La gestión de riesgos en una organización tiene un interés que, cada día que pasa, crece más. Esto es, cada vez aparecen nuevos riesgos y amenazas frente a las que cualquier organización tiene que poder hacer frente.
Y esto es necesario hacerlo, de la manera que menos impacto genere sobre su productividad y, especialmente, sobre sus finanzas.
Esto es, algo tan sencillo como la aparición de un nuevo competidor, puede resultar nefasto si no se dispone de una buena estrategia de negocios que incluya la gestión de riesgos como eje vertebrador de la misma.
Así, incluir la Gestión de Riesgos Empresariales dentro de la planificación estratégica del negocio, permite una reacción rápida frente a la aparición de amenazas, evitando impactos negativos o de considerable envergadura sobre la organización.
¿Qué es la Gestión de Riesgos Empresariales?
La Gestión de Riesgos Empresariales (ERM) o en inglés, Enterprise Risk Management (ERM), consiste en la identificación de los riesgos inherentes a la empresa, y la generación de soluciones a través de un enfoque interdepartamental.
Es decir, se genera un mapa de los riesgos, asignándoles una valoración según su importancia o gravedad y frecuencia.
Además, debe incluir el nivel de transferencia del riesgo. Es decir, si están total o parcialmente asegurados (transferidos) o si es asumido en su totalidad por la organización (no transferidos).
De esta manera, la empresa realiza una gestión de riesgos integrada con la estrategia de la empresa. Para ello, por tanto, debe:
- Definir una priorización del riesgo.
- Establecer la tolerancia a asignar al riesgo.
- Identificar los riesgos presentes.
- Mitigar los riesgos que han sido identificados.
Una de las opciones más ampliamente escogidas por las empresas, es la implementación de un software de gestión, que permita realizar estos pasos de una manera rápida y sencilla.
Con ello, la organización obtiene ventajas competitivas que le permitirán obtener mejor situación en el mercado y, por ende, mayores ingresos.
8 acciones para llevar a cabo la Gestión de Riesgos Empresariales
No confiar al 100% en la predicción de los riesgos
Ningún sistema es infalible en lo que se refiere a la predicción de los riesgos y, es posible, que alguno se materialice de forma inesperada y ocasiones graves daños a la empresa.
Para ello, es recomendable que se asignen recursos para la implementación de un procedimiento para saber cómo reaccionar en caso de que un riesgo se materialice, sea cual sea su origen.
Ningún sistema de gestión de riesgos es infalible
Es decir, se debe disponer de una estrategia completa y estandarizada, de manera que si existen fallos en la gestión de riesgos que se está realizando, exista una forma alternativa de reacción.
Es decir, siempre estar alerta.
Desconfiar de que no existan malas noticias
Ningún sistema para la gestión de riesgos es tan seguro, como para que no aparezca ninguna desviación o problema que haya que solucionar.
Es por ello que, es preferible conocer en todo momento la situación, para ser capaces de enfrentarse a cualquier amenaza que aparezca, y estar preparados ante cualquier situación de mayor gravedad que pueda llegar.
Implicación de la alta dirección
Para que todo el sistema establecido para la Gestión de Riesgos Empresariales tenga sentido, es preciso implicar a la alta dirección, de manera que evidencien su compromiso frente a la GRE.
Nombrar un equipo para innovar en la gestión de riesgos
Es de una importancia crucial, disponer de un equipo multidisciplinar, capaz de diseñar diferentes escenarios posibles de materialización de riesgos.
De este modo, se generarán nuevas estrategias y decisiones, en base al cálculo de probabilidades de los mismos.
Elaborar una matriz de riesgos
Anteriormente ya se mencionó. Es preciso realizar la identificación de los riesgos, asignándoles una probabilidad de ocurrencia y frecuencia, así como un nivel de tolerancia por parte de la organización.
La gestión de riesgos hay que tomarlo como algo de implicación global y no individual.
Decisiones éticas
Es imprescindible que las personas que compongan el equipo para la gestión del riesgo, tengan un comportamiento ético y socialmente responsable.
Las acciones poco éticas siempre traen consecuencias negativas.
Procedimiento para la toma de decisiones
Finalmente, estandarizar el sistema de toma de decisiones es fundamental. En este sentido, herramientas como el "Business Intelligence" son de uso casi obligatorio, por las ventajas que aporta en cuanto al proceso de toma de decisiones.
Conclusiones frente a la gestión de riesgos eficaz
A modo de reflexión, se puede decir que el principal impedimento al que cualquier organización o empresa debe enfrentarse, es el de tipo cultural.
Es preciso que los altos cargos y el resto del personal estén implicados, mediante la asunción de prácticas y estándares éticos que permitan la verdadera minimización de los riesgos.
La visualización de la gestión de riesgos como algo de implicación global y no individual, permitirá que las medidas frente a los riesgos, siempre sean las más acertadas.
Tomado de: https://www.isotools.org
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