domingo, 10 de septiembre de 2017

¿QUÉ ES UN SISTEMA DE GESTIÓN DE LA EXCELENCIA?

Disponer de un Sistema de Gestión de la Excelencia no está limitado a organizaciones de grandes dimensiones, sino que todas las empresas pueden optar por él y disfrutar de las ventajas que les ofrece.
Muchas empresas tienen una idea preconcebida o poco cercana a la realidad que les lleva a considerar que los Sellos de Excelencia y la adopción de un Sistema de Gestión de la Excelencia solamente está al alcance de las grandes empresas, ya que conciben que para alcanzarlo se necesita de una infraestructura y una organización de unas dimensiones y con unas ganancias a las que solo acceden los grandes. Sin embargo, la verdad es otra bien distinta.

Para comprender exactamente en qué consiste la Gestión de la Excelencia debemos explicar primeramente cuales son los conceptos básicos sobre los que sustenta la Excelencia en una empresa, así como la evolución natural hacia la excelencia.

Antes de nada: ¿Cuáles son los conceptos básicos de un Sistema de Gestión de la Excelencia?
Los Sellos de Excelencia son la imagen de que la empresa lleva a cabo un adecuado Sistema de Gestión de la Excelencia.
Primeramente, debemos aclarar que aunque no es estrictamente necesario que una organización ya tenga implantado un Sistema de Gestión de la Calidad según la ISO 9001, es aconsejable ya que la empresa está adaptada al pensamiento en procesos y a la implantación de cambios que provocan la mejora continua. Cuando una organización ya tienen implantado un Sistema de Gestión de la Calidad o dispone su sistema de gestión por procesos, el paso más lógico y el camino al que lleva la Mejora Continua es la Gestión de la Excelencia.

Después de esta puntualización y para comprender la relevancia y los fundamentos del Sistema de Gestión de la Excelencia tenemos que tomar como referencia una serie de conceptos básicos.

Vamos a partir de la idea de que la Excelencia en la Gestión abarca todas las cualidades y méritos que, en cada momento, podría llegar a tener una empresa en relación con todas las actividades que desarrolla y todos los resultados que consigue en todos sus Grupos de Interés. De este concepto, entendemos que la Excelencia no debe ser entendida como una obligación sino que se trata, más bien, de una filosofía de gestión ya que su campo de actuación va a ser global y completo. Por lo tanto, podemos completar esta definición, con el pensamiento de que la finalidad de la Gestión de la Excelencia va a centrarse en el éxito a largo plazo de la organización mediante la satisfacción equilibrada y continua de las necesidades y expectativas de todos los Grupos de Interés.

Evolución natural de la Mejora Continua hacia la Excelencia.

Después de esta explicación tan técnica, vamos a comentar este proceso de adopción de un Sistema de Gestión de la Excelencia de una forma simple. Debemos entender que la Gestión de la Excelencia es la meta que las empresas se colocan cuando implantan un Sistema de Gestión de la Calidad.

Cuando una organización comienza deseando un cambio, una mejora de su producto o servicio, una disminución de los fallos, es decir, una mejora en la gestión de la organización, decide implantar un sistema que le permita visualizar su empresa como una sucesión de procesos que se encadenan entre sí para crear el mapa de producción.

Una vez que la organización ya dispone de este mapa y se gestiona en base a estos procesos, la búsqueda de los fallos se hace de forma simple y sistemática, ya que se puede visualizar a que campos incluye y encontrar de donde procede el error, corrigiéndolo en su inicio de forma eficaz y precisa evitando que vuelva a producirse. De la misma forma, se pueden detectar las duplicidades o los pasos innecesarios en el sistema que solo generan una pérdida de tiempo y una complicación innecesaria.

También, se implantan una serie de mejoras continuas en los puntos en los que de verdad se necesita y que sean realmente efectivas. La implantación correcta y el mantenimiento continuo del Sistema explicado, lleva a la reformulación paulatina de la forma de gestionar la empresa hacia una organización eficaz e innovadora.

Cuando una empresa ya ha llegado aquí, el proceso de la mejora continua va a llevarle a buscar más, a buscar una gestión de los procesos con cero fallos, a buscar la implicación de sus clientes en su empresa, a buscar la innovación y la mejora de la calidad en sus procesos, a buscar implantar la calidad de forma global en la empresa, a buscar la implantación de otros sistemas complementarios que ayuden a mejorar aún más, como puede ser un Sistema de Gestión Ambiental según la ISO 14001 o un Sistema de Gestión de la Seguridad de la Información según la ISO 27001, etc.

La consecución de esta búsqueda va a formar las bases sobre las que se sustenta la Gestión de la Excelencia. A partir de aquí, si la empresa sigue teniendo en mente los valores que le impulsaron en un principio, la Gestión de la Excelencia se va a constituir como un ser vivo en constante crecimiento que les hará llegar a un futuro brillante

Para terminar: una breve reflexión

Podemos concluir con la siguiente idea: para conseguir los frutos debemos cuidar el sistema constantemente y no perder de vista ni el futuro ni el pasado de nuestra organización, ya que si olvidamos de donde partimos y a donde vamos, sólo conseguiremos errar en nuestros propósitos, aunque los medios que usemos sean buenos.

Tomado de: https://www.sbqconsultores.es/

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