiento implícito: precisamente, a partir de 2025, un buen número de organizaciones estarán obligadas a presentar informes ESG y de sostenibilidad. Esto hace que la integración de los factores ESG en la gestión de riesgos deje de ser opcional y se convierta en un asunto de competitividad y de cumplimiento.

Con estándares y regulaciones más exigentes, integrar la gestión ESG con la gestión de riesgos, sin duda, será una de las tendencias en gestión de riesgos en el nuevo año 2025.

 5. Gestión de riesgos en la cadena de suministro

La gestión de riesgos de proveedores cobra cada vez más relevancia. Las cadenas de suministro globales se hacen vulnerables a muchas amenazas, por ello, centrarán algunas de las tendencias en gestión de riesgos.

En 2025 se espera que los profesionales especializados en este campo monitoreen de forma continua el acontecer geopolítico y su incidencia en puertos y medios de transporte, así como cualquier otro evento que pueda suspender de improviso el suministro.

6. Adaptabilidad de la gestión de riesgos

Una de las preocupaciones para los equipos de gestión de riesgos será la volatilidad y el dinamismo del entorno. El marco regulatorio, las cuestiones políticas y financieras, la tecnología o el comportamiento de los consumidores pueden sufrir giros de 180 grados. Por ello, una de las tendencias en gestión de riesgos será la de trabajar para crear sistemas ágiles, adaptables y flexibles.

Además, se tenderá hacia la toma de decisiones inmediatas y al uso de recurso tecnológicos adecuados que permitan monitorear todos los frentes y obtener información en tiempo real sobre la evolución de la gestión de riesgos, los problemas que parecen ser inminentes o los puntos críticos en los que se concentra un número inusual de amenazas.

7. Aumentar la capacidad de resiliencia

Los equipos de riesgos entienden que, por ahora, no todas las amenazas se podrán contener, en especial si se trata de eventos de baja probabilidad y alto impacto. Por eso, además de trabajar en la prevención y la gestión proactiva, habrá que hacerlo en la capacidad de resiliencia.

Las organizaciones y sus equipos de riesgos desarrollarán en 2025 estrategias que aseguren la continuidad del negocio con niveles mínimos de operabilidad. Es importante entender que la resiliencia no se refiere solo a la supervivencia, sino a la capacidad para regresar en poco tiempo a un nivel de operación normal.

8. La privacidad de los datos

La privacidad de los datos seguirá siendo una de las tendencias en gestión de riesgos. Sin embargo, es probable que el foco deje de estar sobre el RGPD. Dos razones para que esto sea así: la publicación de regulaciones y leyes similares alrededor del mundo y aparición de nuevas formas de atacar los sistemas de las empresas, que aún no cuentan con herramientas efectivas para contrarrestarlas.

El desafío para los equipos de riesgos será mantenerse al día con los cambios regulatorios alrededor del mundo, pero también con los avances tecnológicos que, desafortunadamente, no se limitan a los aspectos positivos.

9. Teletrabajo y trabajo remoto

El teletrabajo y el trabajo remoto ofrecen grandes oportunidades a empresas y trabajadores, pero también conllevan riesgos relacionados con la seguridad y la salud en el trabajo y con la seguridad de la información. Las tendencias en gestión de riesgos, en este campo, girarán en torno a la forma en que la organización puede ejercer controles y monitorear el trabajo sin llegar a ser intrusiva o invasiva.

Tomado de: https://www.escuelaeuropeaexcelencia.com/

MITIGAR RIESGOS: QUÉ ES Y POR QUÉ ES IMPORTANTE

Mitigar riesgos con anticipación y de forma proactiva ha sido el factor diferencial por el que muchas empresas reconocidas a nivel mundial han conseguido optimizar su gestión corporativa y superar eventos disruptivos de alto impacto negativo.

Los eventos disruptivos no hacen diferencia entre grandes o pequeñas empresas. El cambio climático, los ciberataques, la tensión geopolítica o los recientes problemas en la cadena de suministro pueden anular la capacidad operativa de cualquier organización que no haya trabajado en mitigar riesgos de forma efectiva.

Crear un equipo profesional para mitigar riesgos y dotarlo con los recursos tecnológicos y de formación que necesitarán para hacer un buen trabajo es una inversión que aportará beneficios a la organización, un interesante ROI y un marco de seguridad competitivo.

Qué significa mitigar riesgos

Mitigar riesgos es el proceso mediante el cual profesionales especializados identifican amenazas y las evalúan. Tras ello, asignan a cada una un valor de acuerdo con la gravedad o la probabilidad de ocurrencia, las priorizan y diseñan estrategias de respuesta para eliminarlas o para modificar su capacidad lesiva.

Mitigar riesgos implica diseñar procesos, utilizar metodologías y recursos físicos y tecnológicos. Se consigue así llegar a diferentes áreas como legal, financiera, seguridad en el trabajo, gestión ambiental, y, por supuesto, mantener un radar activo sobre amenazas potenciales de orden meteorológico, sísmico, social, político o macroeconómico, entre otros.

Mitigar riesgos es importante porque la organización puede anticiparse a la ocurrencia de eventos que pueden paralizar las operaciones. La mitigación de riesgos tiene entre sus premisas garantizar la continuidad del negocio en condiciones aceptables, aun en las peores circunstancias.

Cuáles son los beneficios de mitigar riesgos

Por supuesto, una actividad que tiene como propósito diseñar acciones para proteger a la organización del impacto negativo de una amenaza solo puede ser positiva. En cualquier caso, es posible mencionar algunos de los muchos beneficios específicos:

  • Proteger los activos de la organización, que pueden ser tangibles o intangibles, como la reputación o los derechos intelectuales, entre otros.
  • Asegurar el cumplimiento en áreas sensibles como seguridad y salud en el trabajo, seguridad de la información, gestión ambiental, etc.
  • Proteger y mejorar la reputación. Las organizaciones que protegen a sus clientes, a sus proveedores, sus empleados o los miembros de su comunidad agregan valor a su marca.
  • Tomar mejores decisiones, ya que se cuenta con una comprensión integral de lo que puede salir mal y de las oportunidades que es posible aprovechar.
  • Aumentar la resiliencia, al contar con planes de recuperación y de respuesta a emergencias.
  • Ahorrar dinero y tiempo: las organizaciones que trabajan en la prevención sistemática de riesgos reducen costes, evitan sanciones o multas y disminuyen el valor de sus pólizas de seguro.
  • Obtener confianza de las partes interesadas, empezando por los clientes, los inversionistas, los empleados y los organismos reguladores.
  • Ganar ventajas competitivas al identificar y explotar oportunidades que pasan desapercibidas para las empresas que no gestionan riesgos.

¿Qué estrategias implementar para mitigar riesgos?

El objetivo de la gestión de riesgos es disminuir a niveles aceptables la exposición de la organización a eventos negativos. No siempre se trata de mitigar riesgos, la gestión profesional ofrece varias opciones interesantes. Lo importante decidir es cuál es la apropiada de acuerdo con la amenaza que se considera:

1. Eliminar

Se trata de eliminar los factores, los elementos o las circunstancias que originan el riesgo desde la raíz. En ocasiones, eliminar un riesgo implica limitar la capacidad operativa de la organización. En otros momentos, eliminar el riesgo puede ser más costoso que lo que significaría la ocurrencia del evento negativo.

2. Mitigar

Es la palabra que se utiliza para generalizar la gestión por una razón: es en esta estrategia donde encajan la mayoría de los riesgos. Cuando se instalan equipos para apagar incendios, se señalizan algunas áreas o se dota a algunos empleados de equipos de protección personal, por citar algunos ejemplos, se está minimizando el impacto, pero no se está eliminado.

3. Trasladar o compartir

Es lo que se hace cuando se toma una póliza de seguro que cubre el riesgo o cuando se entrega al proceso o la actividad que genera el riesgo a un tercero.

4. Aceptar o retener

Cuando la gravedad no es muy alta y la probabilidad tampoco lo es, es posible operar aceptando el riesgo, tomando algunas medidas para mitigarlo. Se toman en este caso algunas acciones propias mencionadas en el segundo apartado, el de mitigar.

Cómo mitigar riesgos de acuerdo con la industria

La gestión de riesgos sigue diferentes caminos cuando se trata de industrias igualmente diversas. La personalización desempeña un rol muy importante y es necesario que los profesionales encargados así lo entiendan.

Las herramientas tecnológicas que utilicen para la gestión de riesgos necesitan también un grado de ductilidad y configuración para adaptarse a los requisitos de diferentes industrias. Algunos casos, a continuación:


Cuáles son las tendencias en la gestión de riesgos para 2025

La mitigación de riesgos esenciales es un campo profesional reconocido y definido, que está en constante evolución. Los profesionales modernos se apoyan en la tecnología para implementar técnicas novedosas y para poner a prueba metodologías que aún no han sido difundidas a nivel global. A continuación, algunas de las tendencias se impondrán en el área de gestión de riesgos:

  • Incorporación de la tecnología: la gestión de riesgos estará vinculada de forma ineludible a la tecnología. El procesamiento de datos, la automatización e incluso, el uso de Inteligencia Artificial, serán elementos esenciales para el logro de objetivos.
  • Protección contra ciberataques: 2025 será un año en el que la ciberseguridad se posicionará como un campo definido y específico dentro de la gestión de riesgos.
  • Alineación con la estrategia de negocios: los equipos de gestión de riesgos entenderán que la estrategia de negocios de la organización tiene prevalencia. Sin ella, no tiene sentido gestionar riesgos.
  • Criterios ESG: las consideraciones sobre aspectos ambientales, sociales y de gobernanza, tendrán impacto sobre la gestión de riesgos, con sus implicaciones en el cumplimiento.
  • Inmediatez de la gestión: para 2025 se espera que los equipos de gestión de riesgos puedan actuar de manera inmediata, sobre la marcha, lo que no impide que se esfuercen para ser proactivos y preventivos.
  • La formación será activo de alto valor: atrás quedarán las épocas en la que los encargados de la gestión de riesgos eran los empleados con mayor experiencia en la organización, que habían aprendido el oficio de forma empírica o imitando a su antecesor. La formación profesional, moderna y apoyada por la tecnología ocupará el primer lugar.

Tomado de: https://www.escuelaeuropeaexcelencia.com/