jueves, 19 de enero de 2017

A PROPÓSITO DE LAS COMPETENCIAS PARA EL SIGLO XXI: LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

De acuerdo con el World Economic Forum Future of Job Report, la Inteligencia Emocional (IE) será una de las diez principales habilidades de trabajo para 2020. 

Por:  MaríaRreina, gerente de maría reina consultores.

La IE se entiende como un conjunto de destrezas emocionales y sociales que ejercen influencia en la forma en la que percibimos y nos expresamos, la manera como desarrollamos y mantenemos relaciones sociales y, sobre todo, cómo enfrentamos los retos y usamos la información emocional de forma efectiva y significativa.

Lo interesante es que este tipo de inteligencia está fuertemente relacionada con el bienestar y la felicidad de cada individuo. Es la combinación de conceptos como el autoestima, el optimismo, las relaciones con terceros y la realización personal. Las percepciones propias hacen parte de la Inteligencia emocional, si se tiene en cuenta que la imagen que se tiene de sí mismo es la primera escala de la medición de la IE.

Trabajo y liderazgo

Una encuesta de construcción de carrera realizada por el Word Economic Forum Future of Job Report a más de 2.000 gerentes de contratación y profesionales de recursos humanos encontró lo siguiente:

• 71 % afirmó que ellos valoran la Inteligencia Emocional en un empleado más que el coeficiente intelectual.

• 75 % dijo que era más probable pro-mover un empleado con alta Inteligencia Emocional para los cargos ejecutivos.

Tener Inteligencia Emocional es una condición para ser líder. Por esto, quienes la tienen saben:

1. Escuchar mejor a los demás.

2. Mantener la armonía del equipo.

3. Tomar decisiones.

4. Manejar el estrés.

5. Motivar a los empleados. Sin embargo, el nivel de Inteligencia Emocional no se limita al ambiente laboral; esta influye en los indica-dores de felicidad, salud mental y física, y mejores relaciones interpersonales y de pareja.

¿Se puede medir la IE?

En general, una persona optimista, y que ve oportunidades más que problemas, tendrá un mejor coeficiente de Inteligencia Emocional. El ser conflictivo o mantenerse estresado son síntomas de un bajo nivel de la misma. Además, es posible saber quién tiene una buena IE cuando se enfrenta a situaciones críticas y responde a estas con asertividad y tranquilidad.

Hoy en día, la Inteligencia Emocional sí se puede medir. El EQ-i 2.0 es uno de los instrumentos de IE validado por El APA.1 Con este, se intenta entender al individuo a través de un plan de trabajo conjunto para mejorar esa gestión de emociones, el liderazgo, las relaciones de un equipo para trabajar la cultura organizacional y, por supuesto, la felicidad.

¿Se puede cultivar la Inteligencia Emocional?

Si se tiene conciencia de la misma, se puede gestionar y trabajar. Por ello es importante medirla, evaluarla y hacer un plan de acción personal y/o con un acompañamiento de un coach que permita, en un tiempo determinado, lograr avances en el manejo de las emociones.

Es importante aclarar que no es un tema de no tener emociones; se trata de gestionarlas cuando somos conscientes de aquellas situaciones que nos desequilibran o nos alteran. Una persona es capaz de controlar su IE si tiene en equilibrio entre mente, cuerpo, corazón y espíritu.

Es por eso que hoy se habla de la meditación, la respiración consciente y la práctica de Mindfulness para controlar las emociones. La relación espiritual, la fe y el principio de una vida con propósitos son también formas para calmar emociones y hacer una muralla a los pensamientos negativos.

Así mismo, el continuo aprendizaje aquieta la mente, y el servicio a otros, el dar más que el recibir, definitivamente nos aleja del ego y nos permite cortar con las reacciones inmediatas sin razonar.

Tomado de: http://www.capitalhumano.com.co/

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